lunes, 5 de marzo de 2012

Amigos Desconocidos Cap 68



 
CAPITULO 68




El día anterior, las chicas habían pasado la mañana de compras. Además de porque necesitaban los ingredientes para la gran cena de esa noche, también porque pensaron que Gimena y Rochi necesitaban comprar compulsivamente para olvidar el mal trago de esa mañana. Se rieron y compraron mucho. Gimena conocía a la chica desde que era muy pequeña, pero ahora más madura, le pareció una muchacha muy sensata, con la que le gustaba hablar. Maria, también disfrutó con las charlas feministas y estrategias de venganza contra los hombres insensibles. 



La tarde había sido igual de divertida. Todos habían estado en casa reunidos, charlando y riendo. Nicolas y Gimenas contaron su historia de amor a todos, y aunque era algo incómodo, todos escucharon atentamente. Peter bromeó con la idea de que le gustaba más ser el hermano mediano que el mayor.



- Hermanito, te paso toda la responsabilidad de ser un ejemplo a seguir -le había dicho el italiano, fingiendo seriedad.



Aún les quedaba mucho para sentirse como hermanos, pero estaban intentando no ponerles barreras. Como la misma Mery había dicho "era difícil negar que eran hermanos cuando había tanto parecido entre ellos". Con solo mirarse, la comodidad de la relación iba aumentando.



Esa mañana, las mujeres se había reunido para comenzar a preparar la cena de Nochevieja. Se colocaron un delantal, repartieron las tareas y comenzaron a parlotear sin descanso. Los hombres habían protestado por dejarlos solos. Para lo que Rochi había tenido una respuesta perfecta.



- Tranquilo cariño, que después ustedes  haran lo mismo, cuando les toque fregar todo esto -había dicho la chica, señalando los cientos de cacharros sucios por toda la cocina.



Gaston había huido y no había vuelto más. Ellas se había reído y proseguido con su charla. Aunque Gimena tuviese una cocinera que preparaba todas sus comidas, deseaba hacer esta personalmente, con ayuda de su hijastra y nuera. Estas habían aceptado encantadas y habían añadido un plato de su cosecha.



El día anterior juntas y esa mañana de cotilleos, había creado una confianza especial entre las mujeres.



- ¿Ya se ha arreglado lo que fuese que pasase entre Gas y tú, para que hubieses decidido hacer la maleta y marcharte? -preguntó Gimena y Rochi probando la salsa que le servía esta- ¡Uhm! ¡Deliciosa!
- ¡Gracias! Es un experimento que hice hace algún tiempo. Me gusta probar cosas nuevas en la cocina -explicó la chica antes de responder a la pregunta.
- Bueno -dijo Mery, encaminando la conversación- Es evidente que te ibas a marchar por lo grosero que fue en la cena, antes de que todo pasase. Y te quedaste para apoyarlo.
- Así es Mery. Pero después no hemos tenido oportunidad de hablar del tema -afirmó Rochi, dejándose invadir por la tristeza.
- Pero ¿qué ocurre entre vosotros? -preguntó Gimena preocupada- Olvida que soy su madre. Hoy seré solo una amiga.



Rocio sonrió y miró a ambas, insegura. No sabía cómo explicar todo aquello. Se supone que debía seguir fingiendo ¿O no? No tenía nada claro lo que había entre ellos. Y entonces recordó lo que había pasado la noche anterior.



Después de dejar a todos tras la cena, había subido juntos a dormir. Y efectivamente, solo habían dormido. Pero él la había abrazado y envuelto con todo su cuerpo, sin dejarla separarse ni un centímetro. Había sentido sus caricias hasta que se había dormido. Entrelazando una pierna entre las suyas. Y hundido el rostro en su pelo.



Cuando solo eran amigos, muchas veces había dormido en sus brazos y él le acariciaba el cabello hasta que se dormía. Pero no era lo mismo después de admitir que lo amaba. Todo había cambiado tras haber sentido esas manos por todo su cuerpo ¿Se supone que él deseaba recuperar lo que una vez tuvieron? ¿Era así como la estaba tratando? ¿Como una amiga? Aunque pudiese parecer que fuese algo más, siempre la había tratado así cuando solo eran amigos. Por eso la gente pensaba que había mucho más que una amistad. Podría ser que él volviese a verla como la misma de antes. Que el tiempo hubiese curado su herida y viese quién era ella en realidad, haciendo que él desease tenerla de nuevo como amiga.



Eso debería alegrarla. Pero no lo hacía. No lo quería de amigo. Bueno,... sí ¿O no? Estaba confundida. Lo quería a él. De cualquier forma. Siempre que lo tuviese cerca.



- No sé si me podré alejar de él -pensó en voz alta.



Las mujeres la miraron sorprendida y dejaron lo que estaban haciendo, para ir junto a ella.



- ¿Por qué desearías dejarlo? - dijo Gimena, mientras que Maria apoyaba la pregunta asintiendo efusiva y confundida.



Rocio suspiró y miró atentamente a cada mujer. Podía confiar en ellas para hablar del tema. Además, necesitaba hacerlo.



- Cuando empezamos con esto, ninguno estaba muy seguro. Fue todo muy extraño. De pronto somos los mejor amigos y al día siguiente, hay una explosión de sentimientos desconocidos entre nosotros -explicó la chica cabizbaja.
- Tiene que haber sido muy duro para vosotros. Erais amigos con una intimidad definida y ahora todo cambia -afirmó Mery, comprensiva- Supongo que si os queréis de verdad, solo tenéis que adaptaros a la situación.
- Que haya otros ámbitos de vuestra relación que se hayan agregado, desconcertándoos, no significa que sea lo único entre vosotros -aconsejó Gimena, leyéndole la mente- Podéis compartir las mismas cosas que cuando erais amigos, aunque hayáis descubierto que os amáis.
- Pero él no me ama -afirmó Rochi con tristeza.
- ¡OH, por Dios! ¡Vaya estup¡idez! -exclamó Mery abrazándola- Yo no lo conozco mucho. Pero es evidente que te adora. Besa el suelo que pisas.
- ¡Siempre lo ha hecho! -comentó Gimena.
- ¡Exacto! Me trata como siempre ha hecho. Me abraza, besa y cuida como una amiga -explicó la chica removiendo la salsa con la cuchara nerviosamente.
- No te trata como una amiga -aclaró Mery.
- Sí, sí lo hace. Él ha sido así conmigo siempre. Desde que éramos pequeños. Celoso, posesivo y muy cariñoso. Puede llevar a confusiones, pero esa era su manera de tratarme cuando solo éramos amigos -explicó Rochi- Y es así como me trata ahora.
- Pero eso no quiere decir que ahora no te quiere. Sino que siempre te ha querido -anunció Gimena, haciendo que un escalofrío de placer recorriese a Rochi.
- Me quiere sí, pero no me ama -se negó ella a tener esperanzas.



Sus amigas se miraron impotentes y decidieron no involucrarse más.



- Dile lo que sientes -aconsejó Mery.
- Y pregúntale a él por sus sentimientos. No des nada por hecho -aconsejó también Gimena.



Dejaron de preparar la cena, para hacer algo de comer. Almorzaron junto a los hombres. Estos notaron que ellas estaban algo serias y procuraron animarlas. Ellas les aseguraron que todo estaba bien. Y al final de la comida, ya se habían dejado embriagar por las constantes bromas de Peter. Después, ellos habían insistido en recoger y limpiar todo, antes de que ellas volviesen para asegurarse de que sus platos iban como debían, y no acababan quemados o incomestibles.



- Las chicas estaban muy serias -afirmó Nicolas aclarando los platos bajo el grifo.
- Y Rochi parecía triste -añadió Peter, mirando a su hermano, mientras secaba un plato.
- Yo no le hice nada -espetó a la defensiva Gaston mientras buscaba donde guardar unos vasos.
- ¿Habéis hablado después de la pelea en la que casi se va? -preguntó su padre, adivinando la respuesta.
- No, no hemos tenido la oportunidad -contestó él ceñudo.
- Pues ve ahora, que ni esta noche ni mañana podrás. Y no es aconsejable que lo dejes para cuando os vayáis -aconsejó Nicolas, indicándole que se fuese a buscarla.
- ¡Oh, no! Que vaya cuando ya hayamos terminado ¡Nada de escaqueos! -protestó Peter burlón.
- Sí, mejor voy después -aceptó Gaston, en un suspiro.
- ¡Cobarde! -espetó su hermano, con sorna.



No quería hablar con Rocio. Había visto el dolor en su perfecto rostro. Y no quería escucharla decir lo mucho que había sufrido por su culpa. Si ella quería alejarse de él para siempre lo aceptaría con resignación. O se emborracharía hasta que algo parecido a la aceptación apareciese. Aprovecharía lo poco que le quedaba con ella. Menos de dos días y no la volvería a ver. Emborracharse cada vez le parecía mejor opción. No creía que pudiese ser capaz de aguantar sobrio el perderla para siempre.



Fin Capi...

*Mafe*

3 comentarios:

  1. Sii al fin!.. vamos que de a poco se acerca el dia en que se digan la verdad!!.. lo esperaré con ansias jajaja.. beso =)

    ResponderEliminar
  2. SIIII... Ya se acerca el dia en que se confiesen!! .. Amo este viaje que hicieron los 2 a la casa de gime y nico!!... Como dijiste GRANDES cosas pasaron y pasaran!! Gracias por subir capi!! :)

    ResponderEliminar