viernes, 27 de abril de 2012

Sentir que siente Capítulo 2


Capitulo 2

Aunque a Rocío le costo trabajo para poder hablar bien, le llevo casi un mes para poder hacerlo, ahora ya podía hablar pero le costaba hablar muchas palabras seguidas porque su garganta se lo impidió. Su doctor, Gastón, no le llevo nada para comer hasta ahora porque su garganta le impedía eso también. Tampoco le pregunto nada sobre ella ni de su familia porque no la quería esforzar a hablar, y Rocío tampoco le hablo de ellos ni pregunto donde estaba su familia. Le costo verla de ese estado, tan indefensa y prácticamente sola. Un mes y diez días desde que se despertó, así noto el doctor, Rochi ya estaba totalmente a salvo. Nadie no podía decir que de ese estado ella iba a empeorar ni volver al estado de coma, o peor, estar muerta. Y Gas entro a su cuarto para darle esas noticias alegres.
Gas: Como estas? – le pregunto cuando Rochi se despertó pero no le contesto, lo miro confusa sin hacer nada, como hacia siempre cuando se despertaba, esos momentos fueron lo mas duros y dolorosos para ella para hablar – Te pondrás bien… Escúchame, ya estas a salvo, date tiempo y todo volverá a ser como antes, si? – le acaricio la cara a Rochi que lo miro y movió su boca un poco
Rochi: Te… tengo ham... hambre – le comunico y Gas asintió con la cabeza y apretó un botón que había en la acomoda al lado de la cama de Rochi, segundos después entro una enfermera
XX: Necesita algo doctor?
Gas: Si, tráigame un poco de comida para la paciente – le pidió, la enfermera asintió y salio de la habitación
Rochi: Porque e… estoy acá? – le pregunto al doctor que la miro otra vez pero no le contesto
Gas: Ya te doy de comer, tranquila – le acaricio el pelo y le sonrió, no le podía contestar sus preguntas, no sabia que decirle cuando las hacia.
La enferma llego con una bandeja de comida que estaba cortada para pedacitos muy chiquitos para que ella pudiera tragarlas
XX: Señor, quiere que le haga de comer a la paciente? – le pregunto la enfermera mientras ponía la bandeja al lado del doctor arriba de la silla
Gas: No, de eso ya me encargo yo, gracias – le sonrió a la enfermera que lo miro confusa, el nunca le dio de comer a ningún paciente, la enfermera salio y Gas volvió a mirar a Rochi – Te ayudo a sentar – le saco la manta que le tapaba casi todo el cuerpo a Rochi y con mucho cuidado la levanto y la hico sentar con la espalda apoyada en la almohada que apoyaba contra la pared.
Ella no pronuncio ninguna palabra en ningún momento, comía todo lo que le daba Gastón sin decir nada ni mover absolutamente nada aparte de abrir la boca y tragar la comida. Eso a Gas le puso muy nervioso y confundido. Parecía que Rocío estaba vivía para comer en estos momentos. Lo cierto es que- realmente casi para lo único que hablo fue para pedir algo de comer o algo para beber. Cuando Gas se dio cuenta de ese detalle le dio mucho miedo, muchos pacientes que quedaban paralíticos de alguna forma no quisieron seguir estar vivos. Pero eso a Rochi no parecía que le importara, ella estaba totalmente seca de todo lo que se trataba de sentimientos. No decía si le dolía algo, no decía si estaba triste o alegre, casi no mantuvo una conversación seria con ninguno de los médicos que vinieron a revisarla. Parecía seca para todo lo que pasa.
Gas: Anda a dormir ahora, si? – dijo cuando termino de darle de comer, le recostó otra vez en la cama y la tapo con la manta
Rochi: Que va… va pasar mañana? – le pregunto con dificultad
Gas: Mañana vamos a empezar con tu rehabilitación – le acaricio la cara
Rochi: Te voy a ver… cuando me… me despierte? – Gas le sonrió y vio como sus ojos se encerraban de a poco
Gas: Seria lo primero que veras, te lo aseguro – le beso con ternura en la frente y vio como ella se quedo dormida, solo ahí pudo salir tranquilo de la habitación.

Y como prometió, el día siguiente cuando Rocío se despertó lo vio ahí, acariciándole el pelo. Después de comer un poco Gastón la llevo en una camilla para empezar la rehabilitación, quiso empezar primero con la cabeza, quiso que lo primero que ella pueda hacer seria mover la cabeza, el cuello al menos. En ella no vio ningún tipo de resiganacion en ningún momento, hico todo lo que le pedían hasta donde pudo y cuando ya no pudo hacer nada mas simplemente dejo de hacerlo, sin decir la razón, no se quejaba. Y eso a Gastón también le preocupo, y mucho.

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