Gastón escuchó
el sonido del relinche del caballo y salió. La lluvia caía a torrenciales
rugiendo a su alrededor, no se podía ver a más de unos pocos metros. Cansado de
escudriñar la oscuridad entró en la casa y cerró la puerta.
-
Te estás
volviendo loco – se dijo a sí mismo – es imposibles que escuches a un caballo
con todo este ruido.
Pocos minutos
después un golpe en la puerta lo hizo correr a ella, estaba seguro de no
haberlo imaginado esta vez.
Al abrir tuvo
que dar un brinco atrás para no chocar de frente con la enorme cabeza del
caballo de Rocío.
El animal dio
golpecitos con la pata en el suelo y Gastón acarició sus crines.
-
¿¿Qué
pasó muchacho?? ¿¿Tienes frío?? ¿¿Cómo
llegaste aquí??
Lo hizo
resguardarse por completo bajo el techo de su pórtico para que no se mojara y
se detuvo en seco ante la imagen que recibió.
Le costó un
segundo antes de reaccionar e intentar bajar a Rocío del animal.
Estaba
inconsciente y se agarraba débilmente. Gastón acunó su cabeza y tomándola en
brazos entró con ella. Su nerviosismo iba en aumento cuando ella no se movió. Corrió
con ella en brazos hasta su cuarto y la colocó sobre su cama.
Su ceño se
frunció al notar manchas rojas en las mangas de su propia camisa y su pecho. Le
tomó un momento asociarlo y cuando lo hizo busco sangre en ella desesperado.
El aire abandonó
sus pulmones de un plomazo ante la visión de las heridas de Rocío.
Mordiéndose el
labio para no gritar de frustración y rabia, abrió la cremallera de la joven y
lo más suave que pudo bajó los pantalones por las delgadas piernas de la joven.
Cuando llegó a
la zona donde la piel lastimada, la sangre y la tela mojada se mezclaban,
trabajo más despacio sintiendo una apuñalada en el corazón y una rabia
sorda cada vez que, en medio de la
inconsciencia, la escuchaba gemir de dolor.
Corrió a llamar
a Peter quien le aseguro llegar cuanto antes y le pidió que fuera limpiando sus
heridas con antiséptico.
Gastón se acercó
a su cama con el corazón en un puño, Rocío se veía tan delicada e indefensa.
Quiso golpear algo pero se contuvo, necesitaba mantenerse sereno para ayudarla.
Debía hacer que se recuperara para descubrir que había pasado.
Con un algodón
quirúrgico y un antiséptico comenzó lentamente a lavar la piel maltratada.
La piel de Rocío
tan pálida y fina se veía amoratada e irritada.
¿¿Qué te pasó
Rocío?? – se preguntó Gastón cerrando los ojos frustrado cada vez que la
escuchaba quejarse de dolor.
Había una herida
profunda que seguía sangrando, Gastón presiono una venda para cortar la
hemorragia y Rocío se despertó con un gemido angustioso.
Gastón corrió a
su lado y acarició su rostro.
-
¿¿Rocío,
cariño, que sucedió??
Los ojos de ella
parecían perdidos, ella se veía ida.
-
Rocío,
háblame.
Ella movió una
pierna y gritó de dolor. Sus ojos se llenaron de lágrimas y cerró las manos en
puños sujetándose de las sabanas.
-
Rocío –
él se sentía atado de manos y pies – cariño – colocó un paño húmedo en su
frente y acarició su cabello.
Ella se veía
indefensa.
-
Gastón –
su voz sonó ronca y él vio que ella por fin lo miraba.
-
Aquí
estoy cielo.
Rocío sollozó y
cerró los ojos.
-
Me duele
Gastón, me duele mucho.
-
Lo sé
cariño, Peter viene en camino, pronto te sentirás mejor.
Ella seguía con
los ojos cerrados.
-
¿¿Rocío??
– acarició su rostro - ¿¿Rocío que sucedió??
Rocío no
contestó y por un momento él creyó que ella se había vuelto a quedar
inconsciente. Luego súbitamente ella abrió los ojos y lo miró con autentico
pánico en la mirada.
-
Debemos
irnos Gastón, ahora.
-
No
podemos irnos, tienes que…
-
No – lo
interrumpió ella – debemos irnos o vendrá, él vendrá por mí.
Gastón quiso preguntar quién pero se abstuvo.
-
Estas a
salvo Rochi – la tranquilizó él. – nadie te hará daño.
Ella miró al
vacio.
-
Él vendrá
Gastón, él vendrá por mí.
-
No Rocío…
-
Gastón –
ella lucia desesperada, lo tomó por la camisa y lo acercó a ella. – Si no nos
vamos moriremos – lo soltó y se hundió mas en el colchón – si no nos vamos
moriré.
Susurró antes de
alejarse en el dulce olvido de nuevo.
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-
Sus
heridas se ven mucho mejor Gas, habrán cicatrizado en un par de días – dijo
Peter mirando a su amigo que tenía pinta de no haber dormido en semanas.
-
Ella
lleva inconsciente dos días Peter – señaló Gastón pasándose una mano por el
pelo.
Peter lo vio
recostado de la pared y notó que se veía cansado.
-
¿¿Hace
cuanto no duermes??
Gastón le lazó
una mirada desdeñosa.
-
¿¿Esperas
que duerma enserio??
-
Gastón,
en ese estado no podrás ayudarla. – señaló su amigo.
-
No podré
ayudarla hasta que se despierte.
-
Y cuando
lo haga tampoco podrás hacerlo porque estarás demasiado cansado.
-
Solo
necesito saber que está bien – susurró
Gastón con voz angustiada.
-
Lo está.
-
¿¿Entonces
porque no se despierta??
-
Porque la
mente humana es sabia y ella no está lista para despertar. Además ella si lo ha
hecho.
-
Pocas
veces para comer y tomar agua – respondió Gastón.
-
Y eso lo
único que ella debe hacer en este momento – Peter suspiró – mira Gastón, no sé
lo que paso, pero sé que ella estaba muy mal herida, debió sufrir algo traumático.
Gastón cerró
como si ese hecho le doliera.
-
Su mente
necesita descansar, ella está bien, lo sé,
yo soy el médico.
Gas, caminó
hasta la cama y acarició el cabello de Rocío.
-
¿¿Qué le
pasó Peter??
-
Eso no
puedo saberlo – contestó su amigo.- se por las heridas que fue golpeada, no
sabría decirte con que, a mi me parece un látigo, pero es más grueso que eso, y
debió haber tenido algo filoso.
Gastón sintió la
sangre hervir dentro de él. ¿¿Quién se atrevía a golpear a Rocío?? ¿¿A hacerle
daño a su piel de porcelana?? ¿¿Quién se atrevía a ponerle un dedo encima??
Peter se acercó
a la cama y acarició el moretón en su mejilla y la herida de su labio.
-
Obviamente
la golpearon en el rostro, esto es un abofeteada – dijo señalando el cardenal
en su mejilla - lo que no sé es con que se hizo esto – habló
pasando un dedo por su labio magullado – parece un corte pero se lo pudo haber
hecho con algo filoso o – se inclinó un poco hacia ella – la mordieron.
Gastón perdió el
color en el rostro.
Peter alzó el rostro
y lo miró.
-
¿¿Crees
que fue..??
-
No lo
digas – lo cortó Gastón, luego añadió en una octava de voz más baja – no lo
digas o juro que lo matare.

Ayyyy me encanta esta nove! Subi mas uno por favor!
ResponderEliminarme encantaaaaaaaaaaaaa alfin gas se va a dar cuenta de ese hdp... esta buenisimaaa sube el otrooo por favor!! :DDDD
ResponderEliminarMe lei los 34 capitulos en una noche jajaja me encanta la novela!! Espero ansiosa el proximo capitulo :)))))
ResponderEliminarcomo odio a Pablo que ni se lo ocurra aparecer pobre Rochi... me encanta la nove subi pronto
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