-
Eres mi esposa – la voz de Gastón sonó como un gruñido, y por el tono empleado
parecía que con esa afirmación estaba justificado.
-
¡Sal de encima! ¡Me estás aplastando! – le gritó Rocío furiosa, rechazándolo
con fuerza.- Ve a buscarte una chica guapa de las tuyas. Por lo menos con ella
no necesitarás mentir.
-
No miento. ¿Cómo iba a mentir?
Gastón
se apretó contra ella, metiendo una de sus piernas entre las de ella. Se movía
desvergonzadamente, haciéndole notar la dura protuberancia de su masculinidad.
-
No es ninguna mentira.
-
Eres desagradable. – le dijo ella acalorada, mientras notaba un calor entre sus
piernas.
-
Te deseo – dijo él hundiendo su boca en la curva del cuello de Rocío.
- ¡No!
– dijo Rocío con pánico, a la vez que sentía que una espiral de sensaciones de
calor se apoderaba de ella.
Él
levantó su cabeza rubia, y la miró con deseo. Entonces la besó apasionadamente,
con un gesto que indudablemente quería expresar su posesión sobre ella y un
intento por dominarla. Y ella lo sabía perfectamente; y luchaba por no sentir
lo que sentía. Pero en cada movimiento de su lengua, él le demostraba que ella
quería más y más. Rocío alzó las manos hasta la piel satinada de los hombros de
Gastón, abrazándolo.
Rodaron
por la cama, y él le quitó la camiseta, dejando al descubierto sus senos, que
al rozar el vello del pecho de Gastón le hicieron articular un gemido salvaje.
Un segundo después, ella estaba echada de espaldas nuevamente, y las manos de
él acariciaban las tiernas colinas que había descubierto un momento antes.
Ella
cerró los ojos. Le faltaba el aliento, y la había abandonado totalmente su
parte racional. La boca de Gastón por fin alcanzó los pezones, y ella se arqueó
de placer, con una ferocidad que jamás había conocido antes. Su corazón
galopaba. Gastón la acariciaba con la lengua y con los dientes, atormentándola
con el placer de su boca en los pezones, que ya se habían erguido para él.
Entonces
ella dirigió sus propios dedos a la cabellera de Gastón, y gimió por la oleada
de sensaciones que la invadía.
-
Eres mía.- dijo él en un gemido, de manera que ella apenas se dio cuenta que
hablaba en inglés.
De
todos modos ella no lo estaba escuchando atentamente. Entonces Rocío alzó la
cabeza y tocó la boca sensual de él con sus labios, y luego, de manera más
descarada, con la punta de su lengua, imitó inconscientemente lo que él acababa
de enseñarle. Gastón se estremeció y aceptó la invitación, reaccionando con una
pasión que la desbordó. Los brazos de él la apretaron tan fuerte, que apenas
podía respirar.
Rodaron
nuevamente, envueltos e una excitación que ninguno de los dos podía controlar.
Rocío
oyó el desgarro de la voz de Gastón. Ella estaba perdida totalmente en la ola
de calor y la fragancia de su cuerpo. Él estaba tan excitado, que su fragancia
era como un afrodisíaco que le ponía la piel de gallina. Cada parte de su
cuerpo musculoso en contacto con la piel de Rocío la volvía loca de placer.
Cada caricia era una incitación a más.
Sus
pechos se habían vuelto increíblemente sensibles de pronto, y él jugaba con
ella con la maestría erótica que lo caracterizaba. Gastón jugó también con los
rizos de su pubis, y se adentró en el corazón de su feminidad arrancándole un
gemido de placer.
Ella
no podía quedarse quieta; no dominaba sus miembros. La ola de deseo se había
apoderado de ella. Sus caderas se movían con un ritmo que acababa de descubrir.
Una sensación de placer casi intolerable iba creciéndole, hasta que por fin la
obligó a pronunciar el nombre de él una y otra vez.
Gastón
dijo algo en griego y gimió contra su boca roja e hinchada de ella. -“No puedo
esperar”.
Entonces
él entró donde ella más lo deseaba. Le subió las piernas con impaciencia,
deslizándose por la tierna bienvenida que ella dispensaba gracias a los preparativos
de él. Abrió los ojos grandes, sus ojos miel, intensos de pasión. Podía
sentirlo, tan caliente, como suave y duro a la vez y por momentos tan
amenazadoramente masculino. Ella buscó los rasgos tensos de la cara de Gastón,
y por un momento vio en él tal expresión de vulnerabilidad, que su corazón dio
un respingo. Y entonces le deseó tanto que casi le dolió.
Él
entró en ella lentamente, suavemente, con un gemido ahogado por momentos. Ella
sintió un leve dolor, que se le olvidó en medio de una tormenta de desenfrenada
pasión que la derritió por completo. Cada vez sentía más, e iba en busca de una
nueva satisfacción. Él se movió más rápido. Ella lo abrazó. El corazón de Rocío
bombeaba cada vez más rápido, y entonces ocurrió una explosión de calor y placer
que la transportó, dejando su mente en blanco.
S`agapo... s`agapo -
dijo Gastón penetrando en ella violentamente, luego su cuerpo entero tembló,
con espasmos de placer, con toda la fuerza de quien por fin se deja arrastrar.
Rocío
aún no había vuelto a la tierra, seguía flotando en su propio placer. Se pegó a
él, oliendo su fragancia, presionando sus labios sobre los morenos hombros de
él. Se fue la luz. Y un silencio cayó sobre los dos. Rocío estaba exhausta, y
pasó de la irrealidad al sueño, con el cuerpo extendió encima de Gastón.

me encanto el capitulo!!
ResponderEliminarAh bueno! Mira a rochi... me encanto el capitulo quiero massssss!!
ResponderEliminarS`agapo... s`agapo Quiere decir: TE AMO!
ResponderEliminarOMG!! me encanto, me encanto, me encantoooooooo
ResponderEliminarNo te la puedo!!!!!!!!! son muy...extremedamente tiernos. Segun el anonimo significa Te amo 'S`agapo'? es cierto? estoy muriendo lentamente. Se fue muy al asco el capitulo, lo amo, estabn muy quenchis che jajajaja, quiero ver el post ahora!!!!!!!!!
ResponderEliminarHaayy no encuento que quiere decir S`agapo pero si es lo que dicen las chicas MUERO!!... Mirala a Rochi.. se desaforo! ajajaajajaja.. espero el proximoo!! besos!
ResponderEliminarmoriiiiii ahhhhhh rochi se descontrolo totalmente y ahora que va a pasar me muero quiero mas espero el proximo besos
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