sábado, 21 de septiembre de 2013

Amor en Desencuentro... Capitulo 54




Hola chicas... Estoy de vuelta y les vengo a contar que estoy de viaje por unos meses... (No se preocupen que seguiré subiendo novela) pero les aviso que el final se va acercando.
Les quiero agradecer por ser las mejores lectoras y apoyar esta novela, son grosas.

Un beso enorme… Alezz.  




Rocío dio un giro en la cama y luego otro, las imágenes confusas y horrorosas daban vueltas en su cabeza sin parar. Un grito se escapó de sus labios y ella se sentó estática en la enorme cama.  Miró a su alrededor buscando a su pesadilla y se encontró sola.
Estaba soñando, había sido solo una horrible pesadilla, no era real.
Sintiendo frio al verse sola se puso en pie y corrió por los pasillos oscuros buscando a la única persona que la hacía sentir segura.   

Lo vio subiendo las escaleras de dos en dos hasta llegar a ella. Sin decir una palabra Gastón la tomó en sus brazos y la besó en la frente, hasta ese momento Rocío no se había dado cuenta de que lloraba, leves sollozos que la hacían estremecerse.

-          Está bien cariño, solo era un sueño, una pesadilla, está todo bien.
-          Tu no estabas en la cama – lo acusó ella entre lágrimas – tu no estabas en la cama y yo tenía frio.
-          Lo sé, perdón, apenas te escuchó corrí para verte, lamento no haber estado allí para ti.
Gastón la llevó hasta el cuarto y la hizo acostarse en la enorme cama junto a él envolviéndola en sus brazos.
-          Quieres contarme de que se trataba tu pesadilla?? – preguntó acariciando lentamente su cabello.
-          No lo recuerdo bien – comenzó ella – era sobre Pablo y como él nos separaba. Yo soñé que tú me dejaba y te ibas con Lali y él se burlaba de mi por eso. – sollozó un poco más duro y él la abrazó más fuerte.   
-          Eso no va a pasar, nadie va a poder separarnos ahora, ya no pueden separarnos.

Rocío asintió despacio y lo miró.

-          Tu dónde estabas??
-          Abajo acomodando un papeleo de la constructora que contraté para algunas reformas.
Gastón acarició su mejilla un segundo y frunció el entrecejo.
-          Rocío. – la besó en la mejilla dulcemente – crees que debemos mudarnos?? Tantos recuerdos y estar tan cerca de la persona que te hizo daño tantos años no crees que te está afectando?? Podríamos irnos, piénsalo, empezar de cero.
Ella recostó la cabeza en su hombro y miró a la nada en silencio por un momento que se sintió eterno.
-          Cuando era niña huía frecuentemente de mis hogares de acogida. Cuando crecí un poco Lali y yo huimos de su padre por mucho tiempo, ya de mayor huía de los fantasmas de mi pasado hasta que llegaste tú – lo miró a los ojos que en la oscuridad de la noche se veían grises – estoy cansada de huir, estoy cansada de escaparme. Este ha sido mi hogar, mi único hogar, y no quiero dejarlo, no quiero salir corriendo de nuevo. Tengo miedo, pero creo que tú y yo podemos lograrlo.  Además seria egoísta de mi parte, se cuánto amor y esfuerzo le has puesto a este lugar, no sería justo.        

Gastón la besó como besan los hombres enamorados, la tomó en sus brazos y como un caballero de brillante armadura y la liberó de todos los demonios que la acechaban.

Gastón apagó el motor y suspiró, su día laboral había terminado.
Masajeó su cuello dolorido mientras bajaba del auto y caminaba rumbo a la casa.
Las reformas en la hacienda estaban avanzando muy bien, sus hombres se estaban esforzando y las mejoras se podían ver cada día más.

Gastón rió para sí mismo, el esfuerzo físico comenzaba a pasarle factura como lo demostraban sus músculos doloridos.

Una sonrisa se posó en su rostro apenas entró y encontró una música suave y el olor a comida recién hecha. Siguiendo el aroma Gastón se encontró con una Rocío bailando, despeinada y con la cara llena de harina en la cocina.

-          No sabes lo lindo que es llegar y encontrarte aquí.
Rocío soltó un gritillo y se llevó una mano al corazón.
-          Gas, me asustaste.       

Él caminó hasta ella y la abrazó con una sonrisa mientras ella se revolvía en sus brazos.

-          Suéltame Gas – murmuró Rocío contra los fuertes brazos de Gastón – huelo a comida y estoy sucia.
-          Estás hermosa – dijo él tomando sus mejillas – y hueles estupendamente, que estás cocinando??

Rocío murmuró algo inentendible.

-          Qué??
-          Arroz con pollo – contestó a regañadientes. – me puse a limpiar toda la casa y el tiempo se me fue así que es lo mejor que se me ocurrió y me dio tiempo de montar.
-          Está bien amor, de seguro está delicioso.
-          Ya, pero yo quería prepárate algo más elaborado. 
-          No te preocupes por eso, sé que debe estar riquísimo. 
-          Por supuesto que está riquísimo, ese no es el punto.
-          Ah buee, señorita humildad al habla – se burló él.
-          Para servirle – respondió ella sacándole la lengua.

Gastón rio y le robó un beso rápido mientras limpiaba un polvo blanco en su mejilla.               

-          Que más cocinaste??
Ella frunció el ceño.
-          Nada, por?? Te dije que no me dio tiempo de preparar nada mejor.

Él sonrió.

-          Es que tienes harina en la cara y que yo sepa el arroz con pollo no lleva harina.

Rocío lo miró un segundo y luego gruñó para sí mientras se alejaba de Gastón y salía de la cocina para subir las escaleras.

-          No es harina. – dijo enfurruñada – es talco, se me cayó  mientras limpiaba, estoy hecha un desastre.

El la siguió por las escaleras y la tomó del brazo.

-          Para, estás hermosa, eso estás.
-          Claro, lo hermosa no quita lo desastrosa.
-          No – él la cargó en brazos y la llevó hasta el cuarto. – Lo desastrosa te hace aún más hermosa.    
-          Y a ti más chamullero.
-          Y más enamorado.

De alguna manera ambos terminaron en la ducha, ambos juntos, ambos felices y del arroz con pollo nadie se acordó.


-          Vamos, hace un montón que quiero verla.
-          No sé para que si siempre te quedas dormida.   
-          Pero se ve interesante.  Por favor – Rocío hizo un puchero y lo miró inocente.
Gastón sonrió y se rindió mientras le mordía el labio inferior.

-          Vale, ponla mientras yo preparo las palomitas de maíz.

Rocío dio un gritillo emocionado y corrió a preparar todo.

Media hora después Gastón apagó el televisor y sonrió encantado cuando la encontró profundamente dormida en su regazo.
Su pequeño ángel, no sabía porque le hacía caso poniendo la película si ya sabía que siempre se quedaba dormida. Le encantaba, cada pequeño detalle, cada lindo descubrimiento sobre ella; ahora sabía que le gustaba que la despertaran con un beso y que odiaba a las arañas. Cada parte de ella lo tenía fascinado. Ya no podía imaginarse su vida sin ella, sin su sonrisa cada día cuando llegaba del trabajo, sin sus ruidos mientras cocinaban o su voz mientras cantaba en la ducha. Todo era mejor con ella. Incluso limpiar era la cosa más divertida si lo hacía con ella.          

Gastón acarició un mechón de su cabello y tomándola en brazos subió con ella las escaleras, tenerla entre sus brazos era la sensación más asombrosa, no perdia oportunidad de sentir su cuerpo menudo y sus curvas femeninas contra él, era algo de lo que no se cansaría nunca.
 La acomodó en la cama, esa cama que se había sentido tan vacía antes de ella y que ahora le hacía tan difícil irse a trabajar por las mañanas.

El teléfono sonó y Gastón maldijo por lo bajo, estaba debatiendo el responder o  dejar que la contestadora automática atendiera y acostarse abrazado al increíble cuerpo de la mujer en su cama, cuando el sonido del teléfono hizo que Rocío se removiera en sueños y el decidiera atenderlo solo para no despertarla.


Cerró la puerta tras de sí y tomando el teléfono supo que algo iba mal al reconocer la voz al otro lado de la línea.           


3 comentarios:

  1. Dios así tu me matas de curiosidad!

    ResponderEliminar
  2. ahahahah COMO LO DEJAS AHI MUERO DE LA CURIOSIDAD NO DEMORES EN SUBIR EL PROXIMO PLIS AMO TU NOVE!

    ResponderEliminar
  3. Nooo como que ya se acerca el final??? ojala que nunca termine estoo es lo mass esta nove dioss esta geniall buenisimaaa

    ResponderEliminar