13º
Rocío pasó la siguiente semana molesta consigo misma por no poder
sacarse de la cabeza a Gastón. Se sorprendió
a sí misma en más de una ocasión, pensando en sus profundos ojos verdes
y esa sensual boca que tan cerca estuvo de tocarla aquella vez en el rio. Por
eso, esa tarde siguiendo un impulso La
bella rocío lo miraba sentada bajo un árbol sobre una colina; Se sentía como
una colegiala espiando en los probadores del equipo de futbol.
Los binoculares la ayudaban a apreciar la muy trabajada y esculpida
espalda del rubio que cabalgaba tranquilo y ajeno a todo a unos cuantos metros
de ella.
Gotas de sudor resbalaban por la espalda bronceada de Gastón mientras se
movía bajo el sol inclemente del mediodía.
Había quitado su camisa para sentir mejor la poca brisa de la tarde
soleada mientras miraba distraídamente bajo su sombrero vaquero solo para
cerciorarse de que todo estuviera bien.
Rocío frunció el ceño cuando Gastón rodeo la colina donde ella se
encontraba y se perdió de su vista.
Al cabo de unos minutos de intentar localizarlo se levanto frustrada y
se giro para regresar en su caballo, pero este tampoco estaba.
Algo más preocupada descendió colina abajo para detenerse en seco cuando
vio a whisky tomando agua en un riachuelo junto a Gastón que aun sin camisa
acariciaba las crines del animal.
Lentamente y en silencio se acerco a ellos, mientras se extasiaba en la
vista de esa perfecta espalda bronceada y musculosa.
-
¿Disfrutando
de la vista? – Pregunto Gastón aun sin voltearse adivinando lo que ella veía.
Rocío agacho la cabeza y sintió como sus mejillas se teñían de rojo al
ser descubierta mirándolo tan descaradamente.
Gas la miro de soslayo y sonrió al ver el rubor en las mejillas de la
joven que confirmaban lo que ya sabía. Le
gustaba saber que Rocío no era inmune a él.
“Es momento de vengarse por lo del rio” y con ese
pensamiento Gas se giro para encararla.
Rocío contemplo entre sus pestañas el pecho, bronceado y músculos, de
Gastón cuando este se giro a verla.
Instintivamente ella dio un paso atrás y unió sus muñecas que le
hormigueaban por tocarlo.
Gastón sonrió de lado y dio otro paso hacia ella intentando acorralarla.
Rocío chasqueo la lengua en señal al caballo para que se acercara a
ella, pero el caballo se limito a restregar amistosamente su cabeza en el
pantalón de Gastón.
-
Traidor – le
siseo por lo bajo al animal mientras Gastón disfrutaba de la escena y la
incomodidad de la joven.
-
¿Algún
problema? – Pregunto ladeando la cabeza.
-
No – mintió
rápidamente Rocío con una sonrisa tan blanca como falsa. – solo… – enderezo los
hombros y volvió a sonreír. – intento llamar a mi caballo para irme, ya es
tarde.
Gastón sonrió perezosamente.
-
¿Tarde para
qué?
Rocío balbuceo una respuesta hasta que se dio una cachetada mental.
-
Para cosas
Gastón, no me voy a poner a enumerar los mil y un trabajos que me quedan por
hacer antes de que anochezca.
Gastón asintió dubitativo y se recostó del caballo.
-
Ya veo, ¿Y
puedo preguntar qué hacías arriba?. – Rocío trago – digo… – continuo Gastón –
ya que tienes tantas cosas que hacer.
-
Lo que haga, deje de hacer con mi tiempo o
como lo desperdicio no es tu problema. –
Contesto a la defensiva.
Gastón cruzo los tobillos y
asintió.
-
Eso lo
entiendo, pero no fue lo que pregunte. ¿Qué hacías allí arriba Rocío? Aparte de
espiarme claro.
Rocío sintió como un peso se desplomaba en su estomago. Lucho con todas
sus fuerzas para que el rubor no llegara a sus mejillas, fallando
miserablemente.
El sabía que ella lo veía. Siempre supo que lo estaba espiando.
Gastón la miro midiendo todas sus reacciones, la había visto antes
incluso de que ella lo viera e hizo todo deliberadamente.
-
Nunca te
dijeron que espiar vaqueros que cabalgan está mal? – pregunto alzando la ceja
divertido.
-
No es como si
fueras una damisela indefensa. Y no te creas tan importante ¿Qué te dice que te
espiaba a ti?
Gastón se encogió de hombros y se cruzo de brazos.
-
¿No la
hacías? – Ella no respondió - ¿Y entonces que hacía?
Rocío alzo el rostro y lo miro seria.
-
Nada que te
interese. Ahora si me disculpas – empujándolo un poco Rocío comenzó a caminar
hacía su caballo cuando Gastón la tomo del brazo y la obligo a girarse.
-
¿Escapándote
Rocío?
La a proximidad del joven no la dejaba
respirar. No la dejaba pensar.
¿Se escapaba? ¡Sí! ¿Pero de qué? ¿De Gastón o lo
que él le hacía sentir?
-
Yo jamás me
escapo – respondió ella mordaz intentando soltarse de su agarre –
-
¿No? –
Pregunto burlón Gas dando un paso hacía ella y quedando a centímetros de la
joven.
Rocío bajo la vista hacía los finos y sensuales labios de Gastón y se
maldijo por dentro.
-
No Gastón –
susurro cada vez más cerca de él, como una polilla atraída por la luz – Yo
nunca me escapo.
Y antes de que cualquiera de los dos reaccionara Rocío tomo entre sus
manos el rostro de Gastón y lo beso.
Gastón quedo paralizado por un momento y luego dejo de pensar, solo
sintió.
Tomo por la cintura a la joven y la pego a él lanzando un gruñido cuando
los senos de la joven se restregaron contra sus pecho desnudo.
Rocío se sentía caer en una espiral perfecta y muy excitante. Se le
nubló la visión. Era todo lo que deseaba. Le parecía que su vida dependía de
que sus labios continuaran unidos.
“Aquello no era justo”, pensó
vagamente, mientras comenzaba a perderse en la gloria de aquellas sensaciones.
Ella se estaba derritiendo contra
él como la cera.
Gastón no se había dado cuenta de
lo erótico que sería sentir su cuerpo esbelto hacerse líquido. Sólo quería
besarla, probarlos a los dos, pero sus manos ya estaban acariciando,
explorando, enviando corrientes por todo su cuerpo.
Rocío bajo sus manos y las puso en los hombros y pecho de Gas, caliente,
suave, fuerte.
Sus labios se buscaban y encontraban, Gastón profundizo el beso y las
leguas entraron en contacto en un salvaje juego erótico.
Rocío sentía que le hormigueaba todo el cuerpo mientras la legua de
Gastón se lanzaba en picada a la suya, rozando, acariciando, excitando. Gastón le
succionó el labio inferior y jugueteó con la lengua, con los dientes.
—Tienes una boca increíble —susurró él contra sus labios.
Ella no podía respirar.
—Tienes una boca increíble —susurró él contra sus labios.
Ella no podía respirar.
Pasaron horas, minutos o solo segundo, a Rocío le parecieron años.
Ambos se separaron lentamente dejando sus frentes unidas mientras
intentaban calmar su agitada respiración.
Rocío cerró los ojos mientras intentaba controlar el manojo de
sensaciones que se arremolinaban en ella.
¿Qué estoy haciendo?
Al abrir los ojos se encontró con la penetrante mirada de Gastón que no
se apartaba de ella.
-
Yo … -
balbuceo la joven sin saber que decir.
Gastón coloco una mano en los labios de Rocío y negó con la cabeza. Sin
decir nada se aparto de ella y con un silbido llamo a Whisky que se acerco a
Rocío.
La rubia ignoro esa sensación de pérdida en el momento en que Gastón se
aparto. Sin decir nada monto su caballo y se alejo cada vez más rápido bajo la
mirada verde de Gastón.

NSLKDSAL NO PUEDES DEJARLO ASI!!! Y AHORAAA??
ResponderEliminarAmo la novelaaaa! Quiero massss!! :)
ResponderEliminarIBSFIUBSBSBSBVABPAUSIABCBCABCA me mueeero!!! Quiero saber que va a pasaar, quiero más capitulos!! :)
ResponderEliminarnoo el mejor capitulo no lo podes dejar así ya quiero el próximo!
ResponderEliminar@claudiarivero1 ahhhhhhhh buenooooo mori aca no podes dejarla hay quiero mas lo voy a estar esperando beso
ResponderEliminarTREMENDOS. Me tente mal cuando Rochi no sabia que hacer porque Gaston la habia descubierto, son muy akjshgsahgfshghsas. Solo eso, ojala solo fueran ellos dos como ahora, pero esta el otro, espero el proximo:)
ResponderEliminarAhhhh!! Quiero otro capppp!!!!-- no nos podes dejar asi!!!
ResponderEliminarApaaaaaa que capitulo!! Me encantó que Rochi lo haya besado a él, son re asdfghjsdfjkl♥ Lo ame y espero el otroo :D
ResponderEliminarincreible la ame hace masssss masss masss masss
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