Gastón giró en su caballo y miró al horizonte,
las reformas de su hacienda estaban casi terminadas y estaba recuperando un
poco de su vieja gloria. Esas tierras eran el orgullo de Gastón, tras tanto
esfuerzo de él y sus hombres.
El
sol de la tarde que comenzaba a ponerse calentaba su piel y Gastón sintió una
sensación de poder. La vista desde ese pequeño cerro era sublime y completa.
Por fin se sentía completo, amado, útil,
importante, había encontrado su lugar y le encantaba.
El caballo lo sintió antes que él y sin previo
aviso se dio a la carrera con su jinete intentado controlarlo. Gastón tiró de
las riendas sin que su animal respondiera. El caballo corría cada vez más
fuerte en dirección a la sabana que se extendía al pie del cerro. Gastón gritó
e intentó con todas sus fuerzas que el caballo diera la vuelta en vano, el
animal había perdido el control y Gastón intentaba con todas sus fuerzas no
caerse.
Un sonido, un disparo rozó su hombro sin
herirlo. El animal aterrorizado se levantó en dos patas forcejeando con su
jinete y logró tumbar a Gastón antes de perderse a la vista.
Gastón se puso en pie lentamente y se escudó
tras unos matorrales, se giró para observar la cima del cerro desde donde le
dispararon y solo vio naturaleza tranquila.
Meditó en sus opciones si se quedaba su
francotirador podría acercarse y daría con él, al correr sería un blanco fácil,
a su izquierda un densa vegetación de bosque se extendía a unos 5 metros, pero
llegar a ella lo ponía en peligro momentáneo aunque se veía como su mejor
opción. Miró a su alrededor y tras contar mentalmente corrió con todas sus
fuerzas.
Un sonido, una bala rozó su oreja causando un
corte leve. Gastón corrió y se perdió en la densa vegetación, escuchó a lo
lejos otro disparo. Su perseguidor se movía, se acercaba. Gastón se sentía
acorralado, como una presa.
Un
sonido, una bala se estrelló contra un árbol cerca de él. ¡Diablos!
Gastón
pensó en sus opciones y decidió quedarse donde se encontraba, una bala más
cerca. Descubrió que quedarse no había sido una buena opción su captor lo
encontraría. Contó hasta 3 y se lanzó a toda carrera hacia su derecha.
Una
oleada de balas vinieron tras él, una rozó su costado abriéndole un corte, otra
pasó sobre su cabeza y las demás se perdieron en la vegetación, su captor no se
veía pero se escuchaba acercarse.
Gastón
lazó un juramento al detenerse abruptamente. Maldición, no tenía a donde
correr, no había más vegetación sino un rio, si se quedaba moriría.
Sin
perder tiempo Gastón se lanzó a las aguas oscuras y se perdió en el rio.
…
-
Peter si valoras en algo tu vida déjame
pasar.
-
Él está bien, fue solo un disparo.
Rocío
dejó de forcejear y lo miró congelada un segundo.
-
¡FUE SOLO UN DISPARO! ¿¿LE
DISPARARON?? –
Sin
que Peter pudiera hacer nada Rocío lo apartó y corrió escalera arriba.
Gastón
la miró entrar sabiendo que una tormenta se avecinaba.
-
¿¿Qué rayos pasó?? Candela me aviso
sobre el caballo que te tiró al piso pero la bala.. ¿¿Te dispararon??
¿¿Cómo?? - sus ojos se llenaron
repentinamente de lágrimas. – Gas… - su voz se quebró.
-
Rochi ven aquí – la llamó él con
ternura, ella caminó hasta él tambaleándose y se acostó a su lado abrazándose a
él – estoy bien cielo, mírame, solo fueron rasguños, nada grave.
Ella lo miró entre
las lágrimas.
-
Pero te dispararon.
-
Pero no me dieron, estoy bien. Más
fue el golpe por la caída.
Rocío se sentó y Gas le limpió las
lágrimas.
-
¿¿Qué pasó??
-
No lo sé, yo estaba cabalgando y un
francotirador comenzó a disparar, por suerte ninguna bala me dio.
Las
lágrimas silenciosas corrían por el rostro de la joven.
-
Pero quien…??
Él la miró.
-
¿¿No se te ocurre nadie??
Ella lo miró
confundida.
-
¿¿Cuándo fue??
-
Ayer al atardecer.
-
Pero no pudo él… él estaba conmigo.
Gastón
tensó la mandíbula.
-
Eso no quiere decir que no haya
contratado a alguien.
Ella
asintió pensativa.
-
De todas formas… ¿¿Qué hacías con
él?? – preguntó él intentando controlar los celos.
Ella
se miró las manos y sonrió tímida sin
verlo.
-
Le pedí el divorcio.
Gastón
la miró sorprendido y se sentó mejor en la cama.
-
¿¿Qué te dijo??
Ella negó con la cabeza.
-
Nada importante, solo espero que se
aparezca en el juzgado a la cita.
-
¿¿crees que te lo de??
-
No lo sé – ella sonrió a medias –
eso espero.
-
¿¿Y la foto?? – la sonrisa
desapareció.
-
No la he encontrado.
Lo
miró con tristeza y él la tomó en sus brazos y la envolvió.
-
Va a estar todo bien.
Ella asintió y se
dejó envolver en el único lugar donde se sentía segura, en sus brazos.
…
-
¿¿Y qué le dijiste??
-
Nada.
-
¿¿Se lo vas a dar??
-
No lo sé.
-
Pablo se te está yendo de las manos.
Tuvo la osadía de pedirte el divorcio, antes y apenas te miraba a los ojos.
Pablo rió y miró a su viejo amigo y
abogado.
-
¿¿Y crees que eso es malo??
-
¿¿No lo crees tú?? Rocío quiere
dejarte.
-
Aja.
-
Como Aja, ¿¿Qué te pasa??¿¿Acaso no
te importa??
Pablo
asintió.
-
Me importa, me importa mucho.
-
¿¿Entonces??
-
Entonces tú tienes razón, Rocío no
estaba viva conmigo, apenas y me hablaba, y la luz que yo amaba de ella se había
borrado – Pablo se puso en pie – pero ahora, me reta, me mira con fuego, me desafía
y eso me encanta.
-
Esa luz la provoca otro - respondió con sorna su compañero.
-
Si – Pablo asintió – pero la disfruto
yo.
Su
abogado lo miró intrigado.
-
¿¿Cómo?? , Pablo, ¿¿Qué planeas??
-
Nada grave, solo darle un giro a
esta historia.
-
¿¿Con la ayuda de Daniela??
-
Con la ayuda de la propia Rocío.
El
hombre a la derecha de Pablo lo miró intensamente.
-
Una persona solo puede resistir
cierta dosis de dolor, y ambos sabemos que Rocío hace mucho que superó esa
marca, si vuelve a romperse, no habrá nadie que pueda repararla Pablo, tu
Rocío, esa viva fuerza que amas, se extinguirá y vas a perderla, quizá no físicamente
pero si en alma.
Pablo
meditó largamente en esas palabras y luego decidió que Rocío nunca había sido
suya, por lo tanto, no perdía nada.

eres increibleee no lo dejes ahiii
ResponderEliminarMe encanto!! estuve genial quieromasquieromas
ResponderEliminarsoy una lectora re exigente ..La verdad este cap no me gusto =/ Mi Opinión!
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