Para leer el capítulo hacé click en leer más...
Cap 42
Gastón admiró la forma de su cuerpo bajo la sábana y casi se sintió aliviado al saber que no quería hablar de lo sucedido; sobre todo, porque la conversación podría haber derivado en cómo su matrimonio por contrato de repente incluía las relaciones sexuales por simple y puro placer.
Al pensar en ello, se dio cuenta de que sus objetivos iniciales ya no tenían tanta importancia para él. Rocío había demostrado ser una magnífica inversión, y no había motivo alguno para que no pudiera disfrutarlo al máximo. Además, estaba seguro de que en algún momento se aburriría de Rocío, como se había aburrido de todas las mujeres que habían pasado por su vida. Ya la dejaría embarazada más adelante, cuando dejara de ser una novedad.
— ¡Te has aprovechado de que he bebido en exceso! —le gritó sin advertencia.
— ¿Has bebido demasiado? ¿En serio? —Preguntó él, frunciendo el ceño—. Qué curioso... cuando prácticamente me has arrancado la camisa, me ha parecido que lo hacías por voluntad propia. No estropees este momento con tonterías infantiles.
— ¿Tonterías infantiles? —dijo Rocío, enrabietada.
— ¿Por qué te da tanto miedo? —Preguntó él, sinceramente sorprendido por su actitud—. Nos deseábamos y nos hemos acostado, eso es todo.
—No, eso no es todo, Gastón...
Él la miró con desconcierto. Habría comprendido su reacción si Rocío hubiera sido una mujer romántica, pero no lo era; ninguna mujer romántica habría aceptado una suma enorme de dinero a cambio de casarse con un desconocido, quedarse embarazada de él y renunciar después a su hijo.
—Rocío , ya es tarde para arrepentirse.
Indignada, Rocío corrió al cuarto de baño y se miró en el espejo. Ya no parecía una novia perfecta; tenía el pelo revuelto y su maquillaje había desaparecido. Además, su relación con Gastón acababa de cambiar radicalmente. Se metió en la bañera y se duchó con cuidado de no mojarse el pelo. Después, cuando se estaba secando, Gastón llamó a la puerta. Rocío abrió un poco, lo justo para que pudieran hablar.
—Voy a ducharme al otro cuarto de baño —dijo él.
Consternada, Rocío abrió la puerta del todo y lo miró, Gastón sólo llevaba los pantalones y la camisa, pero abierta.
— ¡Por Dios! ¡Vístete bien antes de salir!
— ¿Por qué?
Rocío lo miró como si pensara que la pregunta de Gastón era la más irracional y estúpida del mundo,
—Porque si sales así, las mujeres que me están arreglando el vestido sabrán lo que hemos estado haciendo.
— ¿Y qué? ¿Qué importancia tiene eso? —Preguntó él con ironía—. Nos hemos casado, hemos hecho el amor... es completamente normal
Rocío respiró a fondo, intentando tranquilizarse.
—Si no te vistes, no te lo perdonare nunca —le advirtió.
—Pero si lo van a saber de todas formas... —dijo él, impacientándose—. Como te has estropeado el peinado, le he pedido a la peluquera que pase por la habitación y te lo vuelva a hacer.
Rocío se puso roja como un tomate y no pudo hacer otra cosa que asentir, tensa, y cerrarle la puerta en las narices.

Rochi es una terca JAJAJAJAJA. Me encanta esa actitud de niña que tiene, y Gaston, mira, si yo hubiera sido Gaston la hubiera mandado a juntar botellitas, que loca esta chica JAJAJAJA me encanta la historia, quiero mas.
ResponderEliminarMe encanta la nove!! espero el proximo cap!!!! :)
ResponderEliminarme encantaa!!
ResponderEliminar