martes, 14 de febrero de 2012

Dilema y un no hay tal Crisis capitulo 7


Esa noche como hoy ese sillón era testigo de momentos inolvidables, pero a diferencia de esa vez en la que se había prestado tan cómodo y acogedor ahora se mostraba frío y árido.
*
- quieres agua o un te helado de durazno – me pregunto con una sonrisa que impactaba. No podía creer como se acordara que mi bebida preferida era el te helado de durazno; pero no! seguro no se acuerda y me ofrece eso solo porque es todo lo que le queda.
- Creo que me quedo con el te – le respondí devolviéndole la sonrisa.
- Supuse que eso era lo que pedirías, es tu bebida favorita no? Por eso la traje.-
Que me parta un rayo, se acordó de que me encanta esta bebida y la compro para mí! pero no ese pequeño acto de hospitalidad no puede generar, bueno mejor dicho no debe porque si las genera, esperanzas en mí. Pero esperanzas de que, yo estoy loca y me como cualquiera, vine hoy a decirle que espero un hijo suyo. Cuando lo pienso sale re fácil ahora colocarlo en palabras es mi problema.
Gastón regreso de la cocina con dos vasos, uno con mi te y otro con una limonada tal y como a el le gusta, se sentó a mi lado y me paso mi bebida, tome un sorbo sin ser conciente por los nervios y respire un par de veces para calmarme, ese apartamento me traía muchos recuerdos y eso no me ayudaba, eso sin contar con el simple echo de que el estuviera sentado junto a mi.
-esta todo bien? Estas pálida! – me dijo mirándome con curiosidad.
- estoy bien – respondí pero mi voz tembló un poco y eso le quito convicción a mis palabras.
- Rochi – hizo una mueca – perdón, Rocío, yo quería hablar contigo porque – se callo y tomo mis manos entre las suyas – yo te quise mucho, y te quiero mucho.
Esto se estaba yendo de mambo, ese no era el tema que quería tratar y hablarlo en ese momento no me ayudaba en lo absoluto.
- gaston, yo no vine a hablar de eso contigo, estoy aquí por otra cosa.
- Pero, yo si quiero hablarlo – me dijo mirándome a los ojos – se que te hice daño, que fui una basura con vos y no te mereces eso.
Cerré los ojos, no podía soportar que me mirara de esa manera.
- también se que te cuesta estar sentada aquí junto a mi y quiero que sepas que aunque amo a kika.
Retire mis manos bruscamente de entre las suyas y no me atreví a abrir los ojos sabia que en lo que eso sucediera no iba a poder detener las lagrimas.
- basta Gastón – le dije aun con los ojos cerrados – no quiero hablar de eso.
Abrí los ojos y me encontré con una mirada tierna.
- Esta bien – me dijo, me conocía y sabia que me estaba forzando.
- Yo – carraspee – mira Gastón, nosotros – no sabia que palabra usar – terminamos hace 3 semanas. (aunque tú ya lo habías terminado todo mucho tiempo atrás) desterré ese pensamiento.
Me miro y asintió en silencio.
- pero la ultima vez que estuvimos juntos, la ultima ves que nos amamos, fue hace un mes no? – me miro entre sorprendido he intrigado y volvió a asentir- hace 2 días fui al medico – vi como su expresión cambiaba y esta ves se mostraba preocupada. Creo que ya llego a una conclusión.
- Estas bien? Te sientes mal? Estas enferma? Que te dijo? – comenzó a preguntar tan rápido que apenas y entendía que me decía.
Tape su boca con mi mano para callarlo y el contacto de sus labios con mi palma hizo que un escalofrío me recorriera el cuerpo, aparte mi mano de inmediato y el solo me miro con sorpresa.
- el doctor me dijo que… – hice una pausa y mis ojos se llenaron de lagrimas, agache la cabeza y comencé a sollozar. No podía, esto me superaba, me derrumbe ahí, a su lado y no me importo, no podía continuar y lo sabía. Para mi sorpresa, paso su brazo por mis hombros y yo instintivamente me hundí en su pecho.
Llore desconsoladamente mientras el me acariciaba el pelo, inspire el olor que emanaba de ese hombre y llene mis pulmones de su dulce aroma. Nose cuanto tiempo pasamos ahí uno al lado del otro, hasta que el se aparto de mi lentamente y con su mano tomo mi barbilla obligándome a mirarlo.
- no importa lo que haya dicho el doctor – me dijo muy serio – escúchame Rocío Igarzabal, yo nunca te voy a dejar sola.
- No me prometas nada hasta saber que pasa- lo rete entre sollozo y sollozo.
- Yo – dije tratando de bajar la cabeza, pero el no me lo permitió.- estoy embarazada. – le solté mirándolo a los ojos y rompí en llanto.
Sentí como se ponía rígido y me soltaba. Se paro de repente y se alejo de mi, yo lo necesitaba mas que nunca y el se alejaba de mí, alce la vista y lo mire a la cara, estaba completamente ido, miraba la terraza con aire ausente.
- tu, estas, embarazada – repitió sin quitar la vista de la terraza.
Yo agache la cabeza y seguí llorando en silencio. Segundos, minutos, horas pasaron sin que el me mirara y yo pudiera dejar de llorar. De repente y sin aviso me obligo a pararme agarrándome por los hombros.
- tu estas embarazada – me grito aun sosteniéndome por lo hombros. tenia miedo, ira, tristeza, miles de sentimientos me llenaron.
- Si Gastón yo estoy embarazada. – respondí completamente seria, lo peor de todo esto me lo llevaba yo, el no tenia derecho alguno de maltratarme.
- Y es – no termino la frase y yo sentí dolor al pensar que el dudara de mi.
- No Gastón, es del aire – le solté con sarcasmo – obvio que es tuyo, yo no he amado a mas nadie, el que tu te ayas acostado con otras mujeres no quiere decir que yo también me aya revolcado con otros. – le grite a demasiado molesta como para calmarme.
Me soltó de golpe haciendo que yo cayera sobre la alfombra, se revolvió sus rubios cabellos exasperadamente con la mano y comenzó a dar vueltas por la sala como un león enjaulado. Nunca lo había visto así. Yo no me atreví a pararme, tampoco lo hubiera logrado de haber querido, me sentía demasiado débil y triste como para lograrlo.
Se agacho a mi lado y me ayudo a incorporarme.
- y ahora que se supone que debo hacer – me pregunto en vos baja.
- Eso es decisión tuya – le espete seria.
- Rocío tengo una vida, planes, – no lo deje seguir hablando.
- No me malinterpretes Gastón, no vine a decirte esto para que dejaras tu vida de lado, no pretendo que te cases conmigo para ser una familia. Vine a decírtelo porque eres el padre y tienes derecho a saberlo, lo que hagas con esta información es problema tuyo. puedes venir y estar conmigo en el proceso siendo un buen padre o ignorar lo que te acabo de decir, es decisión tuya.
Permaneció en silencio.
- kika – dijo en voz baja y yo lo entendí perfectamente.
- Gastón este bebe no cambia nada en nuestra relación, tu tienes una pareja y yo estoy conciente de eso, nuestro trato seria solo y estrictamente para lo que el bebe respecta, pero yo repito es decisión tuya.
No respondió, se voltio hacia mí y me agarro por el brazo. No pude reprimir un quejido con el gesto.
- Gastón me haces daño. – le dije con terror en la vos.
- Porque no te cuidaste – me grito completamente sacado. – como nos paso esto.
Mis ojos se llenaron se lagrimas, nose si por mi brazo que aun mantenía apretado con demasiada fuerza o por sus palabras. Tragando el dolor y la tristeza que sentía logre hablar.
- porque no me cuide? Tu me estas jodiendo. No me embarace yo sola, creo que es algo que se hace de 2. Gastón, no nos cuidamos!! En ese momento nos entregamos el uno al otro, yo me entregue a ti porque creí que me amabas, porque yo te amaba! Y no me malinterpretes, no me arrepiento de nada, pero las cosas son como son y yo, llevo un hijo tuyo en mi vientre. Ya te lo dije, puedes estar conmigo en el proceso o dejarlo pasar, es tu decisión!!
Me solté de su brazo, arregle mi vestido y camine hacia la puerta dispuesta a irme, el no se movió de donde estaba, abrí la puerta y me pare en el umbral, lo vi sentado en el sillón con la cabeza entre las manos. Susurre un adiós y cerré la puerta tras de mí.
Baje en el ascensor y al salir al frío de la noche caí en la realidad de que estaba completamente sola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario