sábado, 29 de diciembre de 2012

Amor en Desencuentro... Capitulo 16









Peter coloco la segunda taza de café sobre la mesa y se sentó frente a Gastón.
-       ¿¿Y cuando hayas terminado de arreglar ese viejo rancho que planes tienes?? –
Gastón miro su taza y suspiro.
-      Realmente no lo sé, vine a este lugar porque era lo que Juan Cruz hubiera querido y porque en cierta forma necesitaba escapar, necesitaba aire. Aire real y no solo humo de carros.
Peter asintió.
-      Creo que te entiendo, por eso mismo deje el hospital en la ciudad y vine a crear mi propio consultorio en este lugar. Quería que mi hija viviera corriendo libre, respirando aire y no encerrada en un edificio.
-      Tu hija es hermosa – apunto Gastón – lamento no haber conocido a su madre.
Peter suspiro y negó despacio con la cabeza.
-      Era una mujer hermosa y muy buena. Yo la quería. Me hubiera gustado poderle haber dado más.
Gastón estudio a su amigo.
-      A que te refieres.
Peter se levanto y volvió con un relicario. Se lo entrego a Gastón y este lo abrió.
El joven rubio se quedo sorprendido con la foto que encontró en el interior.
-      Yo quería a mi mujer – comenzó Peter – ella era  la mujer más buena que he conocido.
-      Pero no la amabas.
-      No, la quería como a nadie, pero realmente nunca la ame.
Gastón observo la foto dentro del delicado relicario de oro.
-      Yo – hablo Peter – siempre estuve enamorado de ella – dijo señalando el objeto en las manos de Gastón – pero ella siempre amo a otro y cuando se caso yo… También decidí que era hora de sentar cabeza así que hice lo mismo. – Miro a Gastón – Y no me malinterpretes no me arrepiento, viví años maravillosos junto a mi mujer y ella me dejo lo que más amo en esta vida, mi hija, pero…
-      No era Mariana – finalizo Gastón mirando la pequeña foto de Lali dentro del relicario.
-      No, no era Lali… Desde la primera que vi a esa petiza castaña la ame como a nadie… pero ella se caso con Pablo y yo…  no supe que hacer, necesitaba olvidarla.
-      Y nunca lo conseguiste…
Peter rio sin humor.
-      No, una vez que te enamoras de esa manera jamás terminas de superarlo por completo. En cierto punto me siento culpable.
Gastón lo miro confundido.
-      Cuando murió mi esposa la llore y seguí con mi vida – Peter miro hacia la amplia ventana desde donde se veía un cielo nublado y siguió hablando con voz vacía –pero cuando murió Mariana, aun después de años de no haberla visto y haber seguido cada uno con su vida, no pude evitar sentir que una parte de mi moría con ella.
Gastón lo sintió por su amigo.
-      Jamás me he enamorado de esa forma – comento Gastón – aunque lo he intentado.
-      Es algo que tu no buscas y llega cuando menos lo esperas. Hubiera dado mi vida porque Lali me mirara, pero ella solo tenía ojos para Pablo. -  El último comentario lo dijo rechinando los dientes. – aunque… - sus gesto se suavizo – espero estarme equivocando pero puedo reconocer en ti el mismo sentimiento que veía en mí cuando pensaba en Lali.
Gastón lo miro confundido.
-      Ya te dije que jamás he amado de esa forma.
-      ¿¿estás seguro Gastón??  Estoy casi seguro de haber reconocido el mismo sentimiento en tus ojos hoy, mientras bailabas con Rocío.
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“ – Mi amor está lista la cena – Rocío se asomo a la puerta y se recostó del umbral para ver a su amoroso esposo jugar con su hija.

Gastón mecía a su niña entre sus brazos mientras esta reía encantada y balbuceaba en sus brazos. La luz suave de la chimenea se proyectaba en los rubios cabellos de padre e hija.
La niña tomo el reloj de su padre y centro su atención en el.
Gastón alzo la vista y le regalo una radiante sonrisa a Rocío quien con el corazón en un puño se acerco a ellos y se sentó frente a su bebe.

La hermosa pequeña rubia con ojos verdes bostezo con su boquita formando un perfecta “o”.
Ambos padre la miraron soñadores y sonrientes mientras Rocío la tomaba en brazos y Gastón iba por su guitarra para tocar una suave melodía que tenia hechizadas tanto a la madre como a la hija. 
“La vida no podía ser más dulces” pensó Rocío mientras la bebe cerraba sus ojitos y se quedaba profundamente dormida. 

La acostaron en su cunita y bajaron para sentarse frente a la cálida chimenea.
-      No tienes hambre?? – Pregunto Rocío recostada en el suave pecho de su marido.
Gastón jugueteaba distraído con un mechón de su cabello y no contesto.
-      Hey – Rocío se giro para verlo - ¿¿No tienes hambre?? La cena esta lista.

Bajo las suaves luces los ojos verdes de Gastón relampaguearon peligrosos.
En un abrir y cerrar de ojos Rocío se encontraba bajo Gastón quién  estaba llenando de besos su cuello.
-      No – contesto Gastón con la voz ronca – No tengo hambre – se detuvo divertido y abrió la blusa de la joven. – por lo menos no de comida. – termino de decir antes de devorarla a besos.

El beso se hizo más profundo, más insistente. Gastón tiró de su labio inferior con los suyos, haciendo que abriera la boca, e introdujo la lengua en su oscura calidez. La joven suspiró  y alzó una mano para acariciarle la mejilla con suavidad.
Las acometidas de su lengua eran tan sugerentes, estaban tan cargadas de sensualidad, que desarmaron a Rocío por completo.  Un largo y placentero gemido escapó de su garganta mientras él se posaba sobre ella; apartándole las piernas para poder acariciarla entre los muslos.
Gastón la recorrió todo el cuerpo con las manos y le bajo la camisa por los brazos desnudándola hasta la cintura.
-      Hermosa -susurró él y le besó un pecho cubier­to de encaje.
Rocío se arqueó, derritiéndose de placer. Deseó que él no parara nunca. Gimió y suplicó, mientras Gastón buscaba la cintura de sus pantalones, para quitárselos...
Un llanto, el llanto de una bebe rompió el seductor momento.

¿¿Un llanto?? No era un llanto, Rocío se giro y abrió los ojos. ¿¿Dónde estaba?? Le costó un minuto orientarse.
Pablo entro por la puerta con una sonrisa lasciva y se acerco para besarla, ella se aparto como pudo y salió de la habitación.
Había sido un sueño, quiso llorar.
¿¿Pero que le pasaba??
Rocío miro por la ventana del pasillo y vio que era temprano.
Gastón la estaba perturbando. Enderezo los hombros y decidió que algo debía hacer.

  

2 comentarios:

  1. me enamore del sueño de Rochi seguro se le va cumplir espero que Rochi deje a Pablo para irse con Gas

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  2. Ame el capitulo!! amo como todo se relaciona!!.. y mas ame el sueño de rocio! :)

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