sábado, 2 de noviembre de 2013

Casi capitulo 35

Capítulo 35
::Gaston::
nadie se mueve hasta que ha desaparecido.
—Mierda. Dalmau. ¿Qué demonios? ¿Deberíamos
seguirla? —pregunta Peter.
Sólo soy capaz de conseguir control sobre mi respiración. No quiero
gritar como un bebé en frente de ellos.
—No.
—¿Es todo eso cierto? —susurra Lali.
—Y algo más. Ella tiene todo el derecho a odiarme para siempre. Yo
apesto completamente… yo era un bastardo egoísta. —Me encojo de
hombros, cruzando mis brazos, tratando de absorber algo del dolor sordo
a través de todo mi cuerpo.
—Tú nunca nos dijiste nada —dice Lali, sonando medio
enojada, medio abrumada.
—Como he dicho, yo había hecho una promesa de no hablar de ello.
Sigo promesas. Todo el asunto estaba tan estropeado.
—Obviamente —dice Peter. Le disparo una mirada.
—Y si tú alguna vez le dices a alguien lo que sabes sobre el pasado
de Rochi, o el contrato. O cualquiera de este verano entero, yo
personalmente destrozaré cada pizca de tu apestoso trasero…
—No lo haré. Jesús. No lo haré, que loco. Relájate. —Peter, ovilla
sus manos en puños.
—Yo debería estar regiamente cabreado de que mi mejor amigo me
tuviera tan al margen. Siento como si estuviera mirando a un extraño en
estos momentos. Tomaste su dinero a pesar de que… ¡espera un minuto!
Gaston… mierda santa. —Peter baja la voz—. ¿Rochi Igarzabal es la razón por la
que abandonaste al equipo de hockey? ¿El por qué conseguiste tu trasero
pateado el primer año?
Miro lejos. —No fue culpa de ella directamente. Pero sí.
Peter continúa: —Tú eres el mejor jugador de hockey sobre hielo en
el estado. Pero no tienes equipo ni dinero de la beca. ¿Y todo es a causa de
esa chica desgastada? ¿Y todavía crear un acuerdo donde ella sería tú
novia durante todo el verano? —Peter silbó—. Como he dicho, creo que
no tengo ni idea de quién eres. Tío, estás loco.
—Peter. No lo está. Él está enamorado. ¿Qué no lo oyes? —Lali
coloca su brazo alrededor de mí—. Lo siento tanto. No puedo creer que
Rochi llegara a un acuerdo como ese en primer lugar.
—Ella estaba desesperada. —Empujé su brazo lejos. Irritado, ambos
parecen querer culpar a Rochi por una situación que es mi culpa. Tengo que
hacerles entender—. Sus padres no iban a dejarla ir a la universidad a
menos que pudiera demostrar que finalmente se había convertido en
―mejor‖ o ―normal‖ o lo que sea el jodido requisito previo que se les
ocurrió para ella. Me enteré de su plan y me anoté. Cómo podía no
hacerlo. Sabiendo lo que sabía, sentí la obligación de intentar ayudarla.
Ella no me recordaba. Pensé que estaría bien… hasta que quería más. Esto
es mi culpa.
—Está bastante claro que ella no está ni siquiera cerca de lo normal
—Peter dice en voz baja.
—No vuelvas a decir eso. Ella es perfecta. Tú tienes que conocerla
bastante bien. Aparte de su cansancio todo el tiempo, es la persona más
increíble que he conocido. Y a ustedes chicos les gustaba demasiado. ¿Y
qué si ella tiene pesadillas? Todo el mundo tiene algo. No significa que no
puedan seguir siendo impresionantes. —Me siento completamente vacío y
preocupado, Rochi debe sentir lo mismo. Lo que es peor. Pongo mis manos
sobre mi rostro, y lloriqueo—. La decepcioné de tantas maneras en esa
fiesta. Y esta noche la acabo de abandonar de nuevo. Mierda. ¿Creen que
hay alguna posibilidad para mí de recuperarla?
—Tal vez puedas ponerte al día con ella en la Sala Psiquiátrica,
porque ahí es donde te estas dirigiendo tío, si tratas de dar seguimiento a
este caso. —Lali da un paso entre la cara de Peter y mi puño justo a
tiempo.
—Chicos. No tengan esta pelea. Vamos a casa antes de todos
hagamos algo de lo que nos arrepentiremos.

—Querrás decir algo más —digo.

1 comentario: