jueves, 9 de mayo de 2013

Jugando al amor, capitulo 26


capitulo
—Ahora, ¿estás segura que estarás bien?
Lali cruzó sus brazos sobre el pecho y resopló entre sus labios.
—Si me preguntas eso de nuevo, no te molestes en volver.
Le di a Gaston una mirada y negó con la cabeza ligeramente.
—No me mires a mí. No tenía esa actitud hasta que te mudaste aquí.
Eso era justo.
Lali se rió ante mi mirada herida falsa y levantó las manos.
—Vamos chicos. Ya ha pasado un mes. Estoy bien. Peter está
prácticamente viviendo aquí y ustedes tienen un avión que tomar.
Gaston besó la mejilla de su hermana antes de voltearse a abrir la puerta
con nuestra maleta en mano. Al final había sido algo bueno que Gaston
rompiera mi boleto, porque invitarlo conmigo significó arreglar la
agenda y cambiar la fecha del vuelo. Y bueno para ser honesta, queríamos
asegurarnos que Lali estuviera de pie antes de irnos.
Después de un mes siendo casi como una mamá cuidándola, Peter,
Gaston y su real madre, Lali estaba probablemente feliz de deshacerse de
nosotros. Todavía trataba de volver a tener el nivel de energía de antes, y
aún era agotador y estaba muy sacudida por la experiencia.
Sugerí que comenzara a ver a la Dra. Pritchard y Lali tenía su cita en
unos pocos días. Esperaba que la buena doctora la ayudara. Me pregunto
si ella me ayudaría. Estaba sintiendo un poco de ansiedad por la
separación.
—Rochi, el taxi esta esperando. —Lali me ahuyentó hacia la puerta.
—Bien —refunfuñé. Pero si dejas que algo te pase mientras no estoy, te
mataré.
—Anotado.
—Dile a Peter que lo mismo va con él.
—Se lo advertiré. Ahora ve y haz eso tan importante. —Me abrazó
fuertemente—. Desearía poder ir contigo.
Le di un apretón y me retiré.
—Voy a estar bien. Tengo un empresario mandón cuidando mi espalda.
—Escuché eso —gritó Gaston desde el otro lado de la puerta. Maldición.
Pensé que ya se encontraba en el taxi.
—Mejor me voy antes de que termine tomando el vuelo sola.
—Llámame cuando aterrices.
—Lo haré.
Dijimos adiós y dejé que Gaston me metiera en el taxi. Había sido un largo
mes, preocupándome por Lali y todos todavía estábamos preocupados,
pero el montón de sexo de reconciliación entre Gaston y yo se llevó un
peso de encima.
Nunca mejor dicho.
Todavía estábamos encontrando nuestro camino de vuelta después de todo
el desastre de la ruptura, pero este nuevo “nosotros” era un poco caliente.
Ah, y este nuevo “nosotros” no implicaba a Isla.
Gaston la “despidió” y le consiguió otro trabajo en un nightclub que no le
pertenecía. Creo que pudo haber conseguido un trabajo por ella misma,
era molestamente hermosa, pero Gaston se sentía culpable. Técnicamente
su manager se le había insinuado así que no tenía nada por lo que sentirse
culpable, pero Gaston no se sentía cómodo con la idea de que su manager
había tratado de alguna manera de tomar ventaja de él. Esto no caía bien
en el “mundo cavernícola”.
Yo, por mí parte, todavía me sentía culpable por el desastre emocional en
que me había convertido. En un esfuerzo de compensarlo por ello, había
limpiado una de mis mesas de noche y dos cajones de mi tocador, para
uso propio de Gaston. Todavía no podía sacar la imagen de su estúpida
sonrisa de mi cabeza cuando le dije eso. Había saltado de la cama, a la
mitad de una sesión de besos, podría añadir, a desempacar su maleta en
los cajones.
Estaba tan emocionado como un niñito en la mañana de navidad.
Gaston tenía que superar eso y me dio la llave de su apartamento al otro
día. Le di la llave del nuestro, pero él ya tenía una.
Estaba muy callada vía al aeropuerto y bastante más callada cuando
llegamos allí. Mi cabeza ya se hallaba con mi familia.
Volábamos y nos quedaríamos en el Hilton.
La instalación de almacenamiento donde los abogados habían puesto
todas las pertenencias de mi familia por mí, hasta que la heredera
estuviera en la ciudad. En lugar de sacarlas, seguí pagando la renta para
mantenerlo allí. Una vez que hubiese ordenado todo y decidiera qué hacer
con ello, Gaston y yo iríamos a la pequeña ciudad donde crecí
. Era sólo un poco más de una hora fuera de Richmond y sería una
experiencia para los dos, ya que ninguno había conducido en un tiempo
muy largo.
Reflexionaba sobre esto mientras Gaston nos guiaba a través del registro
de entrada y seguridad.
—Sé que tienes muchas cosas en tu mente —dijo mientras tomaba asiento
delante de nuestra puerta—. Pero si comienza a afectarte tienes que
decirme, ¿bien?
—Está bien. —Asentí.
—¿Prometido?
Me senté a su lado, presionando un suave beso en sus labios mientras lo
hacía.
—Prometido.
Estuvimos callados un momento, el silencio agradable entre nosotros.
Y luego…
—¿Te apetece unirte al mile high club21? —Le di mi mirada con los ojos
entrecerrados y me dio una lenta y sexy sonrisa que era la que me tenía
aquí en primer lugar—. Podría ser divertido.
Sacudí mi cabeza hacia él, sonriendo a pesar mío,
—Cariño… contigo siempre es divertido.
—Mmm. —Bajó la cabeza hacia la mía y me susurró a través de mis labios
antes de darme un beso ardiente—. Buena respuesta.
Tres Días Después…
—Oh, cariño, no pares… —supliqué, mis manos encrespándose en las
sábanas al frente de mí. Gaston gentilmente sujetaba mi pecho antes de
apretar el pezón entre los dedos índice y pulgar.
Lo hizo al mismo tiempo que yo rodeaba sus caderas mientras se
empujaba dentro de mí y yo jadeaba más fuerte. Me había despertado
aquella mañana de lado para sentir su calor en mi espalda, su brazo
alrededor de mi cintura
Oh… ¡Dioooosss!
Tiré mi cabeza hacia atrás, gritando su nombre.
Gaston se impulsó dentro de mí una última vez, enterrando su grito en mi
cuello su cuerpo estremeciéndose contra mí .Caí límpida en su contra.
—Buenos días.
Su boca sonreía contra mi piel.
—Buenos días.
—Si me despiertas así al menos una vez a la semana, seré una chica muy
feliz.
—Es bueno saberlo.
Se retiró de mí gentilmente y me di la vuelta para mirarlo, mi mano
extendida para ahuecar su mejilla para así poder tirar de él hacia abajo
para un beso deliciosamente suave.
Cuando Gaston se retiró, tenía el ceño fruncido.
—No más estancamiento. Hoy lo haremos.
Tragué saliva, pero asentí con la cabeza. Habíamos llegado hace dos días y mviccoio atrás y no había sido capaz de salir de la habitación
del hotel, insistiendo en tener sexo constantemente con mi novio. Ahora
bien, esto fue difícil para Gaston porque a él realmente no le importaba el
sexo constante, pero estaba preocupado de que yo seguía postergando lo
que vinimos a hacer aquí.
Obviamente, mi tiempo había terminado.
–——–
La instalación de almacenamiento estaba a un poco más de veinte minutos
del hotel, en una calle no muy lejos del Parque. Vi a Gaston
adsorbiendo la ciudad ya que nos dieron un taxi, habíamos rentado un
auto para ir a mi ciudad natal después, pero no me sentía realmente en el
estado de ánimo para recordar al estado en el que había crecido. Estaba a
punto de hacer un montón de eso, y me asustaba bastante si era honesta
conmigo misma.
El tipo del almacenamiento era agradable. Le di mi identificación y el
número de almacenamiento y nos llevó alrededor de lo que parecía garajes
de autos normales con puertas rojas brillantes. Se detuvo delante de uno
de ellos bruscamente.
—Aquí tienes. —Nos sonrió y se fue dejándonos allí.
Gaston frotó mi hombro sintiendo mi vacilación.
—Puedes hacer esto.
Puedo hacer esto. Metí el código en el tablero cerca de la puerta metálica y
comenzó a levantarse. Finalmente cuando llegó al techo, dejé que mis ojos
asimilaran la vista delante de mí. Había cajas y cajas con cosas. Maletas.
Una caja de joyas. Temblando, di un paso adentro y traté de calmar mi
corazón antes de que llevara a un ataque de pánico.
Sentí la fría y larga mano de Gaston deslizarse en la mía apretándola.
—Respira, bebé. Sólo respira.
Le sonreí, una especie de sonrisa temblorosa.
Definitivamente podía hacer esto.

1 comentario:

  1. awwwwwwwwwww le dijo "bebe" Dios rocio todo lo que tiene que afrontar es FUERTE ahahah me encanto este cap besos seguila gracias genia

    ResponderEliminar