Candela y Rocío miraron a Peter caminar hacia ellas. ¿¿Hace
cuanto que estaba escuchando??
- Peter yo…
-
- No te
preocupes Rocío digamos que estoy al tanto, Gastón también necesita un amigo
confidente –
Rocío lo miró echando
chispas.
- Como se
atreve Gastón a comentar por allí nada de lo que…
- Cálmate
Rocío – la cortó Peter de nuevo – Así como tú necesitas desahogarte con Candela
Gastón necesita un amigo y ese soy yo. Nos conocemos desde hace años, no es tan
extraño, además él está solo aquí, se merece que alguien lo escuche.
Rocío asintió con la cabeza.
- ¿¿Y qué
opinas tú de todo este embrollo??
Peter la miró atentamente.
- Sabes que
tu y Mariana eran como hermanas para mí.
Rocío bufó ante eso y Peter sonrió.
- Vale, tú
eras mi hermana, Lali era el amor de mi vida. Como sea siempre quise lo mejor
para ustedes y sabes perfectamente que nunca estuve de acuerdo con ninguna de
las dos bodas con Pablo – se encogió de hombros – personalmente me gustaría que
botaras a Pablo por una ventana y corrieras a los brazos de Gastón por la
felicidad de ambos – hizo una mueca – porque si antes pensaba que Gastón estaba
enamorado solo ya no lo pienso mas después de lo que escuche.
Rocío lo fulminó con la mirada.
- Como sea
yo opino que si de verdad amas a Gastón te la juegues.
Rocío se mordió el labio.
- Ese es mi
problema Peter… ¿¿Realmente lo amo??
- Eso solo
tú puedes contestarlo – dijo Candela
La joven gimió frustrada.
- Y yo no sé
cómo hacerlo.
Peter tomó la mano de Rocío y tiró de ella para envolverla
en un enorme abrazo.
- Lo sabrás
Rochi, llegara un momento en que lo sabrás.
¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.
Victorio dejó el lápiz sobre el escritorio y se pasó una
mano por la cara. Tomó su celular y miró la pantalla, inmediatamente hizo una
mueca que Gastón no se perdió.
- ¿¿Qué está
mal?? – preguntó mirando a su amigo mientras se recostaba del respaldar de su
asiento.
Victorio se frotó la nuca.
- Prometí a
Candela ir a visitarla hoy y lo olvide por completo.
Gastón soltó una risita.
- Entonces
no se diga más, anda con ella yo término aquí.
Victorio negó con la cabeza.
- Esto es
mucho trabajo Gastón y debemos tenerlo
listo para mañana, no voy a dejarte Candela entenderá.
Gastón miró la pila de papeles y asintió sabiendo que si su
amigo lo dejaba jamás terminaría a tiempo.
- Vale,
entonces dile que venga, así estás con ella y quizás pueda ayudarnos.
Victorio lo miró.
- ¿¿Enserio??
Gastón sonrió ampliamente.
- Claro.
¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡-¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.¡.
- Oh vamos
Rocío – Candela tiró de su amiga para que bajara del carro.
- Cande no
sé si sea buena idea Victorio te invitó a ti no a mí.
- Pero
Gastón estará feliz de verte – exclamó la morocha tirando de ella una vez más.
Rocío gimió frustrada y tomando una honda respiración bajo
del auto.
Victorio les abrió
la puerta y tomando a Candela en sus brazos la besó con fuerza y alegría.
Rocío se quedó observando rezagada hasta que lo sintió
entrando en la habitación.
Candela se apartó un poco de Victorio y sonrió hacia
Gastón.
- Perdón por
no llamar, pensé que no te importaría que la trajera.
La sonrisa de Gastón hizo que algo cálido se posara en el
interior de Rocío.
- En
absoluto Cande – respondió sin apartar los ojos de Rocío – incluso te diría que
me alegraste la noche. Hola Rocío.
Rocío ruborizada hasta la raíz del pelo dio un paso
temerosa hacia él.
Gastón se acercó un poco más y tomó su mano para
arrastrarla hasta sus brazos y envolverla.
Rocío se recreó en el cuerpo fuerte y cálido junto a ella,
se sentía tan bien estar entre sus brazos. Era tan placentera esa sensación.
Gastón besó su cabello y Rocío lo miró.
- Perdón por
aparecer así yo no…
- Está bien
Rocío, te extrañe.
- Pero no
entiendo que… - Candela pellizcó a su novio para que se callara.
Gastón y Rocío se separaron algo incómodos.
“Es tan fácil olvidarse del resto del mundo en sus brazos”
– pensó Rocío volviendo a la realidad.
Victorio procedió a mostrarle a Candela en que estaban
trabajando él y Gastón mientras los llevaba a todos a la sala de estar.
- ¿Y todo es
para mañana? – preguntó Candela ojeando la pila de papeles.
- Mañana
llega el contratista así que…si, debemos terminar el trabajo hoy.
Candela frunció el ceño.
- ¿¿Y
cenaron??
Ambos hombre se miraron con una sonrisa ladeada.
- MM…. No
cielo. – contestó Victorio sobándose la panza.
Candela rió.
- No te
importa que saqueé tú pequeña cocina ¿No Gastón?
Gas negó con la cabeza.
- Bien –
Candela tomó la mano de Victorio y tiró de él. – Nosotros iremos preparando la
cena tú ve adelantando, seguro Rocío puede ayudarte.
Antes de que a cualquiera le hubiera dado tiempo de
reaccionar, Candela ya se había llevado a su novio a rastras.
- Es una
pequeña fuerza de la naturaleza ¿No es así? – rió Gastón mirando por donde
desapareció Victorio detrás de Candela.
- Ni que lo
digas – contestó Rocío – así que bien, ¿¿Cómo te ayudo??
Gastón tiró de su brazo haciendo que ha ambos los
atravesara una corriente eléctrica y se encaminó a su oficina.
- Necesito
que traspases todos estos datos a ésta matriz y los catalogues.
Rocío hizo unas cuantas preguntas más y luego ambos se
pusieron a ello.
Gastón alzó la vista y la observó concentrada trabajando.
Una pequeña arruga se posaba en su entrecejo mientras leía y releía los papeles
en su regazo.
¿¿Trabajando?? Quien lo diría. Lo menos que quería hacer
era trabajar.
¡Diablos! Si se estaba volviendo loco por tenerla tan cerca
y no poder tomarla entre sus brazos y besarla hasta que no tuvieran aire.
Pero si la tocaba no podría contenerse y probablemente
nunca terminarían en trabajo.
Aunque mejores cosas se le ocurrían para hacer sobre un
escritorio que solo redactar informes y revisar cuentas, y todas incluían a
Rocío.
Gastón negó para sus adentros y rió.
Trabajo, quien lo diría.
Rocío alzó la vista y lo miró
- ¿¿Estás
bien?? – Gastón se perdió en esos inteligentes ojos color miel que parecían
verle el alma.
Alzando su mano la instó a que se acercara.
- No la
verdad es que yo…
- Espera –
se escuchó una voz a fuera antes que Pablo irrumpiera en la oficina.
El aliento quedó atorado en la garganta de Rocío al verlo.
Pablo los miró y el miedo llenó a Rocío por completo.
- ¿¿Qué significa
esto??
Gastón se puso rígido.
- Rocío –
gritó Pablo y la tomó del brazo.
Gastón dio una paso hacia ellos amenazador y Pablo lo miró
como si fuera a matarlo.
- Pablo ¿¿Qué
te pasa?? – dijo Candela entrando con calma y caminado hasta situarse junto a
Gastón y colocar una mano en su hombro. - ¿¿Cuál es tu problema??
- Mi
problema – rugió Pablo – es que Gastón está aquí con mi esposa…
- Porque yo
le pedí que me esperara aquí.
Pablo miró a su prima como si le hubieran salido dos
cabezas.
- Rocío era
mi tapadera Pablo, está aquí porque es mi excusa, la verdad es que Gastón y yo…
- Candela unió las manos con Gastón y sonrió seductora.
Pablo miró a Gastón y luego a Candela claramente incrédulo.
- Prima no
te metas en eso, tú y Gastón…
- Somos
pareja – lo cortó Candela.
- Tú no…
- Oh Pablo
si y estamos muy enamorados – Pablo centró su atención en Rocío y presiono aun
mas su brazo. – Pablo – lo llamó Candela.
Pablo la miró molesto solo para encontrarse a Candela
tomando el rostro de Gastón en sus manos y besándolo con frenesí.
Rocío sintió un vacio en el estomago cuando Gastón le
devolvió el beso a su amiga. “es solo una farsa” se dijo a sí misma pero eso no
disminuyó el dolor.
Pablo lanzó una risotada y soltó el brazo de Rocío mientras
Victorio que acababa de llegar corría lejos de la imagen de la más pura
traición.
oh me encanta pero pobre rocio y como aya sentido gaston y cande algo me mato pero no creo lo pero es victorio ahora cree que estan enamorados por favor no tardes en subir
ResponderEliminarpobre Vico y Ro pero todo por hacer que no la descubran y que Pablo le haga algo malo muy buena no tardes en subir
ResponderEliminarme encanto sube el proximo rapido pliss
ResponderEliminarSuper
ResponderEliminar