-
Se puede saber que haces aquí?? – Rocío se
puso de pie en un brinco. – Me vuelves a espiar??
Gastón alzo una ceja.
-
No eres tan importante niña, no vivo la vida
siguiéndote.
Rocío
abrió la boca para responder pero la cerro sin decir nada, ahí Gastón pudo ver
con claridad el brillo de las lágrimas y sintió el corazón en un puño.
Siguiendo un impulso limpio con delicadeza el rastro de una.
Rocío se
tenso pero en contra de su voluntad su cuerpo se relajo al cabo de un segundo
con esa caricia.
Gastón
impulsado por una sensación suicida dio un paso más cerca de ella y tomo el
rostro de la joven en sus manos.
Rocío no
podía moverse, no quería.
-
Yo estoy para ti “Rochi” – Rocío abrió los
ojos asombrada porque él la llamara como lo hacía Lali – Lamento lo que paso con Mariana. No sé
muy bien como fue pero no estás sola. Si me buscas voy a estar.
Aquellas palabras
eran como música para la rubia. Quería hacerlo, quería buscarlo y descargar su
cabeza en su hombro, que él la abrazara y le prometiera que todo iba a estar
bien.
-
Yo.. – titubeo la joven – Ella. – cerro los
ojos y dio un paso atrás haciendo que Gas la soltara.
Ambos sintieron frio.
-
Que haces aquí?? – volvió a preguntar
abriendo los ojos.
Gastón miro el
caballo de la joven.
-
A lo lejos vi tu caballo, pensé que se había
fugado o que quizás… que quizás a ti te había pasado algo porque no te vi. Así
que vine a buscarlo.
Rocío asintió con la
cabeza.
-
Gracias…- Gastón la miro confundido.
-
Gracias por qué?? –
-
Por preocuparte.
-
Cualquiera se hubiera preocupado.
Rocío lo miro
sombríamente.
-
No, aquí no.
Gastón guardo
silencio un segundo y luego se arrodillo frente a la lapida.
-
Me contaron que era realmente hermosa.
-
Como nadie – respondió de inmediato Rocío –
Nadie es o fue tan hermosa como ella. Ni
por fuera, ni mucho menos por dentro, ella era única, especial.
Gastón
la observo y asintió.
-
Y que le paso??
Rocío lo
miro con el ceño fruncido.
-
Murió.
-
Cómo??
-
Ya te lo dije. Las escaleras.
Gastón redoblo la
apuesta.
-
Crees en esa historia.
Rocío miro callada el
horizonte.
-
Tú no lo crees – respondió al final.
-
No -
Gastón se puso de pie – No lo creo.
-
Porque??
Gastón
lo medito.
-
No lo sé… Solo sé que hay algo que no está
bien.
-
Piensas que fue Pablo –
Gastón
asintió en silencio.
Rocío se
monto en su caballo y lo miro imponente desde arriba.
-
Pablo no fue… Porque esa noche Pablo estaba
conmigo.
Y sin más se fue.
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Gastón se llevo la
taza de café a los labios y sorbió el líquido caliente.
Dejo a un lado el
papeleo y subió los pies a la mesa.
-
Rocío estaba con él esa noche. Porque??
Mil opciones
diferentes pasaron por su mente cada una peor que la anterior.
-
No es posible, ella sería incapaz de
traicionar a su amiga… Entonces porque?? – La pregunta murió. ¿Por qué?
Gastón camino hasta
su repisa de libro y saco un libro negro de la parte superior derecha.
Se sentó en su
escritorio y lo abrió. Era un álbum de fotos que le había dado Victorio. Se lo
había dejado Mariana y Victorio a su vez se lo había dado a Gastón siguiendo
una corazonada.
Dentro solo había
fotos de ambas chicas a lo largo de los años.
Comenzaba con una
desgarbada foto de cuando tenían como 10 años, en las que estaban sucias y
felices con un pequeño potro negro entre ellas. Gastón lo reconoció enseguida,
era el caballo de Rocío.
En otra que parecía
del mismo año Mariana sonreía bajo una rama mientras Rocío guindada de cabeza
sonreía sobre ella, ambas se señalaban.
Gastón se descubrió
sonriendo a medida que veía las fotos, cada una más divertida que la anterior.
-
Estaban locas –
Rocío lo mira con la
cara llena de harina desde la foto con Mariana igual al lado. Ambas abrazadas y
con una pequeña torta algo deforme en las manos. Se veían orgullosas.
A la siguiente
Mariana sonreía con los brazos extendidos frente a una fuente, Gastón se llevo
la taza de café a los labios y estudio el fondo, casi se atraganta.
Detrás de Mariana en
la esquina inferior derecha se veía Rocío hablando con un hombre, No, el hombre
se cernía sobre ella de manera amenazadora y parecía susurrar algo en su oído.
Rocío se mostraba
sería y hostil. Gastón sintió un cosquilleo en la nunca. Esto no le gustaba. La
foto, Rocío en la foto le inspiraba miedo.
Dejando la taza de
lado paso las fotos hasta encontrarse con una foto de perfil de Rocío donde se
mostraba seria y soñadora mirando un punto frente a ella. Pero lo que en
realidad llamo su atención fue Mariana. El hombre la tomaba del brazo y parecía
arrastrarla, Mariana se veía asustada.
¿Quién eres? – Le pregunto
Gastón al hombre de la foto, y su pregunta resonó en su soledad.
En ambas fotos las
chicas se veían asustadas, en ambas fotos el hombre no mostraba la cara. Era
alto y su cabello se mostraba grisáceo. Eran los únicos datos que tenia.
Un nuevo un personaje
en esta historia. – Pensó Gastón.

1Me encanta!!! Cada vez atrapa más!! Espero el próximo (:
ResponderEliminarEmocionante siguee.. :D
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