domingo, 19 de febrero de 2012

Dilema... y un... no hay tal crisis! capitulo 35



Estaba conciente de cómo se veía todo, gaston y yo besándonos en una cama, yo, medio vestida y gaston tomándome de la cintura. La escena no podía ser peor.

Me senté en la cama y en un susurro le pedí a gaston que saliera.

- no te voy a dejar sola- dijo gas con voz cortante – esto es mi culpa – volvió a hablar en voz baja parándose lentamente.

- No te preocupes – hable tranquila, estaba muerta de miedo – solo necesito un minuto para cambiarme. – mire a mi padre y luego de nuevo a gas. – anda, cuando este lista te llamo. – gaston paso junto a mi padre sin decir una palabra.


Mire a mi padre a los ojos y camine hasta mi vestidor, me puse un jean y una camisa blanca y larga, Salí descalza y lo encontré tal cual lo había dejado, parado con la mirada perdida en mi cama.


- desde cuando rocio?? – su voz sonó helada.

Mire el piso un segundo y tome aire. Levante la cara y lo mire a los ojos.

- desde cuando que??.

- No te hagas la desentendida conmigo!! – me hablo en un arrebato de ira. – quiero que me digas Ya desde cuando tu… - busco la palabra correcta - amorío con el chofer.

- No es el chofer – objete – es gaston y no es un amorío, yo estaba mal, el quería ayudarme, una cosa dio paso a otra y… - en realidad no tenia muy claro que había pasado – fue solo un beso – concluí en voz baja.

- Solo un beso?? – por primera vez clavo los ojos en mi.

- Si

El silencio se extendió por la habitación.

- Rocío estas conciente de que el esta despedido, No?? – no me sorprendía pero me dolía.

- Fue mi culpa – lo excuse.

- No me interesa. – su voz tenia acido.

- Si quieres cámbialo de área para que no me vea- trague saliva - pero no le quites el trabajo – rogué.

- Porque te interesa?? – me pregunto con desden.

- Porque no quiero que por mi culpa se quede sin trabajo.- conteste automáticamente, para no decir que era porque lo amaba y me moría si lo alejaban de mi.

Mi padre evalúo mi respuesta. Y en un arrebato de ira me tomo por los hombros. Abrí los ojos aterrada.

- que rayos hacías con el chofer?? Para eso te críe?? Para andarte revolcando con la servidumbre?? – la voz no me salía, mi padre nunca me había gritado de esta manera y el dolor en los hombros por la fuerza con que me clavaba los dedos no me dejaba pensar.

- Suéltame – hable con terror en la voz –

- Hace cuanto que te acuestas con gaston?? hace cuando que te revuelcas con el chofer??- estaba muda, mis ojos se llenaban de lagrimas por el dolor mientras el me gritaba. – todo te lo di, te cuide, te protegí, desagradecida!! – yo estaba paralizada – Para Que??

- Papa yo… te juro – las lágrimas caían por mis mejillas mientras yo intentaba hacerme oír.

- NO me jures – grito moviéndome como si de una muñeca de trapo me tratara – cállate la boca, no me faltes el respeto mintiéndome. – mi padre estaba rojo de ira. – me vas a decir también que lo que vi recién eran besos de infantes – grito soltándome un hombro y señalando la cama. – sabes que??!! – me soltó por completo bruscamente haciendo que yo me tambaleara. – sos una arrastrada y sos una cualquiera!! – lo mire atónita.

- NO me insultes porque… - grite reaccionando, pero mi reclamo quedo suspendido en la nada cuando su mano choco con mi mejilla haciendo que un ardor me recorriera caliente la cara y poco a poco el cuerpo.

Lo mire atónita y más asustada que nunca, mi padre jamás me había pegado y ahora tenía su palma marcada al rojo vivo en mi mejilla.

- sos una arrastrada y sos una cualquiera… y cuando yo hablo vos, te callas.

Lleve una mano a mi mejilla y la sentí caliente bajo mi tacto.

- Que te pasa?? – le grite dando un paso hacía el. – me puedes decir porque mierdas me pegaste?? Vos no sos así.

- Callate la boca. – hablo en un susurro amenazador.

- Que paso con el padre amoroso a quien amo y respeto?? Donde cuernos se fue el hombre que jamás levantaba la voz y todo lo arreglaba hablando.?? Hace dias que solo sabes gritarme, maltratarme y humillarme – di otro paso en su dirección - desde esa noche.!!- sentencie.

- Dije que te calles – volvió a gritarme.

- O sino que?? – la rabia, el dolor, la tristeza acumulada salio a flote. – Me vas a matar como hiciste con mama?? –


Esa vez si la vi llegar y no hice nada para detenerlo, me abofeteo y caí al suelo jadeando de dolor. Lo vi desde el piso a través de la cortina que formaba mi cabello rubio sobre mi cara. Sentí un liquido caliente en mi boca y me lleve una mano a mi labio inferior, un hilo de sangre brotaba de el.


Se agacho a mi lado con la furia aun reflejada en sus ojos y sin el más mínimo rastro de arrepentimiento.


- vos no tenes idea Rocío de lo que le paso a tu madre – el miedo me invadió por completo.

- Basura – susurre – basura, sos una mierda – me pare lentamente. – que le hiciste?? – grite como pude.

Mi padre me miro un segundo y me dio la espalda. Me acerque a el y le golpee la espalda con mis puños cerrados.

- que le hiciste a mi madre?? Donde esta?? – las lagrimas me dificultaban la vista y el dolor de mi labio se hacía cada vez mas fuerte.

Se dio la vuelta repentinamente y me tomo las muñecas con fuerza, haciendo que gritillo de dolor brotara de mis labios.


Escuche a Gastón tocar desesperadamente la puerta, intentando forzar la cerradura. Debió oír los gritos. Me llamaba con terror.


- deja de nombrarla – hablo en un susurro.

- Porque?? Te remueve la conciencia?? – pregunte en el mismo tono con sarcasmo.

- Deja de retarme – grito sacudiéndome.

- O que?? Me vas a pegar?? No te tengo miedo – hable sabiendo que mentía. El hombre que estaba frente a mi soltó una carcajada diabólica y me tiro al suelto en un movimiento.

Lo vi en sus ojos y supe lo que venía, cubrí mi cabeza con los brazos y me volví un ovillo en el piso mientras sentía como algo duro y frío golpeaba una y otra vez mis piernas, mis brazos y yo me rendía al dolor. Algo rasgaba mis pantalones con cada golpe. Mientras yo me hundía en la negrura.


Escuche muy lejanamente como se abría la puerta y gaston corría desesperadamente a detener a mi padre, mi tia gime entro detrás y me miro un segundo antes de correr a mi lado. Yo estaba conciente y deseando no estarlo.

Vi como mi padre se detenía en el momento que gaston llegaba a el y rindiéndose soltaba lo que tenia en la mano, con lo que me golpeaba, se alejo unos paso jadeando y se recostó de mi cama. Me recorrió con la vista y clavo sus ojos en los míos, me miro por segundos eternos y de repente un llanto doloroso broto de el, comenzó a negar con la cabeza y se acerco un poco a mi. Gastón se interpuso para que no siguiera acercándose.

- hija – susurro – hija – volvió a llamarme – que hice??? Que te hice?? – pregunto mas para si mismo.- cariño, oh dios mío lo siento.

Estaba demasiado débil para moverme y solo lo mire. Gaston con mucho cuidado me cargo con delicadeza, aun así el moviendo hizo que un calor abrazador me recorriera el cuerpo, me recostó en la cama besando mi frente.


- Oh cariño!! Que te hice??!! – volvió a hablar mi padre entre sollozos.

- Sal de aquí!! – hablo Gimena con la voz mas fria que alguna vez le escuche.

Mi padre se encamino lentamente hacía la puerta sin dejar de mirarme.

- jamás odie a nadie. – le dije en un susurro doloroso antes de que saliera, se dio la vuelta y me miro entre lagrimas – nunca logre hacerlo.

- Lose – susurro.

- Papa- lo llame con las ultimas fuerzas que me quedaban, me miro a los ojos – Te odio. Nunca te voy a perdonar por esto – susurre.

- Lose.

Me miro sin decir más y salio del cuarto mientras mi tia gimena me curaba las heridas y gaston besaba mi frente.

Pero las heridas no eran externas, eran internas y esas eran las peores.

Fin- flashbacks.


Regrese al presente y mis ojos estaban llenos de lágrimas. Mire al mismo hombre que ahora se encontraba sentado frente a mí y que antes me había causado tanto dolor. Di un paso hacía atrás.


Alzo la vista y volvió a mirarme como lo hizo esa noche, retrocedí otro paso, ya no le tenia miedo pero la herida no había sanado y no era el momento.


- es muy tarde para pedir disculpas – dije en voz baja.

- Me gustaría decir que te equivocas pero se que tienes razón – sus ojos se llenaron de lagrimas y una punzada me atravesó. – aun así – respiro hondo – Lo Siento hija.


Lo mire sin decir nada y di otro paso atrás, negué con la cabeza.


- pensé que estaba lista – dije mas para mi misma que otra cosa y el silencio se adueño de la habitación – ya no te odio – hable al final.

Una lágrima rodó por su mejilla.

- pero no estoy lista para perdonarte – di otro paso atrás y choque con la puerta.

Mi padre asintió con la cabeza y yo salí lo mas rápido que pude de se oficina, de su casa, de su vida.


Corrí a mi auto y espere a que mi respiración se calmara. Al llegar a mi casa, me di un baño de agua fría y me acosté. Esa noche tuve pesadillas.

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