Amor en Desencuentro... Capitulo 17

  Gastón toco el timbre y espero pacientemente.

Peter abrió extrañado y lo invito a pasar.

-      Que agradable sorpresa. ¿¿Qué te trae por aquí??

Gastón se sentó frente a Peter y miro a su alrededor la casa en silencio.

-      ¿¿Y Brenda?? – pregunto extrañado.

-      En el colegio – le recordó Peter.

-      ¿¿Por qué tú no estás en el trabajo?? – pregunto recién dándose cuenta de este hecho.

Peter se encogió de hombros.

-      Hoy es mi día libre ¿¿Algo para tomar?? – pregunto yendo hacia el mini-bar.

-      Un Té helado por favor.

Peter le entrego su bebida y lo vio sacar un álbum de fotos de una bolsa.

-      ¿¿De dónde lo sacaste?? – pregunto reconociéndolo de inmediato.

-      Eso no importa.

-      ¿¿Y porque lo traes aquí??

Gastón abrió el álbum y le mostro una foto donde Lali aparecía bailando con Peter en la plaza.

-      Éramos amigos Gastón ¿¿Qué con eso??

Gastón señalo tras ellos a un hombre de complexión mediana que tenía el rostro tapado por un sombrero vaquero.

-      Un hombre ¿¿Qué?? – pregunto Peter removiéndose incomodo en su asiento.

-      No es cualquier hombre, aparece tras las chicas en más de 5 fotos  y ellas lo conocían ¿¿Quién es??    

-      ¿¿Qué te hace pensar que lo sé??

-      Nada, solo tenía la esperanza de que echaras algo de luz sobre esta historia.

Peter lo estudio.

-      ¿¿Por qué te interesa??

Gastón se levanto y comenzó a caminar por el salón.

-      Porque hay algo en la muerte de Mariana que no me cuadra – coloco sus manos en el borde del sofá y miro a Peter – simplemente hay algo que no está bien.

-      Esta muerta Gastón ¿¿Qué va a haber de “Bien” en eso??

-      No creo que simplemente se haya caído.

-      ¿¿Crees que la mataron??

Gastón asintió.

-      ¿¿Pero quién y porque??

-      Eso es lo que necesito que me ayudes a averiguar. – dijo mirando a su amigo fijamente.

-      ¿¿Cómo??

-      Diciéndome quien era él – Gastón señalo la foto.

Peter suspiro y se paso las manos por el pelo.

-      No lo sé – Gastón hizo una mueca – Lo que sí sé – prosiguió Peter – es que ellas le tenían miedo.

Gastón lo miro confundido.

-      Conseguí más de una vez a Lali llena de moretones, ella siempre alego habérselos hecho en una caída pero yo nunca le creí. Lo vi una vez golpearla y marcharse sin decir una palabra. Estaba bastante lejos y al llegar él ya se había ido pero ella negó todo y no logre sacarle nada.

-      ¿¿Alguna vez viste a Rochi…??

-      No – Peter suspiro – solo una vez vi a Rocío con golpes en el rostro y estoy seguro de que dio pelea porque esa misma semana vi al mismo hombre en el bar con varios rasguños en el rostro también. – Peter lo miro con cansancio – intente ayudarlas, hacerlas hablar, ambas se negaron y jamás pude comprobar que él les hacía daño. ¿¿En qué piensas?? – Pregunto Peter mirando el ceño fruncido de Gastón.

-      Estoy… intentando encajar esto con la muerte de Lali. Al principio pensé que había sido Pablo pero…

-      Yo creo que fue él. – dijo Peter poniéndose de pie.

-      No, Rocío me dijo que esa noche ella estaba con él así que él no fue.

Peter lo miro confundido.

-      ¿¿Pablo?? ¿¿Con Rocío?? Pero si ella lo odiaba.

Gastón lo miro frio como el acero.

-      ¿¿Lo odiaba?? ¿¿Por eso se caso con él??

Peter no contesto.

       Gastón descendió de su caballo y miro a Whisky el caballo de Rocío pastar cerca de su puerta.

Se quito el sombrero y entro por la enorme puerta.

El atardecer caía y pintaba la casa de un matiz dorados y sombras en contraste.

Pasó el vestíbulo y se dirigía a la escalera cuando la vio.

Rocío se encontraba sentada en su enorme sillón con un libro abierto en el regazo mientras pasaba las hojas.

La luz dorada  le daba a su bello rostro un aire angelical y las sombras en contraste le conferían una vista malvada y exquisita.

-      ¿¿Quién te dio esto?? – hablo con la voz fría y sus ojos de hielo lo taladraron.

Gastón miro el álbum en las piernas de la joven.

-      Lo encontré en la biblioteca – mintió.

Rocío lo cerro de golpe y se puso en pie.

-      Me lo llevo.

Gastón la tomo del brazo cuando intento pasar junto a él y le quito el libro de las manos.

-      Vete si quieres pero esto es mío – hablo entrando de lleno en la sala dejándola parada en el umbral.

-      No tienes derecho, ese álbum es mío, son mis fotos.

-      Tú no tienes derecho a entrar en mi casa e intentar llevarte mis cosas como una vil ladrona.  

Rocío se puso roja de ira.

-      Tú no tienes derecho Gastón a quedarte con la única pertenencia de Mariana, es mío.

-      ¿¿De quién es esta casa Rocío?? – pregunto Gastón como quien habla con un niño.

-      Pues tuya – respondió ella confundida.

-      ¿¿ y donde encontraste este álbum??-

-      Pues, aquí.

Gastón la miro.

-      Entonces según la ley este álbum es mío.

-      Eso no es cierto, Mariana nunca te lo dejo.

-      A ti tampoco. – Gastón la miro serio – si quieres demándame Rocío pero este álbum se queda en esta casa.  Y yo soy abogado.  

Rocío lo miro con angustia bien escondida.

-      ¿¿Porque lo quieres?? 

-      Porque era de Mariana – contesto la joven quedadamente.

Gastón lo pensó un segundo y asintió. 

-      Bien, te lo daré si me dices quien era él – hablo apuntando al hombre en una foto.

La cara de Rocío palideció mortalmente. 

-      Rocío – la llamo Gastón angustiado.

Ella no lo oyó, solo vio el hombre en la foto y fue lo último que vio antes de desmayarse.