miércoles, 25 de julio de 2012

El hijo del Magnate Capítulo 13


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 Cap 13
Si su hermana se hubiera encontrado presente, la habría estrangulado por meterla en ese lío. Ya ni siquiera estaba segura de que el acuerdo con Gastón se limitara a la boda: conociendo a Eugenia, era capaz de haber admitido otras cosas, como acostarse antes con él. Y en tal caso, se encontraría en una situación muy difícil: si él llegaba a tocarla, notaría su inexperiencia y sabría que Rocío era una impostora. El ambiente se tensó como las cuerdas de un instrumento musical. Mientras Rocío intentaba encontrar una solución, Gastón la atrajo hacía sí y la besó en la boca. Rocío sintió una descarga de energía increíblemente intensa, una emoción mucho más fuerte y profunda que las que había experimentado hasta entonces. Cuando Gastón introdujo la lengua entre sus labios y se los separó para entrar en su boca, Rocío se estremeció de placer. La temperatura de su entrepierna aumentó varios grados. Llevó las manos a su cabello rubio y se lo acarició, pero no le pareció suficiente; necesitaba mucho más, necesitaba estar más cerca de él, necesitaba apretarse contra su cuerpo.
—Ya basta – dijo Gastón.
El se apartó y contempló su rubor y su mirada algo perdida con un gesto de satisfacción. Acababa de demostrarle que era una mujer apasionada, y a él le gustaban las mujeres apasionadas. Ya podía imaginar su cuerpo lascivo entre las sábanas de su cama. Por lo visto, tener un hijo con Rocío iba a ser un proceso mucho más excitante y divertido de lo que había imaginado.
Desorientada, Rocío sacudió la cabeza. No podía creer que se hubiera dejado llevar de ese modo.
—El partido —murmuró él, como si en ese momento sólo importara el fútbol.
Rocío  sintió la tentación de alcanzar una de las botellas de la mesa y de golpearle con ella. Después de haberla besado, después de haberla excitado, se apartaba de ella y se ponía a ver un partido.
—Me gustan los hombres que tienen claras sus prioridades —dijo Rocío con voz exageradamente dulce.
Gastón habría notado el sarcasmo si no hubiera estado acostumbrado a mujeres capaces de hacer cualquier cosa y soportar cualquier cosa con tal de impresionarle y ganarse su atención.
—Te llevaré al club cuando termine el partido —afirmó.
Rocío  se ruborizó todavía más y deseó que su equipo perdiera. No sabía qué era más irritante, sí haberse entregado a un hombre al que acababa de conocer o que ese hombre
prefiriera el fútbol a besarla.

Todo aquello era sorprendente, incluso su propia irritación; sabía que se estaba comportando como una adolescente celosa e insegura. En cuanto a Gastón, notó que se había enfadado y se enfadó a su vez. Además, su equipo estaba perdiendo; a pesar de todos los millones que había invertido en él, jugaban verdaderamente mal.
Intentó explicarle algunas cosas del juego y se llevó otra sorpresa al descubrir que Rocío padecía de una ignorancia completa en ese aspecto; no conocía ni los términos más populares. Pero eso no fue tan grave como el desinterés que demostró durante sus explicaciones; no hizo el menor esfuerzo por entenderlo, por aprender algo de las cosas que le gustaban, y ese detalle no auguraba nada bueno para el futuro de su relación. Sin embargo, estaba seguro de que lo satisfaría en la cama. Y también de que podría moldear sus gustos con tanta facilidad como si fueran de cera. Cuando el partido terminó. Rocío lo acompañó al ascensor.

3 comentarios:

  1. ayyy k malo gas hombres como prefiere el futbol antes k a eya espero el proximo muy buen capitulo

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  2. Al fin el besoo deteste que Gas prefiera el Futbol espero el próximo cap!!

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  3. Por fin beso !!! No lo dejes asi!!

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