CAPITULO
VEINTISEIS
Pánico
La vida había vuelto a la normalidad,
tal vez más para Rochi que para mí. A primera vista
estábamos muy felices, pero yo podría
sentir una pared de cautela a mí alrededor. Ni un
segundo con Rochi se daba por
sentado. Si yo la miraba y quería tocarla, lo hacia. Si ella no
estaba en el apartamento y la
extrañaba, iba a Morgan. Si estábamos en el apartamento, ella
estaba en mis brazos.
Regresar a la escuela como pareja por
primera vez desde el otoño tuvo el efecto esperado.
Mientras caminábamos juntos, tomados
de la mano, riendo, y ocasionalmente besándonos,
bueno más que ocasionalmente, el
chisme se disparó a un máximo histórico. Como siempre
en esta escuela, susurros e historias
dignas de tabloide continuarían hasta que otro
escándalo sacudiera el campus.
Además de lo alterado que ya me
sentía por mi relación con Rochi, Peter fue poniendo
cada vez más irritable por la última
pelea del año. Yo no estaba muy lejos. Ambos
dependíamos de las ganancias de esa
pelea para financiar los gastos de manutención para el
verano, por no hablar de parte del
otoño. Desde que había decidido que la última pelea del
año también seria mi última pelea
para mi bien, lo necesitaríamos.
Las vacaciones de primavera se
acercaron más, pero todavía no había noticias de Adam.
Peter finalmente había escuchado a través
de múltiples líneas de comunicación que Adam
estaba con perfil bajo después de los
arrestos que procedieron luego de la mas reciente
pelea.
El viernes antes de las vacaciones,
el ambiente del campus se sentía más ligero, incluso con la
nueva cubierta de nieve que había
caído en la noche sobre el estado. De camino a la
cafetería para el almuerzo, Rochi y
yo apenas escapamos de guerra de bolas de nieves
publica; Lali, no tanto.
Todos nosotros charlamos y nos
reímos, esperando en línea por bandejas de Dios sabe qué, y
luego nos sentamos en nuestros
asientos habituales. Peter consoló a Lali, mientras
que yo entretenía a Brasil con la
historia de cómo Rochi hostigó a mis hermanos en la noche
de póker. Mi teléfono sonó, pero no
lo había notado hasta que Rochi lo señaló.
— ¿Gas?—dijo.
Me volví.
— Quizás quieras atender eso
Miré hacia abajo en el teléfono
celular y suspiré.
—O no— Una parte de mí necesita la
última pelea, pero la otra parte de mí sabía que iba a
ser tiempo pasado lejos de Rochi.
Después de ser atacada en la última, no había manera de
que pudiera concentrarme si ella iba
a ésta sin protección y no podría concentrarme por
completo si ella no estaba allí,
tampoco. La última pelea del año era siempre la más grande, y
no podía permitirme el lujo de tener
mi cabeza en otro lado.
— Podría ser importante—dijo Rochi.
Sostuve el teléfono al oído.
— ¿Qué pasa, Adam?
—Te va a encantar esto. Ya está
hecho. ¡Tengo al maldito John Savage! Él está
planeando irse a los pro el próximo
año. Posibilidad de un muy buen pasar, mi amigo. Cinco
cifras. Estarás tranquilo por un
tiempo
— Esta es mi última pelea, Adam
El otro lado de la línea quedo en
silencio. Me podía imaginar su mandíbula tensándose bajo
su piel. Más de una vez había acusado
a Rochi de amenazar su flujo de dinero, y yo estaba
seguro de que él la culparía por mi
decisión.
—¿La traerás a ella?
— No estoy seguro, todavía
— Deberías dejarla en casa, Gaston.
Si esta es realmente tu última pelea, necesito que estés
todo adentro
— No voy a ir sin ella, y Pit se ira
de la ciudad
— No la cagues esta vez. Lo digo en
serio
— Lo sé. Te he oído
Adam suspiró.
— Si realmente no consideras dejarla
en casa, tal vez podrías llamar a Trent. Eso
probablemente tranquilice tu mente, y
entonces podrás concentrarte
— Hmmm… Eso no es una mala idea, en
realidad—le dije.
— Piensa en ello. Házmelo saber—dijo
Adam, colgando el teléfono.
Rochi me miró expectante.
— Es suficiente para pagar el
alquiler durante los próximos ocho meses. Adam consiguió a
John Savage. Él está tratando de ser
un profesional
— No lo he visto pelear, ¿Y
tú?—preguntó Peter, inclinándose hacia adelante.
— Sólo una vez en Springfield. Es
bueno
— No lo suficiente—dijo Rochi. Me
incliné y la besé en la frente—Puedo quedarme en casa,
Gas
— No—dije, sacudiendo la cabeza.
—Yo no quiero que te golpeen como lo
hicieron la última vez porque estabas preocupado
por mí
— No, Pajarita
— Voy a esperar por ti— Ella sonrió,
pero obviamente estaba obligada, poniéndome mas
determinado.
— Le pediré a Trent que venga. Él es
el único en quien confiaría para que pueda
concentrarme en la pelea
—Muchas gracias, idiota—se quejó
Peter.
—Hey, tuviste tu oportunidad—le dije,
sólo medio en broma.
La boca de Peter se contrajo por un
lado. Podía hacer pucheros todo el día, pero él dejó
caer la pelota en Hellerton,
permitiendo que Rochi fuera apartada de su lado de esa manera.
Si hubiera estado prestando atención,
nunca habría sucedido, y todos lo sabíamos.
Lali y Rochi juraron que fue un
jodido accidente, pero yo no dude en decirle a él lo
contrario. Él estaba viendo la pelea
en lugar de a Rochi, y si Nicolas hubiera terminado lo que
empezó, yo estaría en la cárcel por
asesinato. Peter le pidió disculpas a Rochi durante
semanas, pero luego lo lleve aparte y
le dije que ya basta. A ninguno de nosotros nos gustaba
revivirlo cada vez que su culpa se
llevaba lo mejor de él.
— Peter, no fue tu culpa. Me lo
sacaste de encima, ¿recuerdas? —dijo Rochi, acercándose
por sobre Lali para acariciar su
brazo. Ella se volvió hacia mí. —¿Cuándo es la pelea?
—La semana que viene en algún
momento. Te quiero allí. Te necesito allí. —Si hubiera sido
algo menos que un imbécil, lo hubiera
insistido en que se quedara en casa, pero ya se había
establecido en numerosas ocasiones
que yo no lo era. Mi necesidad de estar cerca de Rochi
Igarzabal sobrepasaba cualquier
pensamiento racional. Siempre había sido así, e imaginaba
que siempre lo seria.
Rochi sonrió, apoyando la barbilla en
mi hombro.
—Entonces voy a estar allí
Dejé a Rochi en su clase final,
besándola en despedida antes de encontrarme con Peter y
Lali en Morgan. El campus se fue
vaciando rápidamente, y finalmente decide que era
mejor fumar mi cigarrillo en la
esquina, así no tendría que esquivar a las alumnas llevando
equipaje o ropa sucia cada tres
minutos.
Saqué mi teléfono celular de mi
bolsillo y marqué el número de Trenton, escuchando cada
tono con creciente impaciencia. Por
último, el buzón de voz salió.
—Trent, soy yo. Necesito un gran
favor. Es algo delicado, así que llámame tan pronto como
sea posible. Hasta luego
Colgué el teléfono, viendo a Peter y
Lali empujando a través de las puertas de cristal
del dormitorio, cada uno con dos de
sus bolsos.
— Parece que ya está todo listo
Peter sonrió, Lali no lo hizo.
— Ellos realmente no están tan mal—le
dije, empujándola con el codo. Su ceño fruncido no
desapareció.
— Ella se sentirá mejor una vez que
lleguemos allí—dijo Peter, más para alentar a su novia
que para convencerme mí.
Los ayude a cargar las cosas en el
baúl y luego esperamos a que Rochi terminará examen
parcial y nos encontrara en el
estacionamiento.
Estiré mi gorrita tejida por sobre
mis oídos y encendí un cigarrillo, esperando. Trenton
todavía no había vuelto a llamar, y
me estaba poniendo nervioso que él no fuera capaz de ir.
Los gemelos estaban a mitad de camino
a Colorado con algunos de sus compañeros Sig Tau, y
yo no confiaba en nadie más para
mantener a Rochi segura.
Tomé varias caladas, resolviendo los
diferentes escenarios en mi cabeza si Trenton no volvía
a llamar, y lo jodidamente egoísta
que estaba siendo, requiriendo su presencia en un lugar
donde sabía que podía estar en
peligro. Necesitaba concentración completa para ganar esta
pelea, y eso dependía de dos cosas:
la presencia de Rochi, y la seguridad de Rochi. Si Trenton
tenía que trabajar o no me llamaba,
yo tendría que cancelar la pelea. Eso era la única opción.
Tomé una última calada del último
cigarrillo en el paquete. Había estado tan absorto en la
preocupación, que no me había dado
cuenta de lo mucho que había estado fumando. Miré
mi reloj. Rochi debería haber salido
de clase por ahora.
En ese momento, ella llamó mi nombre.
— Hey, Pajarita
— ¿Está todo bien?
— Lo esta, ahora— dije, tirando de
ella contra mí.
—Está bien. ¿Qué pasa?
—Solo tengo un montón de cosas en mi
mente—suspiré. Cuando ella dejó en claro que mi
respuesta no era bastante buena,
continué: —Esta semana, la pelea, tu estando allí…
—Te dije que iba a quedarme en casa
— Te necesito allí, Pajarita—dije,
arrojando el cigarrillo al suelo. Lo vi desaparecer en una
profunda huella en la nieve, y luego
tomé la mano de Rochi.
— ¿Has hablado con Trent?— preguntó.
—Estoy esperando que me llame
Lali bajó la ventanilla y asomó la
cabeza por el Charger de Peter.
— ¡Date prisa! ¡Esta jodidamente
helando!
Sonreí y abrí la puerta para Rochi.
Mientras miraba por la ventana a Peter y Lali
repetir la misma conversación que
habían tenido desde que se enteró de que ella se reuniría
con sus padres. Así como nos
detuvimos en el estacionamiento de la vivienda, sonó mi
teléfono.
— ¿Qué carajo, Trent?— pregunté, al
ver su nombre en la pantalla. —Llamé hace horas. No
es como si tú hicieras algo
productivo en el trabajo o algo
— No han sido horas, y lo siento. He
estado en lo de Cami
— Lo que sea. Escucha, necesito un
favor. Tengo una pelea la semana que viene. Necesito
que vayas. No sé cuando es, pero
cuando te llame, te necesito allí dentro de una hora.
¿Puedes hacer eso por mí?
—No lo sé. ¿Qué hay para mí? —bromeó.
— ¿Puede hacerlo o no, idiota? Porque
yo necesito que mantengas un ojo en Pajarita. Un
idiota puso sus manos en ella la
última vez y…
—¿Qué carajo, Chuck? ¿Hablas en
serio?
— Sí
— ¿Quién lo hizo?—preguntó Trenton,
su tono inmediatamente grave.
— Me hice cargo de él. ¿Así que si te
llamo…?
— Si. Me refiero, por supuesto,
hermanito, yo estaré allí
— Gracias, Trent—hice clic en mi
celular y apoyé la cabeza en el respaldo del asiento.
—Aliviado—preguntó Peter, viendo mi
ansiedad disminuir por del espejo retrovisor.
—Si. No estaba seguro de cómo iba a
hacerlo sin él allí
—Ya te dije—Rochi comenzó, pero la
detuve.
—Pajarita, ¿cuántas veces tengo que
decirlo?
Ella sacudió la cabeza ante mi tono
impaciente.
— Sin embargo, no lo entiendo. Tú no
me necesitabas allí antes
Me volví hacia ella, mi dedo tocando
su mejilla. Ella claramente no tenía idea de qué tan
profundo corrían mis sentimientos.
—Yo no te conocía antes. Cuando no
estás ahí, no me puedo concentrar. Me pregunto dónde
estás, lo que estás haciendo. . . si
estás allí y puedo verte, me puedo concentrar. Sé que es
una locura, pero así es como es
— Y loco es exactamente como me
gusta—dijo, inclinándose para besar mis labios.
— Obviamente— Lali murmuró entre
dientes.
Antes de que el sol se pusiera
demasiado lejos en el horizonte, Lali y Peter tomaron el
Charger hacia el sur.
Rochi sacudió las llaves del Honda y
sonrió.
— Por lo menos no tenemos que
congelarnos en la Harley
Sonreí.
Rochi se encogió de hombros.
—Tal vez deberíamos, no sé,
¿considerar la tener nuestro propio coche?
— Después de la pelea, vamos a ir a
comprar uno. ¿Qué tal?
Ella saltó, rodeó con sus brazos y
piernas a mí alrededor, y cubrió mis mejillas, boca y cuello
con besos.
Subí las escaleras hasta el
apartamento, haciendo una línea recta hasta el dormitorio.
Rochi y yo pasamos los próximos
cuatro días acurrucados, ya sea en la cama o en el sofá con
Toto, observando películas antiguas.
Se hizo tolerable la espera de la llamada de Adam.
Finalmente, el martes por la noche,
entre las repeticiones de Boy Meets World, el número de
Adam iluminó mi teléfono. Mis ojos se
encontraron con Rochi.
— ¿Sí?
—Mad Dog. Te presentas en una hora.
Keaton Hall. Trae tu cara de juego, dulzura, él es Hulk
Hogan en esteroides
—Nos vemos entonces—me puse de pie, y
a Rochi conmigo.—Ponte algo cálido, bebé.
Keaton es un edificio antiguo, y probablemente
han apagado los calefactores por el receso
Rochi hizo un pequeño baile feliz
antes de correr por el pasillo hasta el dormitorio. Las
comisuras de mi boca se elevaron.
¿Qué otra mujer estaría tan emocionada de ver a su novio
intercambiando puñetazos? No es de
extrañar que cayera enamorado de ella.
Me puse una sudadera con capucha y
las botas, y esperé a Rochi en la puerta principal.
— ¡Ya voy!—gritó, pavoneándose
alrededor de la esquina. Se agarró a cada lado del marco
de la puerta y movió la cadera hacia
un lado.
— ¿Qué piensas?—preguntó, haciendo un
mohín con sus labios tratando de imitar una
modelo… o un pato. No estaba estoy
seguro.
Mis ojos viajaron desde su largo y
abrigado cárdigan gris, camiseta blanca y ajustados jeans
azules metidos dentro de altas botas
negras. Su intención era bromear, pensando que luciría
desaliñada, pero mi aliento de corto
en cuanto la vi.
Su cuerpo se relajó y dejó que sus
manos caigan hasta los muslos.
— ¿Así de mal?
— No— dije, tratando de encontrar las
palabras. —No está mal en absoluto
Con una mano abrí la puerta, y le
tendí la otra. Con un rebote en su andar, Rochi cruzó la sala
de estar y entrelazó sus dedos con
los míos.
El Honda fue lento al principio, pero
llegó a Keaton con un montón de tiempo. Llamé a
Trenton en el camino, pidiéndole a
Dios que el fuera como me había prometido.
Rochi estaba a mi lado, esperando a
Trenton junto a la alta pared norte de Keaton. Las
paredes del este y el oeste estaban
protegidas con andamios de acero. La universidad se
estaba preparando para darle a sus
más antiguos edificios una lavada de cara.
Encendí un cigarrillo y di una
calada, echando humo por la nariz.
Rochi apretó mi mano.
— Él va a estar aquí
La gente ya estaba filtrando desde
todas las direcciones, cuadras de distancia de
aparcamiento en diferentes lotes.
Cuanto más se acercaba la hora de la pelea, más gente se
podía ver escalando por la salida
contra incendios sur.
Fruncí el ceño. La elección del
edificio no se había pensado. La última pelea del año siempre
traía a los mas grandes apostadores,
y ellos siempre llegaban temprano para que pudieran
hacer sus apuestas y asegurarse una
buena vista. El tamaño del lugar sacaría a los
espectadores con menos experiencia,
que se presentaban mas tarde y terminaban
aplastados contra la pared. Este año
era excepcionalmente grande. Keaton estaba en las
afueras de campus, lo que era
preferible, pero su sótano era uno de los más pequeños.
— Esta es una de las peores ideas que
Adam ha tenido— me quejé.
— Es demasiado tarde para cambiar
ahora—dijo Rochi, sus ojos viajando por los bloques de
hormigón.
Abrí mi celular y le disparó un sexto
texto a Trenton, y luego cierro el teléfono.
— Pareces nervioso esta noche—
susurró Rochi.
— Me sentiré mejor cuando Trent tenga
su culo punk aquí
— Estoy aquí, tú quejosa niña—dijo
Trenton en voz baja.
Suspiré con alivio.
— ¿Cómo has estado, hermana?—Trenton
preguntó Rochi, abrazándola con un brazo, y luego
en broma empujándome con el otro.
—Estoy bien, Trent—dijo ella,
divertida.
Dirigí Rochi de la mano a la parte
posterior del edificio, mirando hacia atrás a Trenton
mientras caminábamos.
— Si los policías aparecen y nos
separamos, me reunimos en el edificio Morgan, ¿de
acuerdo?
Trenton asintió con la cabeza justo
cuando se detuvo junto a una ventana abierta cerca del
suelo.
— Estás jodiendo conmigo—dijo
Trenton, la mirada fija en la ventana. —Rochi apenas va a
pasar a través de allí
— Vas a pasar—le aseguré a él,
arrastrándome hacia la oscuridad interior.
Ahora, acostumbrada al allanamiento
de morada, Rochi no dudó en tirarse en el suelo
congelado, deslizarse hacia atrás por
la ventana y caer en mis brazos.
Esperamos por unos momentos, y luego
Trenton gruñó mientras se empujaba fuera de la
cornisa y aterrizaba en el piso, a
punto de perder el equilibrio cuando sus pies tocaron el
hormigón.
— Tienes suerte de que quiera a
Rochi. Yo no haría esa mierda por cualquiera— gruñó,
sacudiéndose la camisa.
Di un salto y cerré la ventana con un
tirón rápido.
— Por aquí—le dije, guiando a Rochi y
a mi hermano a través de la oscuridad.
Navegamos lejos dentro del edificio
hasta que una pequeña llama de luz pudo ser vista por
delante. Un murmullo de voces emanaba
de un mismo punto, mientras que nuestros tres
pares de pies crujían contra el
concreto suelto en el suelo.
Trenton suspiró después de la tercera
vuelta.
— Nunca vamos a encontrar nuestro
camino fuera de aquí
— Sólo sígueme. Va a estar bien—le
dije.
Era fácil de discernir lo cerca que
estábamos por el creciente volumen de la multitud que
esperaba en la habitación principal.
La voz de Adam se acercó el megáfono, gritando
nombres y números.
Me detuve en la habitación de al
lado, mirando a su alrededor las mesas y sillas cubiertas con
sábanas blancas. Un sentimiento
enfermizo se apoderó de mí. El lugar era un error. Casi tan
grande como traer a Rochi a un lugar
tan peligroso. Si se desataba una pelea, Rochi estaría
protegida por Trenton, pero el
refugio seguro lejos de la multitud estaba lleno de muebles y
equipo.
— Entonces, ¿cómo vas a jugar a
esto?—preguntó Trenton.
— Divide y vencerás
— ¿Divide qué?
— La cabeza del resto de su cuerpo
Trenton asintió rápidamente.
—Buena idea
— Pajarita, quiero que te pares por
esta puerta, ¿de acuerdo?—Rochi miró a la sala principal,
con los ojos abiertos mientras contemplaba
el caos. —Pajarita, ¿me oyes?—le pregunté,
tocando su brazo.
— ¿Qué?—preguntó, parpadeando.
— Quiero que te pares por esta
puerta, ¿de acuerdo? Mantente aferrada al brazo de Trent
en todo momento
— No me voy a mover— dijo—Te lo
prometo
Sonreí ante su dulce expresión
abrumada.
—Ahora tú te ves nerviosa
Miró hacia la puerta, y luego a mí.
— No tengo un buen presentimiento
sobre esto, Gas. No de la pelea, pero. . . algo. Este lugar
me da escalofríos
No podía no estar de acuerdo.
— No vamos a estar aquí mucho tiempo
La voz de Adam se acercó la bocina,
empezando su anuncio de apertura.
Toqué cada lado de la cara de Rochi,
y la miré a los ojos.
— Te amo—El fantasma de una sonrisa
asomo en sus labios, y la atraje hacia mí, abrazándola
con fuerza contra mi pecho.
—. . . así que no utilicen su suerte
para estafar al sistema, muchachos! —dijo la voz de Adam,
amplificada por el megáfono.
Enganché el brazo de Rochi alrededor
del de Trenton.
— No le quietes los ojos de encima.
Ni por un segundo. Este lugar se pondrá loco una vez que
empiece la pelea
". . . así que vamos a darle al
bienvenida al contrincante de esta noche…JOHN SAVAGE!
— La protegeré con mi vida,
hermanito—dijo Trenton, tirando ligeramente el brazo de Rochi
para dar énfasis.— Ahora ve a patear
el culo de ese tipo, así podemos largarnos de aquí
— ¡Sacudan sus botas, chicos, y
suelten sus bragas, señoras! Aquí esta: GASTON DALMAU!
En la introducción de Adam, entré en
la habitación principal. Brazos se agitaban, y voces de
muchos aullidos al unísono. El mar de
gente abrió ante mí, y poco a poco hice mi camino
hacia el círculo.
La habitación estaba iluminada sólo
con faroles que colgaban del techo. Aun tratando de
mantener un perfil bajo desde casi es
arrestado anteriormente, Adam no quería que las luces
brillantes alertaran a nadie de
afuera.
Incluso en la penumbra, podía ver la
gravedad de la expresión de John Savage. Se alzaba
sobre mí, sus ojos desorbitados y
ansiosos. Saltó de un pie al otro un par de veces, y luego se
quedó inmóvil, mirando ceñudo hacia
mí con el asesinato en mente.
Savage no era un aficionado, pero
sólo había tres formas de ganar: knockout, la sumisión y la
decisión.
La razón por la que la ventaja
siempre había estado en mi favor era porque tenía cuatro
hermanos, quienes luchaban diferentes
maneras.
Si John Savage luchaba como Trenton,
se basaría en la ofensiva, la velocidad y ataques
sorpresa, para lo que estuve
entrenando durante toda mi vida.
Si él luchaba como los gemelos, con
combinaciones de puñetazos y patadas, o cambiando sus
tácticas para lanzar golpes, entrené
para eso toda mi vida.
Thomas era el más letal. Si Savage
luchaba inteligentemente, y probablemente lo hiciera, a
juzgar por la forma en que me estaba
midiendo, lucharía con el equilibrio perfecto de fuerza,
velocidad y estrategia. Yo sólo
intercambie golpes con mi hermano mayor, un par de veces
en mi vida, pero cuando tenía
dieciséis años, él no podía vencerme sin la ayuda de mis otros
hermanos.
Sin importar lo mucho que John Savage
había entrenado, o qué ventaja pensaba que tenía,
ya había luchado con él antes. Yo
había luchado con todo el mundo que valiera la pena
luchar… y había ganado.
Adam hizo sonar el megáfono, y Savage
dio un corto paso hacia atrás antes de conectar un
golpe en mi dirección.
Yo lo esquivé. Él, sin dudas,
lucharía como Thomas.
Savage se acercó demasiado, así que
use mi pie y lo lancé de nuevo en la multitud. Lo
empujaron de nuevo al círculo, y él
se me acercó con un nuevo propósito.
Arrojó dos golpes consecutivos, y
luego lo agarré, empujando su cara hacia abajo en mi
rodilla. Juan se tambaleó hacia
atrás, ahí se fue su ingenio, y luego volvió a la carga.
Lancé un gancho y fallé, y luego él
trató de envolver sus brazos alrededor de mi cintura. Ya
sudando, era fácil deslizarse de sus
manos. Cuando me di la vuelta, su codo se reunió con mi
mandíbula, y el mundo se detuvo por
menos de un segundos antes de que yo me lo quitara
de encima y le respondí con un gancho
de izquierda y derecha, lanzando uno tras otro.
El labio inferior de Savage se dividido
y salpicó. Con la primera sangre aumentó el volumen
de la sala a decibeles
ensordecedores.
Mi codo se echó hacia atrás, y mi
puño siguió hasta el final, haciendo una corta parada en la
nariz de Savage. No me detuve, a
propósito atontándolo, así que tendría tiempo para mirar
hacia atrás y ver a Rochi. Ella se
quedó donde yo le había pedido, con el brazo todavía
enganchado alrededor de Trenton.
Satisfecho de que ella estaba bien,
me centré en la lucha de nuevo, esquivando rápidamente
cuando Savage lanzó un tambaleante
puñetazo y, a continuación, lanzó sus brazos alrededor
de mí, tirándonos a ambos al suelo.
John aterrizó debajo de mí, y sin
siquiera intentarlo, mi codo se estrelló contra su cara. Él
puso mi cuerpo en una tenaza con sus
piernas, trabándolas con sus tobillos.
— ¡Voy a acabar contigo, maldito
idiota!— gruñó John.
Le sonreí, y luego me levanté del
suelo, levantándonos los dos. Savage luchó para quitarme
equilibrio, pero ya era hora de
llevar a Rochi a casa.
La voz de Trenton estalló sobre el
resto de la multitud.
— ¡Azota su culo, Gaston!
Me caí hacia adelante y ligeramente
hacia un lado, golpeando la espalda de John y su cabeza
contra el cemento en un golpe
devastador. Mi oponente ahora aturdido, eché hacia atrás mi
codo y empujó mis puños en su rostro
y a los lados de su cabeza una y otra vez hasta que un
par de brazos se enganchados debajo
mio y me apartaron.
Adam lanzó un cuadrado rojo en el
pecho de Savage, y la sala explotó cuando Adam me
agarró la muñeca y levantó la mano en
el aire.
Miré a Rochi, que estaba saltando
arriba y abajo, cabezas por encima de la multitud, ayudada
por mi hermano.
Trenton estaba gritando algo, una
enorme sonrisa en su rostro.
Justo cuando la multitud comenzó a
dispersarse, vi una mirada de horror en la cara de Rochi,
y segundos más tarde, un grito
colectivo de la multitud provocó pánico. Una farola que
colgaba en la esquina de la
habitación principal había caído, incendiando una sabana blanca.
El incendio se extendió rápidamente a
la sabana contigua, comenzando una reacción en
cadena.
La multitud gritando corría hacia la
boca de la escalera mientras el humo llenaba
rápidamente la habitación. Caras
asustadas, tanto hombres como mujeres, se destacaron por
las llamas.
— Rochi—grité, dándome cuenta de lo
lejos que ella estaba, y cuántas personas estaban
entre nosotros.
Si no podía alcanzarla, ella y
Trenton tendrían que encontrar su camino de regreso a la
ventana a través del laberinto de
pasillos oscuros. El terror se clavó en mi interior,
estimulándome a empujar violentamente
al que sea que me cruzara en el camino.
La habitación se oscureció, y un
ruido fuerte sonó desde el otro lado de la habitación. Los
otros faroles se encendían y se
añadían a la hoguera en pequeñas explosiones. Yo alcancé a
ver Trenton, que estaba agarrando el
brazo de Rochi, tirando de ella detrás de él mientras
trataba de abrirse paso entre la
multitud.
Rochi sacudió la cabeza, tirando
hacia atrás.
Trenton miró a su alrededor, formando
un plan de evacuación, mientras se encontraban en
el centro de la confusión. Si
trataban de salir por la escalera de incendios, serían los últimos
en salir. El fuego estaba creciendo
rápidamente. No lo lograrían pasar a través de la multitud
hasta la salida a tiempo.
Cualquier intento que hice para llegar
a Rochi fue frustrado cuando parte del público subía y
me empujaba más lejos. Los
emocionados vítores que llenaron la habitación antes fueron
remplazados por gritos horrorizados
de miedo y desesperación mientras todo el mundo
luchaba para llegar a las salidas.
Trenton sacó a Rochi hacia la puerta,
pero ella luchaba contra él para mirar hacia atrás.
— Gaston—gritó, buscándome.
Tomé aire para gritar de nuevo, pero
el humo llenó mis pulmones. Tosí, agitando el humo.
— ¡Por aquí, Gas!— gritó Trenton.
— ¡Solo sácala de aquí, Trent! ¡Saca
a Pajarita de aquí!
Los ojos de Rochi se abrieron, y ella
negó con la cabeza.
— ¡Gaston!
— ¡Sólo vete!—le dije—¡Los encontraré
afuera!
Rochi se detuvo un momento antes de
que sus labios formaron una línea dura. Alivio me
recorrió. Rochi Igarzabal tenía un
fuerte instinto de supervivencia, y acaba de hacerle
efecto. Ella agarró la manga de
Trenton y tiró de él en la oscuridad, lejos del fuego.
Me volví, buscando mi propio camino.
Decenas de espectadores estaban arañando su camino
hacia el estrecho acceso a las
escaleras, gritando y luchando entre sí para llegar a la salida.
La habitación estaba casi negra del
humo, y sentía mis pulmones luchando por aire. Me
arrodillé en el suelo, tratando de
recordar las diferentes puertas que se alineaban en la
habitación principal. Me volví hacia
la escalera. Ese era el camino por el que quería ir, lejos
del fuego, pero me negué a entrar en
pánico. Había una segunda salida que conducía a la
escalera de incendios, una que a sólo
unas pocas personas se les ocurriría. Me agaché y corrí
hacia donde recordaba que estaba,
pero me detuve.
Pensamientos de Rochi y Trenton
perdiéndose destellaron en mi mente, alejándome de la
salida.
Escuché mi nombre, y miró hacia el
sonido.
— ¡Gaston! ¡Gaston! ¡Por aquí! —Adam
estaba en la puerta, haciéndome señas.
Negué con la cabeza.
—¡Debo encontrar a Pajarita!
El camino hacia la habitación más
pequeña por donde Trenton y Rochi se escaparon estaba
despejado, así que corrió por la
habitación, golpeándome con alguien de frente. Era una
chica, una estudiante de primer año
por el aspecto, su rostro cubierto con vetas negras.
Estaba aterrorizada.
— ¡A-ayúdeme! ¡No puedo. . . No sé el
camino!—dijo, tosiendo.
— Adam—gritó. La empujé hacia la
dirección de la salida—¡Ayúdala a salir de aquí!
La niña corrió hacia Adam, y él le
agarró la mano antes de desaparecer por la salida antes de
que el humo oscureciera totalmente la
vista.
Empujé por el piso y corrí hacia
Rochi. Otros estaban corriendo por los laberintos oscuros
también, llorando y jadeando mientras
trataban de encontrar una salida.
— Rochi—grité en la oscuridad. Estaba
aterrado de hayan tomado el camino equivocado
Un pequeño grupo de jóvenes de pie en
el final de un pasillo, llorando.
— ¿Has visto a un chico y una chica
pasar por aquí? Trenton es así de alto, se parece a mí—
dije, con una mano en mi frente.
Ellos negaron con la cabeza.
Mi estómago se hundió. Rochi y
Trenton habían ido por el camino equivocado.
Señalé pasado el grupo asustado.
—Sigan ese pasillo hasta que lleguen
al final. Hay una escalera con una puerta en la parte
superior. Tómenla, y luego vayan a la
izquierda. Hay una ventana por la que pueden salir
Una de las chicas asintió con la
cabeza, se secó los ojos, y luego gritó a sus amigos a seguir.
En lugar de dar marcha atrás en los
pasillos por dónde vinimos, giré a la izquierda, corriendo
por la oscuridad, con la esperanza de
que iba a tener suerte y encontrarme con ellos de
alguna manera.
Oí gritos de la habitación principal
mientras empujaba adelante, decidido a asegurarme de
que Rochi y Trenton hubieran
encontrado la manera de salir. Yo no me iría hasta que lo
supiera con certeza.
Después de correr a través de varios
pasillos, sentí pánico pesando mi pecho. El olor a humo
me había alcanzado, y yo sabía que
con la construcción, el edificio viejo, los muebles, y las
sabanas que cubrían todo alimentando
el fuego, todo el sótano sería tragado por las llamas
en cuestión de minutos.
— ¡Rochi!—grité de nuevo— ¡Trent!

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