Gaston tiene una sola razón para vivir: la venganza.
Una venganza que planeó durante los años pasados en prisión tras ser
traicionado por la mujer a la que amaba más que a su propia vida. Ella había
acabado con su mundo. Ahora él acabará con el suyo. Para
conseguirlo estará dispuesto a poner en riesgo su recientemente conseguida
libertad, la nueva vida que está forjando con esfuerzo y hasta el poco corazón
que ella le dejó y al que sólo siente latir cuando la tiene cerca…
¡Ámala, ámala,
ámala! Si te complace, ámala. Si te
hiere, ámala. Aunque te rompa el corazón, y a medida que envejezca y se
endurezca se te desgarrará más, ¡ámala, ámala, ámala!
Charles DICKENS grandes
esperanzas
Aún ardían las sábanas de su cama
cuando nos despedimos, y no me había parecido suficiente. Nada bastaba cuando
se trataba de ella. La amaba tanto, que hasta la vida le habría entregado tan
solo con que me lo hubiera pedido.
Pero
no lo hizo.
Prefirió
jugar a amarme cuando, en realidad, me preparaba para el sacrificio.
Jugó
a ser la mantis religiosa que seduce al macho. La que lo enamora, la que lo
enloquece hasta hacerse dueña de su voluntad, la que consigue que se deje
devorar mientras se aparean.
Solo
que yo nunca lo supe.
No
pude elegir. La necesitaba de tal manera, que de haberlo sabido tampoco habría
podido hacer nada para evitarlo. Una noche a su lado me aportaba más placer y más
vida que toda cuanta había tenido antes de que ella apareciera.
Hasta
esa tarde.
Esa
tarde la besé en la boca y deseé tenderla de nuevo sobre las sábanas revueltas.
La abracé acomodándola en mi pecho y hundí el rostro en su sedoso cabello. Le
dije que la amaba más que a nadie en el mundo. Le confesé que si algún día
llegaba a perderla, tan solo querría morir.
Nada
en sus gestos, nada en su voz, nada en sus besos me hizo sospechar que me había
traicionado. Nada podía hacerme imaginar que ya me había vendido. Iba hacia el
final que ella me había preparado y no vi nada, no sospeché nada.
Ahora
vivo en un cuerpo sin alma.
Ahora
vivo tan solo porque respirar no requiere de mi esfuerzo.
Ahora
vivo porque el dolor me destroza cada día pero nunca termina de matarme.
Ahora
vivo únicamente para volver a verla. Para arrancarle del pecho su corazón
despiadado y negro. Para precipitarla a la misma agonía que ella fraguó para mí.
Porque,
aun a mi pesar, ella continúa siendo la única razón de mi existencia.
Vos sabes perfectamente q no voy a descansar hasta q subas el primer capitulo... YAAAAA...
ResponderEliminarosea.... me re enganche y vos ni la primera palabra de la continuación adelantas... dale moniii tenes razon se ve prometedora.. espero (YA) el siguiente cap
YA CON LEER ESTO YA ME ENAMORO DE TU NOVE
ResponderEliminar