— ¿Cómo? ¿Por qué pagaría un hombre por eso? Además, un
multimillonario ruso no ofrecería el matrimonio a una don nadie.
..........................................
—Devuelve el dinero —declaró con vehemencia—. No puedes
casarte con un hombre al que ni siquiera conoces.
...........................................
—No, claro que ya no puedo casarme con él. ¡Estoy embarazada
de Nicolás! Y por si fuera poco, quiere que nos casemos antes de dos semanas.
...........................................
—Sólo hay una solución. Tienes que casarte con el ruso,
Rocío: porque si no te casas, no tendré más remedio que abortar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario