Capítulo 82
- ¡Rochi! -llamó de nuevo la voz masculina.
Rochi tragó trabajosamente, esperando a que en cualquier
momento apareciese ante ella. No podía creerse que estuviese allí después de
tantos años ¡Volverlo a ver! No sabía si estaba preparada para ello. Quiso
concienciarse de que ya no era ninguna adolescente y que podría manejar la
situación, pero todo su cuerpo temblaba de ansiedad.
Había estado tan absorta en el reconocimiento de la voz que
no se percató de la presencia de una niñita de unos seis años. Había corrido
por el camino hasta que la pareja le bloqueó el paso y se paró frente a ellos.
Con una animada sonrisa y tirabuzones morocho, Rochi sintió conocerla. Y cuando
vio los enormes ojos verdes supo de qué.
- ¡Rochi! -repitió en tono de reproche un hombre a la niña,
acercándose hacía ellos.
Rochi reconoció los mismos ojos verdes en él. Unos ojos que conocía muy bien. Y que no esperaba volver a ver nunca más. Pero ¿a quién pretendía engañar? Era algo típico que eso pasase cuando todo iba tan bien. La realidad tenía que caer sobre ella. Y su pasado volvía para morderle el trasero.
- ¡Rochi te dije que no te alejases de mi! -le regañó el joven a la niña, una vez se unió a ella frente a la pareja.
Ella observó los rasgos duros y esculpidos de su cara. Era incluso más varonil y atractivo que antes. Aunque se veía extraño un ceño fruncido en su, siempre, alegre cara. Rochi se retorció en su lugar cuando el joven dejó de atender a la niña y dirigió su mirada hacía ella. La alegría pareció brotar de cada poro del cuerpo del hombre.
- ¿Rochi? -dijo perplejo, esta vez a la mujer.
- Que si papá, que no iré a ningún sitio sin tu permiso
-respondió la niña dándose por aludida ante la llamada.
Rochi rezaba por un agujero donde esconderse. Y ni siquiera
estaba segura de saber cómo se reza. Esa niñita era su hija. Tendría
aproximadamente la misma edad que años hacía que no se veían. Él tenía un
hogar, una familia. Probablemente ese fuese el motivo por el que la abandonó.
No podía creerse que lo tuviese frente a ella. Había deseado tanto ese momento...
Al principio con la esperanza de volver a estar juntos, después con la
necesidad de estrangularlo. Y ahora... simplemente era extraño y
desconcertante.
- ¡Rochi! -se confirmó en voz alta el hombre, mirándola de
arriba a bajo- ¡Estás preciosa!
- ¿Rochi? ¡Uhm! -dijo la chica, al darse cuenta que la atención de su padre ya no estaba dirigida hacia ella- ¿Te llamas como yo? -le preguntó a la muchacha, acercándosele, como si supiese de quien se tratase en realidad.
- Eso creo -corroboró Rochi, con una sonrisa que deslumbró a todos- Pablo -se dirigió al hombre que se la comía con la mirada- ¿es en esta parte cuando tú me dices que es mi hija? -bromeó la chica con un cliché de cualquier drama cinematográfico.
- ¡Uhm! No quería que te enterases así pero... -le continuó la broma el hombre riendo. Después miró a la niña y continuó- Ella es mi hija Rochi -confirmó, abrazándola.
- ¿No había más nombres? -preguntó burlona la rubia.
- Quería que tuviese algo tuyo -afirmó Pablo con nostalgia en la mirada.
- ¿Rochi? ¡Uhm! -dijo la chica, al darse cuenta que la atención de su padre ya no estaba dirigida hacia ella- ¿Te llamas como yo? -le preguntó a la muchacha, acercándosele, como si supiese de quien se tratase en realidad.
- Eso creo -corroboró Rochi, con una sonrisa que deslumbró a todos- Pablo -se dirigió al hombre que se la comía con la mirada- ¿es en esta parte cuando tú me dices que es mi hija? -bromeó la chica con un cliché de cualquier drama cinematográfico.
- ¡Uhm! No quería que te enterases así pero... -le continuó la broma el hombre riendo. Después miró a la niña y continuó- Ella es mi hija Rochi -confirmó, abrazándola.
- ¿No había más nombres? -preguntó burlona la rubia.
- Quería que tuviese algo tuyo -afirmó Pablo con nostalgia en la mirada.
Se hizo un silencio incómodo entre ellos. El pasado volvió
ferozmente para paralizar a ambos. Él le había dado su primera vez, fue su
primer amor ¡y su primer desengaño! Aún recordaba con claridad los días
encerrada en su habitación sin querer salir ni comer, solo llorar sin parar.
Había prometido que ningún otro hombre le haría tanto daño y había cerrado su
corazón a todos ellos ¡Y ahora lo tenía frente a ella! Con una hija y mirándola
con deseo y añoranza. Nada era como debería ser.
Un carraspeó la hizo salir de sus pensamientos y atender a
la presencia masculina a su lado. Gaston la miró con una expresión inescrutable
y después a él, con una expresión bastante más clara, pura ira. Rochi parpadeó
para aclarar sus pensamientos y obrar consecuentemente.
- Pablo, él es mi novio Gas -los presentó la chica,
aferrándose al brazo de su amado, esperando reconfortarlo.
- ¿Novio? -preguntó Pablo con sorpresa- ¿Desde cuándo dices palabras malsonantes? -bromeó el joven, sin pizca de humor en su expresión.
- Muchas cosas han cambiado desde que te fuiste -aclaró Rochi, apartándose de Gaston, con el rostro ensombrecido por la tristeza.
- Rochi... -la llamó Pablo con pena, haciendo el amago de acercársele para consolarla, pero parándose en seco al encontrarse con la mirada acusadora de Gaston- Yo no quise...
- ¿Qué no quisiste? -estalló Rochi finalmente- ¿Qué? ¿Hacerme daño? ¿Abandonarme con si no significase nada para ti?
- Lo eras todo para mí -susurró Pablo con un nudo en la garganta- No me dejaste explicarte lo que pasó. No respondías a mis llamadas y no podía regresar para explicarte.
- ¡Pobrecito! -bufó Rochi con irritación- Y estabas tan amargado que te echaste nueva novia -afirmó mirando de soslayo a su hija.
- ¡Eso también puedo explicarlo! -afirmó el joven acercándosele.
- A mi no me tienes que explicar absolutamente nada. Pero puede que la madre de tu hija si tenga interés en saber qué clase de persona eres -aclaró la chica con rabia.
- Un gusano sin corazón, según ella -explicó Pablo, agachando la cabeza.
- ¡Mujer inteligente! Más de lo que lo fui yo. Pero esa descripción de tu persona es más compartida de lo que crees -espetó airada.
- Deja que lleve a la niña con mi madre y te explico todo -rogó el muchacho.
- ¿Tu madre? -se calmó Rochi instantáneamente- ¿Está aquí?
- ¡Sí! Y le encantaría verte -afirmó Pablo con una tierna sonrisa.
- ¿Novio? -preguntó Pablo con sorpresa- ¿Desde cuándo dices palabras malsonantes? -bromeó el joven, sin pizca de humor en su expresión.
- Muchas cosas han cambiado desde que te fuiste -aclaró Rochi, apartándose de Gaston, con el rostro ensombrecido por la tristeza.
- Rochi... -la llamó Pablo con pena, haciendo el amago de acercársele para consolarla, pero parándose en seco al encontrarse con la mirada acusadora de Gaston- Yo no quise...
- ¿Qué no quisiste? -estalló Rochi finalmente- ¿Qué? ¿Hacerme daño? ¿Abandonarme con si no significase nada para ti?
- Lo eras todo para mí -susurró Pablo con un nudo en la garganta- No me dejaste explicarte lo que pasó. No respondías a mis llamadas y no podía regresar para explicarte.
- ¡Pobrecito! -bufó Rochi con irritación- Y estabas tan amargado que te echaste nueva novia -afirmó mirando de soslayo a su hija.
- ¡Eso también puedo explicarlo! -afirmó el joven acercándosele.
- A mi no me tienes que explicar absolutamente nada. Pero puede que la madre de tu hija si tenga interés en saber qué clase de persona eres -aclaró la chica con rabia.
- Un gusano sin corazón, según ella -explicó Pablo, agachando la cabeza.
- ¡Mujer inteligente! Más de lo que lo fui yo. Pero esa descripción de tu persona es más compartida de lo que crees -espetó airada.
- Deja que lleve a la niña con mi madre y te explico todo -rogó el muchacho.
- ¿Tu madre? -se calmó Rochi instantáneamente- ¿Está aquí?
- ¡Sí! Y le encantaría verte -afirmó Pablo con una tierna sonrisa.
Elena -la madre de Pablo- se había convertido en poco tiempo
en alguien muy especial para ella. Era una auténtica madre, que le reñía por la
ropa que llevaba, por las travesuras que hacía y las horas indecorosas a las
que se recogía. Todo lo que su madre nunca había hecho. Había querido a toda
esa familia como si fuese la suya propia. Y por eso había sufrido aún más. Ella
nunca tendría un hogar así, y solo podía conformarse en ser una invitada
provisional. Por eso prefería no hacerse ilusiones con formar una familia. Ella
no estaba destinada a tener una, al menos no una normal.
Gaston se había mantenido al margen de la disputa. Aunque su
orgullo le hacía rugir por ser el espectador de lo que parecía una pelea de
enamorados y su sentido común le decía que allí sobraba. Pero algo le decía que
si ella no era capaz de intentar ser feliz, que si había rechazado el amor
hasta ahora, ese tipo tenía algo que ver con ello. Y quería enterarse. Pero obviamente
no iba a ser tan estup¡do de dejarla irse con él para que le diese una
explicación ¡No era tan ton'to!
- Rochi creo que ya es hora de que volvamos a casa -sugirió
Gaston, con una calma que no tenía.
- Deja que yo te lleve a casa -rogó Pablo, agarrándola de la mano- y hablamos de todo para aclararlo.
- Volveré con mi novio, a NUESTRA casa -aclaró Rochi, sintiéndose culpable después por la expresión dolida en el rostro que una vez creyó sería su único amor.
- ¿Crees que podamos hablar antes de que me marche de nuevo? Solo estaré una semana más -anunció el joven con ruego en la mirada.
- Deja que yo te lleve a casa -rogó Pablo, agarrándola de la mano- y hablamos de todo para aclararlo.
- Volveré con mi novio, a NUESTRA casa -aclaró Rochi, sintiéndose culpable después por la expresión dolida en el rostro que una vez creyó sería su único amor.
- ¿Crees que podamos hablar antes de que me marche de nuevo? Solo estaré una semana más -anunció el joven con ruego en la mirada.
Rochi se sentía afligida. Había odiado a ese hombre por todo
el daño que le había hecho. Pero verlo así le hacía pensar si realmente tendría
una buena excusa para lo que le hizo. Su corazón se le paró al notar cono la
niña tiraba de sus vaqueros para que la atendiese. Se agachó hasta estar a su
altura.
- ¿Podrías hablar con mi papá antes de que nos vayamos? Es
que sino no va a haber quien lo aguante -explicó la niña sin importancia-
Estaba histérico con la idea de volver y...
- ¡Rochi! -reprochó su padre, interrumpiéndola.
- Y se pone muy triste cuando la abuela te nombra o sus amigos le preguntan por ti -continuó la niña ignorando la advertencia de su padre- ¿Porque tú eres esa novia de la que todos hablan desde que llegue, verdad? Mi papá me contó que te quería mucho y por eso me puso mi nombre -concluyó la infante dejando a todos sin saber qué decir.
- Creo que es mejor que nos vayamos -excusó a su hija, agarrándola para llevársela.
- Entonces ¿no vais a hablar? -preguntó la niña con incomprensión-¿Por qué no haces como el novio de mamá y te la llevas en brazos hasta el dormitorio hasta que te escuche? -bromeó a medias la niña.
- No creo que ellos hablen mucho en esos casos -aclaró su padre soltándose en carcajadas.
- ¡Yo sé! Pero al menos ellos no están tan solitos como tú -le dijo a su padre y después miró a Rochi- Mi papá no muerde, podéis hablar -se interrumpió y miro con irritación a Gaston- ¡Si te dejan!
- ¡Rochi! -reprochó su padre, interrumpiéndola.
- Y se pone muy triste cuando la abuela te nombra o sus amigos le preguntan por ti -continuó la niña ignorando la advertencia de su padre- ¿Porque tú eres esa novia de la que todos hablan desde que llegue, verdad? Mi papá me contó que te quería mucho y por eso me puso mi nombre -concluyó la infante dejando a todos sin saber qué decir.
- Creo que es mejor que nos vayamos -excusó a su hija, agarrándola para llevársela.
- Entonces ¿no vais a hablar? -preguntó la niña con incomprensión-¿Por qué no haces como el novio de mamá y te la llevas en brazos hasta el dormitorio hasta que te escuche? -bromeó a medias la niña.
- No creo que ellos hablen mucho en esos casos -aclaró su padre soltándose en carcajadas.
- ¡Yo sé! Pero al menos ellos no están tan solitos como tú -le dijo a su padre y después miró a Rochi- Mi papá no muerde, podéis hablar -se interrumpió y miro con irritación a Gaston- ¡Si te dejan!
Rochi no pudo más que reír por la ocurrencia de la niña.
Estaba claro que era hija de Pablo. Tan atrevida y picaresca como él. Sacó su
tarjeta del bolsillo y se la extendió a la niña.
- Este es mi número, que me llame y vemos cuando podemos
¿Ok? -le pregunto a la niña y sonrió al verla asentir.
Agarró del brazo a Gaston y salieron del parque. Ella aún
reía por el comportamiento de la niña. Aunque debería llorar ¡Había aceptado
verse a solas con Pablo! Era cierto que tenía curiosidad por saber que le tenía
que decir. A veces se sentía como si le faltase una pieza de su puzzle. Pero no
quería saber nada del hombre que no solo la había abandonado sino que había
provocado que rechazase el amor y la felicidad.
Fin Capi*Mafe*

Ne, tenia que aparecer este, pobre Gaston, ahi sobraba, que no hablen, ah porque. Bueno, eso, quiero otro!!!
ResponderEliminardemasiada atrevida la nenita!!! jeje
ResponderEliminarSigamos con el proximo capi para ver como sigue...
besos
aah bueno que atrevida la nena jaja
ResponderEliminarpobre Gas se tuvo que contener.!
quiero el próximo cap!
Hola, soy Lucia me re encantò aunque ese tenia que aparecer ahora, pero bueno me encanta tu nove espero el proximo! Besos Mafe :*
ResponderEliminarA buee.. y tenia que aparecer!... Pobre Gas.. espero que despues de eso no se pelee con Gas!.. Espero el proximo Mafe!! Besitos1!!! :)
ResponderEliminarHermoso capi, Mafee! *-*
ResponderEliminarMuy colgado gaston ahi :_ que se vuelva rapidoo este y q no hable con Ro jajja
ResponderEliminarojala no se peleen Gas y Rochi por estoo.! quiero màs Mafeeeee :) @viickyv
Es la primera vez que encuentro este blog.. y me encantò esta nove!! Espero el proximo capitulo!!
ResponderEliminarsoy claudia... quedo sobrando gaston a nooo he que no se separen gas y rochi x ese o me muerooo espero el proximo besossss subi pronto muy lindo el cap.
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