sábado, 24 de noviembre de 2012

Amor en Desencuentro... Capitulo 11








-       Se puede saber que haces aquí?? – Rocío se puso de pie en un brinco. – Me vuelves a espiar??
Gastón alzo una ceja.
-       No eres tan importante niña, no vivo la vida siguiéndote.

Rocío abrió la boca para responder pero la cerro sin decir nada, ahí Gastón pudo ver con claridad el brillo de las lágrimas y sintió el corazón en un puño. Siguiendo un impulso limpio con delicadeza el rastro de una.

Rocío se tenso pero en contra de su voluntad su cuerpo se relajo al cabo de un segundo con esa caricia.
Gastón impulsado por una sensación suicida dio un paso más cerca de ella y tomo el rostro de la joven en sus manos.
Rocío no podía moverse, no quería.

-       Yo estoy para ti “Rochi” – Rocío abrió los ojos asombrada porque él la llamara como lo hacía  Lali – Lamento lo que paso con Mariana. No sé muy bien como fue pero no estás sola. Si me buscas voy a estar.

Aquellas palabras eran como música para la rubia. Quería hacerlo, quería buscarlo y descargar su cabeza en su hombro, que él la abrazara y le prometiera que todo iba a estar bien.

-       Yo.. – titubeo la joven – Ella. – cerro los ojos y dio un paso atrás haciendo que Gas la soltara.
Ambos sintieron frio.
-       Que haces aquí?? – volvió a preguntar abriendo los ojos.

Gastón miro el caballo de la joven.
-       A lo lejos vi tu caballo, pensé que se había fugado o que quizás… que quizás a ti te había pasado algo porque no te vi. Así que vine a buscarlo.

Rocío asintió con la cabeza. 
-       Gracias…- Gastón la miro confundido.
-       Gracias por qué?? –
-       Por preocuparte.
-       Cualquiera se hubiera preocupado.
Rocío lo miro sombríamente.
-       No, aquí no.

Gastón guardo silencio un segundo y luego se arrodillo frente a la lapida.
-       Me contaron que era realmente hermosa.
-       Como nadie – respondió de inmediato Rocío – Nadie es o fue tan hermosa como ella.  Ni por fuera, ni mucho menos por dentro, ella era única, especial.

Gastón la observo y asintió.
-       Y que le paso??

Rocío lo miro con el ceño fruncido.
-       Murió.
-       Cómo??
-       Ya te lo dije. Las escaleras.

Gastón redoblo la apuesta.
-       Crees en esa historia. 
Rocío miro callada el horizonte.
-       Tú no lo crees – respondió al final.
-       No -   Gastón se puso de pie – No lo creo.
-       Porque??
Gastón lo medito.
-       No lo sé… Solo sé que hay algo que no está bien.
-       Piensas que fue Pablo –
Gastón asintió en silencio.
Rocío se monto en su caballo y lo miro imponente desde arriba.
-       Pablo no fue… Porque esa noche Pablo estaba conmigo.
Y sin más se fue.

_________________________________________________________________________________


Gastón se llevo la taza de café a los labios y sorbió el líquido caliente.
Dejo a un lado el papeleo y subió los pies a la mesa.
-       Rocío estaba con él esa noche. Porque??

Mil opciones diferentes pasaron por su mente cada una peor que la anterior.
-       No es posible, ella sería incapaz de traicionar a su amiga… Entonces porque?? – La pregunta murió. ¿Por qué?

Gastón camino hasta su repisa de libro y saco un libro negro de la parte superior derecha.
Se sentó en su escritorio y lo abrió. Era un álbum de fotos que le había dado Victorio. Se lo había dejado Mariana y Victorio a su vez se lo había dado a Gastón siguiendo una corazonada.
Dentro solo había fotos de ambas chicas a lo largo de los años.

Comenzaba con una desgarbada foto de cuando tenían como 10 años, en las que estaban sucias y felices con un pequeño potro negro entre ellas. Gastón lo reconoció enseguida, era el caballo de Rocío.
En otra que parecía del mismo año Mariana sonreía bajo una rama mientras Rocío guindada de cabeza sonreía sobre ella, ambas se señalaban.

Gastón se descubrió sonriendo a medida que veía las fotos, cada una más divertida que la anterior.
-       Estaban locas –

Rocío lo mira con la cara llena de harina desde la foto con Mariana igual al lado. Ambas abrazadas y con una pequeña torta algo deforme en las manos. Se veían orgullosas.

A la siguiente Mariana sonreía con los brazos extendidos frente a una fuente, Gastón se llevo la taza de café a los labios y estudio el fondo, casi se atraganta.

Detrás de Mariana en la esquina inferior derecha se veía Rocío hablando con un hombre, No, el hombre se cernía sobre ella de manera amenazadora y parecía susurrar algo en su oído.
Rocío se mostraba sería y hostil. Gastón sintió un cosquilleo en la nunca. Esto no le gustaba. La foto, Rocío en la foto le inspiraba miedo.

Dejando la taza de lado paso las fotos hasta encontrarse con una foto de perfil de Rocío donde se mostraba seria y soñadora mirando un punto frente a ella. Pero lo que en realidad llamo su atención fue Mariana. El hombre la tomaba del brazo y parecía arrastrarla, Mariana se veía asustada.

¿Quién eres? – Le pregunto Gastón al hombre de la foto, y su pregunta resonó en su soledad.

En ambas fotos las chicas se veían asustadas, en ambas fotos el hombre no mostraba la cara. Era alto y su cabello se mostraba grisáceo. Eran los únicos datos que tenia.

Un nuevo un personaje en esta historia. – Pensó Gastón. 

2 comentarios: