Gracias a todos por los comentarios del capitulo anterior! :D
Click en Leer Más
Gastón se levantó con el pie izquierdo a la siguiente mañana.
La noche anterior había
cambiado su alarma para poder levantarse más temprano y estar
listo para pasar por Rocio a su
casa y tener una charla con sus padres pero eso no pudo ser
ya que su alarma no sonó. Entró a
ducharse pero el shampoo le entró en los ojos irritándoselos
y dejándoselos mortalmente rojos.
Cuando bajó a desayunar completamente cambiado con el
uniforme del colegio se le derramaron
unas gotas de café sobre su camisa blanca por lo cual tuvo
que volver a subir y cambiarse, por
suerte siempre tenía un repuesto limpio en caso de ese tipo
de accidentes.
Cuando ya había subido al auto y revisó su mochila tipo
maletín y se dio cuenta de que no
llevaba el reporte de Ciencias Sociales que debía entregar
ese día por lo que tuvo que regresar a
su habitación y buscarlo. Por fin ya iba en camino hacia la
casa de Rocio y deseaba que la
plática con los padres de la muchacha fuera mejor de lo que
había sido su mañana de 45 minutos.
Su chofer estacionó frente a la casa pequeña de dos plantas
en donde vivía su “novia” y
después de un largo suspiro salió del auto para encaminarse a
la puerta de la casa. Agradeció que
ese lugar no estuviera lleno de cámaras fotográficas, si bien
era solo un modelo las cámaras
amaban seguirlo como si se tratara de una estrella pop o algo
parecido.
Llegó a la puerta y buscó el botón del comunicador pero no lo
encontró por ningún lado, en
su lugar a un lado de la puerta encontró un pequeño botón
blanco sin cámara de video ni
micrófono para hablar, confundido se aclaró la garganta y
apretó el botón dejando escuchar un
extraño sonido de campanillas en el interior de la casa, sus
ojos se abrieron de la impresión al
escuchar un grito proveniente de la casa. ¿Qué no podían usar
el comunicador para avisarle que
abrirían la puerta? Además ¿Cómo sabían que era él quien
había presionado el botón blanco?
La puerta se abrió solo un poco dejando ver una parte del
interior de la casa y luego el
rostro de una adolescente se dejó ver de atrás de la puerta.
—¿Diga? —habló la pequeña mujercita que tenía un gran
parecido a Rocio, era casi como
una copia de ella solo que con un par de años menos.
Gastón abrió la boca para preguntar por Rocio pero algo se lo
impidió, un golpe, un golpe en
su espinilla que lo obligó a tragarse una maldición.
—No, Monito —dijo la muchacha tomando en sus brazos a un
pequeño de aproximadamente
4 años que tenía un avioncito de plástico en sus manos y
señalaba al carrito que anteriormente
había impactado en la espinilla de Gastón—. Lo siento —se
disculpó la chica mientras se inclinaba
para tomar el carrito—. Perdone, ¿A quien busca?
Rocio sacudió su cabeza y aclaró su garganta.
—¿Vive aquí Rocio Igarzabal? —preguntó dudando completamente
de que la chica que iba
a pretender a ser su novia viviera realmente en esa casa—.
Sabes, creo que me he...
—No, está bien, ella vive aquí —abrió la puerta aun más—,
pasa —cambió al niño de un
brazo a otro y se movió de la puerta para dejarlo entrar—.
Está en nuestra habitación, ahora le
llamó.
Gastón asintió y dio un par de pasos para estar en el interior
de la casa, la puerta se cerró
detrás de él.
—¡Hermana! —gritó la muchacha hacia las escaleras que estaban
justamente enfrente de
Gastón—. ¡Un muchacho guapo te busca! —el pequeño se removió
en los brazos de la chica y esta
lo dejó en el suelo—. Vendrá en unos minutos.
La chica desapareció rápidamente mientras seguía al pequeño
hacia una habitación que
quedaba del lado izquierdo de Gastón, lo que lograba
distinguir era un pequeño televisor, un sillón
aparentemente largo y juguetes esparcidos por todos lados.
—¿Un muchacho? —preguntó en coro un par de voces masculina
que salió del lado
derecho de Gastón.
El modelo volteó y vio a dos hombres caminando hacia él, un
hombre mayor que
seguramente pasaba de los 40 años y a un joven que
seguramente estaba entre los 20 años, ambos
caminaban hacia él imponentes y con ceños fruncidos.
Gastón creyó que aun estaba dormido y estaba teniendo una
pesadilla en donde una familia
muy grande vivía en una casa tan pequeña y todos parecían ser
una especie de gemelos sólo que
de diferentes edades. Eran exageradamente parecidos, cabello
rubios - castaños, tez blanca y ojos
marrones.
—¿Se te perdió algo? —la mirada del confundido modelo fue
hacia su derecha para ver que
el joven que estaba al lado del hombre mayor le hablaba
esperando una respuesta impaciente.
—¿Quién es? —preguntó otro niño de voz un poco gruesa para la
edad que aparentaba,
Gastón supuso que le estaba cambiando la voz. Este salió de
su lado izquierdo.
—Yo... —empezó a hablar pero un grito chillón proveniente de
su lado derecho captó su
atención.
Una pequeña de aparentemente 10 años se cubría la boca
emocionada y lanzándole miradas
eufóricas.
—¡Eres Gastón Dalmau! —exclamó la pequeña dando saltitos sin
cruzar la línea imaginaria
que ella había trazado a un par de metros de él.
—¿Quién? —preguntó otra voz masculina. ¡Dios! ¿Cuántos eran
en esa casa?
—Es Dalmau, el modelo —dijo la pequeña apuntándolo y ladeando
su cabeza para ver al
chico que había aparecido a un lado de ella y que el sí que
era idéntico a la chica que lo había
recibido en la puerta.
Gastón ya estaba mareado, nunca había visto a tantas personas
juntas en un espacio tan
comprimido y sentía que le empezaba a faltar el aire. No
había tenido ataques de asma desde los
7 años pero en ese momento no dudaba en que le fuera a dar
uno.
—¡Voy! —gritó una voz que en seguida reconoció y lo hizo
suspirar aliviado. Unos pasos a
toda prisa se escucharon por el piso superior de madera y en
un dos por tres apareció Rocio
bajando las escaleras de dos en dos. Cuando Rocio levantó su
mirada y vio a Gastón al final de la
escalera pisó mal el siguiente escalón y se desequilibró.
Él no se dio cuenta de que su cuerpo se había movido hacia
adelante y sus brazos se habían
extendido hacia Rocio hasta que la tenía en sus brazos
evitando el duro golpe que se hubiera
dado contra el suelo.
Todo se congeló a su alrededor, cada uno de los hombres y
mujeres presentes en el lugar se
quedaron en suspenso mientras Gaston y Rocio estaban
envueltos en un rápido y torpe abrazo.
—¿Qué pasa? ¿Por qué no hay ruido? —preguntó una voz más
saliendo de la cocina.
Todos, absolutamente todos, lanzaron suspiros.
—¿Quién es él? —preguntó la mujer observando al muchacho que
tenía sujetada a su hija.
—Él es... —empezó Rocio pero fue interrumpida rápidamente por
Gastón.
—Soy su novio —dijo, probablemente sin pensar.
Tres puntos suspensivos aparecieron en la escena.
—Discúlpenos —dijo Rocio a su familia que se habían
compactado en el sillón de la
diminuta sala y observaban con curiosidad a la pareja frente
a ellos.
Rocio salió de la sala siendo seguida por Gastón que le
pisaba los talones. Se detuvieron a un
costado de la escalera y el modelo temió que la chica se
volteara porque sabía que lo aniquilaría
con la mirada.
—¿Qué hiciste? —susurró entre dientes la rubia volteándose
hacia Gastón—. ¿Qué rayos
pensabas?
—Lo siento. Entré en pánico —se excusó el muchacho nervioso—.
Había muchas personas
y mi cabeza necesitaba oxigeno así que dije lo primero que me
vino.
—Pero es que has dicho una estupidez. Estoy muerta y tú
conmigo —clavó su delgado
dedo en el pectoral izquierdo de Gastón.
—No, escucha, lo arreglaremos...
—No. Es que a ti no te basta con que le mienta a cientos o
miles de personas, ahora
también quieres que le mienta a mi familia y eso es algo que
no habíamos acordado y yo no...
—No, no —Gastón sujetó a Rocio por los hombros y con una
expresión de suplica habló—.
Sé que todo se salió de control gracias a mí pero por favor
no digas que no fingirás ser mi novia
porque entonces sí estaría muerto —apartó una mano de los
hombros de ella y sujetó su barbilla
delicadamente—. Por favor, te prometo que te daré lo que sea
que me pidas pero no me digas
que no puedes hacer esto.
Rocio cerró los ojos, suspiró y asintió lentamente.
Ella era una mujer de palabra y no podía negarse.
—Lo haré, pero tú te las arreglas con mi familia.
—Gracias —soltó aliviado—. Nosotros... —Gastón levantó su
mirada y vio como la familia
que habían dejado sentados en el sillón largo ahora estaba
observándolos—. Tu familia...
—Están espiando ¿verdad? —ella conocía a su familia perfectamente.
—Sí —le confirmó Gastón y clavó sus ojos en ella—, tal vez
nosotros deberíamos...
—Sí. Seguro. Bien...
Él la abrazó delicadamente y ella también lo rodeó con sus
delgados brazos, se podría
llamar como una reconciliación.
—Te presento a mi familia —dijo Rocio tímida—. Él es Monito,
es el menor de nosotros,
tiene 4 años —señaló al pequeño que le había lanzado el
carrito de juguete en la espinilla y que
ahora estaba sentado en el suelo jugando con el avioncito—.
Ella es Aleli, tiene 10 años y parece
ser que te admira —señaló a la eufórica niña que aun lo veía
con un brillo en sus ojos y estaba
sentada en el extremo derecho del largo sillón—. Él es Stefano,
tiene 12 años —señaló al niño que
había preguntado en tono tosco sobre quien era él y se
encontraba sentado a un lado de Aleli—.
Ella es Brenda y él es Brandom, son mellizos, 15 años —señaló
a los gemelos que estaban
tomados de la mano—. Él es mi hermano Victorio —Rocio se
acercó a Gastón y le susurró—,
cuídate de él, es el típico hermano celoso, no podríamos ser
una familia sin el hermano mayor
celoso, tiene 20 años —señaló al joven que lo estudiaba con
detenimiento—. Ella es mi mamá,
no te diré su edad, se llama Gimena y él es mi papá que
tampoco te diré su edad y se llama
Nicolas —con eso concluyó la presentación de su extensa
familia—. Es mi pequeña familia —
murmuró para sí pero Gastón la escuchó y le hizo preguntarse
¿Cómo podía ser una pequeña
familia?
—Mucho gusto a todos —habló Gastón amablemente a la familia
que centraba su mirada en
él como si fuera un raro espécimen recién descubierto por los
científicos—. Soy Gastón Dalmau,
compañero de un par de clases de Rocio y actualmente su
novio... —guardó silencio y después
añadió—. También trabajo como modelo.
Hubo unos largos minutos de incomodo silencio hasta que la
madre de Rocio decidió
romperlo con un comentario que a la chica no la hizo sentir
muy cómoda.
—No sabía que estabas enamorada —dijo su madre.
—En realidad yo se lo he pedido —habló Gastón tratando de
arreglar lo que hizo mal, tal vez
no arreglar pero sí que al menos Rocio no sufriera muchas
consecuencias—. Ella me gusta y le
pedí que saliera conmigo como novios. Ella aceptó después de
una semana con la condición de
que sería, por el momento, una prueba para ver cuán
compatibles podíamos ser —dijo este y
nuevamente se quedaron en silencio.
Después de varios silencios incómodos ambos se marcharon ya
que llegarían tarde al
colegio. En realidad la familia de Rocio era muy amable pero
era él quien se sentía fuera de
lugar en una familia tan grande y parecida. Su familia era
pequeña y no había mucho parecido
entre ellos ni físicamente ni... realmente de ninguna manera.
Ambos entraron rendidos al auto y cuando este se puso en
marcha ambos suspiraron
sincronizados.
—Definitivamente soy una increíble chica —dijo Rocio
rompiendo el silencio en el
auto—. Debes de agradecerme que finja ser tu novia.
—No tienes idea de cuánto te lo agradezco —ambos mantenían su
vista hacia el frente
observando el conocido camino que se acercaba al colegio—. Y
definitivamente eres una chica
increíble.
Rocio ladeó su cabeza contrariamente al rostro de Gastón para
ocultar su repentino sonrojo.
—Llegamos —les informó el chofer a ambos chicos.
—Entonces...
—Vamos —completó Rocio por él.
Ambos salieron del auto y sujetándose las manos fuertemente
transmitiéndose la calidez
matutina e ingresaron al colegio rezando porque su día fuera
uno normal, sin nada nuevo pero
anda, él era un modelo y ella una chica normal, y según el
mundo ellos se querían así que ¿Qué
normalidad podía existir ahora en sus vidas?

Pobre gas casi sufre un ataque con tanta gente jeje ...espero el próximo
ResponderEliminarGuauuuu q familia grande la de Rochi.. Encima le dice cuídate de victorio que es mi hermano celoso Jaja pobre gas la tiene difícil
ResponderEliminarTambién gas como lo dice así de una "soy su novio" me imagino la cara de la familia de Rochi Jaja ... espero el próximo :-)
ResponderEliminarEsta. buenísimaaaaa la nove... lastima q hay q esperar hasta el viernes pero vale la pena jeje
ResponderEliminarMe encantoo!!! Esta geniall!! espero el proximo yaa jej muy buenaaa
ResponderEliminar