Para leer el capítulo hacé click en leer más...
Cap 37
—Rocío , cuánto me alegro de que me invitaras a tu boda —dijo a la mujer—. Cuando llegó la invitación, estuve a punto de no mirar el nombre de la novia. Jamás habría imaginado que eras tú...
— ¿Elinor no ha venido contigo? —acertó a preguntar.
El príncipe Jasim, heredero al trono del Reino de Quaram, se acercó a saludar a Gastón antes de responder a Rocío .
—No, me temo que no. Sami tiene la varicela y Elinor no ha querido dejarlo solo con los médicos —explicó.
Rocío asintió.
—Lo comprendo perfectamente. Si Sami está enfermo, necesitará la compañía de su madre.
A continuación, Rocío preguntó al príncipe por su hija pequeña, Mariyah. La última vez que se habían visto, la niña sólo era un bebé.
Más tarde, cuando se quedaron a solas, Gastón comentó:
—No sabía que conocieras al príncipe Jasim y a su esposa...
—Nos conocimos cuando ella estaba embarazada de Sami y vivía en Londres. Yo todavía estaba en la universidad y compartí piso con Elinor y con otra chica durante una temporada —le explicó—.Hace meses que no nos vemos... es una de mis mejores amigas, pero está muy ocupada desde que se casó con el príncipe. Ahora que lo pienso, debería llamarla por teléfono más a menudo. Por cierto, ¿de qué conoces a Jasim?
—De las reuniones de la OPEP. No conozco a su mujer, pero me han dicho que es toda una belleza...
Rocío sonrió.
—Sí, lo es —declaró—. De hecho, ¿sabes por qué aprendí a tejer? Para hacerle un jersey a Sami... era un bebé verdaderamente precioso.
Alguien volvió a proponer un brindis y la gente volvió a gritar ¡Gorko! ¡Gorko! Gastón la tomó otra vez entre sus brazos y la besó. Rocío se sintió como si cayera desde una altura asombrosa y ardiera por dentro durante la caída. Cuando empezaron a servir la comida, ella tomó más champán y picoteó un poco, sin demasiado apetito, mientras un cantante famoso se subía al escenario para interpretar una canción.
El ambiente era de fiesta y todo el mundo comió poco y bebió mucho, Rocío se tomó unas cuantas copas más, de modo que estaba algo mareada cuando Gastón la sacó a la pista para bailar. Ni siquiera sabía cómo era posible que un hombre al que prácticamente acababa de conocer le provocara emociones tan intensas. Sentía el cuerpo de Gastón como si fuera el suyo, y le bastaba con aspirar su aroma para tener una sensación extraña en el estómago, como si un montón de mariposas revolotearan en él.
—Dime una cosa... ¿querías casarte otra vez para dar una alegría a tu abuela? —le preguntó mientras bailaban.

amo esta nove!!
ResponderEliminarQuiero capitulos mas largos!