viernes, 21 de diciembre de 2012

Un Matrimonio Diferente... Capitulo 31







- ¿Está trabajando Gas? – preguntó Candela.
- Probablemente – contestó Rocío.
Rocío acababa de darse cuenta de la ausencia de Gastón. Cinco años de soledad seguramente la habrían acostumbrado a no echarlo de menos. Pero la relación entre ellos había cambiado tan súbitamente que Rocío hubiera deseado volver a los viejos tiempos en que se sentía separada de él.
- Esta tarde estuvo en la taberna. Lo comentó uno de los pescadores. ¿Está enfadado por algo, no? – Candela preguntó con un gesto de disgusto.
- Sí, hemos tenido una discusión.
- Aunque tiene un carácter muy fuerte, rara vez pierde el control. Pero da lo mismo, ya que mi familia no sabe muy bien cómo manjar sus cambios de humor. Mi abuela jamás alza la voz. Ninguno de ellos la levanta. No saben qué hacer cuando Gastón se pone así. La única vez que lo vi, me resultó fascinante.
Candela miraba atentamente a Rocío, para ver su expresión y esperar su respuesta. Pero Rocío permaneció en silencio, aunque con el ceño fruncido.
- Yo debía tener unos once años cuando oí hablar a mis dos tías sobre Gastón. Se preguntaban entonces quiénes eran sus padres naturales. Yo ni siquiera sabía lo que quería decir eso.
Rocío se quedó pasmada.
- ¿Sus padre naturales...?
La cara de Candela se puso seria.
- Por supuesto yo fui lo suficientemente estúpida como para ir a preguntarle a mi madre y ella se puso furiosa. Pasaron años hasta que pude comprender que en mi familia la adopción era un tema tabú.
- Sí – reconoció Rocío, simulando saber de qué se trataba. Pero internamente no salía de su asombro.
- Nadie habla de ello nunca. Todos los de fuera piensan que Gastón es hijo de mi abuela. ¡Si mi abuela tenía entonces cuarenta y ocho años!
Rocío se estaba sintiendo incómoda ante la conversación. Era evidente que la curiosidad de Candela no había sido satisfecha en su momento, sino todo lo contrario.
- El que fuese un secreto seguramente lo hizo más difícil para Gastón.
- El tema de la adopción es mejor aceptado ahora que hace treinta años – dijo Rocío respirando hondo -. Pero es un tema muy delicado, no debiéramos hablar de ello, Cande. Y, por otra parte, yo no sé nada más que tú.
- Lo siento, no sé cómo se me ocurrió hablar del tema..
- Porque soy parte de la familia, supongo. Pero creo que Gastón tiene derecho a mantener una cierta confidencialidad acerca de ello. Y puede que me equivoque, pero no creo que le apetezca que le hables del tema.
- No se me ocurriría.
Después de despedirse de Candela, se quedó pensando en lo que había descubierto ese día. Era algo que le inquietaba. No sabía nada acerca de Gastón, y eso le molestaba. En la habitación descubrió un enorme piano, y decidió sentarse en la butaca frente a él.


O sea que Gastón era un Dalmau adoptado. Y Rocío no debía molestarse por el hecho de que Gastón jamás lo hubiese mencionado. Gas tenía tres hermanas, pero seguramente sus padres habrían querido tener un varón. Era evidente que la familia lo habría querido ocultar. Era cierto que nadie fuera de la familia lo sabía. Ella misma había leído muchas noticias sobre él en los periódicos, y en ninguna de ellas se hacía mención a ello.
¿A qué edad se habría enterado Gastón de la verdad? ¿Habrían sido más sinceros con él que con la gente de fuera? En caso de que se lo hubieran ocultado, habría sido un shock seguramente.


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