
Capitulo 26
Solo una cortina blanca y roída por las polillas colgaba en la pared sin sentido, Ramiro se acerco a ella y la corrió, detrás una puerta de madera se encontraba cerrada.
- que es esto?? – no dijo nada y saco una cadena que guindaba de su cuello, tenia una llave dorada de un diseño extraño, introdujo la llave en la cerradura de la puerta y me sorprendió que abriera.
- Adelante – dijo abriendo la puerta. Entre temerosa he intente ubicarme, donde estaba??. Cuando vi la escalera en espiral lo entendí. Era la torre, mas segura comencé a caminar hacia ella.
Cuando llegue al primer escalón me di la vuelta. El estaba recostado del umbral sin ninguna expresión en el rostro. Suspiro y se acerco a mi, paso a mi lado y comenzó a subir por la empinada escalera, lo seguí como pude varios escalones detrás.
- esto es seguro?? – pregunte lo mas alejada que pude del borde. Se detuvo y giro sobre si, me miro fijamente y me tendió la mano, la tome entre las mías y me separe un poquito de la pared a la que había estado apoyada para no caer.
- Confía en mi – pidió y volvió a subir, esta vez tomada de el pude subir mejor, al llegar al ultimo peldaño vi que solo era un piso con un ancho con un baul recostado en una pared de piedra y techo de tejas, varias se habían caído y se colaban rayos de sol, al otro lado de la habitación la pared se había derrumbado y se veia un gran hoyo, me acerque y note que daba al lago; era una torre alta, estábamos como en un cuarto piso sobre la laguna.
Ramiro se sentó a mi lado su vista se perdió en el cielo.
- que hora es?? – pregunte mirando el horizonte, por el sol calculaba que las 2 de la tarde.
- Son las 3 – dijo consultando su reloj de marca.
Me senté a su lado y lo mire por un largo rato, el sol le pegaba haciendo que de sus rubios cabellos brotaran destellos aun mas rubios y sus ojos grises se vieran azules.
- perdón – dijo en un susurro.- fue mala idea acompañarte en al medico.
- Porque te fuiste así?? Me asuste – le recrimine.
- Porque me quise ir – contesto groseramente.
Pestañee un par de veces muy rápido sin ningún objetivo. Y lo mire con tal expresión de asombro que el soltó un suspiro y se retracto.
-hago todo mal hoy no?? – sus manos revoloteaban sin cesar en su regazo.
- Ramiro, quiero entenderte, quiero ayudarte, quiero estar contigo pero no puedo sino confías en mi, por favor!!– lo veía sufrir y me dolía. Con Ramiro tenia una conexión extraña, diferente, no lo sentía como ese primer flechazo, ese amor empalagoso que te hace cantar, era distinto, era un amor casi fraternal, maternal, era incluso instinto.
- Ella lo hizo – dijo en un susurro ronco, una lagrima rodó por su mejilla y yo me abalance a el con todas mis fuerzas, esa lagrima me quemaba -
- quien te hizo daño?? – yo apenas y podía hablar, me apretaba cada vez mas a el, quería decir tantas cosas con ese abrazo.
- La amaba, con toda mi alma – me miro a los ojos – y ella me uso, me engaño y me arrebato lo que mas quería en el mundo.
- quien Ramiro quien te hizo eso??- le pregunte casi con desesperación.
- Brendha – contesto y otra lagrima cayo. Lo mire sin decir nada. Que podía decirle?
- Ella era la hija mayor de las Swan, una familia adinerada que frecuentaba mi casa, era el partido perfecto podría decirse, pero no fue eso lo que me enamoro, ella era tan hermosa, tan delicada – hizo una pausa – tan fría y distante, la veía tan lejana y perfecta que la hice mi adoración, estaba tan cegado pensando que era amor, que ella era tan irreal que no vi la realidad.
- no entiendo!! Si era fría y tan distante porque la buscaste??-
- porque era como esa princesa de hielo que todos admiran y nadie toca, yo deseaba ser ese 1 que lograra llegar a ella, y lo logre… después de mucho pelearla lo logre, me rechazo muchas veces pero era joven, terco y no me rendía tan fácil. – sonreí.
- aun eres así- una pequeña y casi imperceptible sonrisa se asomo por sus labios pero desapareció tan rápido como llego.
- en mi ultimo año de colegio lo logre y fuimos novios.
- como fue su noviazgo?? Digo, eran felices?? – una oleada de celos me llego de repente, haciéndome ruborizar, por suerte el no me veía.
- si – suspiro – o por lo menos eso creía yo… estaba tan cegado por ella que no veía lo obvio, ella me usaba para cumplir todos sus caprichos, yo encantado le compraba y hacia todo lo que ella me pedía, era su perrito faldero y lo mas triste – corrió un mechón que caía por mi cara – a mi me gustaba serlo.
- un día me dijo que quería casarse – mis ojos se abrieron como platos -
- te casaste?? – la sola idea me paralizaba.
- yo le dije que éramos muy jóvenes que aun faltaba mucho – su vista se perdió en algún punto – ella se derrumbo en mis brazos y me grito que no la amaba, nunca la había visto así, ella vivía de apariencias, jamás dejaba que un sentimiento la dominara, y esas lagrimas hicieron estragos en mi. – me miro.
- dos semanas después yo ya corría con los preparativos.
-enserio pensabas casarte??- me sentía incrédula.
- la amaba. – contesto –
-porque no se casaron?? – por su expresión supe que puse el dedo en la herida.
- ya lo tenia todo preparado, invitados, iglesia, recepción y cura. – otra lagrima broto. – ella no llego.
- ella se fue?? – la historia me parecía irreal pero en sus ojos podía ver el dolor que esta le había dejado.
- regreso 2 meses depuse pidiendo perdón. –
- Que??? – mi expresión era de clara molestia.
- estaba embarazada, por eso quería casarse. – no pude evitar rosar la palma de mi mano con su mejilla.
-la perdone – dijo agachando la cabeza – yo amaba a esa criatura que ella llevaba en el vientre con todas mis fuerzas y no planeaba dejarla sola nunca… iba a ser niña.
-iba?? – me atragante al preguntar.
- cuando Brenda tenia 3 meses de embarazo una noche cayo en fiebre, deliraba y decía cosas sin sentido, camino al hospital me dijo la verdad.
- no entiendo de que verdad hablas?? – no podía concebir algo peor que el echo de que lo dejara plantado en el altar.
- esa bebe no era mía – su mirada se ensombreció – ella me había engañado y el bebe era de otro padre. Quería casarse para cubrir su vergüenza y hacer pasar al hijo como mío, pero el hombre con quien me engaño – carraspeo – el hombre que ella amaba antes de la boda le propuso fugarse. Por eso falto al casamiento. – Suspiro – regreso 2 meses después porque ese hombre la había engañado a ella.
- que hiciste después de enterarte de eso??- ahora comprendía su sufrimiento.
- nada, la amaba a ella y a el bebe, aunque no fuera mío, no pensaba dejarla sola.- Ramiro era maravilloso si pudo perdonar eso.
- ella se recupero de la fiebre?? – pregunte preocupada por el estado de la bebe.
-si – respondió tan bajito que me costo escucharlo.- pero no quería a ese hijo, lo creía un hijo bastardo y odio al padre de esa criatura por engañarla, se vengo con el bebe.
- de que hablas?? – pregunte asustada por el tono sombrío que utilizo.
-2 semanas después del incidente cuando supo que yo sabía la verdad pensó que no valía la pena seguir fingiendo amor y… - sus ojos se llenaron de lagrimas y yo tome su rostro entre mis manos.- se practico un aborto y perdió al bebe. – temblé ante la idea.
- cuando me lo confeso le pedí que se marchara y no la he vuelto a ver – las lagrimas caían por los ojos de ambos - pero al irse se llevo consigo todo lo que había amado hasta ese momento, ella y ese bebe eran mi todo – se limpio con el dorso de la mano una solitaria lagrima que caía – por eso me puse mal hoy a la mañana, tantos recuerdos, yo amaba a esa bebe, no era mía y aun no la conocía pero la amaba.- volvió caer una lagrima – perdóname?? – pidió en voz baja.
-no tengo nada que perdonar – respondí con la voz rasposa por las lagrimas.
-si, rocío aléjate de mi soy una bosta – me miro con dolor - después de eso, me vengue del mundo por esa mala jugada de la vida, no me importa nadie, no puedo sentir amor por alguien, uso a las mujeres, te voy a hacer daño. – hablaba cada vez mas exasperado y yo solo lo miraba y negaba con la cabeza. – si, rochi entiéndelo, te voy a hacer daño.
- no serias capaz – negué completamente segura.- confío en ti y estoy contigo –
Siguiendo un impulso tome su rostro entre mis manos y lo bese, lo bese frenéticamente, al principio se mostró desconcertado y luego siguió mi beso de forma urgente. Quería demostrarle que no estaba solo, que yo lo iba ayudar, que yo necesitaba ayuda, que lo necesitaba a el, para sanar mis heridas y poder sanar las suyas, cerré mis ojos y me hundí en el, la vida había sido muy injusta con ambos, el no me amaba y yo no lo amaba, pero quizás y solo quizás el es la persona que esperaba y yo era quien el esperaba. Paso sus brazos por mi cintura y me pego aun mas a el, el beso cada vez era más profundo, más apasionado, mas necesitado, queríamos borrar las cicatrices del destino, y lo estábamos logrando.
Al separarnos me miro a los ojos y beso mi mejilla.
- gracias – dijo en un susurro.
- Gracias porque?? – pregunte tratando de mantener la compostura, ese beso había sido abrumador.
- Por todo, por escucharme, entenderme y no juzgarme. – sonreí.
- Porque iba a juzgarte, esa tipa es una idiota – acaricie su mejilla y el cerro los ojos. – no supo valorarte y te hizo mucho daño. Te juro que le arrancaría la cabeza de tenerla enfrente.- sonrío- Que culpa tienes de ser tan buenito – dije apretando sus cachetes.
- No soy buenito, le hice daño a mucha gente – tomo mis manos.- y te voy a hacer daño a ti. Se que no tienes la culpa de nada y eso es lo peor, pero no he podido amar a nadie mas y nada dice que pueda cambiar eso. – suspire y me voltee para mirar el cielo que comenzaba a atardecer-
- Yo tampoco – dije mirando fijamente una nube solitaria – lo amo y no he dejado de hacerlo, me hizo daño y aun así – lo mire – sigo pensando en el.
- Que malas pasadas que nos ha jugado la vida – dijo ahora el mirando el cielo, lo imite y volví a mirar la nube – que se supone que debemos hacer nosotros?? – lo escuche preguntar.
- Nada – dije y sonreí- eso debemos hacer, apoyarnos, ayudarnos, que se yo.
- No crees que debemos estar juntos?? – pregunto seductoramente con un sonrisa.
- No, ni ahí. – conteste apoyándome de su hombro. Soltó una carcajada.
- Sos la única chica que ha rechazado el tener algo conmigo – dijo socarronamente.
- Creído – le dije y hundí mi rostro en su cuello. Rió.
- si todo hubiera sido distinto seriamos el uno para el otro – dijo suspirando.
- Eso es cierto – acepte. – pero las cosas son como son y vos, sigues tan dolido que no puedes volver a amar y yo sigo perdidamente enamorada del imbecil que me engaño.
- Somos un par de bólidos – y las risas fueron francas.
- Si lo somos - paso un brazo por mis hombros y me pego mas a el.
- Como conociste este lugar?? – pregunte cambiando de tema sin querer, me sentía a gusto allí, el lugar tenia magia y los tonos del cielo hacían el momento mas hechizante.
- Es de mi familia, ellos la heredaron pero no les interesaba, nose si soy solo yo el que ve lo mágico de este lugar, así que la puse a mi nombre y ya esta, este terreno es mío y significa mucho para mi.
- Es hermoso – dije recorriendo el lugar con la vista.
- Si lo es, como tu – reí.
- Eso fue un piropo –
- Pero por supuesto - ambos reímos.
Después solo nos quedamos así, abrazados.
Me encanta como va la novee!! no me la puedo despegar aguante los chapes de roo! jaja cada bombon que se comeee la envidio!
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