miércoles, 22 de febrero de 2012

Amigos Desconocidos Cap 7


Capítulo 7



Gaston le había dado una oportunidad a Victorio y llevaban semanas haciendo cosas juntos. Por suerte para Gaston, Rocio estaba casi desaparecida. No le agradaba la idea de que su mejor amiga apenas diese señales de vida, pero aún le gustaba menos como se había comportado como consecuencia del acercamiento entre Victorio y ella. Aunque no era con eso con lo que soñaba cada noche. Cada maldita noche soñaba una y otra vez con esa sonrisa arrebatadora ¿Cómo era posible que nunca le hubiese sonreído así? ¿Y por qué se fijaba ahora en eso? Él no debería estar pensando en esas cosas. Era su amiga, la quería y no sentía ninguna atracción por ella. Y si la sintiese, que no era el caso, se dijo inmediatamente, había millones de mujeres que le ponían mucho más que ella.

Victorio había notado que Gaston estuvo algo distante al principio y consideró que podía sentirse amenazado por ello decidió no hacer preguntas y solo esperar. Ahora parecía que ya había esperado bastante y tenía suficiente confianza para preguntar.

- hey, ¿por qué te desaparecías tanto hace unas semanas? -se preocupó Victorio- Tengo entendido que siempre pasaban el rato con los chicos. Todos estaban muy preocupados.
- Tenía cosas que hacer. Todos nos desaparecemos de vez en cuando -afirmó Gaston

No podía decirle que era por culpa de él. Y ahora sonaba absurdo decir que sentía celos. Podría malinterpretarlo. Él no sentía nada por Rocio en el sentido sexual. Eran celos de amigo. Temía perderla. Que ocupase su puesto. O lo peor, que cambiase su forma de ser y se convirtiese en una enamorada más, que ve la vida color de rosa. No aguantaría ver a su Rochi así.

Victorio no entendió el desvió acertado de Gaston, para cambiar de conversación y lo ayudó, involuntariamente, a cambiar el hilo de la conversación. 

- Ahora le tocó a Rochi ¿Sabes qué le pasa? -preguntó Vico despreocupado.
- Trabajo. No sé de qué o qué, pero me dijo que le traía de cabeza ¡No sé más! -contestó Gaston inexpresivo.
- Se me hace raro. Todos dicen que sois los mejores amigos, inseparables, y nunca os he visto juntos. Es curioso.-dijo Victorio

El incesante interés de Victorio por Rocio comenzaba a irritar a Gaston. Se había convencido de que ella no sentía nada por él, pero ahora quedaba saber qué pensaba él de ella. Sabía que le había gustado al verla, pero no volvieron a hablar más del tema. Y si él insistía con ella podría ser peligroso. Ella podía ceder. Y si no lo hacía era su deber de amigo, se dijo Gaston, quitarle los pesados de encima.

- ¿Te gusta Rochi? -preguntó Gaston espontáneo, con una expresión insondable. Victorio se sorprendió por tal acusación, que era como se la había tomado y se limitó a ser sincero.
- Me parece que tiene la cara de un ángel. Pero yo soy más de chicas con cuerpo de diablesa. Tú me entiendes -dijo Vico sonriente- Es una buena chica. Es de esas que enamoran por su ingenuidad, pero no a alguien como yo. Me van las chicas malas y que estén ¡buenotas! -explicó dibujando la figura de una mujer voluptuosa con las manos.

El alivio se mezcló con la irritación en las entrañas de Gaston. Era fantástico saber que no estaba interesado y no le preocupaba que dijese que ella no era la clase de chicas en las que él se fijaba, ya que Gaston se fijaba exactamente en el mismo tipa de exuberantes mujeres. Pero no le hizo mucha gracia saber que podía ser el blanco de hombres enamoradizos ¿Que enamora por su ingenuidad? ¿Rochi? ¡Para nada! No podía decirse tal cosa de la niña que le explicó de donde venían los niños, con tan solo cinco años. Y con términos que escandalizarían al mayor de los vividores.
-Rochi no es ninguna niñita ingenua. Aunque... -se interrumpió Gaston para soltar una carcajada- puede que en este aspecto si lo sea. Es muy inteligente y fuerte pero nada femenina. No es que no sepa la teoría -dijo soltándose más tempestuosamente en carcajadas- es que tiene cero práctica.
- Rochi es demasiado orgullosa para admitir que hay algo que desconoce. Por eso evita esos temas -repuso Victorio, animando la argumentación de su amigo.

Continuaron tomándose unas cervezas y poco después salieron para finalizar la tarde juntos. Victorio tenía que recoger unos papeles de la oficina y Gaston volver a su casa. Pero ambos se quedaron en el sitio al ver a una morocha caminar distraídamente hacia ellos. Gaston la reconoció al momento y justo cuando pasaba por su lado la paró 

-¡Hola! -dijo Gaston risueño al verla y continuó rápidamente al notar que ella proseguía el camino sin echarle la menor cuenta- Soy Gaston, amigo de Rochi. Vosotras sois amigas ¿no?
-¡Oh! El famoso Gas -contestó Candela desbastándolos con una sonrisa- Sí, somos amigas. Me llamo Cande.
- Yo Gaston. Aunque ya lo dije -se recriminó por su estup¡ido nerviosismo- Él es Vico, un amigo.
- ¿Victorio? -preguntó mirándolo de arriba a bajo.
- Sí -contestó sonriente- ¿Rochi te ha hablado de mi?

A Gaston no le gustó nada la situación. La belleza de Candela desapareció de sus prioridades en el momento en el que se dio cuenta de que Rocio le había hablado de Victorio. No sabía qué le enfadaba más si que Rocio estuviese interesada en Victorio, que le hubiese mentido, o que tuviese más confianza con aquella chica, como para contarle esas cosas ¿Acudiría a ella para hablar de los hombres? ¿Habría muchos más de los que ella habría escuchado hablar? Y ¿por qué demonios no le contaba a él?, se preguntó irritado una vez más.

- Rochi me habla de todos sus amigos -explicó Cande intentando disimular, con bastante éxito, su nerviosismo.
- ¡Oh, vaya! Me había hecho ilusiones -bromeó Victorio muy sonriente.
- Ya -¡Como todos! se dijo Candela- Tengo que irme. Hay mucho trabajo y como no vaya pronto Rochi me mata -caminó apresurada para huir.
- ¡Espera! -le ordenó Gaston agarrándola por los brazos- ¿Trabajáis juntas?
- ¡Ahm!... yo... - Candela trago saliva sonoramente.
- ¡Gaston! -le reprochó Vico- ¡Estás asustándola!
- ¡Lo siento! - se disculpó Gas soltándola suavemente.
- No importa -dijo Cande corriendo del lugar- Tengo que irme -gritó desde la esquina.

A Gaston le pareció muy sospechoso el comportamiento de la chica. Pero no tenía motivos para preocuparse. Si era extraño que ambas pudiesen trabajar juntas. Se suponía que Rocio trabajaba cuidando niños. Y estaba claro que esa muchacha no se acercaría a un niño a menos que fuese el encargado de cargar las bolsas de sus compras. Pero no había nada macabro en ello. Aunque estuviesen escondiendo algo, no podía ser muy importante. Pero ¿por qué su amiga le escondía cosas? ¿Por qué confiaba en esa chica y no en él?,se preguntó de nuevo Gas. Comenzaba a caerle bastante mal esa tal Candela

- Guapa la chica -dijo Vico sacándolo de sus pensamientos- Aunque demasiado nerviosa.
- ¡Oculta algo! -condenó Gas.
- Está claro -corroboró Vico- ¿La seguimos? -preguntó sin darle importancia.
- Sí -respondió Gas con gesto despreocupado. Se miraron, sonrieron y corrieron tras ella.

No tardaron en adelantar el camino recorrido por Candela. La vieron entrar por la zona de servicio de un local, y se quedaron perplejos al ver de donde se trata. "El ritual" ¿Qué hacia ella allí? Había dicho algo de Rocio. Gas pensó al instante que iban a encontrarse pero era imposible que fuese allí donde se encontrarían. Todo aquello empezaba a ser de lo más extraño y descubriría el motivo.



Fin Capi...



*Mafe*


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