sábado, 28 de septiembre de 2013

Una vida sin vivir capitulo 18



Capítulo 18
la mañana siguiente, después de que Gaston se había escabullido por mi
ventana, fui a la cocina para ver a Nicolas, sentado ahí conversando con mi
mamá.
Buenos días dije alegremente.
Mamá me miró un tanto sorprendida.
¿Por qué estás tan feliz esta mañana? preguntó, sonriendo.
Sonreí y reprimí una risita tonta, no podía decirle que mi sexy novio me había dado
una muy buena razón para sonreír antes de salir por mi ventana. Así que en vez de
eso, solo me encogí de hombros.
¿Por qué no estarlo? contesté, mirando a todos lados, menos a Nicolas.
Probablemente sabía la razón exacta para mi feliz, y satisfecha, cara. Así que,
Nicolas, ¿hay algo que quieras contarme? Me burlé, sentándome al lado suyo.
Negó con la cabeza, luciendo confundido.
No. ¿Debería haber algo? preguntó, levantando una ceja con recelo.
Tú, enamorándote de mi mejor amiga, ¿tal vez? sugerí, golpeándolo con mi
hombro suavemente.
Se quedó sin aliento, derramó una cucharada de cereal en el mostrador de la
cocina, se serenó rápidamente y me sonrió con satisfacción.
No estoy enamorado tu mejor amiga. Ése es tu trabajo, ¿recuerdas? dijo
sarcásticamente. No podía parar de reírme, ponerse a la defensiva no ayudaba
mucho en su caso, si no sentía nada por ella entonces sólo habría estado de
acuerdo o hecho algún comentario cachondo.
Sí, claro. Como digas, Nicolas. Te estoy vigilando. Sólo no la lastimes le advertí,
tomando un tazón y poniendo un poco de cereal.
Gaston entró por la puerta, y me imagino que si mi cara se veía como la suya,
entonces probablemente eso era por lo que mi mamá estaba preguntándome
porque estaba tan contenta. Sonreía de oreja a oreja.
Buenos días saludó, chocando los puños con Nicolas al pasar.
Buenos días, Gaston. ¿Desayunas? ofreció mi mamá, levantando un poco de pan.
Asintió, sonriendo agradecido.
Claro, Adriana , eso sería genial. Envolvió sus brazos alrededor de mí por la
espalda.
Oye, Ángel. Te extrañé la noche anterior me susurró.
Oí el awwen voz baja de mi madre y traté de no reír.
Oh lo hiciste, ¿eh? dije, golpeando su mano, mientras él la movía hacia abajo
entre mis piernas por debajo del mostrador.
Rió y se puso a mi lado.
Por supuesto que lo hice. Me gustó dormir contigo la otra noche. Tal vez tu
mamá me dejará dormir con ustedes de ahora en adelante dijo, mirando a mi
mamá esperanzado.
No presiones, Gaston replicó ella, rodando los ojos.
Él se rió.
Oye, ¡valía la pena intentarlo! indicó, acomodando mi cabello detrás de mis
orejas y mirándola un poco avergonzado.
Siempre fuiste descarado murmuró mi madre, sonriendo mientras ponía tres
rebanadas de pan tostado en frente de él.
Estaba preguntándole a Nicolas sobre su enamoramiento con Mery le conté a
Gaston, queriendo cambiar el tema de mi vida sexual y él durmiendo en mi cama.
Le había hablado a Gaston acerca de Nicolas y Mery la noche anterior. Me dijo que no
había notado nada, pero que iba a observarlo hoy por mí.
No estás enamorado de una de dieciséis años, ¿verdad Nicolas? ¿Qué clase de chico
de dieciocho años podría siquiera ver a una de dieciséis de esa manera? Gaston
preguntó, fingiendo un shock, usando las palabras Nicolas de un par de semanas
atrás.
Nicolas lo miró fijamente con advertencia.
Ja, Ja. Ustedes dos son tan graciosos gruñó, negando con la cabeza mientras
se alejaba para ir a vestirse.
Cuando nos detuvimos en el estacionamiento de la escuela, había una multitud
cerniéndose sobre el auto de Johnny. Estaba parado ahí torpemente, lucía
realmente incómodo, mientras los chicos le hablaban sobre su auto y las chicas le
coqueteaban descaradamente, tratando de meterlo en la parte posterior del
mismo. Eugenia, como siempre, estaba en el frente.
Wow, ¡tenemos algunas zorras en esta escuela! susurré a Gaston. Asintió con la
cabeza, observando sin impresionarse.
Sip.
Quizá deberías ir a ayudarlo. Luce muy incómodo sugerí, mirando a Gaston
suplicante.
Suspiró y me rodó los ojos.
¿Por qué tienes que ser tan condenadamente agradable todo el tiempo?
preguntó, besándome suavemente antes de caminar en dirección al auto de
Johnny. Lo vi agitar las manos en un gesto de se acabó, haciendo que la mitad de
los chicos se fueran inmediatamente. Pasó su brazo sobre los hombros de Johnny,
mientras lo conducía lejos de la multitud hacia la escuela, al tiempo que Johnny lo
miraba agradecido. Sonreí para mí. Realmente tengo el novio más adorable en este
mundo.
Mery saltó sobre mí.
¿Dónde está el trasero sexy de tu hermano? preguntó.
Nicolas aclaró su garganta detrás de ella. Se volteó y le sonrió.
Lo siento, debería haber dicho, el trasero sexy de tu hermanastro corrigió,
guiñándole un ojo, su semblante se ensombreció ligeramente, pero rápidamente
puso una sonrisa de satisfacción
Finalmente me di cuenta que no estoy interesado, pero todavía tratas de entrar
en la familia, ¿eh?
Ella río.
Algo así. Tal vez ya no me gusten los rubios, o tal vez tú has perdido tu encanto
contestó, sonriendo con satisfacción a su vez.
Casi me ahogué en una carcajada. Nicolas amaba ir detrás de las chicas, me di cuenta
que nunca había querido a nadie que no podía tener antes y honestamente creo
que quería a Mery, ahora sólo porque no estaba interesada. La arrastré a través de
las puertas y divisé a Gaston y Johnny conversando contra sus casilleros.
Hey saludé, sonriendo mientras envolvía mi brazo alrededor de la cintura de
Gaston.
Hey, Rocio. ¿Cómo estas hoy? preguntó Johnny educadamente.
Excelente, ¿y tú? pregunté tratando de no reír mientras la mano de Gaston se
deslizaba por la parte de atrás de mis jeans, frotando la mano por mi trasero
suavemente.
Estoy bien asintió con la cabeza. Mery le sonreía seductoramente junto a mí.
Le estaba contando a Johnny acerca del partido de hockey sobre hielo
intervino Gaston, apretando mi trasero con suavidad. Le sonreí dulcemente mientras
le daba un codazo en las costillas.
¡Maldito chico pervertido! Sacó sus manos de mis jeans riendo para sus adentros.
Sí, voy a ir al juego del viernes. ¿Crees que pueda sentarme contigo? preguntó
Johnny, mirándome esperanzado.
Puedes sentarte conmigo, si quieres ofreció Mery, lamiéndose los labios
lentamente, mientras lo miraba.
Él se sonrojó y le sonrió tímidamente.
Gracias. Me gustaría eso estuvo de acuerdo en voz baja.
Vamos entonces, vayamos a clase sugerí, rodando mis ojos. Esos dos no
pararían hasta el final, porque por la mirada en el rostro de Mery, no pararía hasta
que fuera suyo, y al él parecía gustarle también. Me volteé para alejarme pero me
detuve cuando vi a Eugenia caminado hacia mí con una expresión de odio en su
rostro. Ella prácticamente tiró un sobre marrón en mis manos mientras me miraba
fijamente.
Sigo pensado que hiciste trampa, pero la gente dice que es justo que recibas el
dinero, así que aquí está, zorra emo gruñó furiosa.
¡Caramba! ¿Acababa de darme más de cuatro mil dólares? ¿En realidad gané el
dinero?
Mery se acercó a mí.
Eugenia, es mejor que vuelvas al infierno de donde saliste bufó enojada.
Sonreí felizmente.
Está bien Mery, no hay problema. Gracias por esto, Eugenia digo, agitando el
sobre con orgullo.
Asegúrate de que no se pierda contestó con una sonrisa de satisfacción en su
rostro.
No tenía duda en mi mente de que ella tenía alguna clase de plan que
probablemente me involucrase a mi tirando el dinero por el desagüe o
prendiéndole fuego. De repente, tuve una gran idea, que en serio podría
molestarla. Sonreí  mientras me volteaba hacia Gaston. Me acerqué a
mientras metía el dinero en la parte delantera de sus pantalones, metiendo toda mi
mano hacia abajo también. Gaston gruñó y me miró sorprendido
Cuida esto por mí, novio, lo sacaré después susurré provocativamente,
mientras lo acercaba a mí para que me besara. Oí a la gente aclamar y aplaudir,
chicos diciendo cosas como oh sí y lindo. Sonreí contra sus labios y lo empuje
un poco. Alcé la vista justo para ver a Eugenia marcharse echando chispas en la
dirección opuesta.
Me eché a reír, Gaston me agarró y me besó de nuevo, levantándome del suelo. El
timbre sonó y las personas comenzaron a entrar a clase. Me quedé atrás con Gaston,
sin querer romper el beso. No puedo creer que gané ¡cuatro mil dólares! ¿Qué
demonios podía comprar con eso?
Me bajó suavemente al suelo con una enorme sonrisa en su rostro.
Eso fue tan gracioso, su cara estaba para un fotografía dijo riendo.
Tu cara estaba para una fotografía contesté, pellizcando su nariz suavemente.
Sí, bueno, no esperaba que metieras dinero dentro de mis pantalones como si
fuera alguna clase de stripper sonrió y negó con la cabeza, divertido.
Así que, ¿en qué vas a gastar tu dinero Ángel? preguntó, mientras quitaba el
sobre de sus jeans y me lo daba.
Me encogí de hombros sonriendo.
No tengo idea. ¿Qué deberíamos comprar? La mitad es tuya.
No necesito nada, ya tengo todo lo que podría desear, justo aquí dijo,
agarrando con sus manos mi trasero.
Mi trasero, ¿eso es todo lo que quieres? pregunté, riendo.
Sonrió.
Técnicamente, es mi trasero ahora, ¿cierto? se burló de mí, antes de besar mi
cuello.
Por ahora bromeé mientras lo empujaba. Me abaniqué con el sobre. Ahora
que tengo lo que quería, no estoy segura de que haya algo en esta relación para
mí.
Rió y rodó los ojos, mientras envolvía su brazo alrededor de mi cintura.
Vamos, te llevaré a clase sugirió, conduciéndonos por el pasillo.
Le tendí el sobre a Gaston. ¿Podrías cuidar de esto por mí? No confió en mí para
hacerlo, probablemente lo perderé me estremecí ante la idea de perder todo el
dinero.
Sonrió y lo tomó, doblándolo en dos y deslizándolo dentro del bolsillo interno de
su chaqueta.
¿Y que si lo pierdo? preguntó.
Sonreí mientras buscábamos mi clase, lo acerqué a mí, aplastando mi cuerpo
contra el suyo.
Entonces tendrás que pagarme de igual manera respiré, dándole un besito a
sus labios y caminando a mi clase rápidamente.
Eugenia me miró fijamente cunado pasé y me senté al lado de Mery y Johnny, en el
asiento que me habían guardado. Para mi suerte, el profesor también estaba
retrasado, de otra manera me habría ganado una detención.
El mes siguiente pasó muy rápido. Gaston seguía siendo el novio más adorable del
mundo, llevándome a citas, comprándome flores y chocolates. Nicolas seguía siendo
sobreprotector como de costumbre, nada iba a cambiar con eso.
Mi mamá volvió a trabajar pero estuvo devuelta en casa dos semanas, porque tenía
que quedarse debido al lanzamiento de un nuevo producto o algo así. Mery seguía
coqueteando con Johnny, para el disgusto de Nicolas. Gaston me contó que había
hablado con Nicolas acerca de ella, al parecer, él no quería salir con Mery, sólo no le
gustaba el hecho de que estuviera detrás de alguien más, cuando solía estar detrás
de él. Se sentía un poco dejado de lado, aparentemente. Así que, para solucionar el
problema se acostó con un par de chicas extra y se sintió mucho mejor.
Nuestra relación con Johnny había cambiado también. De hecho, era un amigo
muy cercano ahora; era un buen chico y parecía aumentar su confianza cada día.
Creo que tal vez tenía algo que ver con la influencia de Mery. Habían estado
saliendo un par de veces, y Mery me dijo que él la había besado la anterior noche,
con lo que estaba encantada. Realmente le gustaba, y creo que a él también le
gustaba ella, lo cual era muy dulce.
Johnny había estado yendo a ver los partidos de hockey de los viernes con
nosotros por las últimas dos semanas, incluso había venido a nuestra fiesta
después del partidopor un par de horas también. Nunca hablamos de mi padre,
nunca me preguntó algo acerca de él y no saqué el tema. De vez en cuando, lo
mencionaba de paso, cosas que tenían que ver con su vida o casa, y cada vez me
hacía sentir enferma y un poco nerviosa.
Hoy era domingo, iba con Johnny, a verlo en una competencia.
Cuando paró con su auto enfrente de mi casa, justo después del almuerzo, le di un
beso de despedida a Gaston y reí ante sus pucheros.
Deja de hacer pucheros Gaston. Estaré devuelta en un par de horas dije, riendo.
Suspiró dramáticamente.
¿Pero por qué no puedo ir? Los domingos son mis días se quejó frunciendo el
ceño.
Sonreí.
Gaston, ya te lo dijo, sólo podía conseguir un pase de invitado. ¡Me pidió que fuera
con él! Deja de quejarte. Nos vemos más tarde le ordené, besándolo de nuevo
mientras me levantaba. Te amo juré, a la vez que agarraba mis llaves y el
teléfono celular.
Te amo más, Ángel gritó mientras abría la puerta y corría hacia el coche.
Hey saludó Johnny, sonriendo mientras me subía a su brillante auto deportivo.
Hey. ¿Ya estás mentalizado y listo para la competencia? pregunté, sonriendo.
Asintió con la cabeza.
Sí, estoy un poco nervioso. El nuevo truco que he estado practicando sigue
saliéndome mal. Voy a quedar como un idiota si fracaso refunfuñó, haciendo una
mueca.
No fracasarás Johnny. Ten algo de confianza le respondí con firmeza.
Sonrió y rodó los ojos, conduciendo al parque donde habían colocado
una enorme rampa de media pipa. Johnny había estado tratando de enseñarme
algunas cosas acerca pero para ser honesta, como la mayoría de las cosas
deportivas, me entraba por un oído y salía por el otro. Si no estaban bailando,
entonces no estaba realmente interesada.
Por lo general me gustaba ver a Gaston jugar, pero eso era sólo para verlo en su sexy
uniforme.
La rampa que habían colocado era absolutamente enorme. Me sentí un poco
enferma cuando la miré. Era tan alta, por lo menos quince pies de altura de cada
lado.
Umm, Johnny, ¿estás seguro acerca de esto? pregunté, mientras caminábamos
al stand de iniciación. Johnny entregó nuestros pases de competidores y nos
dieron las bandas amarillas para la muñeca y saludamos.
Rocio, voy a estar bien, no te preocupes rió mientras me arrastraba hasta la
zona de patinaje donde la gente estaba dando vueltas esperando para continuar y
practicar.
Mierda, Johnny, ¡es tan alto! ¿Qué pasa si te lastimas? pregunté, tragando el
nudo en mi garganta.
Hey, termina eso ahora mismo. Me dijiste en el coche que tenga algo de
confianza, espero que hagas lo mismo dijo sonriéndome, abiertamente. Vaya,
tenía confianza, ¡pero dolería caer de allí! Nos sentamos allí viendo a los otros
dar sus vueltas. Los trucos que estaban haciendo me dejaron alucinada,
saltos mortales, sosteniéndose de las manos, todo en lo que pudieras pensar.
Todo el tiempo sólo me sentí cada vez peor. Ni siquiera estaba segura de poder
verlo haciéndolo. Después de una hora, Johnny fue llamado para ir y estar listo, y
mi corazón empezó a tratar de salir de mi pecho.
Oh Dios. Por favor, ten cuidado le supliqué.
Voy a tratar. Pero si me muero, puedes tener mi auto replicó, guiñándome un
ojo.
Sólo si puedo volver a rociarlo de rosa bromeé, tratando de no mostrarle que
estaba aterrorizada. Se echó a reír y se alejó rápidamente a la zona de
calentamiento por un par de minutos.
Cuando finalmente fue su turno, no podía respirar. Lo vi subir las escaleras hasta la
cima de la plataforma y posicionarse al final, con el consejo de inclinarse a la
espera. Me sonrió y traté de devolverle la sonrisa, estoy bastante segura de que mi
expresión parecía más una mueca de pesar. El silbato sonó, y se tiró. Apreté los
ojos, cerrados, escuchando el aplauso y la alegría de la gente, pero no quería ver.
Sabía que en el momento en que abriera mis ojos, caería y se rompería el cuello.
Después de una hora, bueno, sentí como si fuera una hora, probablemente fuera
aproximadamente un minuto, la gente aplaudió como loca, así que por casualidad
abrí mis ojos. Johnny estaba caminando por las escaleras, sin huesos rotos ni
sangre. Salté de la silla y aplaudí junto con los demás, decidiendo fingir que lo
había observado. La próxima vez tendría que decirle que no podía venir. Sólo gasté
su boleto de repuesto cuando ni siquiera lo vi.
Hizo un trote corto y me abrazó con fuerza.
¡Eso fue impresionante! gorjeé con entusiasmo.
Se echó a reír y sacudió la cabeza.
¿Sí? ¿Se veía bien a través de tus parpados? preguntó, riendo más fuerte.
Lo miré con tono de disculpa.
¡Lo siento tanto! No podía verte, Johnny. Me sentía tan enferma. Tenía tanto
miedo, simplemente no pude dije disculpándome.
Negó con la cabeza.
No te disculpes, está bien. Sin embargo, aterricé se jactó, sonriendo
ampliamente.
Asentí con la cabeza.
Lo sé, escuché a la gente animada dije un poco avergonzada. Me sentía muy
culpable. Me trajo aquí para verlo y darle apoyo y ni siquiera podía hacer eso.
Supongo que era una hermanastra inútil.
Nos sentamos de nuevo y me dio un resumen de todo lo que me había perdido y
otras cosas para ser contadas.
Johnny fue uno de los últimos en hacerlo, así que no tuvimos que esperar
demasiado tiempo antes de que los resultados fueran anunciados. Cuando el
hombre entró en el escenario agarré su mano nerviosamente, rogando que haya
obtenido buenos resultados.
Está bien, así que tuvimos algunos trucos excelentes hoy. Los jueces quedaron
muy impresionados, así que felicitaciones el hombre se paró en la pequeña
plataforma. Bien, entonces, en orden inverso. Viniendo en el tercer lugar con un
puntaje de cuarenta y cuatro puntos de cincuenta, es Johnny llamó.
Chillé y salté sobre él con entusiasmo mientras se reía.
¡Oh Dios, Johnny, eso es impresionante! Estoy tan orgullosa de ti me
entusiasme, casi llorando.
Sonrió abiertamente.
Gracias, Rocio. Será mejor que vaya a buscar mi trofeo asintió hacia el
escenario. Me quedé allí animando y aplaudiendo como una idiota, mientras subía
y conseguía su trofeo de plata. Volvió corriendo y me abrazó girándome en un
círculo.
Johnny, eso es tan bueno. Déjame verlo prácticamente lo arrebaté de sus
manos y observé el trofeo de plata con un pequeño hombre en una patineta.
Estoy muy contento con cuarenta y cuatro puntos. Es mi mejor resultado
sonrió con orgullo.
Hey, ¿vamos comer algo para celebrar? Yo invito sugerí, felizmente.
Por supuesto. Sólo tengo que cambiarme primero; realmente no puedo salir así
miró abajo a su camiseta rasgada, pantalones cortos de patinador, sucias
zapatillas de deporte, haciendo una mueca.
¿Por qué diablos iba a necesitar cambiarse?
Johnny, no me importa qué te pongas dije con honestidad, mientras
comenzábamos a caminar de regreso a su coche.
Se echó a reír.
Rocio, estoy hecho un lío. Estas son mis ropas de competencia. Siempre llevo la
misma cosa; son como mi ropa de la suerte. Están todas rasgadas y sucias. Además,
estoy sudado y eso respondió, encogiéndose de hombros. Subimos al auto.
Voy a hacer una parada en casa y me cambiaré, luego podemos irnos dijo
mientras sacaba el auto de la playa de estacionamiento.
¡Oh, mierda! ¿Quiere que yo vaya a su casa?
Empecé a sentirme mal. No podía ir, no quería ver a mi padre, no podía. Cerré los
ojos, dispuesta a no enloquecer. Gaston no estaba aquí, así que no quería tener un
ataque de pánico.
No puedo susurré.
Me miró, confundido.
¿No puedes ir a cenar? preguntó, mirándome como si estuviera loca,
probablemente porque era mi idea, en primer lugar.
Negué con la cabeza.
No puedo ir a tu casa, Johnny. Por favor, no puedo verlo supliqué, cuando
continuó en la dirección opuesta de mi casa.
¿Joaquin? preguntó, frunciendo el ceño. Asentí con la cabeza, incapaz de
hablar a través del nudo en mi garganta. Me temblaban las manos. Cerré los ojos y
pensé en Gaston, tratando de mantener la calma. Pensé en el color de sus ojos, cómo
se sentía su pelo cuando pasaba mis manos a través de él, el sonido de su voz.
¿Estás bien? preguntó Johnny, sonando afectado.
Asentí débilmente.
No quiero verlo, Johnny susurré, dándome vuelta en mi asiento para mirarlo.
Él estaba tratando de ver el camino y mirarme, al mismo tiempo.
¿Por qué no? preguntó en voz baja. Sacudí la cabeza. No podía hablar de ello,
sobre todo no con él, era su padrastro, por amor de Dios, vivía con él.
Yo no, por favor rogué con mis ojos. Suspiró y meneó la cabeza.
No está ahí de todos modos. Se fue el fin de semana con mamá y Matt. No
volverán hasta tarde, esta noche dijo.
¿No estaba allí?
¿Estás seguro? pregunté, mi cuerpo empezaba a relajarse.
Asintió y sonrió para tranquilizarme.
Positivo. Fueron el fin de semana para ver a mis abuelos. No estarán
volviendo hasta las diez o algo así.
Lo miré para asegurarme de que no estaba mintiendo o tratando de engañarme o
algo así. Parecía estar diciendo la verdad. Johnny era un muy buen tipo, no me
haría algo así, no me mentiría.
Está bien acordé, en voz baja.
Sonrió y volvió a mirar a la carretera.
Por lo tanto, ¿puedo saber por qué tú y Nicolas odian tanto a joaquin? preguntó
con curiosidad. Cerré los ojos, realmente no quería tener esta conversación con él,
con nadie. Incluso Mery no sabía ningún detalle acerca de mi padre y de mi infancia.
Johnny, no quiero hablar de ello. Está en el pasado, prefiero que se quede ahí
contesté, rezando para que lo dejara.
Asintió con la cabeza, viéndose un poco decepcionado y triste.
Está bien. Bueno, si alguna vez necesitas hablar conmigo sobre cualquier cosa,
puedes hacerlo. Ya lo sabes, ¿verdad? preguntó, mientras entraba en una calle
muy bonita. Asentí mirando por la ventana, las casas eran enormes, con grandes
coches de lujo en las entradas. Se puso en el camino de entraba y miré a la gran
casa azul pálido. Se veía como si mi padre la hubiera hecho, ciertamente, por sí
mismo.
¿Estás seguro que no está aquí? cuestioné nerviosa, mientras me levantaba y
caminaba hacia el lado de Johnny.
Estoy seguro. El coche ni siquiera está aquí confirmó, moviendo una mano al
estacionamiento vacío. Me relajé y seguí muy de cerca de Johnny, hasta la casa.
Apenas podía respirar. Al abrir la puerta de entrada me apoderé de la parte de
atrás de su camiseta. Rió entre dientes.
Rocio, no hay nadie aquí me aseguró, sacudiendo la cabeza mientras envolvía
su brazo alrededor de mis hombros, tirándome dentro de la casa. Era preciosa.
¿Quieres un trago? ofreció, llevándome a la cocina.
Um, claro miré alrededor, a todos los adornos y muebles caros. Podría caber
toda mi casa en tu sala de estar y cocina dije, sonriendo.
Se echó a reír.
Está casa es agradable, pero es demasiado grande para nosotros. No sé por qué
este tipo de casa tan cara.
¿Qué hace mi padre ahora entonces? pregunté con curiosidad, cuando me
entregó una lata de Pepsi.
Acciones y participaciones. Es un gran agente de bolsa o algo, realmente no lo
entiendo. Hace un montón de dinero, sin embargo dijo, casualmente.
Todavía estaba haciendo eso, entonces, eso era lo que hacía cuando éramos niños.
No quería hablar más de él; estar en su casa me estaba volviendo bastante loca.
Por lo tanto, tú y Mery, ¿huh? bromeé, tratando de cambiar de tema.
Se sonrojó y asintió con la cabeza.
Es bonita murmuró nervioso.
Sonreí al ver su sonrojo, era realmente adorable.
Dijo que la besaste levanté las cejas con entusiasmo, a la espera de más
detalles. Tenía la visión de ella del beso perfecto, ahora quería la suya.
Sonrió abiertamente.
Sí, ¿dijo que le gustó? preguntó, ruborizándose más fuerte.
¡Oh infiernos, si lo hizo!
Sí, le gustó mucho confirmé, meneándole las cejas.
Largó una carcajada.
Bueno, gracias a Dios por eso parecía tan aliviado que no podía dejar de reír.
Estaba pensando en invitarla a salir, correctamente, ya sabes, siendo exclusivo.
¿Crees que iría por eso? preguntó, mirándome con esperanza.
Sonreí al ver su cara de preocupación.
Claro que iría por eso a Mery realmente le gustaba, sin duda sería exclusiva.
Se rió y desordenó la parte de atrás de su pelo.
¡Increíble! Gracias, Rocio.
Ve a cambiarte, entonces, y después vamos a comer. Estoy muerta de hambre
instruí, asintiendo hacia el pasillo.
Está bien, estaré en cinco minutos.
Me encogí de hombros.
Puedes ducharte y esas cosas si quieres, no me importa esperar.
¿Estás diciendo que huelo? preguntó, riendo, mientras se abría camino a la
sala.
Bueno, estaba tratando de ser cortés bromeé. Se rió y rebotó por las escaleras.
Me senté en el mostrador de la cocina, bebiendo felizmente mi Pepsi, jugando con
su trofeo, cuando oí la puerta abrirse y a una mujer hablando.
No, sólo tengo que darle un poco de medicina y ponerlo en la cama dijo.
Sentí mi aliento entrecortado en la garganta.
Bueno, no ha dejado de estar malditamente llorando espetó mi padre,
sonando molesto.
Salté de la silla tan rápido que casi me caigo. Me mudé al otro lado del mostrador,
teniendo que poner algo entre nosotros, estaba viniendo hasta aquí. Mi corazón
estaba fallando en mi pecho. No podía respirar correctamente. Había una puerta
detrás de mí, agarré la manija, desesperadamente buscando alejarme antes de que
él llegue. No podía verlo; no podía dejar que me viera. Agitando la manija
rápidamente me di cuenta de que la puerta estaba cerrada con llave. Podía sentir
las lágrimas empezar a picarme en los ojos.
Lo siento, JOaquion. Lo pondré en la cama en un minuto, dormirá dijo la mujer,
en voz baja.
Que esté malditamente mejor, me está dando un dolor de cabeza gruñó
furioso.
Metí la mano en mi bolsillo, agarrando mi celular. A quién pensaba llamar, no
sabía. Gaston y Nicolas estaban demasiado lejos, y Johnny probablemente en la ducha.
No había nadie, sin ayuda; estaba sola en mi horror. Me di la vuelta frente a la
puerta, esperando a que entrara. Me sentí enferma. Oh Dios, ¿realmente iba a
vomitar?
La señora entró, llevando un niño lloriqueando en sus brazos, acariciando su
espalda con dulzura. Sus ojos se posaron en mí y saltó una milla, obviamente, no
sabiendo que estaba aquí.
Hola, lo siento, no me di cuenta de que Johnny tenía amigos dijo,
sonriéndome con gusto. Era muy bonita, cabello castaño y ojos grises, como mi
madre y yo. Asentí con la cabeza, incapaz de hablar.
¿Johnny tiene amigos aquí? preguntó mi padre, mientras caminaba a través de
la puerta.
Me sentí mareada, mis piernas estaban débiles, se veía casi exactamente como él
mismo, sólo un poco mayor, un poco menos de pelo y más gris. Sus ojos eran
duros y severos, como solían ser, no como la foto que Johnny me mostró. No había
cambiado en absoluto.
Me miró, sus ojos rastrillando sobre cada parte de mi cuerpo mientras me quedaba
ahí, sin poder moverme, sin poder respirar. Me sentí como una niña de nuevo.
Estaba aterrorizada, y esta vez no tenía a Nicolas para protegerme. El hombre que
arruinó mi infancia, la niñez de mi hermano, estaba de pie a menos de quince
metros de mí.

Rocio dijo en voz baja. Sonrió y sentí aumentar la bilis en mi garganta.

1 comentario:

  1. No no no no!!!!! Que mal! Por favor subí el próximo ya!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Quiero mas!

    Besos :)

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