Pajarita
— ¿Te gusta?
—Preguntó.
— ¿Tienes mi nombre
tatuado en tu muñeca? —Dije las palabras, pero no sonaba como mi voz. Mi mente
se extendía en todas las direcciones, pero incluso así, me las arreglé para
hablar con un tono calmado.
—Sí —dijo, besando
mi mejilla mientras yo miraba con incredulidad la tinta permanente en su piel.
—Traté de hacerle
entrar en razón Rochi. Él no ha hecho nada loco por un tiempo. Creo que estaba
teniendo síntomas de la abstinencia —dijo Peter sacudiendo su cabeza.
— ¿Qué te parece?
—Preguntó Gaston.
—Deberías haberle
consultado antes, Gas —dijo Lali, sacudiendo la cabeza y cubriendo su boca con
sus dedos.
— ¿Preguntarle qué?
¿Si podía hacerme un tatuaje? —Frunció el ceño, volviéndose hacia mí—. Te amo.
Quiero que todos sepan que soy tuyo.
Me moví
nerviosamente.
—Eso es permanente
Gaston.
—Al igual que nosotros —dijo, tocando mi mejilla.
—Muéstrale el resto,
—dijo Peter.
— ¿El resto?
—Dije bajando la mirada hacia su otra muñeca.
Gaston se levantó,
tirando hacia arriba de su camisa. Sus impresionantes abdominales se estiraban
y se contraían con el movimiento. Gaston se volteó, y en su costado había otro
tatuaje fresco extendido a lo largo de sus costillas.
— ¿Qué es eso?
—Pregunté, mirando de soslayo los símbolos verticales.
—Es hebreo —Gaston
sonrió.
— ¿Qué significa?
—Dice, ―Pertenezco
a mi amada, y mi amada me pertenece.
Mis ojos se
encontraron con los suyos.
— ¿No estabas contento
con un tatuaje, así que te hiciste dos?
—Es algo que siempre
dije que me iba a hacer cuando conociera a La Indicada. Te conocí… así que fui
y me hice los tatuajes, —su sonrisa se desvaneció cuando vio mi expresión—.
¿Estás enojada, no? —dijo tirando hacia abajo su camisa.
—No estoy enojada.
Yo sólo… esto es un poco abrumador.
Peter atrajo a Lali
a su costado con un brazo.
—Acostúmbrate,
Rochi. Gaston es impulsivo y va siempre con todo. No creo que esto se acabe
hasta que consiga ponerte un anillo en el dedo.
Las cejas de Lali se
dispararon primero hacia mí y luego hacia Peter.
— ¿Qué? ¡Pero
si acaban de empezar a salir!
—Creo… creo que
necesito un trago —dije, caminando hacia la cocina.
Gaston se echó a
reír, mirándome a través de los gabinetes.
—Él estaba
bromeando, Pajarita.
— ¿Lo estaba?
—Preguntó Peter.
—Él no estaba
hablando sobre un tiempo de corto plazo —dijo Gaston. Se volteó hacia Peter y
se quejó—. Muchas gracias, imbécil.
—Tal vez ahora dejes
de hablar de eso —Peter sonrió.
Me serví un trago de
whisky en un vaso y tiré mi cabeza hacia atrás, tomándolo todo de un trago. Mi
rostro se comprimió mientras el líquido quemaba bajando por mi garganta.
Gaston me rodeó
gentilmente con sus brazos la cintura desde atrás.
—No te estoy proponiendo, Pajarita. Son sólo tatuajes.
—Lo sé —dije
asintiendo mientras me servía otro trago.
Gaston me quitó la
botella y le puso la tapa, metiéndola de nuevo en el gabinete. Cuando no me di
la vuelta, él giró mis caderas para ponerme frente a él.
—De acuerdo. Tuve
que habértelo mencionado antes, pero decidí comprar el sofá y luego una cosa
llevó a la otra. Me emocioné.
—Esto es muy rápido
para mí, Gaston. Mencionaste lo de vivir juntos, te marcaste con mi nombre,
me estás diciendo que me amas… todo esto es muy… rápido.
Gaston frunció el
ceño.
—Te estás alterando.
Te dije que no te alteraras.
— ¡Es difícil no
hacerlo! ¡Te enteraste sobre mi papá y todo lo que sentías antes se había
ampliado!
— ¿Quién es tu papá?
—Preguntó Peter, claramente molesto por no saber nada. Cuando no le hice caso,
suspiró—. ¿Quién es su papá? —Le preguntó a Lali.
Lali sacudió su
cabeza con desdén.
La expresión de
Gaston cambió con disgusto.
—Mis sentimientos
por ti no tienen nada que ver con tu papá.
—Vamos a ir a esta
fiesta de parejas mañana. Se supone que es una gran cosa donde vamos a anunciar
nuestra relación o algo, ¡Y ahora tú tienes mi nombre en tu brazo y este
proverbio hablando de cómo nos pertenecemos! ¿Es loco, de acuerdo? ¡Estoy
alterada!
Gaston agarró mi
rostro y plantó su boca en la mía, y luego me levantó del suelo, colocándome en
el mostrador.
Su lengua pidió
entrar en mi boca, y cuando le dejé, gimió.
Sus dedos excavaron
en mis caderas, trayéndome más cerca.
—Eres tan
jodidamente caliente cuando te enojas —dijo contra mis labios.
—Está bien
—respiré—, estoy calmada.
Él sonrió, contento
de que su plan de distracción haya funcionado.
—Todo sigue siendo
lo mismo, Pajarita. Seguimos siendo sólo tú y yo.
—Ustedes dos están
locos —dijo Peter, sacudiendo su cabeza. Lali golpeó juguetonamente su hombro.
—Rochi también
compró algo para Gaston hoy.
— ¡Lali! —le regañé.
— ¿Encontraste un
vestido? —me preguntó sonriendo.
—Sí —envolví mis
piernas y brazos alrededor suyo—. Mañana va a ser tu turno de enloquecer.
—Estoy esperando
ansioso por eso —dijo, sacándome del mostrador. Saludé a Lali con la mano
mientras Gaston me llevaba por el pasillo.
El viernes después
de clases, Lali y yo pasamos la tarde en el centro, arreglándonos y disfrutando.
Nos hicimos la manicura y la pedicura, nos depilamos, bronceamos nuestra piel y
nos arreglamos el cabello. Cuando volvimos al apartamento, cada espacio había
sido cubierto por ramos de rosas. Rojas, rosadas, amarillas y blancas—parecía
una florería.
— ¡Oh Dios mío!
—Chilló Lali cuando entró por la puerta.
Peter miró a su
alrededor, luciendo orgulloso.
—Fuimos a comprar
flores, pero ninguno de los dos pensó que un solo ramo sería suficiente.
Abracé a Gaston.
—Ustedes son… son increíbles,
chicos. Gracias.
El palmeó mi
trasero.
—Treinta minutos
para la fiesta, Pajarita.
Los chicos se
vistieron en la habitación de Gaston mientras nosotras nos deslizábamos en
nuestros vestidos en el cuarto de Peter. Justo mientras me colocaba mis tacones
plateados, alguien golpeó la puerta.
—Hora de irnos,
señoritas —dijo Peter.
Lali salió y Peter
silbó.
— ¿Dónde está ella?
—Preguntó Gaston.
—Rochi está teniendo
algunos problemitas con sus zapatos. Saldrá en un segundo —Lali explicó.
— ¡El suspenso me
está matando, Pajarita! —Gritó Gaston.
Salí jugueteando con
mi vestido mientras Gaston se paraba enfrente de mí, inexpresivo.
Lali le pegó un
codazo y el pestañeó.
—Santo cielo.
— ¿Estás listo para
enloquecer? —Preguntó Lali.
—No estoy
enloqueciendo, ella luce increíble —dijo Gaston.
Sonreí y luego,
lentamente, me di la vuelta para mostrarle la caída pronunciada de la tela en
la parte trasera del vestido.
—Bien, ahora estoy
enloqueciendo —dijo, acercándose a mí y haciéndome dar una vuelta.
— ¿No te gusta? —Le
pregunté.
—Necesitas una
cazadora —corrió al perchero y luego a toda prisa cubrió mis hombros con el
abrigo.
—Ella no puede
vestir eso toda la noche, Gas —se rió Lali.
—Te ves hermosa,
Rochi —dijo Peter como una disculpa por el comportamiento de Gaston.
La expresión de
Gaston se veía dolida mientras hablaba.
—Te ves hermosa. Te
ves increíble… pero no puedes vestir eso. Tu falda es… wow, tus piernas son…
¡tu falda es demasiado corta y es sólo la mitad de un vestido! ¡Ni siquiera
cubre tu espalda!
No pude evitarlo,
pero sonreí.
—Esa es la forma en
que está hecho, Gaston.
— ¿Ustedes dos viven
para torturarse el uno al otro? —Peter frunció el seño.
— ¿No tienes un
vestido más largo? —Preguntó Gaston.
Miré hacia abajo.
—En realidad es
bastante modesto en el frente. Es solamente en la espalda donde muestra mucha
piel.
—Pajarita —hizo una
mueca con sus siguientes palabras—, no quiero que te enojes, pero no puedo
llevarte a la casa de mi fraternidad luciendo así. Me voy a meter en una pelea
en los primeros cinco minutos que estemos ahí, cariño.
Me incliné hacia
arriba con las puntas de mis pies y besé sus labios.
—Tengo fe en ti.
—Esta noche va a
apestar. —se quejó.
—Esta noche va a ser
fantástica —dijo Lali, ofendida.
—Simplemente piensa
en lo fácil que va a ser sacármelo más tarde —dije, besando su cuello.
—Ese es el problema. Todos lo demás chicos ahí estarán
pensando la misma cosa.
—Pero tú serás el
único que va a averiguarlo, —murmuré. Él no respondió así que me eché hacia atrás
para evaluar su expresión.
— ¿De verdad quieres
que me cambie?
Gaston escaneó mi
rostro, mi vestido, mis piernas y luego exhaló.
—No importa qué
vistas, eres preciosa. Debería acostumbrarme a eso ahora, ¿verdad? —me encogí
de hombros y él sacudió su cabeza—. Muy bien, ya es tarde. Vamos.
Me acurruqué junto a
Gaston en busca de su calor mientras caminábamos del coche a la casa Sigma Tau.

Me muero los tatuajes que se hizo Gas que lindo que se tatue el nombre de Ro en el brazo,ame este capitulo!!
ResponderEliminarGaston esta un poco emocionado, pero bueno jajaja, yo hubiera reaccionado como Rochi, posta. Hasta ahora todo viene bien, me gusta, son muy tiernos juntos, quiero ver que pasa ahora, no se vayan a pelear, digo, por el vestido de Rochi. Quiero mas!
ResponderEliminarGaston esta loco, pero es un tierno! Me encanta como la besa y se le va todo skfj ojala no pase nada malo en la fiest!
ResponderEliminarLO AME DIVINO GASTI CON ESE TATO Y ELLA CON ESE VESTIDO POBRE GAS LO VA A MATAR JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ ESPERO EL PROXIMO
ResponderEliminarAy ay que lindoos..! Me matan.. Los celos de Gas ya son algo habitual jaja en cada novela tienen que aparecer :) Rochi es DIOSA, me la imagine con el vestido y todo jaja Me encantan estos dos, espero que todo siga asi de bien , pero seguro q como en toda novela se vendran las peleas y eso jajjaa Los de los tatuajes jajaa genial.. Lo que daria yo por tenerlo a Gaston asi de enmorado jaja Quiero mas capitulooooooooos
ResponderEliminarsubi el proximo porfis!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarlo espero, no tardes tanto en subir...
me encanta la nove y quiero saber como sigue...
ME MATAN los celos de gas, ame lo de los tatoos...
espero el roximo capi...
recuerda no tardar