
No sabia que decir, esa plaza me había traído muchos recuerdos, en el restaurante había actuado como si nada me importara, gaston ya no significaba nada, pero me mentía y lo sabía, aun amaba a gaston con todo mi corazón pese a todo lo que había pasado, creo incluso que gracias a todo lo que pasamos lo amaba.
- estas pensando en gaston no?- me pregunto Ramiro mientras caminaba a mi lado.
Me senté en un banco y mire a una pareja joven que caminaba tomados de la mano.
- es hermoso el amor así – dije sonriendo melancólicamente – tan jóvenes y felices.
Ramiro rio por lo bajo y se sentó a mi lado.
- hablas como si fueras una vieja, rochi por favor tienes 23 años – miro a la pareja que yo contemplaba – el amor es hermoso en todas sus formas y edades.
- Eres muy romántico – sonrío –
- Creo en el amor ro, porque lo he visto en otros, se que existe. – dijo y su mirada se entristeció.
- Pero?? – pregunte para que continuara.
- Pero… no creo que pueda volver a sentirlo.-
- Porque?- se veia triste y cansado, sabia que Ramiro algo ocultaba, podía ver dolor en sus ojos.
Me miro a los ojos, y yo me sentí envejecer ante el, podía ver tristeza en sus ojos y quise compartir su dolor, aliviarlo, hacerle sentir que no estaba solo y que no importaba lo que había pasado yo podía curar su dolor, cuando lograra curar el mío.
- hoy no ro… - sonrío aunque la felicidad no le llego a los ojos – si me aceptas otra salida puede que te cuente. – dijo canchero pero desganado.
- Y volvemos con la extorsión – le reproche con humor.
- Ya que por las buenas no me aceptas una salida, tengo que recurrir a mis cartas bajo la manga, y hasta ahora la más efectiva es la extorsión. - me respondió con una de sus sonrisas compradoras.
- Ah!! mira vos que divertido, pues ahora no te acepto nada. – le dije con vos juguetona ahogando una sonrisa para hacerme la ofendida. Me pare con dramatismo, el se paro conmigo.
- Pues ahora no te cuento nada – me respondió en el mismo tono divertido y soltó una carcajada. Le pegue suavemente en el hombro y el enseguida se llevo la mano donde le había golpeado y puso cara de dolor.
- Que agresiva mujer, dile no a la violencia – siguió hablando dramáticamente.
- Que exagerado ni siquiera te dolió.- lo acuse.
- No – dijo alzándose de hombros – eres muy débiles.
- Como te atreves a llamarme débil – le dije con una mirada asesina recurriendo a toda mi fuerza de voluntad para no reírme, coloque mis manos en las caderas y lo fulmine con la mirada. El sonrío ampliamente y se cruzo de brazos.
- De-bi-lu-cha – hablo socarronamente separando las silabas.
- Prepárate a morir - dije y lentamente me agache para quitar mis sandalias y quedar descalza. Las coloque junto a la banca donde me había sentado y en ningún momento aparte la vista de el.
- Como rayos puedes soltar tus sandalias sin mirarlas – pregunto retrocediendo lentamente.
- Te atreviste a llamarme debilucha – le dije con una voz felina ignorando su pregunta y comenzando a caminar lentamente hacia el.
- Esta comenzando a hacer frío no? – volvió a desviar el tema mientras seguía retrocediendo.
- Sabias que cuando estudiaba en la prepa mi amiga Agus me enseñaba taekwondo? Era malísima en eso, pero aprendí a dar buenas patadas.
- Y con eso que me quieres decir? – pregunto con cautela.
- Que nadie me dice debilucha y vive para contarlo – respondí.
- Ósea… - hablo riendo.
- Osea - conteste con una sonrisa felina – cerchio che ti ammazzo – conteste en italiano.
Me miro con una sonrisa traviesa.
- perdón, se ingles, Frances y un poco de alemán, reprovee italiano – contesto burlón.
- Kreis, der dich töten werde, en aleman – respondí – cercle qui vais te tuer, en frances – me miro sorprendido.
- En español – dije acercándome mas a el mientras el retrocedía – corre porque te mato.- y me abalance sobre el, pero fue mas rápido y me esquivo corriendo a toda prisa por el parque, fui tras el y le daba alcance pero siempre lograba escaparse. Al fin logre agarrarlo por la remera y se detuvo en seco asiendo que chocara contra el y cayéramos al piso entre risas.
- te atrape - le dije jadeando por el esfuerzo como una niña pequeña que juega al escondite.
- Ya me tienes – respondió – que vas a hacer conmigo – hablo en una falsa posición de cautivo.
mm… mucho podía hacer con el, varias ideas me pasaron por la mente cada una mejor que la anterior, fue ahí que note que me encontraba sobre el y q mi vestido se había corrido hasta la mitad de mi muslo. Me arrodille lentamente y el permaneció tirado en el suelo.
- creo que esa es la parte que no pensé muy bien. Ahora que te tengo no se que hacer contigo – hable siendo mas sincera de lo que debería, sabia perfectamente que no hablaba del juego. Había pedido un hombre en mi vida que borrara mi dolor y ya lo tenia, pero ahora que iba a hacer con eso?
- Pues si vas a matarme tengo de derecho a elegir el modo en el que quiero morir!- hablo sonriendo.
- Es un pedido razonable. – conteste sentándome bien sobre el césped.
- Morir a besos es una opción? – pregunto seductoramente.
- NO- hable volviendo a golpearlo.
- Entonces no quiero morir, aun tengo muchas cosas que vivir soy un hombre joven – y se recostó en el césped con las manos en su cabeza.
No lo resistí y me recosté a su lado, era tarde y la plaza se había quedado vacía, fuera de una pareja joven que caminaba a unos metros de distancia metidos en su mundo. La noche estaba estrellada y el cielo se mostraba de un azul profundo, había media luna haciéndola ver como una sonrisa. Una solitaria nube parecía vagar sola impulsada por el viento.
- soy fanática del cielo – hable muy bajito.
- Como así? – pregunto acercándose un poco mas a mi.
- Desde pequeña siempre ame estudiar el cielo, pasaba hora acostada en mi balcón mirando las estrellas. De pequeña mi madre me contaba leyendas sobre la luna, incluso a veces me cantaba, yo amaba escucharla. Y me imaginaba la historia!-
- De que trataba la historia? – pregunto con vos soñadora mirando el cielo.
Sonrei.
- “hijo de la luna” se llama la canción, cuando crecí supe que era de Mekano una banda española. Habla de una gitana y la luna – sonreí al recordarlo.
- Como dice?
- Quieres que la cante?- pregunte apoyándome en mi brazo para poder verlo. Tenía los ojos cerrados.
- Si – contesto y abrió sus espectaculares ojos que se veían grises y profundos.
- No me gusta cantar – y sonreír – bha!! Si me gusta cantar, amo cantar, vivo cantando – el me sonrío ampliamente – pero no me gusta que me escuchen cantar.
- Tienes una voz muy dulce debes cantar muy bien.
- Ni en pedo – conteste sonrojándome.
- Inténtalo prometo ser honesto – lo fulmine con la mirada – y no reírme- termino de decir.
Guarde silencio un momento y recordé esas interminables noches que pasaba escuchando a mi madre cantar.
Tonto el que no entienda.
cuenta una leyenda
que una hembra gitana
conjuró a la luna
hasta el amanecer.
Llorando pedía
al llegar el día
desposar un calé.
"tendrás a tu hombre,
piel morena,"
desde el cielo
habló la luna llena.
"pero a cambio quiero
el hijo primero
que le engendres a él.
que quien su hijo inmola
para no estar sola
poco le iba a querer."
Luna quieres ser madre
y no encuentras querer
que te haga mujer.
dime, luna de plata,
qué pretendes hacer
con un niño de piel.
a-ha-ha, a-ha-ha,
hijo de la luna.
cuenta una leyenda
que una hembra gitana
conjuró a la luna
hasta el amanecer.
Llorando pedía
al llegar el día
desposar un calé.
"tendrás a tu hombre,
piel morena,"
desde el cielo
habló la luna llena.
"pero a cambio quiero
el hijo primero
que le engendres a él.
que quien su hijo inmola
para no estar sola
poco le iba a querer."
Luna quieres ser madre
y no encuentras querer
que te haga mujer.
dime, luna de plata,
qué pretendes hacer
con un niño de piel.
a-ha-ha, a-ha-ha,
hijo de la luna.
y ¿?- pregunte nerviosa. El se sentó en la grama sin mirarme. – tan mal lo hice? –estaba cada vez mas nerviosa y avergonzada.
Rochi… - se voltio hacia mi y me sonrío ampliamente – cantas hermoso.
Solté una risita nerviosa.
gracias – conteste en un susurro. Volvió a mirar hacia el cielo.
Que mas dice??
Habla de que la lun… - tapo mi boca con su mano en un gesto delicado.
no me lo cuentes, Canta – dijo sonriéndome, cerró los ojos y espero a que comenzara a cantar.
de padre canela
nació un niño
blanco como el lomo
de un armiño,
con los ojos grises
en vez de aceituna --
niño albino de luna.
"¡maldita su estampa!
este hijo es de un payo
y yo no me lo callo."
nació un niño
blanco como el lomo
de un armiño,
con los ojos grises
en vez de aceituna --
niño albino de luna.
"¡maldita su estampa!
este hijo es de un payo
y yo no me lo callo."
- el creía que ella lo había engañado?? – pregunto mirándome, sonreí.
- Si, ambos era gitanos con la piel canela y el hijo nació con la piel blanca como la porcelana y los ojos grises.
Volvió a cerrar los ojos.
- sigue contándome, y no hables, canta.
Gitano al creerse deshonrado,
se fue a su mujer,
cuchillo en mano.
"¿de quién es el hijo?
me has engañado fijo."
y de muerte la hirió.
luego se hizo al monte
con el niño en brazos
y allí le abandonó.
se fue a su mujer,
cuchillo en mano.
"¿de quién es el hijo?
me has engañado fijo."
y de muerte la hirió.
luego se hizo al monte
con el niño en brazos
y allí le abandonó.
- mato a su esposa que historia tan trágica. – reí – y que paso con el niño??
- Sino dejas de interrumpirme no lo vas a averiguar nunca – le advertí.
Y en las noches
que haya luna llena
será porque el niño
esté de buenas.
y si el niño llora
menguará la luna
para hacerle una cuna.
y si el niño llora
menguará la luna
para hacerle una cuna.
que haya luna llena
será porque el niño
esté de buenas.
y si el niño llora
menguará la luna
para hacerle una cuna.
y si el niño llora
menguará la luna
para hacerle una cuna.
Rama sonrío y me miro fijamente. Me acerque mas a el y a pocos centímetros cante.
Luna quieres ser madre
y no encuentras querer
que te haga mujer.
dime, luna de plata,
qué pretendes hacer
con un niño de piel.
a-ha-ha, a-ha-ha,
hijo de la luna.
y no encuentras querer
que te haga mujer.
dime, luna de plata,
qué pretendes hacer
con un niño de piel.
a-ha-ha, a-ha-ha,
hijo de la luna.
- así que el niño se lo quedo la luna? –
- así es – conteste.
- Ósea que en este momento hay un bebe en la luna?? – pregunto burlón.
- Esa leyenda es muy vieja si calculamos el bebe ya debe se adolescente – rió por lo bajo.
- Has visto las películas de dreamworks?? – me pregunto sonriendo.
- Si, es la marca de la película de sherk y Madagascar, no?? Amo esas pelis me río mucho, soy medio infantil en eso – me sonrío de vuelta.
- A mi también me encantan. – contesto.
- Y porque la pregunta?? – no sabia que venia ese cambio de tema.
- Has visto el sello de esa compañía?? – ahí me di cuenta de que hablaba y solté un carcajada.
- Si claro. Es un joven sentado en la luna pescando. – respondí entre risas.
- Posta que creo que es el niño de la canción - reí aun más fuerte.
- Sabes que estoy de acuerdo contigo!!! – hable sonriendo.
La noche se puso fría y el viento comenzó a azotar mis piernas desnudas sin piedad.
-No tengo una chaqueta o palto para quitarme y darte caballerosamente así que tienes 2 opciones o dejas que te abrace para quitarte el frío o te mueres de frío.- su sonrisa sola hizo que el frío se fuera por completo.
- creo que una caminata al carro me lo va a quitar demás ya es tarde. – conteste levantándome nerviosa.
Caminamos en silencio hasta el banquito donde había dejado mis sandalias, me las calce en silencio y volvimos a reanudar la marcha hacia el carro. El viento se hacia cada vez mas frío y yo no podía disimular mis leves temblores.
Paso un brazo por mis hombros y me pego a el.
- no importa lo que digas, tienes frío y solo así se te va a quitar!!- sonreí y me deja abrazar. Si iba a disfrutar lo iba a hacer bien, pase un brazo por su cintura y me pegue aun mas a el. Pareció sorprendido gratamente.
Seguimos caminando en silencio hasta salir del parque.
- gracias por todo- hable en voz baja.
- Gracias porque? Si no hice nada. – respondió parándose frente mío.
- Hiciste – volví a decir en un susurro y no pude evitar llevar mi mano hacia su mejilla, la acaricie y el cerro los ojos ante ese contacto.
- Tu hiciste todo rochi – me dijo aun con los ojos cerrados, yo aprovechaba que no me estuviera viendo para examinarlo.
- Vamos – hable con la vos ronca de repente. Si pasaba un segundo mas ahí con el iba a terminar haciendo lo que tanto quería y eso no me convenía.
Todo el resto del viaje lo hicimos en silencio, tranquilos y felices.
Al llegar me lo despedí en la puerta con un beso en la mejilla y un simple adiós.
Camine hacia mi departamento como flotando, con una sonrisa en el rostro que no se borraba. Esa noche dormí feliz.
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