Lali abrió la puerta
antes de que lográramos llegar a la parte superior y sonrió.
—Mírense ustedes
dos. Si yo no los conociera mejor…
—Olvídalo, La. —dijo
Peter desde el sofá.
Lali sonrió como si
ella hubiera dicho demasiado, y luego abrió aún más la puerta, para que
pudiéramos pasar. Gaston se desplomó contra el sillón reclinable. Grité cuando
se recostó sobre mí.
—Estás terriblemente
alegre esta noche, Gas. ¿Qué lo ocasiona? —Lali apremió.
Me incliné para ver
su rostro. Nunca lo había visto tan contento.
—Acabo de ganar una
gran cantidad de dinero, La. Dos veces lo que pensé que ganaría. ¿Por qué no
estaría feliz?
Lali sonrió. —No, es algo más. —dijo, viendo como la mano de
Gaston acariciaba mi pierna. Ella tenía razón; él estaba diferente. Había un
aire de paz a su alrededor, casi como si algún tipo de nueva alegría se hubiera
establecido en su alma.
—La. —advirtió Peter.
—Bien, hablaré
acerca de algo más. ¿No te invitó Pablo a la fiesta este fin de semana, Rochi?
La sonrisa de Gaston
desapareció y se giró hacia mí, esperando una respuesta.
— ¿Er…si? ¿No vamos
a ir todos?
—Allí estaré. —dijo Peter,
distraído por la televisión.
—Y eso significa que
yo voy. —sonrió Lali, mirando expectante a Gaston.
Gaston me miró por
un momento y luego dio un codazo a mi pierna. — ¿Él va a pasar a recogerte o
algo?
—No, sólo me dijo
sobre la fiesta.
La boca de Lali se
extendió en una sonrisa maliciosa, casi meciéndose en anticipación. —Aunque
dijo que él podría verte allí. Es muy lindo.
Gaston le lanzó una
mirada irritada a Lali y luego me miró. — ¿Irás?
—Le dije que lo
haría. —Me encogí de hombros—. ¿Tú?
—Sí. —dijo sin
vacilar.
La atención de Peter
se dirigió a Gaston entonces. —La semana pasada dijiste que no irías.
—Cambié de parecer, Pet,
¿Cuál es el problema?
—Nada. —murmuró,
retirándose a su dormitorio.
Lali frunció su ceño
hacia Gaston. —Tú sabes cuál es el problema —dijo—. ¿Por qué no dejas de
volverlo loco y sólo acabas con eso? —Se unió a Peter en su habitación y sus
voces fueron reducidas a murmullos detrás de la puerta cerrada.
—Bueno, me alegro de
que todos los demás lo sepan. —dije.
Gaston se levantó.
—Voy a tomar una ducha rápida.
— ¿Sucede algo con
ellos? —Le pregunté.
—No, él sólo está
paranoico.
—Es debido a
nosotros. —adiviné. Los ojos de Gaston se iluminaron y asintió.
— ¿Qué? —Pregunté, viéndolo sospechosamente.
—Tienes razón. Es
por nosotros. No te duermas, ¿Está bien? Quiero hablarte acerca de algo.
Caminó hacia atrás
unos pasos y desapareció detrás de la puerta del baño. Retorcí mi pelo en mi
dedo, dándole vueltas a la manera en que enfatizó la palabra nosotros y
la mirada en su rostro cuando la había dicho. Me preguntaba si de hecho se
había equivocado, y si finalmente yo era la única que consideraba que Gaston y
yo sólo éramos amigos.
Peter salió
abruptamente de su habitación, y Lali corrió tras él. — ¡Pet, no lo hagas! —Le
rogó.
Él miró atrás, a la
puerta del baño, y luego a mí.
El volumen de su voz
era bajo, pero enojado. —Lo prometiste, Rochi. Cuando te dije que tuvieras
juicio. ¡No me refería a que ustedes dos se involucraran! ¡Pensé que sólo eran
amigos!
—Lo somos. —dije,
aturdida por su ataque sorpresa.
—No. ¡No lo son!
—dijo furioso.
Lali tocó su hombro.
—Bebé, te dije que estará bien.
Retiró su agarre. —
¿Por qué presionas esto, La? ¡Te dije lo que va a suceder!
Ella agarró su
rostro con ambas manos. — ¡Y yo te dije que no lo haré! ¿No confías en mí?
Peter suspiró,
mirándola a ella, a mí, y luego se fue pisando fuerte a su habitación.
Lali de dejó caer en
el sillón reclinable junto a mí y bufó. —Simplemente no puedo conseguir meterle
en la cabeza que si Gaston y tú funcionan o no lo hacen, no nos afecta. Pero él
no me cree.
— ¿De qué estás
hablando, La? Gaston y yo no estamos juntos. Sólo somos amigos. Lo escuchaste
temprano… él no está interesado en mí de esa manera.
— ¿Escuchaste eso?
—Bueno, sí.
— ¿Y lo crees?
Yo me encogí de
hombros. —No importa. Nunca podrá ocurrir. Me dijo que él no me ve así, le
tiene fobia al compromiso, sería difícil para mí encontrar una chica aparte de
ti con la que él no ha dormido, y no puedo aguantar sus cambios de humor. No
puedo creer Pet piense lo contrario.
—Porque no sólo él
conoce a Gaston… él ha hablado con Gaston, Rochi.
— ¿Qué quieres decir?
— ¿La? —Peter la
llamó desde el dormitorio.
Lali suspiró. —Eres
mi mejor amiga. Creo que te conozco mejor de lo que tú te conoces a veces. Los
veo juntos, y la única diferencia entre Pet y yo, y Gaston y tú, es que
nosotros tenemos sexo. ¿Aparte de eso? No hay diferencia.
—Hay una enorme diferencia.
¿Pet trae diferentes chicas a la casa cada noche? ¿Vas a ir a la fiesta mañana
para salir con un chico con claras citas potenciales? Sabes que no me puedo
involucrar con Gaston, La. Ni siquiera sé por qué lo estamos discutiendo.
La expresión de Lali
se convirtió en decepción. —No estoy viendo cosas, Rochi. Has pasado casi cada
momento con él durante el último mes. Admítelo, tienes sentimientos por él.
—Supéralo, La. —dijo
Gaston, apretando su toalla alrededor de su cintura.
Lali y yo saltamos
al sonido de la voz de Gaston, y cuando mis ojos encontraron los suyos, pude
ver que la felicidad se había ido. Caminó por el pasillo sin decir otra
palabra, y Lali me miró con una expresión triste.
—Creo que estás
cometiendo un error. —susurró—. No necesitas ir a esa fiesta para encontrar un
chico, tienes uno que está loco por ti aquí. —dijo, dejándome sola.
Me mecí en el sillón
reclinable, todo lo que había sucedido en la semana pasada se reprodujo en mi
mente. Peter estaba enfadado conmigo, Lali estaba decepcionada en mí, y Gaston…
había pasó de ser la persona más feliz que nunca había visto, a estar tan
ofendido que no hablaba. Estaba demasiado nerviosa para subirme a la cama con
él, estuve mirando el reloj cambiar minuto a minuto.
Había pasado una
hora cuando Gaston salió de su habitación y se dirigió al final del pasillo.
Cuando rodeó la esquina, esperaba que él me pidiera que fuera a la cama, pero
él iba vestido y tenía las llaves de su motocicleta en su mano. Sus gafas de
sol escondían sus ojos, y puso un cigarrillo en su boca antes de agarrar el
pomo de la puerta.
— ¿Saldrás? —Le
pregunté, sentada—. ¿A dónde vas?
—Fuera. —dijo,
abriendo la puerta, y luego azotándola detrás de él.
Me volví a recostar
en el sillón y lancé un resoplido. De alguna manera me había convertido en el
villano y no tenía ni idea de cómo había logrado llegar aquí.
Cuando el reloj
sobre la televisión señaló las dos de la mañana, finalmente renuncie y fui a la
cama. El colchón era solitario sin él, y la idea de llamar a su celular se
mantuvo arrastrándose por mi mente. Casi me había
quedado dormida cuando la motocicleta de Gaston entró en el
estacionamiento. Dos puertas de automóviles se cerraron poco después, y luego
varios pares de pasos subieron las escaleras. Gaston luchó con la cerradura, y
luego abrió la puerta. Él se rió y dijo algo entre dientes y entonces escuché
voces femeninas, no una, sino dos. Sus risas fueron interrumpidas por el sonido
distintivo de besos y gemidos. Mi corazón se hundió, e instantáneamente estuve
enfadada por sentirme de esa manera. Mis ojos se cerraron cuando una de las
chicas chilló y entonces estuve segura de que el sonido siguiente fue el de
ellos tres desplomándose en el sofá.
Consideré pedirle a Lali
sus llaves, pero la puerta de Peter estaba directamente a la vista del sofá, y
mi estómago no era lo suficientemente fuerte para ser testigo de la imagen que
venía junto con los ruidos en la sala de estar. Enteré mi cabeza bajo la
almohada y luego cerré mis ojos cuando se abrió la puerta. Gaston caminó a través
de la habitación, abrió el cajón superior mesilla de noche, tomó unos condones,
y luego, cerró el cajón y corrió por el pasillo. Las chicas se rieron por lo
que pareció ser una media hora, y luego todo estuvo silencioso.
Segundos más tarde,
gemidos y gritos llenaron el apartamento. Sonaba como si una película
pornográfica estuviera siendo filmada en la sala de estar. Cubrí mi rostro con
mis manos y sacudí la cabeza. Donde fuera que estuvieran las líneas que habían
estado borrosas o desapareciendo en la última semana, habían surgido un
impenetrable muro de piedra en su lugar. Sacudí mis ridículas emociones,
obligándome a relajarme. Gaston era Gaston, y éramos, sin duda, amigos, y sólo
amigos.
El griterío, y otros
ruidos nauseabundos se acabaron después de una hora, seguidos de quejas y
murmuraciones por parte de las mujeres, después de ser despedidas. Gaston se
dio una ducha y luego se desplomó en su lado de la cama, dándome la espalda.
Incluso después de su ducha, olía como si hubiera bebió suficiente whisky para
sedar a caballo, y yo estaba lívida de saber que él había manejado su
motocicleta a casa en ese estado.
Después de que
desapareció la incomodidad, y la ira se debilitó, aún no podía dormir. Incluso
cuando las respiraciones Gaston fueron profundas, me senté a mirar el reloj. El
sol iba a salir en menos de una hora. Retiré las cobijas de mí, caminé por el
pasillo y tomé una manta del gabinete de la sala. La única prueba del trío de
Gaston eran dos paquetes de preservativos vacíos en el suelo. Pasé sobre ellos
y me dejé caer sobre el reclinable. Cerré mis ojos.
Cuando los volví a
abrir, Lali y Peter estaban sentados tranquilamente en el sofá mirando una muda
televisión. El sol había iluminado el apartamento y me estremecí cuando mi
espalda se quejó por cualquier intento de movimiento.
La atención de Lali fue rápidamente a mí. — ¿Rochi? —dijo,
corriendo a mi lado. Me miró con ojos cautelosos. Ella estaba esperando enojo,
o lágrimas o algún otro arrebato de carga emocional.
Peter lucía
miserable. —Lamento lo de anoche, Rochi. Esto es mi culpa.
Sonreí. —Está bien, Pet.
No tienes que pedir disculpas.
Lali y Peter
compartieron una mirada y luego ella agarró mi mano. —Gaston fue a la tienda.
Él está…ugh, no importa como está. Empaqué tus cosas y te llevaré a los
dormitorios antes de que él esté en casa, así no tendrás que lidiar con él.
No fue hasta ese
momento que me dieron ganas de llorar; Estaba sido echada. Luché para mantener
mi voz suave antes de hablar. — ¿Tengo tiempo para tomar una ducha?
Lali sacudió su
cabeza. —Sólo vámonos, Rochi, no quiero que tengas que verlo. Él no merece que…
La puerta se abrió
de golpe, y Gaston entró caminando, con los brazos llenos de bolsas de
comestibles. Caminó directamente a la cocina, trabajando frenéticamente para
meter las latas y cajas en los gabinetes.
—Cuando Pajarita se
despierte, hágamelo saber, ¿Vale? —dijo, en una voz suave—. Traje espagueti,
mezcla para panqueques, y fresas, y esa avena de mierda con los paquetes de chocolate,
y a ella le gusta el cereal, ¿Verdad, La? —Preguntó, dándose la vuelta.
Cuando me vio, se
congeló. Después de una pausa incómoda, su expresión se derritió y su voz era
suave y dulce. —Hola, Pajarita.
Yo no podía haber
estado más confundida si hubiera despertado en un país extranjero. Nada tenía
sentido. Al principio pensé que había sido botada y Gaston llega con bolsas
llenas de mi comida favorita.
Dio unos pasos hacia
la sala, metiendo nerviosamente sus manos en los bolsillos. — ¿Tienes hambre, Pajarita?
Voy a hacerte algunos panqueques. O hay uh… hay avena. Y he conseguido alguna
de esa mierda espumosa rosa con la que las chicas se afeitan y una secadora de
pelo y… a…. un momento, está aquí. —dijo, corriendo a la habitación.
La puerta se abrió y
se cerró, y luego dio vuelta a la esquina, el color había abandonado su rostro.
Tomó una respiración profunda y juntó sus cejas. —Tus cosas están empacadas.
—Lo sé. —dije.
—Te vas. —dijo,
derrotado.
Miré a Lali, quien miraba a Gaston con ira, como si ella
quisiera matarlo. — ¿Realmente esperabas que ella permaneciera aquí?
—Bebé —susurró Peter.
—No me provoques, Pet.
No te atrevas a defenderlo de mí. —Lali explotó.
Gaston parecía
desesperado. —Lo siento tanto, Pajarita. Ni siquiera sé qué decir.
—Vamos, Rochi. —dijo
Lali. Se levantó y tiró de mi brazo.
Gaston dio un paso,
pero Lali lo apuntó con su dedo. — ¡Dios, ayúdame, Gaston! ¡Si intentas
detenerla, te empaparé en gasolina y prenderé fuego mientras duermes!
—Lali. —dijo Peter,
sonado un poco desesperado. Pude ver que él estaba dividido entre su primo y la
mujer que amaba, y me sentí terrible por él. La situación era exactamente como
la que él había estado tratando de evitar todo el tiempo.
—Estoy bien.
—dije, exasperada por la tensión en la sala.
— ¿A qué te refieres
con que estás bien? —preguntó Peter, casi esperanzado.
Rodé mis ojos.
—Gaston trajo mujeres a casa del bar anoche, ¿Y qué?
Lali parecía preocupada.
—Uh, Rochi. ¿Estás diciendo que estás bien con lo que pasó?
Los miré a todos.
—Gaston puede traer a casa a quien quiera. Es su apartamento.
Lali me miró como si
hubiera perdido la cabeza, Peter estaba al borde de una sonrisa y Gaston
parecía peor que antes.
— ¿Tú no empacaste
sus cosas? —preguntó Gaston.
Sacudí la cabeza y
miré el reloj; pasaban de las dos de la tarde. —No, y ahora voy a tener que
desempacar todo. Todavía tengo que comer, ducharme y vestirme… —dije, caminando
hacia el baño. Una vez que cerré la puerta detrás de mí me recosté contra ella
y me se deslicé hasta el suelo. Estaba segura de que había hecho enojar a Lali
más allá de poder reconciliarnos, pero le hice una promesa a Peter y tenía la
intención de mantener mi palabra.
Un suave golpe en la
puerta se escuchó encima de mí. — ¿Pajarita? —dijo Gaston.
— ¿Sí? —dije,
tratando de sonar normal.
— ¿Te vas a quedar?
—Puedo irme si
quieres que lo haga, pero una apuesta es una apuesta.
La puerta vibraba a causa de los suaves golpes que Gaston le
daba con su frente. —No quiero que te vayas, pero no te culparía si lo
hicieras.
— ¿Estás diciendo
que estoy liberada de la apuesta?
Hubo una larga
pausa. —Si digo que sí, ¿Te irás?
—Bueno, sí. Yo no
vivo aquí, tonto —dije, forzando una pequeña risa.
—Entonces no, la
apuesta sigue en pie.
Miré hacia arriba y
sacudí la cabeza, sintiendo como las lágrimas hacían que me ardieran los ojos.
No tenía idea de por qué estaba llorando, pero no podía detenerlo.
— ¿Puedo tomar una
ducha, ahora?
—Sí… —Suspiró.
Escuché los zapatos
de Lali entrar en la sala y pasando fuerte junto a Gaston. —Eres un bastardo
egoísta. —Gruñó, azotando la puerta de Peter tras de ella.
Me levanté del
suelo, abrí la llave de la regadera y luego me desnudé, tirando de la cortina
detrás de mí.
Después de otro
golpe en la puerta, Gaston aclaró su garganta. — ¿Pajarita? Traje algunas de
tus cosas.
—Sólo déjalas en el
lavamanos. Yo me encargo.
Gaston entró y cerró
la puerta detrás de él. —Estaba enojado. Te escuché escupirle todo lo que está
mal conmigo a Lali y me enfureció. Sólo quería salir, y tomar unas copas, y
tratar de entender algunas cosas, pero antes que lo supiera, estaba borracho y
esas chicas… —Hizo una pausa—. Me desperté esta mañana y no estabas en la cama,
y cuando te encontré en el sillón reclinable y vi los paquetes en el piso, me
sentí enfermo.
—Simplemente podrías
haberme preguntado en lugar de gastar todo ese dinero en el supermercado para
sobornarme para quedarme.
—No me importa el
dinero, Pajarita. Tenía miedo de que te fueras y nunca me hablaras de nuevo.
Me estremecí ante su
explicación. No me había detenido a pensar en cómo le haría sentir el oírme
hablar sobre lo mal que él estaba para mí, y ahora la situación estaba
demasiado desordenada para salvarla.
—No quise herir tus
sentimientos. —dije, parada bajo el agua.
—Sé que no lo
hiciste. Y sé que no importa lo que diga ahora, porque jodí todo… como siempre
lo hago.
— ¿Gas?
— ¿Sí?
bien?
Esperé durante un
minuto completo, hasta que finalmente tomó una respiración profunda y habló.
—Sí, está bien. —dijo, cerrando la puerta detrás de él. adaptacion Jmcguire

me encantaaaaaaaa esta novee! es geniial
ResponderEliminarme encantoo!!!
ResponderEliminarbien larguito el cap!!!
espero el próximo capitulo!
ahhhh me encanta la novela de verdad subi rapido muy mal k izo gas no entiendo como lo puede arruinar todo aun k pobre esta sufriendo estan los dos asta las manos y no se dan cuenta subi pronto capitulo xfa besossss
ResponderEliminarme gusta mucho la nove!!!!
ResponderEliminarsube el otro cap prontooo
esta novela esta genial!!cada capitulo esta mejor
ResponderEliminarSe fue al carajo mal Gaston, es un patetico pero posta, pero pobrecito, igual me parecio bien la actitud de Lali, no entiendo como Rochi lo perdono, espero que puedan hablar bien y todo eso, otro quiero otro.
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