Capitulo IV
Rocío
bajo de su caballo y se encamino a guardarlo en el establo, acaricio su lomo y
se recostó en él, el enorme animal restregó su enorme cabeza del hombro de la
chica.
-
Sí, yo también la extraño –
Whisky bufo.
Rocío
lo envolvió en sus brazos y beso su hocico.
-
Sabía que te encontraría aquí –
la voz de Pablo hizo que se pusiera rígida.- me extrañaste?? – pregunto
envolviendo la cintura de la joven.
Pablo
besaba su cuello y ella se revolvía inquieta entre sus brazos.
-
Pensaba que llegabas mañana –
Rocío se soltó y se dirigió a refugiarse en el establo de su caballo.
-
Te extrañaba y decidí adelantar mi regreso.
Rocío
no contesto y por tan solo tener algo que hacer tomo el cepillo y lustro las crines del caballo.
Pablo
se encamino hacía ella y al acercarse el caballo amenazo con patearlo haciendo
que retrocediera.
-
Maldito caballo – refunfuño
dando un paso atrás.
-
No está acostumbrado a ti es
todo – lo defendió Rocío, acariciando su hocico.
-
Si me dejaras comprarte otro mejor yo… - Rocío
le lanzo una mirada tal, que lo hizo callarse.
-
No quiero otro caballo – sus
palabras salieron cortantes.
-
Está bien lo entiendo, por lo
menos puedes venir y darme un beso – Rocío suspiro y se acerco a él tan seria
como siempre.
El
beso fue osco y mecánico, Rocío respondía por inercia sintiendo odio y asco por
él y por si misma.
______________________________________________________________________
La
tarde caía sobre Gastón mientras caminaba entre la viñas olvidadas de su
terreno, lleno de hectareas marchitas a su alrededor representaban el trabajo
duro que le tocaba afrontar.
El
galope de un caballo lo saco de su ensimismamiento, alzo la vista vio como un joven más o menos de su edad, de
cabello castaño, ojos azules y cuerpo fornido descendía y caminaba hasta el.
-
Buenas tardes – saludo
alegremente el joven deteniéndose frente a él – Victorio d’alessandro, un
gusto.
Gastón
estrecho su mano y lo estudio otro segundo. Victorio parecía divertido y alegre.
-
Gaston Dalmau – se presento.
-
Es usted el dueño de estas
tierras??.
Gastón
tardo un segundo en responder
-
Así es, soy yo.
Victorio
se restregó las manos.
-
Mire, soy hijo de Salvador, un
buen hombre que solía trabajar para el antiguo dueño de estas tierras, mi
padre… - el joven agacho la cabeza – murió hace poco.
-
Lo siento – la voz de Gastón fue
un susurro.
-
Eh venido a hablar con usted
porque… - dudo un segundo y miro a Gastón a los ojos – necesito trabajo y sé
que usted necesita empleados. Sé todo lo necesario y si no lo sé lo aprenderé. Eh vivido aquí toda
mi vida, este lugar es mi hogar y conozco absolutamente todo y a todos. Estoy
capacitado para lo que necesite y le aseguro que soy una persona honrada, mis
padre se aseguraron de inculcarme valores y puedo ser un excelente empleado,
compañero y si lo necesita, un buen amigo.
Gastón guardo silencio.
-
No conozco a nadie de aquí…-
comenzó a decir – así que… un amigo voy a necesitar. – Gastón sonrió y le
tendió una mano – tienes el trabajo.
Victorio apretó con
fuerza y sonrió.
-
Y cuando comienzo?? – parecía
emocionado.
-
Mañana mismo.
-
Y que haremos??.
Gastón
dudo.
-
Todo, este lugar necesita muchos
arreglos.
-
Ni que lo diga. Si me lo permite
conozco varios trabajadores del pueblo, personas honradas que necesitan trabajo
y estarían encantados de laburar aquí, además son excelentes obreros.
-
Perfecto porque vamos a
necesitar mucha mano de obra.
-
Y … - Victorio parecía incomodo.
– el sueldo y eso…
Gaston
comenzó a caminar.
-
No te preocupes, los contratos
en regla llegan mañana para que firmes y con respecto a tu sueldo lo
discutiremos mañana.
Victorio
asintió.
-
Por hoy tu tarea será llevarme
al mejor bar de pueblo.
Una
sonrisa resplandeció en el rostro de ambos caballeros. Mientras comenzaba una
amistad.
______________________________________________________________________
Rocío
miro la cama y lo vio recostado de lado durmiendo plácidamente, parecía incluso
tierno. Sintió rencor - ese hombre es el
causante de tu miseria y vos te acostas con él.- cerro sus delicadas manos
en puños y camino con andares silenciosos a refugiarse en el baño.
-eres su esposa, es tu deber –
se recordó mientras cerrabas la puerta y sacabas una caja de pastillas. Tomo el
anticonceptivo casi con urgencia y abrió la ducha para relajarse, sintió el
agua tibia rodar por su cuerpo y quiso fundirse con ella. Restregó meticulosamente
su cuerpo, casi con desesperación. Quería quitar de su piel el olor del hombre
que yacía recostado en su cama. Se sentía sucia y cansada. Lagrimas de
frustración, tristeza y soledad se juntaron en sus ojos y cayeron fundiéndose
con el agua. Golpeo la pared de la ducha he ignoro el dolor.
-
esta es la maldición en la que te toco vivir Rocío, deja ya de martirizarte y
enfréntala – se dijo entre sollozos, mientras se resbalaba lentamente para
quedar sentada bajo el agua sobre el frio piso de cerámica.
Flash-back
-
Vas
a ver que sí, yo me casare con pablo y tú con ese príncipe azul que va a venir
a rescatarte. – la risa de Mariana hizo que Rocío sonriera levemente.
-
No
entiendo porque quieres casarte con el idiota petulante de Pablo… y yo no
espero un príncipe azul. Prefiero un sapo. – ambas jóvenes explotaron en
carcajadas.
-
Ya
sé que odias a Pablo, pero no entiendo porque si es tan lindo e inteligente y
tan caballero – Lali suspiro y se recostó del pasto. – y estoy segura de que algún día te casaras
y yo seré las madrina.
-
Tienes
suerte de ser linda porque tiene humo en el cerebro. La vida no es así. –
-
La
vida es hermosa Rocío no seas cascarrabias.- Rocío sonrió y se quedo pensativa.
-
Yo
nunca me voy a casar – concluyo y ambas acariciaron el lomo del caballo que se
encontraba recostado junto a ellas.
Fin
flash-back
Rocío sintió como el nudo
en su estomago aumentaba. - Lali se caso y eso le costó la vida.- susurro - Yo
me case y eso me costara la mía.

Pobre Ro!.. Lo que sufre por su amiga!... Ojala que gaston la pueda salvar de eso!
ResponderEliminar