Capítulo 79
Las semanas iban pasando y la realidad de su relación iba
cayendo sobre la conciencia de Rochi. Desde que se presentaron ante todos como
pareja, ni una sola chica se le había acercado a Gaston. Ella estaba feliz por
ello, no quería tener que dañar a ninguna estúp¡ida por resbalosa. Pero también
se había percatado de que Gaston vivía pendiente de ella. No era algo nuevo,
siempre lo había hecho. Aunque desde que eran pareja, parecía que no hacía otra
cosa. Le gustaba la idea de que la consintiese tanto pero no tenía tan claro si
sería una de sus obsesiones circunstanciales, que pasaría cuando encontrase
otra cosa con la que entretenerse.
Ella nunca hablaba de sentimientos, así que era normal que
no le hubiese confiado su amor. Pero Gaston siempre había sido de aquellas
personas que le decían "te amo" al panadero por darle el pan
caliente. Y en todo ese tiempo aun no le había dicho nada ¿Sería que no la
amaba? ¿Que habría confundido los sentimientos sobreprotectores y celosos de un
hermano mayor con algo más? ¿Se habría dejado deslumbrar por su físico
olvidando quien era en realidad y ya iba tomando conciencia?
Miles de dudas se iban agolpando y acumulando cada día más
en la mente de la chica. Mientras tanto Gaston se dejaba llevar por el miedo.
Había notado que Rochi estaba demasiado pensativa. Y eso nunca era buena señal
en ella. Sus temores de que lo dejara o que se agobiara por su relación, cada
vez aumentaban más. Así que había decidido no gritarle al mundo cuanto la
amaba. Seguro que ella saldría corriendo en el mismo instante que lo escuchase.
Era mucho mejor tenerla cerca y demostrárselo. Ella era capaz de abrazar a un
desconocido, sin tener ningún significado. Decía de si misma que era una
"tocona", así que no se espantaría porque su novio estuviese encima
suya todo el rato. Pero saldría huyendo en cuanto se hablase de sentimientos.
Desde hacía años ella ocultaba sus sentimientos a todo el
mundo. Gaston había pensado al principio que se trataba de un enojo pasajero
por haberse mudado con su madre. Pero los años iban pasando y ella nunca más
volvió a abrirse de la misma manera. Ese era uno de los motivos por los que se
arrepentía de haberse marchado. Haber perdido su confianza, fue lo peor para
él. Pero se suponía que con los años deberían haber recobrado ese vinculo y no
fue así. Ahora con todo lo que sabía de ella, se preguntaba si no habría pasado
algo más que él no supiese.
Candela y Victorio continuaban peleando por todo lo
referente a su futuro hijo. No les solía durar mucho, ya que él siempre acababa
cediendo y a ella se le olvidaba por lo que discutían al minuto. Sin embargo,
ella disfrutaba de los mimos de todos a su alrededor. Sobre todo de las
atenciones de su amiga. A la que no cesaba de pedir favores con la excusa de
estar embarazada. Rochi se quejaba, tan solo en broma, ya que estaba encantada
de consentir a la futura mamá.
Ese día como tantos otros Rochi y Gaston estaban tendidos en
el césped de su facultad, esperando para su próxima clase. Candela apareció
tras su abultada barriga, corriendo hacía Rochi con cara asustada. Esta se
preocupó al ver a su amiga y aún más al ver a Victorio correr tras ella. Así
que se levantó de inmediato y alcanzó a la chica, que se protegió de su novio,
colocándose tras ella. Quedando Rochi frente al chico
.
- ¿Qué ocurre? -le preguntó a su amiga, sobre su hombro.
- ¡Dile que no se acerque a mi! -exclamó Candela, ahogada
por la carrera, hundida en la espalda de su amiga.
- ¿Otra pelea? -intentó saber de nuevo, probando esta vez
con él.
- ¡No! Estábamos hablando y salió corriendo -explicó Victorio,
parándose junto a ellas.
- Chicos tenéis que dejar de discutir como niños. O no se
sabrá quien de los tres es el bebé cuando nazca su hijo -bromeó Gaston
uniéndose a ellos.
- Vamos Cande -comenzó a decir su amiga- no te escondas de
él como si te hubiese confesado un crimen. Seguro no es para tanto.
- ¿Ah no? -dijo la chica con rotundidad- ¡Me ha pedido
matrimonio!
A Rochi se le cayó la mandíbula al suelo de la sorpresa.
Miraba a su amiga con pavor ¡Oh, sí, ahora la entendía! Ella también habría
corrido, pero estaba segura que habría llegado bastante más lejos.
- ¡Oh, es eso! -dijo Gaston sin importancia- Era lógico que
os lo acabaseis planteando, teniendo un hijo en camino.
Las chicas se miraron asustadas y dieron un paso atrás,
alejándose de esos dos hombres que parecían querer atarlas como si fuesen
ganado.
- ¡Gas me no me ayudes! -gruñó Victorio al ver las caras de
terror de las chicas.
- Yo sólo digo que no es nada descabellado querer casarse
con la madre de tu hijo -explicó Gaston, aún sin percatarse de los efectos de
sus palabras sobre su novia y amiga- Es lo que deberíais hacer si queréis
formar una familia.
De nuevo las chicas se miraron, sin poder evitar abrazarse
como instinto de protección y dieron un nuevo paso atrás.
¿Lo que deberían hacer si querían formar una familia? se
preguntó Rochi, rezando para haber escuchado mal ¿Deberían? ¿Estaba hablando de
deber? No podía creerse que lo desconociese tanto como para que él pensase de
una forma tan anticuada. Nadie estaba en la obligación o "deber" de
casarse con nadie. Solo el amor puede ser una buena excusa y solo si ambos
creen en el matrimonio. Y que Gaston pensase así le hacía llegar a nuevas
conclusiones ¿Sería el deber con ella por todo lo pasado lo que le habría
llevado a pedirle estar juntos? ¿Se sentía tan culpable de haberla tratado casi
como una prostituta y la "recompensaba" con esa relación? ¡Más le
valía que no fuese así! Porque de estar en lo cierto, su "deber"
sería amputarle un miembro vital de su anatomía.
- ¡En serio Gan cállate la pu'ta boca! -gritó Victorio con
más miedo que enfado, observando a su novia, que lo miraba como un cachorro en
sus últimos minutos de vida.
Al fin Gaston captó lo que ocurría. Las chicas estaban
agazapadas y huyendo de ellos lentamente, con el rostro tan expresivo que se
podía leer en ellos sin problema. Su huida fue truncada por el árbol tras
ellas, en el que unos minutos antes Rochi y Gaston descansaban relajadamente. Gaston
quiso gritarse por su inutilidad. No quería asustarlas de ese modo. Solo quería
expresar que "cuando amas a alguien, quieres pasar el resto de tu vida con
ella y formar una familia, el matrimonio es una opción a discutir". Pero
una vez más lo había fastidiado. Tenía que recordar que no podía hablar de
sentimientos frente a ella. No podía expresarle el deseo que tenía de querer
amarla el resto de su vida. El rostro de la chica le decía que hacerlo lo
llevaría a perderla.
- Lo siento. Esto no es asunto mío. Creo que deberíais
discutirlo a solas -afirmó Gaston, con expresión inescrutable.
- Sí, yo también lo creo -confirmó Victorio, acercándose a
su novia- Cande... -la llamó ofreciéndole la mano.
La chica miró la mano amada y se acurrucó más junto a su
amiga. Negó con la cabeza enérgicamente y la abrazó todo lo cerca que le
permitió su creciente vientre.
- Chiquita -le susurró Rochi a su amiga, acariciándole el
pelo- ve a hablar con él y le explicas lo que crees tú al respecto... -se negó
a si misma a decir la palabra "matrimonio" en voz alta. Estaba segura
que acabaría atragantándose si lo intentaba.
Candela acabó aceptando con reticencia y acompañó a su novio
a un lugar más privado. Sin dejar ni un minuto de mirar hacía atrás en busca de
la mirada de apoyo de su amiga.
Seguramente Candela no le habría confiado a Victorio por
completo su pasado, pensó Rochi deseando que todo se aclarase. La chica tenía
como ejemplo un matrimonio frío y formal. Su padre era un dictador que imponía
las leyes en su casa sin preocuparse de hacer saber cuales eran los derechos,
ya que no los había. Su madre se conformaba con esa relación y se mantenía al
margen de las repercusiones que esa actitud absolutista tenía sobre su hija.
Además para empeorar el concepto que tenía del matrimonio, Candela había tenido
una larga relación con un manipulador que la menospreciaba y hacía sentir
inferior solo para que no prosperase en la vida y así tenerla siempre a su
merced. Era lógico que no creyese en las ataduras y que desease poder tener una
cierta libertad. El saber que un hombre estaba con ella porque deseba estarlo y
no porque un papel lo decía era mucho más gratificante para ellas. Y a Rochi le
dolió el pecho al pensar que para Gaston casarse era una cuestión de
"deber" y no de amor.
Fin Capi...
*Mafe*
me encanta!
ResponderEliminarSubi seguidito!! que me encanta esta nove
ResponderEliminarMe encanta, quiero màs jaja Y quiero màs romance, màs amor Gastochi, que se digan q se aman y ya estaaa jajaja :) Viickyv
ResponderEliminarMe encanto k pasa con la pagina de los rubios especiales no me deja entrar?
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