martes, 31 de julio de 2012

Amor Escondido Epilogo





Epilogo



-Creía que no podía amarte más de lo que te amaba hace un año -murmuró Gaston roncamente con la cabeza apoyada en los pechos desnudos de Rochi-. Pero sí puedo -reconoció en­candilado, acariciando distraídamente el cálido muslo de Rochi después de hacer el amor 

Rochi se rio.

-¡A mí todavía me queda tanto amor!


La mano de Gaston se movió posesivamente por su cuerpo redondeado, y un pequeño movimiento de protesta contra su mano le dijo que al pequeño habi­tante no le gustaba que lo molestasen así.

-¿Crees que es niño o niña? -murmuró él, obser­vando maravillado esos pequeños movimientos bajo la sedosa piel.

En su sexto mes de embarazo, Rochi sabía que ese último año, siendo la esposa de Gaston en todos los sentidos, había sido el año más feliz de su vida. E igual que Gaston, su amor por él se había intensificadoLo miró, acariciándole dulcemente su pelo Rubio.


-Niños o niñas, plural —le sugirió roncamente.
-Yo no... -Gaston se interrumpió, mirándola repentinamente-. ¿Rochi...? -dijo con incertidumbre mientras ella le dirigía una radiante sonrisa.
-¡El médico me ha hecho otra ecografía y parece que son dos bebés, no uno! -le dijo a Gaston con entu­siasmo.
-¿Dos? -repitió él, tragando saliva-. Pero yo... tú...
Ella se rio ante su expresión de asombro.
-No te sorprendas tanto, Gaston; yo soy gemela, después de todo. Y mi madre también lo era.


Rochi se giró, de manera que los dos quedaron mirándose el uno al otro con la cabeza en la almo­hada.


-¿Te importa, Rochi? Dos bebés -Gaston sacudió la cabeza aturdido ante la evidencia.
-¿Y a ti? -replicó ella con indulgencia.
-¡Demonios, no! -la estrechó entre sus brazos-. ¡No puedo imaginar nada más maravilloso que dos niñas iguales que su madre!
-O dos niños iguales que su padre -señaló ella alegremente.
-Alai va a tener que esforzarse mucho con dos primos -Gaston se rio.


Alai los visitaba regularmente, así como sus padres. Eugenia y Peter parecían haber madurado durante ese año de matrimonio. Aunque Alai, con casi catorce meses, era la que mandaba en la fami­lia, y la vida de sus padres giraba en torno a ella más que en torno a sí mismos. ¡Lo que probablemente estaba muy bien!


-Los va a querer mucho -dijo Rochi con cer­teza.
-Y yo -admitió Gaston-. Pero no tanto como te amo a ti, Rochi.
-O yo a ti -repitió Rochi con dulzura.


Y su familia se completó dos meses después cuando, sin previo aviso y ligeramente prematuros, nacieron sus dos hijos idénticos...

                    
Fin

*Mafe*

3 comentarios:

  1. AME ESTA NOVELA MAFE!!!.. RELAMENTE LA AME!!!

    ResponderEliminar
  2. No que buen final le dicte Mafe me encanto....
    Dos gemelos rubios y hermosos!!

    ResponderEliminar
  3. Soy Lu.. me ENCANTO'.. sos grosa lindaaa! besos <3

    ResponderEliminar