jueves, 17 de enero de 2013

Prometo Seguir Intentando

Hola chicas, esta vez les traigo un corto un poco triste que escribimos con una vieja amiga, costa de 2 partesdonde intentamos demostrar que a pesar de todo el amor nunca Muere, espero que les guste, tal vez algunas ya lo leyeron por que lo subí a  AT pero igual lo quise subir aquí que es nuestro lugar, Sin Más...




Primera Parte

¿Por qué debo ser yo la que recuerde?
¿Por qué debo ser yo la que sufra?
¿Por qué debo ser yo la que día tras día piense en ti? ¿La que noche tras noche sueñe contigo?
No quiero recordarte más, no porque no quiera, porque no te amé… porque no te extrañe. Sino porque estos recuerdos hacen que quiera acabar con mi vida para tenerte en la misma condición al lado mío.Ya no te siento, y el corazón que habita en mi pide a gritos que te olvide, tan solo para poder volver a latir, volver a ser lo que era antes de que te lo adueñaras y luego lo dañaras. Sí, está dañado, y tan solo porque te has ido. Estoy devastada, desquiciada, atormentada, y todo por tu ausencia…

Lo único que me queda son estos recuerdos tuyos que quiero olvidar. Por favor, vete de mi mente, vete de mi vida, déjame continuar con la soledad que interrumpiste al aparecer. Por favor, solo quiero volver a respirar, volver a soñar… dejar de llorar. No hay momento del día en el que no llore… quiero, por favor, volver a vivir. 

Te has ido de mi lado para siempre, te has ido hace bastante. Una persona común que ha perdido a alguien podría llegar a olvidar alguna facción de su rostro, pero yo no puedo. No puedo olvidar tu rostro, tu cuerpo, ese tono frio al hablar a los demás, pero tierno al dirigirte a mí. Tus ojos tampoco se irán de mi mente, de mi corazón, esa mirada oscura con la que me sentía tan a gusto. Tus manos, esas que siempre acariciaban mi rostro, tomaban las mías y no querían soltarme. Yo tampoco quería soltarte, nunca quise ser tan prisionera de un amor como con el tuyo. Yo te amaba, tú a mí, pero eso es parte del pasado.

Estos recuerdos no son míos, son tuyos, solo tuyos, porque yo no puedo con ellos. Te los regalo, te los cedo junto con el dolor que siento al estar aquí, frente a tu cama eterna, la única en este campo. Esa cama adornada con una cabecera de piedra donde solo figura tu nombre. Tu nombre, el persistente nombre que abandonó tu mano entre las piedras; el árbol familiar, su rumor siempre verde contra el vidrio; mi infancia, tan cercana, en el mismo jardín donde la hierba canta todavía y donde tantas veces tu cabeza reposaba de pronto junto a mí, entre los matorrales de la sombra.
Te recuerdo y no quiero. 
¡Maldita sea tu persistencia, memoria! Con solo estar frente él me haces retroceder a tantos años atrás, a ese tiempo en el cual lo conocí, me conoció y lo amé…

Lo siento ...¿Cómo puede ser que con esa simple frase lo haya podido conocer?

FLASHBACK

-Lo siento – escuchó a sus espaldas – no fue mi intención gritarte. -E-está bien – contestó aun de espaldas, viendo por la ventana del desierto salón. -No soy de pedir disculpas a extrañas, así que no esperes que lo haga de nuevo.
Se escuchó el sonido del arrastre de una silla, seguido por la voz del chico que le había gritado cuando se acercó a él por el solo motivo de preguntarle si estaba en el aula correcta.
-Creí que vendrías a hostigarme como lo hacen las demás, no tengo paz en este colegio. -Y-yo solo q-quería preguntarte si m-mi salón era este. -Ni siquiera vi tu rostro, y al parecer tu tampoco el mío – le apoyó la mano en el hombro para que se girase – si seremos compañeros, al menos podríamos presentarnos. -T-tienes razón.
La muchacha giró para ver cómo era la persona que le había hecho sentir despreciable en su nuevo colegio. Cuando lo vio, lo encontró sentado y observándola detenidamente. No solo eso pasó, también sintió como un nudo en el estomago. El muchacho de cabellos azabaches y mirada oscura no parecía estar bien, parecía extrañado.
-Gaston Dalmau– le dijo levantándose y acercándose más a ella, hasta quedar separados solo por centímetros – Dime tu nombre – le ordenó fríamente – quiero saberlo.
-R-Rocio Igarzab-al – respondió nerviosa por tenerlo tan cerca – P-pero no hace f-falta recordarlo. -¿Por qué no Rocio? – pregunto llamándola por su nombre, cosa que le sorprendió. La conocía hace minutos y ya la llamaba así. -N-no le importo a n-nadie – bajó la vista y suspiró – Y usted está d-demasiado cerca d-de mí. ¿Podría d-dejarme ir? -¿A dónde? Este es tu salón. -Sí, p-pero este s-su banco. -No – se alejó y tomó nuevamente asiento – No es mío, puedes sentarte aquí si quieres. No me molesta
FIN FLASHBLACK

¿Quién creería que esa extraña presentación seria el comienzo de nuestra relación? ¿Qué no hice contigo? Fuiste el primero en invitarme a salir, el primero en tomar mis manos, el primero en pasear conmigo, el primero con quien fui al cine, el primero que susurró cosas dulces a mi oído, mi primer beso… fuiste mi primer amor, y el último.

Fuiste el último Gaston , porque por más que quiera olvidarte para poder seguir adelante, no puedo. Permaneces en mí, y es demasiado difícil poder continuar cuando te llevaste mi vida junto a tu muerte. ¡Devuélvemela! ¡Te lo suplico Gaston! Quiero volver a ser yo misma, por favor. 

-La necesito. Fue una promesa. Por, eso, devuélvemela… 

Y mientras te lo pido, estoy aquí, frente a ti, frente a esta tumba que revuelve todo mi ser. En donde yaces hace tiempo, y en donde vuelvo a visitarte, día tras día, a llorar, a recordar y a extrañar. Tu tumba me debilita, hace temblar todo mi cuerpo. Ahí situada, bajo ese gran árbol donde tantas veces reposamos hasta el punto de grabar nuestros nombres ahí. 
¿Recuerdas Gaston que siempre eras el primero que se quedaba dormido? Tu cabeza reposaba sobre mi hombro, haciendo que mi corazón no resistiera tanto amor. Y ahora que no siento el peso de tu cuerpo sobre el mío, nada es igual… ¿Sabes que es lo primero que digo al despertarme? Primero me estiro, luego busco tu cuerpo al lado del mío mientras digo:
-Gas, levántate. No seas perezoso. 
Y a veces creo escuchar ese gruñido que hacías porque te despertaba. Ese hermoso “Hmp” que te caracterizaba. Esa palabra sin sentido… la extraño demasiado. La busco por todas partes: al caminar por las calles, al recorrer los pasillos de nuestro departamento, al volver aquí y observar ese árbol, nuestro árbol, en esta llanura que encontramos. Vuelvo y vuelvo; y espero verte aparecer. Quiero creer que te escondes tras aquel árbol y que en cualquier momento saldrás para asustarme. Y además, pienso que esa tumba es solo un chiste, que nadie reposa allí dentro.

-¿Recuerdas la nevada? ¡Hace ya tanto tiempo! ¡Cómo han crecido desde entonces tus cabellos! Sin embargo, llevas aún sus efímeras flores sobre el pechoy tu frente se inclina bajo ese mismo cielo tan deslumbrante y claro.
-Te he traído más flores Gas – es lo que digo – Esta vez son violetas, como las que me regalaste en nuestra primera cita.
Siempre que le hablo, una lágrima roda por mis mejillas. Luego, apoyo las flores sobre su cuerpo, el cual está separado de mi por una tapa de madera y una distancia de tierra.
-Las compré en el mismo lugar que tú – continúo sentándome sobre él, sobre su pálido cuerpo. -Tuvimos una hermosa cita – acaricio tu nombre – Aquí, cuando se produjo la primera nevada, cuando me besaste – lanzo un suspiro - ¿Es lindo el cielo Gas?

Nunca recibo respuesta, pero siempre continúo, siempre…

-Soñé contigo de nuevo – hago un puchero, esos que tanto te gustaban – Me hiciste sonrojar con lo que me dijiste, y no, no hace falta responderlo. 
-Espero que esta noche no vengas, y deja de mostrarme ese paisaje que tanto me gusta. No te acompañaré, o tal vez sí, pero dentro de mucho.
-Adivina que dijeron en el noticiero… ¡Nevará mañana! Y como recuerdo te traeré estas mismas flores…


Continuara...
*Mafe*

3 comentarios:

  1. Es muy bonito y esta super bien escrito .. pero es muy triste :(

    ResponderEliminar
  2. Es muy hermoso este corto, me encanto, pero es triste
    Me gusta que despues de la muerte el amor siga intacto como la primeras vez

    ResponderEliminar