Cortos... Cortos... y más Cortos en este especial...
Esperamos que hayan disfrutado escribiendo tanto como nosotros lo hacemos al escribir y que disfruten leyendo estas asombrosas historias.
Corto Numero 3*
Escritora: Valeria Estefania.
Titulo: Quédate.
QUÉDATE.-
Los
rayos de sol se colaban por mi ventaba entreabierta a la vez que yo abría los
ojos. Rápidamente vino a mi memoria todo lo ocurrido la noche anterior. Siempre
creí que Gastón era el chico correcto para mi, que él era lo que el destino
tenía preparado para mi luego de todos esos anteriores novios que, hay que
decirlo, no valían para nada la pena, siempre cargaban todos sus problemas en
mi, creían que con una cara bonita lo tenían todo. Gastón no era así, o más
bien no es así.
Anoche
Gastón vino a mi departamento a eso de las once con la intención de invitarme a
cenar, yo no quería ir, acababa de llegar de la universidad y lo único que
quería hacer era dormir, dormir, dormir y creo que eso no le agradó mucho.
-¿Sabes hace cuanto que no salimos?-Cuestionó
con un tono bastante serio
-Gastón estoy cansada y por hoy no
quiero reclamos-Repliqué cansada de escuchar varias veces lo mismo-
-¿No te importa lo que pueda pasar
con nosotros?-
-Si me importa pero entiende, estoy
en pruebas finales y no tengo demasiado tiempo-
-Ah no hay tiempo para mí-
-Claro como si eso te molestara
tanto-Reclamé ahora furiosa-De lo más bien que te dedicas a no pensar en mí con
tus amiguitas que hartas ganas te tienen-
-¿y ahora la dolida eres tú?-
-¿Por qué mejor no te callas y me
dejas?-
Y
todo eso desencadenó una discusión larga, bastante larga. Comenzamos a sacarnos
en cara muchas cosas que estaban guardadas hace tiempo y yo creo que eso nos
hacía bastante falta, aunque no era eso lo que yo pensaba en el momento. Estaba
demasiado furiosa que terminé lanzándole mi celular en su cara, creí que se
enojaría más pero se fue.
Cuando
la rabia pasó, segundos después de que se fue, comencé a llorar, me arrepentía
de todo lo que había dicho, lo amaba y no quería perderlo. Le mandé un mensaje
diciéndole que debíamos hablar ya que nunca era bueno quedarse sin intentar
resolver las cosas esperando que regresara y que dijera que todo estaba bien,
pero no fue así, él no volvió y al verlo decidí dormir esperando que todo
pasara al día siguiente.
Y
aquí estoy, todavía lamentándome por todo, lo único que quería era que se
quedara, y podría haber sido así si se lo hubiera pedido. Escuché el sonido de
mi celular, era Lali. Por ahora no quería hablar con nadie así que lo dejé ahí
y fui a darme una ducha.
Una
media hora después llamaron a mi puerta. Frustrada decidí no abrir, por hoy
sólo quería chocolates y mi cama, con eso podía decirse que sería feliz.
El sonido del timbre insistió muchos minutos
más así que pensé que podía ser algo importante.
-Rochi
ábreme- Pidió Gastón desde el otro lado de la puerta, me costó unos segundos
adaptarme a la idea de que él realmente estaba aquí, y que esta oportunidad no
la podía dejar pasar-
Con
cuidado abrí la puerta para comprobar que realmente él estaba ahí, esperando a
por mí. Estaba ahí cabizbajo y llevaba puesto un casco de fútbol. Lo miré
extrañada durante un momento, supongo que pensaba que lo golpearía de nuevo con
el celular, eso me causó algo de gracia y ternura.
-Está
bien-Dijo luego de unos segundos entrando al departamento- Hablemos-
-Quédate-
Le pedí luego de examinar con cuidado mis palabras- Quédate conmigo y si puede
ser para siempre por favor- Logré decir cuando las lágrimas amenazaban para
salir de mis ojos otra vez-
-Me
encantas cuando estás molesta-Murmuró acercándose a mi- Anoche te veías tan
adorable pero no quería dar mi brazo a torcer-
-Debiste
hacerlo-Musité mirándolo a los ojos-
-Creo
que en eso me ganaste-Rio susurrando sobre mis labios luego de haberse quitado
el caso-
-¿Te
quedas?-
-¿Contigo?-Preguntó
divertido a la vez que yo asentía- Siempre
-Siempre-Repetí
yo besándolo-
-Te
amo Rochi, no lo dudes-
Y
era mucho mejor, si ambos nos quedábamos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario