viernes, 17 de febrero de 2012

Dilema y un no hay tal Crisis capitulo 15


Camine por inercia a la oficina de luz. Realmente Ramiro me había propuesto la salida? Tampoco entendía muy bien todo ese juego suyo y que papel representaba su amigo nacho en todo esto! Aunque no se me habia pasado por alto la mirada amenazadora que le habia lanzado Ramiro a su amigo tras la insistente mirada de este sobre mi… A que amiga llamaría?... no puedo creer que enserio lo este pensando!
Toque cortésmente la puerta de la oficina de luz y espere hasta que me indico que pasara, su vos me había sonado tan claramente a la de mi madre que dude un segundo en la puerta, la extraña se sanción que siempre me acompañaba en cada encuentro con luz se hizo presente de nuevo, seguía sin descubrir que era, sentía como que algo obvio se me pasaba por alto y eso me frustraba.
- El señor Ramiro me ha pedido que te entregue estas carpetas, necesita que las revises – dije colocando el manojo que tenia en la mano sobre su escritorio. Me indico que las colocara en un estante y así lo hice.
- Llévale esto y dile que lo revise y firme, que lo necesito lo mas rápido posible.- asentí con la cabeza pero ella no pareció conforme con mi respuesta –
- Si señora – respondí.
Alzo una ceja y se inclino en su silla.
- rocío, no soy tan vieja, llámame señorita por favor.- titubee y no supe que responder. Me miro fijamente y en sus ojos pude ver una extraña mezcla de sentimientos, melancolía, enternecimiento y tristeza?. Todas esas expresiones desaparecieron en un segundo y volví a ver su fría mirada.
- Si señorita – me esforcé por responder y dí media vuelta; antes de salir me detuve en el umbral y mire en su dirección, me encontré con una luz sonriendo.
Salí casi corriendo, mientras un escalofrío me recorría el cuerpo, esa sensación de malestar se intensifico. Mi madre había muerto hace más de 9 años y el parecido con luz me jugaba malas pasadas, nunca había visto a luz sonreír y mi madre mercedes siempre lo hacia; ese era el único rasgo que me faltaba comparar y ya por fin lo había echo. El parecido era tal cuando hacían ese gesto que mi mente ya vagaba por ideas ridículas.
Sin darme cuenta había avanzado hasta la oficina de Ramiro, toque la puerta y al escucharlo indicarme que entrara lo hice. Esta vez se encontraba solo y tecleaba algo en su ordenador.
- luz me ha pedido que te trajera esto y que por favor lo firmes cuanto antes – levanto la vista y tomo los papeles que le ofrecía.
- Vamos a salir esta noche? – pregunto mientras colocaba los papeles en su escritorio.
- Sigues pensando que voy a aceptar tu salida no?
- Así es – respondió inclinándose para mirarme.
- Pues no, no saldremos esta noche porque… - busque en mi mente alguna excusa. Bingo!!- quede en llevar a una compañera a su casa.
- Eso no es problema. Salimos mañana entonces.
- No te rindes nunca no? – pregunte apoyándome de su escritorio, acto que me acerco a su rostro. Error!!
- No. Ya te dije, me interesa conocerte. – respondió con una sonrisa compradora
- Porque? – pregunte intrigada, que ganaba el conociéndome?
- No lose aun. – en sus ojos pude ver que era sincero.
- Y suponiendo que acepte tu salida – dije irguiéndome y apartándome se su peligrosa cercanía- tu novia nos acompañaría? –
- Mi novia?- repitió, parecía confundido.
- Si – respondí- valentina.
Sonrió y me miro con sus penetrantes ojos verdes.
- valentina no es mi novia! – dijo sin apartar su vista de mi.
¿¿Que?? Como que valentina no es su novia!! Este chico hace mucha trampa!!
Pareció leer mis pensamientos.
- no pareces muy convencida – dijo recostándose de su asiento.
- Perdona mi escepticismo – comente irónicamente.
- Que te parece si salimos mañana a la noche, tu, nacho, un amiga tuya y yo, ahí te lo explico todo.
- Eso es extorsión, una salida por respuestas, me estas comprando!! – afirme cruzándome de brazos.
- En realidad no te compro, aremos un intercambio, tu compañía por la verdadera historia detrás de valentina. – respondió sonriendo.
- Esa historia puedo conseguirla en otra parte - respondí desafiante.
- Si, pero una buena reportera siempre busca la historia real y esa… la tengo yo! – respondió con suficiencia.
- Y que te hace pensar que me interesa saber sobre tus quilombos amorosos? – volví a atacar.
- No se si te interesa, pero a mi si me interesa saber sobre ti así que… salimos?-
- Sigo sin entender porque tanto interés en mi.
- Y yo sigo sin saber que responder ante eso.
El silencio se hizo presente.
- Tengo trabajo – dije saliendo por la tangente mientras me encaminaba a hacía la puerta.
- Y sigues huyendo?
- Yo no huyo – me defendí- solo que me espera un cerro de papeles en mi locker y no quiero que me despidan, así que… chau.- dije dirigiéndome a la salida.
Lo escuche reírse mientras cerraba la puerta tras de mi.
-lista para irnos? – me llamo Belen recostándose en mi escritorio.
Estaba tan metida en mi trabajo que no me había dado cuenta de la hora. Suspire y apague todo, tome mi bolso y caminamos juntas hacia el elevador. Esperando el ascensor seguimos hablando sobre unas remodelaciones que ella quería hacer a su casa.
Las puertas del elevador se abrieron y de ella salio modelando la reina del hielo valentina que apartándonos groseramente paso entre nosotras, nos miro de reojo y esbozo una sonrisa burlona.
Tuve que sujetar a Brenda para que no se abalanzara sobre valentina que siguió su camino modelando sobre sus tacones mientras yo deseaba que se le doblara un tobillo.
Ramiro apareció por el pasillo chocando de frente con valentina, quien se abalanzo en sus brazos y enrolló los suyos como víboras alrededor del cuello de el. Ramiro la miro un segundo y luego alzo la vista topándose con mi mirada, las puertas del elevador se abrieron y entre en el. Antes que se cerraran pude ver como se soltaba del amarre de los brazos de valentina he intentaba caminar hacia el ascensor.
Permanecí en silencio hasta llegar a mi auto.
- ok, obviamente no me vas a contar que fue eso o si? – pregunto Belen sonriendo mientras entraba en el asiento de copiloto.
- A que eso te refieres? – pregunte mientras colocaba la llave en el contacto.
- A la mirada matadora que te echo Ramiro cuando entramos al elevador, tienes que admitir que fue impactante.
- No se de que miradas hablas – dije mientras comenzaba la marcha – solo alzo la vista y nos miro – termine de decir remarcando las palabras “nos”.
- No – ataco ella – no, nos miro, TE miro. Que es distinto? –
- Y eso que? Acaso no puede mirarme? Tan fea soy? – pregunte deteniéndome en un semáforo.
- No, fea no eres, ese es el detalle –
- Por favor, Belen te hacia mas inteligente, no puedo creer que insinúes que le gusto al guapísimo director? – pregunte riendo.
- Y por que no? – pregunto ella acomodándose en el asiento.
- Porque tu misma lo dijiste “Ramiro solo sale con las que son suficientemente buenas para el, ninguna recepcionista, ni secretaria” – dije imitándola. Belen soltó una risa suave y permaneció callada como pensando en mis palabras.
- Tienes razón – hablo al final – pero quien sabe, quizás seas la excepción a la regla!
- Belen por favor. El tinte te afecto el cerebro – dije riendo ella rió y se hizo la ofendida
- Nada de tinte es todo natural- dijo cruzándose de brazos. Yo no pude evitar reír más alto.
Al fin llegamos a su departamento y tras despedirse de mí la vi entrar. Seguí mi camino hasta llegar a mi casa.
Entrando coloque música y me dirigí a mi habitación, me vestí con unos shorts y una camisa de tirantes conciente de que dentro de poco ya no los podría usar y fui hasta la cocina, saque lo que necesitaba y comencé a cocinar, mientras bailaba y cantaba dispuesta a pasar una noche cómoda y tranquila en mi casa.

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