domingo, 24 de junio de 2012

Dilema... y un... No hay tal crisis!! Capitulo 51





El amanecer se pintaba encantador cubriendo la ciudad de un anaranjado resplandeciente. Mi mirada perdida en la ventana mientras sentía el líquido caliente del café recorrer mi garganta. Hace horas que estaba despierta y daba vueltas por mi casa, hace horas que mis maletas estaban arregladas y esperaban junto a la puerta, dentro de pocas horas el avión que me llevaría a mi destino despegaría alejándome de todo  lo que conocía.
 Coloque una mano en mi panza y suspire pensando en el padre de mi hijo.
Como respuesta a mis pensamientos el timbre sonó. Me sobre salte inquieta. ¿Quién podía ser a  esta hora?

-          Gastón?? – susurre al abrir la puerta y encontrarlo frente a mí. Mirándome.
Tenía el cabello despeinado y húmedo y las mejillas encendidas.
-          Que haces aquí??-
No me respondió y al contrario entro sin más a la casa. Cerré la puerta tras él y me gire para encáralo.   

-          Se acabo – dijo con las palabras entrecortadas antes de que pudiera decir nada.
Abrí la boca y la volví a cerrar.
-          Que se acabo??- pregunte por fin.
-          Kika, se acabo. – fue lo único que logro decir mientras mi semblante se endurecía.
-          y eso que se supone que significa??
-          Eso significa que te amo y no estoy dispuesto  a perderte.
Miro mis maletas y cerro las manos en puños.
-          No pienso dejar que te vayas.
Mis ojos se encendieron.
-          Y quien eres tú para impedirme que me vaya??
-          Soy un hombre que te ama, el hombre a quien amas y el padre del niño que llevas en el vientre.
No conteste. Volví a tomar mi taza y me senté junto a la ventana. Preguntándome como se entero de mi partida.
-          Que pretendes Gastón??-
-          Pretendo que me escuches.
-          Adelante. Al parecer ahora todos tiene que hacerme confesiones.
-          De que hablas?? – pregunto intrigado.
-          Nada, habla – lo inste llevándome la taza a los labios.
-           Para ser sincero hablar no es lo que me apetece hacer – dijo en un tono ronco.
Alce una ceja.
-          Pues hablar es lo único que tienes permitido hacer a menos que quieras marcharte que para ser francas no me parece tan mala idea.
-          No me marchare sin ti.
-          Yo si me marchare, justamente sin ti.
La expresión de Gastón hizo que algún extraño sentimiento se apoderara de mí. Sus ojos llenos de lágrimas me gritaban dolor. Su semblante pálido me torturaba. Suspire, las palabras habían salido más duras de lo que pretendía.
-          Gastón. Tengo que irme.
-          Sola??
-          Esto no puedo hacerlo acompañada.
-          Porque?? – la primera lagrima rodo por su mejilla y se me hizo un nudo en el estomago.
-          Yo… - titubee – no, no lo sé-
-          No creo que vayas sola – dijo Gastón de repente cerrando los puños – tu amado Ramiro no te dejaría irte sola.
Alce la vista y cerré los ojos. El silencio lleno la habitación mientras yo seleccionaba mis siguientes palabras.
-          Te amo – susurre aun con los ojos cerrados.
-          Qué?? – pregunto mirándome con una extra mezcla de expresiones.  La sorpresa, la ternura, el alivio se mesclaban con el dolor, el miedo y la angustia en sus bellas facciones.
-          Que te amo Gastón… por eso debo irme. Porque… no está bien que lo haga. No está bien que me lo siga haciendo.
-          No – atravesó el espacio que nos separaba en dos zancadas y me tomo por los hombros.- No, por favor no. No dejes de amarme. Nunca dejes de amarme – dijo con una expresión torturada.
-          Yo… debo hacerlo. Por mi bien. – me sentía la persona más egoísta del mundo al decir eso.
-          No – volvió a decir con la voz ronca y las lagrimas rodando por sus mejillas.
Lo mire sintiendo como algo dentro de mí se rompió.
-          Qué esperas de mi Gastón?? Te di todo lo que podía darte y no fue suficiente. Compartimos lo que pudimos. Yo… Debo seguir adelante como tú hiciste.
-          En eso te equivocas porque… porque yo no seguí adelante… fue todo- la voz se le quebró – fue una fantochada y no me di cuentas hasta que fue demasiado tarde.
-          Gastón lo que nos paso fue real, fue dolorosamente real. Tú… tú seguiste adelante. Lo vi, lo vi en tu mirada cuando aun seguíamos juntos, me mirabas y…- los recuerdos se apoderaban de mi mente. Miradas frías y vacías, sin sentimiento – me mirabas y yo no estaba, no era a mí a quien mirabas, estabas a millas de distancia... No fue una simple crisis. – mi voz tembló un poco – fue más real. Estábamos… estábamos… tan lejos.
Gastón lloraba mirándome a los ojos y los míos se llenaban de lágrimas.
-          Soy una mierda – gruño golpeando con un puño la pared más próxima.- No te merezco – me miro con dolor – jamás te he merecido y solo se hacerte daño. Aun… aun así no puedo dejarte ir. Aun así te retengo conmigo. Abuso de tu amor. Debería – sorbió por la nariz – debería dejarte, dejarte ser feliz pero… pero no puedo – las lagrimas no paraban – no puedo alejarme y me siento, me siento una mierda.
En uno de mis múltiples impulsos corrí a su lado y susurre en su oído.

-          Basta Gastón suficiente no te hagas más daño.
-          Fue mi error entendes?? Yo te deje ir, yo te engañe, yo me perdí y vos…
-          No, suficiente, deja de lastimarte con eso.
-          Lastimarme… - repitió sollozando – te preocupas de no lastimarme después de todo lo que te hice?? Ves que sos un ángel.
-          No soy un ángel, soy una persona que te quiere y no te quiere ver sufrir.
-          Yo te hice sufrir y te perdí – tomo mis manos – rochi, perdóname por favor. Necesito que me perdones.
Lo mire y contuve las lagrimas.
-          Ya te perdone.
-          Entonces ven conmigo, seamos felices.
Negué en silencio.
-          No puedo, ya no. Es muy difícil olvidar. Entendes que tengo tu imagen con ella grabada a fuego en mi mente.??  
-          No – se paro y comenzó a caminar por el living se giro y me tomo por los hombros. – déjame ayudarte a olvidar. Rochi te juro que te voy a compensar cada lágrima, voy hacerte olvidar todo el dolor, voy a hacerte el amor hasta que olvides todo el pasado. Voy a demostrarte que te amo más que a nada en el mundo.
-          No Gastón, no puedo. Vos…
-          Yo lo decidí así lo sé, pero me equivoque, tengo derecho a equivocarme, Rocío vivo arrepentido. Es imposible arrancarte de mi mente, de mis sueños, de mis pensamientos. Sé que estuve con ella y es ridículo.
-          Es – lo interrumpí – es ridículo. – repetí - Esta conversaciones la hemos tenido más veces de las que puedo contar y siempre termina igual, en una despedida.  Vos te fuiste con ella. Punto.
-          Pero no la amo.
-          Me dejaste por ella… báncatela.
-          No puedo. – tomo su cabeza entre sus manos.
-          Te dije que si te ibas no quería que regresara y si regresabas no te iba a estar esperando. Lo dije enserio. – mi voz sonó suave pero eso no amortiguo le dolor que le causaron.
-          Ya lose y en ese momento salí por la puerta decidido a no regresar, pensando que no te necesitaba, salí buscando algo distinto, salí porque me sentía atado a la rutina, a ti. – cerré los ojos - Sentí que estaba aburrido. Quería sentir otros brazos, probar otros besos… y eso hice, me fui, y eso hice, probé. Sentí el amor de otra mujer.  Me hundí en otro cuerpo. – abrí los ojos llenos de dolor, el miraba el vacio –
-          Hiciste lo que quisiste, te fuiste buscando algo distinto y me destruiste en el camino. – el más puro dolor afloraba en mi piel y mi mirada.
-          Cuando me fui me dije que era lo mejor para ambos, que encontrarías alguien más. Pero me equivoque…
-          Puedo encontrar a alguien más – lo corte tajante.
Esbozo una sonrisa triste a través de algunas lágrimas que aun caían.
-          Eso ya lo sé – lo mire sin entender – se que puede encontrar a alguien más… de hecho ya lo encontraste.- hizo una pausa - Pero el día en que me fui pensé que así debía ser, pensé que no me dolería porque le había puesto punto final a nuestra historia. – me miro – luego llegaste a mí, me dijiste que estabas embarazada y tantas emociones me llegaron de golpe que no supe cómo reaccionar… sentía que un bebe volví a atarme a ti. Por eso reaccione… – su voz se apago - Luego cuando te fuiste ese día. Soñé contigo, soñé con nuestro hijo y lo ame, te ame… me desperté a mitad de la noche con una sonrisa en el rostro que se borro al darme cuenta de que no eras tú quien se encontraba a mi lado, que ese sueño no era real y la familia que ame en sueños no existía.
Camino inquieto por el living.
-          Me dije que todo era por el tema de la paternidad, que había soñado contigo únicamente porque tú eras la madre. Me asusto sentir esa sensación cálida al decir que eras tú la madre, que eres tú y únicamente tú quien lleva un hijo, mi hijo en su vientre. Me imagine teniendo un hijo con otra, cualquier otra y no lo soporte y tuve miedo, pero eras tú y todo en mi resplandecía imaginándote con nuestro hijo en brazos, una felicidad abrazadora me llenaba. Volví a mentirme diciendo que era solo por la paternidad.
-          Es solo la paternidad – afirme.
-          No – se acerco a mi – es más que eso. Ese sábado en la noche, mi aniversario, esa noche te vi entrar y mi corazón se detuvo, estabas preciosa y yo no podía apartar mi mirada de ti, por eso tarde en darme cuenta que no estabas sola, estabas muy bien acompañada y los celos me llenaron, me inundaron, me sentí idiota al fin y al cabo yo no tenía ningún derecho.
-          No tenes derecho.
Me miro y suspiro.
-          Caminaste tan dueña de ti misma frente a mí y yo recordé lo que era sentirte, necesitaba verte, hablarte y te seguí. Fui tras de ti y te acorrale en el baño. No tengo la menor idea de porque lo hice, no sé porque te seguí pero lo hice y me lleve una gran sorpresa al encontrarte tan cambiada, tan fría y distante, te extrañe, quise sacudirte hasta sacar a la Rocío que yo conocía, mi Rochi. Pero luego entendí que esta eras tú, eras lo que yo había dejado, eras lo que yo había creado con mentiras y me odie como nunca. Intente huir quise irme lejos, cancelar todo he irme para dejar de verte. Pero en cambio me quede allí mirando como reías y hablabas amenamente con tus acompañantes, quise estrellar mi puño en esas caras presumida. – sonrió muy levente – en un segundo uno de ellos se acerco a ti y juro que estaba a punto de levantarme y golpearlo si te tocaba un pelo. Fue ahí cuando me dije que no podía seguir torturándome y me marche.
-          Se fueron – corregí – no estabas solo.
-          Esa noche no dormí –ignoro lo que dije - te imagine en sus brazos, te imagine sonriendo, regalándole una de tus sonrisas, esas que me dabas, que eran mías. Abrazados, lo imagine entre tus brazos y recordé lo que sentía el contacto de tus finos brazos a mi alrededor.  Besándose, le regalabas tus besos, esos que una vez fueron míos y lo envidie, lo odie y me odie por hacerlo  – hizo una mueca – te imagine con él. Salí a correr a las 3 de la madrugada a desgastar energía porque por mi mente solo pasaban imágenes tuyas junto a él. Corrí  impulsado por una rabia sorda, por unos celos galopantes que me llenaban. Caí en el pasto de la plaza exhausto y golpee el suelo con impotencia mientras lo imaginaba haciéndote mujer, rosando tu piel, sintiéndote – me miro con dolor – jamás había sentido tanta a agonía.
-          Siempre fuiste celoso – hable restándole importancia.
-          Sí, pero antes éramos más chicos y aunque era celoso en el fondo sabía que me amabas y jamás me lastimarías. Estábamos juntos y al final tu siempre regresarías a mí  porque eras mía.  Pero ahora era diferente, somos grandes, eres una mujer, la mujer más hermosa que conozco, y yo te había lastimado, ya no me amabas y eras libre de ser con quién quisieras. Eso me dolía porque sabía lo que se sentía el tenerte y me di cuenta de que no podía compartirte con nadie más.
-          Te diste cuenta tarde – mi voz sonaba tranquila.
-          Ya lo sé. – pareció rendirse     
Mire esos ojos verdes y al dueño de esos ojos… al dueño de mis sueños y mis pesadillas y el mundo dio vueltas a mi alrededor. El dolor que reflejaba esa mirada me calo hasta los huesos y me di cuenta de que había perdido esta batalla.    

6 comentarios:

  1. Haayyy ame la ultima frace "...me di cuenta de que había perdido esta batalla." Por favor que lo perdonen y terminen juntos!!... Espero el proximo!! besos!! :)

    ResponderEliminar
  2. ayyyyy no lo puedes dejar asi me encanto la ultima frase k lo perdone k esta sufriendo subi rapido cap besosss

    ResponderEliminar
  3. Apaaa que lindo capitulo! Me encantaron las palabras de Gaston, anque el sea una basura, pero.....Dale espero que vuelva con el! No pronto pero!

    Espero el proximo capi:)

    ResponderEliminar
  4. HAY ME ENCANTA LA NOVE, ESPERO QUE ESTEN JUNTOS, PERO QUIERO QUE GAS SE DE CUENTA DEL ERROR QUE COMETIO COM ROCHI (ES SU TURNO DE SUFRIR).
    ME ENCANTA GAS CELOSO KKKK'
    ESPERO EL PROXIMO ALEZZ
    TE RE QUIERO :)

    ResponderEliminar
  5. Recien hy termino de leer los cap pq venia muy atras jaja Esta mejor que nunca la nove, amo ver a Gas tan enamorado.! ojala elle afloje rapidoo jaja
    Muy buuena la nove, quiero màs.! Besooos @Viickyv

    ResponderEliminar