Dilema... y un... No hay tal crisis!! Capitulo 50

Capítulo 50

Alzo la vista al cielo y observo.

-          Cuanto vi tu currículo en mi escritorio me sorprendió reconocer tu apellido.- esbozo una débil sonrisa -  pero masa me sorprendió aun más la llamada de tu padre donde me invitaba a reunirme.

-          Porque aceptaste??

-          Porque como ya has descubierto soy muy curioso y que tu padre personalmente pidiera hablar conmigo me tenia intrigado. – alzo los hombros y los dejo caer. – así que la reunión de dio y no era ni de cerca lo que yo había esperado.

Lo mire en silencio esperando que continuara.

-          Tu padre me conto tu historia, toda tu vida. Me sorprendí sintiendo ternura y un aura de sobre protección por la niña que tu padre describía. Luego apareció la rebelde y enamorada adolecente, estaba tan sumido en la historia que casi podía verte con la falda de colegio y las lágrimas corriendo por tus delicadas mejillas. Sentí aprensión y tristeza por todo lo que te toco vivir.  Tu padre no se guardo nada. – me miro a los ojos – no te conocía y sentía cariño y apego con la joven que descubrí que eras. Unas ganas de protegerte y no dejar que nada más te lastimara me lleno de repente.         

-          Ramiro al grano- lo corte -  que te dijo mi padre?? Que te ofreció?? Y a cambio de que??

Ramiro resoplo.

-          La paciencia no es tu mayor virtud no??

Le lance una mirada desdeñosa.

-          Necesito explicaciones, no lo caretees, deja de dar vueltas. Que te pidió mi padre??

-          Tu padre quería protegerte. No aprueba tu relación con Gastón quería que te alejara de él; quería que te enamorara. Tiene la certeza de que juntos seremos felices.

Resople.

-          Me tiene harta queriendo manejar mi vida a su antojo… y tu… - dije señalándolo. – cómo pudiste prestarte para semejante idiotez?? Es enfermo que seas capaz de engañar a alguien así. Y porque?? Por plata??? Que te ofreció mi padre por el trabajo??

-          Nada.

Mi mirada fue gélida.

-          Como nada?? Algo debió ofrecerte. O tu trabajas de gratis?? Porque te resulta divertido??  

-          Acepte porque en cierto punto creí que era lo correcto.

-          Como va a ser lo correcto mentir y utilizar a alguien??

-          Yo nunca te utilice – se defendió – solo no te dije quien era, ni que sabía.

-          Y se supone que eso te salva??

-          Se supone que no me condena. 

-          Pues te condena el haberte vendido a mi padre.

-          Yo no me vendí.

-          A no??

-          No.

-          Y como llamas el hacer algo por paga.

-          Tu padre no me pago nada.

-          Entonces porque rayos aceptaste.

-          Porque creí que era lo correcto – contesto exasperado revolviendo su cabello. – tu habías sufrido y yo también, merecías ser feliz, mereces ser feliz, pensé que quizás si hacia lo que tu padre me exponía… - hundió sus hombros – quise darnos una oportunidad. Quise probar, tú eras lo que yo necesitaba y viceversa. Así que te conocí y me di cuenta de que amabas a Gastón hiciera lo que hiciera y yo…

Su voz se desvaneció. Lo mire esperando que siguiera pero él se encontraba hundido en sus pensamientos.

-          Y tú qué?? – lo inste. El no respondió. Impaciente lo estudie, había un brillo suave en sus ojos. Una sonrisa burlona en su boca. Sonreí.- como se llama??

-          Quien?? – pregunto confundido mirándome.

-          Ella. La chica en la que estas pensando.

Me miro con ojos como platos.

-          No te gastes en negarlo. Sé que hay alguien, es por eso que no seguiste con esta fantochada cierto?? Es porque amas a alguien.   

Me miro en silencio. Estaba serio.

-          Brenda.

-          No – lo corte – no me vengas con el verso de Brenda. Ella te hizo daño lo sé. Pero no es en ella en quien piensas. Hay alguien más lo sé. Lo veo. Desembucha… quién es??

-          Es imposible.

-          No, no lo es. Tu descubriste que yo amaba a Gastón no por eso desististe. Al contrario la idea de competir te encanta. Pero no seguiste. Porque?? Mi padre contaba contigo y tu no rompes tus promesas… entonces porque no seguiste con ese ridículo plan de enamorarme??

Se lo pensó.

-          Porque era un plan ridículo tú lo dijiste. Supe desde un principio que no tenía ninguna chance.

Solté una carcajada.

-          A mí no Ramiro. No me mientas a mí.

Me miro antes de sonreír y volvimos a guardar silencio.

Las palabras de Valentina resonaron en mi cabeza “solo una mujer es dueña del corazón de Ramiro…Vos conoces a esa mujer Rocío??”

-          Valeria Gutiérrez –

-          Qué?? – pregunte confundida volviendo al presente.

-          Su nombre es Valeria Gutiérrez – suspiro – la mujer que amo se llama Valeria Gutiérrez… la conocí en un evento de caridad, es dueña de un orfanato llamado “Hogar mágico”.

Mi sonrisa en ensancho.

-          La amas no es así?? –

Me miro a los ojos.

-          Más que a mi vida.

-          Entonces porque aceptaste lo que mi padre te proponía.

Se hundió un poco y su sonrisa se borro.

-          Porque… necesitaba olvidarla. – el brillo en sus ojos había desaparecido.

-          Pero porque?? Que te aleja de ella??

-          Ella – contesto tajante con una mueca.

Lo mire sin responder.

-          Ella no quiere saber nada de mí… Siento que tiene miedo pero no se dé que o a que.

-          Amar.

-          Qué?? – sonó confundido.

-          Valeria… tiene miedo a amar.

No respondió.

-          Que no lo ves Ramiro?? Amar es algo hermoso pero da miedo. Da miedo entregar la única parte de ti que te hace vulnerable. Ese pedacito de nosotros que sabemos que podría romperse. Ella teme ser lastimada.

Ramiro me observo con brillo en la mirada.

-          Te quiero rochiro – Rama me beso en la frente – voy a extrañarte mucho.

Sonreí y lo abrace más fuerte.

-          Yo también te extrañare.

-          No necesitas un compañero de ruta?? – pregunto burlón.

-          No, me parece que aquí echándole ganas con Valeria vas a estar mejor.

Ramiro rio y se separo un poco. Rozo sus labios con los míos y deposito un suave beso en la comisura de mi boca.

-Ven – dijo tomando mi mano – vamos, te llevo a casa.    

-          Por favor Rocío tenemos que hablar – la voz de mi padre sonó torturada.

Me gire y lo observe, parecía abatido y angustiado. Mucho más cansado de cómo lo recordaba.

-          Te escucho – conteste.

-          Te espero en el auto – dijo Ramiro alejándose. – escúchalo, el te ama, no te encierres. – susurro en mi odio al pasar a mi lado.

El sonido sordo de la puerta nos anuncio que estábamos solos.

-          Lo siento – sus palabras quedaron suspendidas en el aire.- Rocío eres mi hija, mi niña. – sus ojos se llenaron de lagrimas – eres todo lo que me queda de tu madre.

Jamás lo había visto tan vulnerable.

-          Todo lo que he hecho ha sido por amor – continuo- lo hice pensando que era lo mejor.

-          Lo mejor para quién?? – hable por primera vez con amargura.  

-          Para ti, siempre todo fue pensando en ti –

-          Mentira – grite exasperada – una vil mentira. Siempre lo mejor es para ti – dije apuntándolo con el dedo – eres incapaz de pensar en otra persona, en otros beneficios que no sean los tuyos.

-          No hija. Yo… - mas lagrimas brotaban de él, de mi – yo te amo, eres lo que más quiero en el mundo. Eres todo lo que me queda. Pensé… - sorbió por la nariz – que  hacia lo correcto. Mereces ser feliz y el iba a amarte, a cuidarte. Iba a hacerte feliz.  Mereces un compañero que…

-          Deja de meterte en mi vida – lo interrumpí – basta de ponerse a jugar con mi futuro. Déjame vivir.

-          Jamás pretendí hacerte daño… se que te vas y quiero decirte que te entiendo pero… - me miro a los ojos – puedo pedirte un favor??

Siguió esperando una respuesta.

-          Adelante- lo inste.

-          No me borres de tu vida. Llámame, aunque sea para insultarme. Ve aléjate de todo, date un chance, pero dime como estas, llámame para anunciar que sigues viva – camino hasta mi y tomo mis manos entre las suyas – hija perdóname. Necesito que me perdones. Olvidemos el pasado, comencemos de cero. Déjame… - se limpio una lagrima que caía por su mejilla con nuestras manos entrelazadas y luego hizo lo mismo con una lagrima mía -  Déjame ser tu padre.

Lo mire y estudie a ese hombre ya mayor que se mostraba por primera vez débil y cansado. Sus ojos siempre vivos y fuertes demostraban sufrimiento y arrepentimiento. “Olvidemos el pasado”. -Si algún día me equivoco quisiera que mi hijo me perdonara- pensé y me hundí en el torbellino de emociones que se reflejaban en el, me hundí en mi propio torbellino, en mis propias emociones. Recordé tantas tardes de niña en sus brazos, jugando, riendo, siendo feliz. Sintiéndome la niña de sus ojos mientras me leía cuentos para dormir.

Siguiendo un impulso del que sabia no me iba arrepentir me lance en sus brazos y solloce en su pecho como no había hecho en años, recordando las veces, como en este momento, en que me envolvía con sus brazos protectores y besando mi frente me prometía que todo iba a estar bien.

-          Eres mi padre – dije entre lagrimas – no hay pasado.

-          Nunca fuiste rencorosa – dijo besando mi frente – gracias hija, gracias.

…..

-          Rochi – me llamo cuando ya me había calmado, tomo mis manos y sonrió – estoy orgulloso de ti. Te convertiste en una gran mujer y… - sus ojos se llenaron de lagrimas – se que serás una gran madre.   

Lo mire atónita.

-          Cuando pensabas decírmelo?? – pregunto burlón al ver mi expresión.

Lo abrace y susurre

-          Serás un gran abuelo