sábado, 12 de enero de 2013

Amor en Desencuentro... Capitulo 18








-      ¿Creíste que me había ido Rocío? – La voz del hombre hizo que a Rocío la recorriera un escalofrió mortal.
Su rostro cubierto de sombras quedo de repente a la luz y Rocío lo vio tal y como lo recordaba. Su camisa cubierta de sangre hizo que ella tuviera que cerrar los ojos.
-      ¿Rocío cómo pudiste? – la voz de Mariana le llego de repente.
Rocío abrió los ojos y estudio la pequeña habitación medio cubierta de sombras.
Él hombre se cernía sobre ella y Rocío tuvo que retroceder asustada hasta chocar con la pared, pero de repente la vio. Mariana lloraba del otro lado de la habitación justo detrás del hombre.  La desesperación y el odio hicieron que intentara levantarse y correr hasta Mariana.
Él hombre la tomo por el cabello y tiro de ella para que cayera. Rocío pego un grito de dolor se llevo la mano a la cabeza.
-      ¿¿Por qué Rocío?? ¿¿Por qué?? ¿¿Por qué no me salvaste?? ¿¿ Porque me dejaste morir?? – El sollozo de Mariana rasgo algo en el interior de Rocío.
-      Lali perdóname yo no…
-      Cállate – grito el hombre y la abofeteo. – Tú y solo tú fuiste culpable de su muerte.
-      Yo no la mate, yo quería salvarla… - Sollozo Rocío mirándolo asustada entre las lagrimas y el sabor amargo de la sangre en la boca.
El hombre camino hasta Mariana y la tomo del brazo arrastrándola hasta tirarla frente a Rocío.
-      Mírala Lali – Hablo el hombre tomando a Marina por el mentón y obligándola a mirar a Rocío.
-      Ella… fue quien te mato. –
-      Yo no la mate… - Grito Rocío con todas sus fuerzas.
-      Si lo hiciste y lo sabes.
-      Jamás le haría daño a nadie…- sollozo la rubia.
El hombre la miro y su mirada se ensombreció.
-      ¿Ah no? – soltando a Mariana dio un paso atrás y se irguió.
Rocío lo vio abrirse la camisa y mostrar la herida de una bala en el pecho desde donde brotaba la espesa sangre roja como un manantial.
-      ¿¿Y quién me hizo esto?? – La voz del hombro sonó fría, muerta.
Rocío se giro para ver a Lali quien se había apartado de ella con miedo en la mirada.
-      Cómo pudiste Rochi?? Cómo pudiste??  


Gastón coloco otro paño mojado en la frente de Rocío y acaricio su mojada frente. Ella estaba tan fría y él tenía tanto miedo, justo Peter se había ido del pueblo unos días y no sabía a quién mas llamar. Esperaba que las instrucciones que su amigo le había dado por teléfono le sirvieran de algo. 
Ella se removió un poco y negó con la cabeza.
-      No mariana -  susurro en sueños.
¿Mariana? ¿Soñaba con Mariana?

-      Rocío por favor despierta – Gastón caminaba en círculos alrededor de la cama sin saber qué hacer.
Un miedo helado le apretaba la garganta. Pidió a quien quiera que lo escuchara por Rocío, porque ella estuviera bien.

Gastón se acerco junto a ella y la miro, blanca y frágil, le pareció la imagen más hermosa y aterradora que haya visto jamás. Beso su frente fría y acaricio su mejilla.
Esa hermosa joven lo había atrapado y él lo sabía, de nada valía pelear, luchar contra lo que sentía, estaba condenado a amarla aunque fuera la mujer de otro, aunque ella fuera prohibida, aunque ella no lo amara.

-      ¿Qué no estabas buscando sentir verdadero amor loco?  - Se dijo Gastón a sí mismo. Miro a Rocío y sonrió – Bien, allí esta – Dijo señalándola
Rocío levanto su mano y la coloco sobre la mano de Gastón que descansaba en la cama. Gastón se puso rígido pero ella no se movió más.

-      Vamos Rocío vuelve – susurro Gastón en la sien de la joven mientras la acariciaba con los labios.   
Miro los labios entreabiertos de la joven y sonrió.
-      No Gastón – se amonesto a sí mismo -  ¿Qué no ves que esta inconsciente? No da besarla para despertarla, además eso no funciona – la miro de nuevo y sonrió aun mas – Bien, si en Disney se pudo porque yo no!!??
Lentamente unió sus labios a los de ella de la manera más lenta, dulce y románticamente empalagosa que se le ocurrió.   
Ella ni siquiera se movió.
-      Bien, nada perdí con intentarlo.  – se dijo levantándose de la cama.
-      Gastón – La voz ronca de Rocío lo hizo girarse para ver a la joven abrir los ojos.
-      Rubia gracias al cielo estas bien – hablo el desplomándose a su lado para tomarle de la mano.
-      ¿¿Qué me paso?? – Ella lo miro confundida.
-      Te desmayaste.
-      ¿¡Donde estoy!? – Pregunto parándose de golpe.
-      En mi casa Rochi, estas bien, no te fuerces.-
La joven miro por la ventana.
-      ¿¿Qué hora es??
-      Aproximadamente las nueve de la noche – contesto él consultando su reloj.
Rochi volvió a desplomarse.
-      Diablos –
Gastón le paso un vaso con agua y la ayudo a sentarse.
Le tomo la temperatura y le coloco un paño húmedo en la frente.
-      ¿¿Qué sos doctor?? – Preguntó ella divertida viéndolo observar atentamente el termómetro. – no tengo fiebre.
-      No, no tienes – Gastón se sentó a su lado y acaricio su mejilla – Me asuste mucho.
Rocío sintió una sensación cálida y dulce invadirla.
-      Estoy bien Gas – hablo tímida.
-      Ahora sí pero hace 15 minutos delirabas en fiebre. – dijo preocupado.
Ella se enterneció y le agarro las manos.
-      Pero ya estoy bien, gracias a ti.
Gastón no resistió el impulso y la beso, dulce, suave, demostrándole el sentimiento recién encontrado.  La beso como un hombre enamorado.  

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