Para leer el capítulo hacé click en leer más...
Cap 41
— ¿Por qué no? ¿Es que hay alguna ley contra la virginidad? —contraatacó Rocío , verdaderamente avergonzada.
Gastón se había quedado quieto, helado. Creía que se había casado con una mujer de mundo que no le daría sorpresas, pero se había equivocado por completo. Ahora entendía su prepensión a ruborizarse y las señales contradictorias que le enviaba cuando estaban juntos. Era virgen. No se había acostado con ningún otro hombre.
— ¿Quieres que me detenga?
—No, no quiero que te detengas...
Gastón suspiró, aliviado, y empezó a moverse otra vez, pero con delicadeza, haciendo esfuerzos por controlar su deseo. Estaba decidido a superar las expectativas que Rocío pudiera tener
para su primera relación sexual.
Sus movimientos, lentos al principio, la volvieron loca de deseo. No podía controlar lo que sentía. Gastón aumentó el ritmo poco a poco, alimentando su necesidad hasta que de repente, Rocío alcanzó el clímax y sintió ola tras ola de placer, entre convulsiones. Sólo entonces, él se dejó llevar y disfrutó del orgasmo más largo e intenso de su vida.
Un segundo más tarde, Gastón se asustó al pensar que no se había puesto un preservativo. Se había casado con Rocío para que le diera un hijo, pero sus prioridades habían cambiado de tal forma que no quería dejarla embarazada tan pronto, antes de que pudieran disfrutar a fondo de su relación.
Se apartó de Rocío, se tumbó de lado y le pasó un brazo alrededor del cuerpo.
—Bihla chudyesna*... Ha sido maravilloso —dijo, mientras le daba un beso en la mejilla—. Pero me temo que deberíamos volver a la fiesta. Los invitados nos echarán de menos.
Rocío se sintió tan mortificada al recordar lo de la fiesta que se levantó de la cama a toda prisa; pero cayó en la cuenta de que no tenía más ropa para ponerse que las braguitas y el sostén y
tiró de la sábana con violencia, para enrollársela alrededor del cuerpo. Gastón la miró con humor.
—Lo que se oculta, siempre resulta más fascinante —murmuró él con voz suave—. Y bastante más tentador para un hombre como yo que una faldita corta y un escote generoso...
—Tentarte a ti es lo último que pretendo —espetó.
Con sus ojos brillantes, su cabello revuelto y la barba que empezaba asomar en su mandíbula y a enfatizar la forma de su boca, Gastón le pareció una especie de dios pagano, enormemente bello y magnético. Rocío lo odió por eso y se odió a sí misma por haberse entregado a él en la primera ocasión, pero pensó que de Gastón Dalmau no podía esperar otra cosa; a fin de cuentas era un tiburón de los negocios, un hombre famoso por ser imprevisible y por aprovechar cualquier oportunidad que se le presentara.
— ¿Te he hecho daño? —preguntó él.
Rocío se ruborizó.
—No quiero hablar de eso. No voy a hablar de lo que ha pasado en esa cama... ¿Para qué? No volverá a ocurrir —afirmó.

me encanta esta nove la amo!
ResponderEliminarBueh, al parecer Gaston ya empezo a mostrar un poco de afecto hacia Ro, aunque lo que sienta ahora por ella solo es placer o que se yo JAJAJA. Pero fue muy tierno el momento, fue akjhsjahgsh, y Rochi media cabeza dura pero es logico quedo con vergüenza, quiero el proximo.
ResponderEliminarBueno, al final fue todo un tierno Gas♥... Aunque ro es media terca!jajajaja.. espero el proximo!! :)
ResponderEliminar