Sentir que siente Capítulo 3

Capitulo 3

5 días después de empezar la rehabilitación del cuello y la cabeza, eso también estaba a salvo, Rocío logro mover el cuello ella solita. El único problema era que no pudo mover la cabeza hacia atrás, pero a eso Gastón no le dio más importancia, quiso seguir con todo el cuerpo y una de las cosas mas importantes que noto que Rochi no podía hacer era expresiones en la cara. Nunca la vio sonreír, ponerse triste, enojarse, estar contenta… su cara fue siempre formada de una manera apatía. Y eso no le gusto, para nada.

Pasaron ya un mes y 26 días desde que Rochi despertó. Una mañana cuando ella abrió los ojos estaba sola, fue la primera vez que ella se despertó y su doctor no estaba ahí. Miro un poco a su alrededor como buscándolo pero el no estaba, la puerta de su habitación estaba cerrada. Fue la primera vez que se vio sola, muy a su pesar no pudo levantar la mano para apretar el botón y llamarlo, tendría que esperar hasta que venga por su cuenta.
Rochi: Doctor… Doctor… – Llamo lo mas fuerte que pudo después de unos minutos que necesitaba para tener fuerzas de llamarlo, una enfermera entro en la habitación segundos después y se le acerco
XX: Necesita algo? – le pregunto rápido y la miro muy atenta
Rochi: Donde esta el… el doctor?
XX: Esta tomando su café, quiere que le de algo de comida?
Rochi: Lo podes llamar? – le dijo en un tono muy cansado
XX: No puede venir ahora, esta en recreo… quiere que yo haga algo por usted?
Rochi: Llámalo, decile que lo estoy llamando… por favor… – la enfermera la miro preocupda y salio del cuarto.
No pasaron ni cinco minutos y el doctor entro en la habitación y se acerco a ella con la enfermera que lo llamo.
Gas: Gracias, puede retirarse, yo me ocupo de la paciente – le dijo a la enfermera que salio de ahí y Gas la miro a Rochi – Buen día, como estas? – le pregunto sonriente y le acaricio la cara
Rochi: Cuando salgo de acá? Necesito aire, me as… me asfixio acá dentro.
Gas: Pero no podes salir, tenemos prohibido sacar a los pacientes que no pueden mover el cuerpo… son ordenes que debo cumplir!
Rochi: Por favor… – le miro a los ojos y Gas no pudo rechazar su pedido
Gas: Voy a ver que puedo hacer, te juro que voy hacer todo lo que pueda, si? – le sonrío y Rochi asintió agradecida.

Pero Gas no volvió, pasaron dos días y Gas no apareció en la habitación. Una enfermera la llevo hacer la rehabilitación para que pueda mover la panza y la espada sin dificultades, pero no dio muchos resultados todavía a pesar de que Rochi hico todo lo que pudo. Cuando Rochi se despertó en la mañana de sus 3 meses de estar despierta vio a su doctor entrando justo en ese momento a la habitación y con una silla de ruedas.
Gas: Perdón, perdón, se que me queres matar por no venir antes, había mucho que hacer para que me den la autorización de sacarte a pasear, pero… lo conseguí! – le sonrió y trato de ver alguna expresión en ella que le dicta que esta alegre, pero no percato en nada
Rochi: Quien me lleva?
Gas: Yo! Vamos, te ayudo a sentar en la silla.
Cuando al fin Rochi vio la luz del sol le costo bastante acostumbrarse, pero cuando Gas noto que el sol ya no le molestaba tenia otra vez esa la ilusión de verla sonreír, pero eso no paso. Ya empezaba a darle mucho miedo de que exista la posibilidad que ella no va a ser del todo como era antes de venir.
Rochi: Doctor, me duele el cuello – miro su alrededor, como buscándolo con la mirada
Gas: Bueno pero es normal, porque estuviste mucho tiempo sin esforzar el cuello por largo tiempo, pero se te va pasar…
Rochi: No puedo mirar arriba.
Gas: Y para que queres mirar arriba? Mira a tu alrededor, mira lo lindo que es todo eso…
Rochi: Pero no puedo verte la cara… – y Gas paro en seco cuando escucho eso, sonrió y giro para verla.
Estuvieron en silencio mirándose a los ojos un tiempo hasta que Gas lo rompió.
Gas: Sabes, tenes unos ojos muy lindos, te lo dijeron alguna vez? – le miro sonriente.