martes, 14 de febrero de 2012

Dilema y un no hay tal Crisis capitulo 5


A la mañana siguiente me levante con un olor delicioso, me extraño no encontrar a las chicas acurrucadas en las colchas y todavía medio adormilada comencé a seguir ese olor que me llevo hasta la cocina, donde me encontré con una mesa llena de tantas cosas deliciosas, que se veían tan bien, y olían aun mejor, que enseguida sin pensarlo mucho me senté y agarre unas galletitas que estaban dentro de una cestas, estaban tan ricas las galletas que no me di cuenta que cari me estaba observando.
-buenos días bella durmiente – dijo la paisa de repente dándome un susto de muerte.
-cari, por dios, me vas a matar de un susto – dije melodramática, posando mi mano en el pecho.
- bueno che, tanta hambre tenias que no te diste cuenta que yo estaba aquí. Toma – me dijo la paisa pasándome un vaso con jugo de naranja que me tome de un sorbo.
- Che, cari y las chicas? Donde andan? – pregunte
- se fueron a buscar sus cosas y eso, vienen como en una hora – respondió la paisa mirando su reloj – así que come y anda a arreglarte para salir.
Hice lo que cari me pidió, comí, probando cada delicia que me había cocinado.
- esto esta riquísimo paisa, si le cocinas así a mi hijo de seguro si vas a ser su tía preferida. – le dije entre risas.
Y un grito hizo que mi risa aumentara.
- así no vale caridad – dijo teffy entrando de repente a la cocina. – Aprovechar que nos fuimos y comprar a la madre con comida, es de guacha eso – siguió diciendo teffy mientras hacia un puchero. De repente me miro y me señalo.
- Y vos, que esperas que no te vistes, anda a cambiarte para irnos que las chicas no deben tardar en llegar.
- Ya voy tero, relájate- dije parándome para irme a bañar.
Ya en la ducha deje que el agua recorriera mi cuerpo, puse mi mano en mi panza y sonreí. Me tome mi tiempo y salí envuelta en una toalla, fresca y radiante. Las chicas se encontraban todas en mi cuarto recostadas en mi cama o caminando por la pieza. Me sorprendió ver un conjunto de ropa acomodado en mi colcha.
- que es esto chicas? – pregunte tomando la muda de ropa que se encontraba sobre mi cama.
- La ropa que te vas a poner para salir ahorita – me respondió mery si mírame mientras se limaba las uñas.
Observe el conjunto que tenia entre las manos, unos jeans azules desgastados y un suéter blanco manga larga con un escote en “v” que dejaba mis hombros al descubierto. Me lo coloque y amarre mi cabello en una coleta alta unas zapatillas negras complementaban mi atuendo.
Nos fuimos todas en el carro de Mery, llegamos al Mall y comenzamos a recorrer las tiendas, la primera una tienda de zapatos.
- haber gordi pruébate estos – me dijo Mery pasándome un par de sandalias negras divinas de tacón, definitivamente tenia gustos espectaculares. Me los calce y me enamore enseguida.
- Che así no vale, no podes comprarla con calzado italiano eso es trampa.- se quejo mar mientras mery sonreía con aires de suficiencia.
Terminamos de comprar en esa tienda y entramo a la siguiente que era de ropa. Todas se alejaron de repente mientras yo miraba una percha con camisas, regresaron después de un rato.
- Rochi, mira este vestido – dijo euge enseñándome un vestido blanco con puntos negros que tenia un cinturón negro a juego.
- esta muy lindo gitana, deberías comprarlo – dije mientras lo estudiaba.
- no, pasa que es para ti, todas escogimos vestidos distintos que te vas a pobrar para ver cual te vas a poner esta noche.
Me hele, mire como todas en las manos cargaban distintos vestidos, con resignación me dirigí a los vestidores y le pedí a las chicas que uno a uno me pasaran los vestidos para írmelos probando. El primero fue un vestido púrpura que me había escogido teffy.
Era corto, sin mangas y se moldeaba a mi figura, no tenia muchos detalles solo algunos brillos a lo largo de la tela. Tenia que admitir que me veía despampane pero no estaba segura, al salir me percate que 2 chicos que habían entrado a la tienda me miraban descaradamente y al parecer no fui la única que noto esto.
- mira como te comen con la mirada gordi, te ves divina. – me dijo teffy guiñándome el ojo,
- para tero, no da, se me pega mucho al cuerpo. – dije algo incomoda.
- Basta gata si vos tenés un cuerpo divino. – dijo mar.
- Si, es cierto eso – me dijo euge apoyando a mar y dirigiéndose a las demás con tono acusador dijo: - pasa que a ella no le gusta mostrarlo –
- siempre te pones remeras re largas tapándote toda. – acoto mery.
- Mery tiene razón, mostrá un poco – hablo la gitana nuevamente - si yo tuviera ese cuerpo sabes como me vestiría – hizo una pausa dramática - desnuda saldría – afirmo con una mirada reprochadora.
Todas rieron y yo opte por probarme el siguiente vestido, mery lo había escogido era rojo y largo se moldeaba arriba y era mas abierto abajo, a mi me encanto, pero parecía perfecto para una alfombra roja, no para una cita, era demasiado. Al salir todas me miraron y soltaron exclamaciones.
- esta divino este vestido – dijo mar mientras se acercaba y tocaba la tela.
- No, será mucho gata.- me dijo cari con la frente arrugada.
- Si – dije mirando a Mery.
- Y si, creo que me pase – respondió mi modelo mientras miraba el vestido – pero esta divino, yo creo que igual debes comprarlo.
- Para que Mel, en donde lo voy a usar, deberías comprarlo tu que eres la que va a estas fiestas, así todas elegantes. – me defendí.
- A mi no me quedaría ni la mitad de bien de lo que te queda a ti, además siempre podremos encontrar donde puedas usarlo – respondió esta como restándole importancia.
- Y quien crees que va a pagar esto? – volví a contraatacar.
Mery me lanzo una mirada exasperada.
- como si te faltara el dinero gata, sabes perfectamente que te bañas en dinero, y si no tienes cualquiera de nosotras aquí presentes te puede prestar – me respondió mirándome con una ceja alzada.
- Tiene razón amiga – entro mar – date un gusto.
- Bueno – respondí resignada – pásenme otro.
Y enfurruñada entre al probador. Me pasaron el primer vestido que ví, el que había elegido euge, era blanco con puntos negros, mangas cortas y cinturón, dejando caer la falda hasta una palma mas arriba de mis rodillas, este si me gustaba, era lindo, juvenil y recatado, sin dejar de ser fresco y divertido. Me pareció un vestido como el que usaban las mujeres en los años 40 pero mas moderno.
- este es chicas – dije sonriendo. Todas me miraron y decidimos comprarlo, pero igual me obligaron a probarme los otros 2 vestidos que como los anteriores también quedaron bien. Era en vano discutir con ellas y terminamos comprando todos nose ni para que.
Caminamos hasta la feria de comida y compramos un late vainilla para mí y un rollito de canela para matar el antojo.
Así se nos fue el tiempo entre risas y tiendas y se hicieron las 4, llenas de bolsas nos dirigimos al mejor salón de belleza del centro comercial.
- Rochi, querida – escuche a pool gritar desde el otro lado de centro. Pool era mi estilista privado, era siempre el, el encargado de mi arreglo personal, nunca fui capaz de confiarle mi aspecto a otra persona; solo el sabia como transformarme en otra persona y como buen estilista era siempre el con su divino sentido de la moda quien se encargaba de arreglar mi closet con los mejores diseños.
-Rochi querida, años sin verte me tienes olvidado – me dijo con una sonrisa contagiosa y ese deje que solo el tiene al hablar.
- te la trajimos – hablo Mery – porque hoy tiene una cita y debe verse perfecta.
Pool aplaudió entusiasmado y arrastrada me sentó en una silla frente a su lugar de trabajos que estaba tan lleno de cosas que apenas había espacio para una aguja.
- haber que vamos a hacer por ti hoy? – me pregunto mirándome hacia el espejo.
Yo saque el vestido que había escogido y se lo mostré – esto es lo que me voy a poner, ahora has milagros. – agarro el vestido lo miro, le dio vuelta, me miro, miro el vestido y luego puso manos a la obra. Me exfolio la cara, me hizo manicura y pedicura, me arreglo el cabello y me maquillo, hizo todo eso sin permitirme mirarme ni una vez en el espejo cosa que me frustraba muchísimo, las chicas se fueron y regresaron cuando ya estuve lista 1 hora y media después.
- te ves divina – grito teffy apenas me vio.
- Eres un verdadero artista – aprobó euge.
- Pool, sos un groso, se ve espectacular – añadió mar.
- Ella es espectacular – respondió este – yo solo le hice unos cuanto retoques.
- Hay – exclamo cari mirándome – pareces una muñequita de porcelana.
En ese momento pool le dio vuelta a mi silla y pude ver mi reflejo en el espejo. Como siempre, había echo milagro con mi cara. Había alisado por completo mi cabello rubio que caía en línea recta por mi espalda, tenia un maquillaje muy suave a excepción de mis labios que eran de un rojo fuerte haciéndome ver aun mas como una mujer de los 40, mis ojos tenían una línea muy delgada de sombra negra haciendo que el color miel de mis pupilas resaltaran aun mas, había cubierto la piel de mi cara con una suave base color marfil que me hacia ver realmente como una muñeca de porcelana.
- tú – dije - eres un mago, como hiciste para que me viera así? – pregunte anonadada.
- Yo no hice nada querida, tú sos divina. Eres mi obra de arte – dijo sonriendo satisfecho - te puedo sacar unas fotos – me pregunto enseñándome la cámara que tenia en la mano. Yo sonreí y pose tal y como me lo pedía, incluso hice algunas muecas y caras graciosas mientras el repetía una y otra vez que la cámara me amaba. *

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