La tela blanca caía en cascadas
desde el techo hasta al piso de la enorme iglesia, cientos de ramilletes con
flores adornaban toda la estancia y una música serena y hermosa resonaba en el
gran salón.
Rocío sonrió y se sintió en paz por
un momento, cerró los ojos e imagino que eso era suyo, que era el día de su
boda y que Gastón la esperaba junto al pastor.
El sonido de su teléfono la sacó de
su momento perfecto y la devolvió a la tierra.
La novia le gritó, exigiendo saber
donde estaba, incluso antes que contestara y Rocío con un sonrisa corrió por
los pasillos hasta encontrarse con una Candela preciosa, envuelta un blanco
vestido corte princesa, con su hermosa cabellera en lo alto de su cabeza en un
recogido elegante, traía un velo, una tiara y los ojos llenos de lágrimas.
-
No puedes llorar
Cande, se te correrá el maquillaje.
-
¿¿Crees que no lo
sé?? – Candela suspiró – no puedo evitarlo, mírame, parece que hubiera muerto
alguien, no hago más que llorar como una magdalena y ni siquiera sé porqué
lloro.
Rocío tomó un pañuelo y se acercó
hasta ella, lentamente secó sus lágrimas intentando no dañar el hermoso trabajo
que había hecho el estilista.
-
Lloras de alegría
Cande, lloras porque tanta felicidad no te entra en el pecho entonces se
derrama un poquito por los ojos.
Candela sonrió.
-
Lo amo Rocío, hoy
es el día más feliz de mi vida, el hombre que amo me espera en la iglesia,
¿¿puedes creerlo??¿¿Pensaste que este día llegaría?? , pellízcame haber si no
estoy soñando.
Cande dio un respingón cuando Rocío
hizo lo que le pedía y se masajeó el brazo.
-
Che, no era
literal. – Rocío rió.
-
Yo si lo creo Cande,
en realidad siempre lo supe, tú mereces ser feliz y Vico también, el muy tarado
ha vivido la mitad de su vida babeándose por ti y la otra mitad soñando
contigo. De hecho mucho había tardado en proponértelo.
-
Lo sé, ya empezaba
a preocuparme.
Ambas rieron y luego un minuto de
silencio cómodo se instalo entre ambas.
-
Lo van a lograr
Rochi.
Rocío
caminó hasta la peinadora y miró a su amiga desde el espejo.
-
¿¿Enserio lo
crees??
-
Ustedes están
destinados a estar juntos, la siguiente boda será la de ustedes.
Rochii rió.
-
Dios te oiga
mujer, pero ahora es tú boda así que enfoquémonos en ti.
Dándose la vuelta sacó un cofre.
-
Tu madre ya te dio
algo viejo y tengo entendido que también tienes algo prestado así que mi regalo
de bodas, bha, el mío y el de Gastón es esto –y abrió el cofre donde un hermoso
collar de lágrimas azul rey brillaba desde el interior. – algo azul.
Candela se llevó las manos a la
boca y lucho con todas sus fuerzas para no llorar perdiendo la lucha
miserablemente.
Rocío bufó y se acercó para volver
a secarle las lágrimas.
-
Es hermoso, no
tenían porque. –
-
Por supuesto que
sí. Es lo menos que podíamos hacer. Ahora ven para ponértelo.
Candela se giró y Rochi enganchó el
broche en su cuello. Al volver a girarse ambas se miraron y Rocío la abrazó.
-
Quiero que seas
feliz Cande, se feliz y no dejes que nadie arruine tu sueño, aférrate a este
amor con uñas y dientes. – se alejó para mirar a su amiga a los ojos, como no,
llenos de lágrimas - Vive tu cuento con
el alma Cande.
…
-
De lejos la mujer
más hermosa de la fiesta.
Rocío rió y se giró.
-
Tú enserio quieres
meterte en problemas.
Gastón cerró la puerta con seguro y
caminó hasta ella.
-
Hoy quiero ser un
chico malo – la tomó con fuerza por la cintura – además la forma en que ese
vestido gris se moldea a tu cuerpo tampoco me está ayudando a mantener la calma.
Rocío sonrió encantada y pasó los
brazos por los hombros del joven.
-
No Dalmau, no me
eches la culpa si andas calenturiento, es la boda de nuestros amigos y está muy
mal que estemos aquí. Además es una
oficina.
-
¿¿Desde cuándo tan
miedosa rubia?? , además fue Vico quién me habló de este lugar. –
-
Pablo… - comenzó
ella, Gastón bufó –
-
Pablo ni siquiera
vino.
Ella lo miró
aguantando una sonrisa.
-
¿¿Andas
clandestino rubio??
Él la giró y la sentó en el
escritorio.
-
Nunca te dijeron
que las cosas son mejores cuando son prohibidas??
Rocío rió echando la cabeza para
atrás y Gastón aprovecho para besar su cuello expuesto.
-
No conocía esta
fase de tuya señor no rompo un plato.
Gas rió contra su piel.
-
Tú, eres la
culpable, no puedes ponerte semejante vestido y esperar que no reaccione.
-
Me encantan tus
reacciones. – contestó ella.
-
Si – gruñó él –
agradece que reaccioné así y no de otra forma.
-
De otra forma,
¿¿Cómo?? – preguntó dándole más exceso al cuello.
-
De otra forma
tumbándote sobre mi hombro y corriendo a esconderte para que ningún otro hombre
pudiera verte.
Rocío rió encantada.
-
Me fascinaría
verte hacerlo.
-
No me tientes que
aun puedo.
-
Yo preferiría que
siguieras haciendo justo lo que haces.
Gastón volvió a recorrer la espalda
desnuda de la joven.
-
Era necesario el
escote?? – ella lo miró divertida y lo besó.
-
Si mi amor porque
es tuyo. – él la miró sin comprender. – el escote de mi pecho – ambos miraron
lo que ella mencionaba – el escote de mi pierna – ella alzó la aludida
provocando que el vestido se subiera un poco más – y el escote de mi espalda –
ella hizo que él colocara la mano allí – era para ti y nadie más que tu. Al fin
y al cabo eres tú el único que tiene el derecho y mi pleno consentimiento para
tocarlos.
El sonrió de una manera plenamente
masculina e hizo que rodeara su cintura con las piernas para subirla al
escritorio.
-
¿¿Te dije que te
amo??
Ella sintió.
-
Pues te amo –
habló él besándola con amor y pasión en un mismo beso. – eres perfecta.
-
Tu eres perfecto,
todo peinadito, y con traje mi muñequito de torta.
Él rió divertido.
-
Tú eres toda una
bomba sexy y yo solo soy un lindo muñequito de torta??
Ella rió.
-
Sos mí muñequito
de torta, aclaremos eso.
Él la besó.
-
¿¿Tuyo??
-
Aja.
-
¿¿Todo tuyo??
Ella lo tomó por
la corbata y lo besó de manera apasionada.
-
Mío y nada más que
mío.
Gastón se montó en el escritorio
entre sus piernas y sonrió.
-
Perfecto.
Una
mirada observaba la escena entre las sombras, un dolor y un odio, esa mirada
quería venganza.
…
Una sonrisa de dibujaba en los
labios de Rocío mientras arrancaba el carro, la noche había sido mágica. Sus
mejores amigos habían tenido su boda de ensueño, Pablo no estaba, y lo más
importante, Gastón.
Aun podía sentir el roce de sus
labios sobre la piel. Un escalofrío la recorrió. Él se había vuelto su droga y
eso le encantaba tanto como la asustaba.
“Eres – Café Tacuba” comenzó a
sonar en el estéreo del carro mientras ella salía a la carretera. La noche era
tranquila fresca, la alegría se sentía en el aire.
Rocío sonrió al recordar la
insistencia de Gastón en irse juntos pero sabía que eso ya era tentar a la
suerte, mucho riesgo corrían al verse.
Dos luces tenues de un carro la
cegaron momentáneamente y ella frenó de manera abrupta, el carro pasó a su lado
sin detenerse y el miedo, que ella sintió por un segundo, se desvaneció.
“Lo que más amo en éste mundo eso
eres” – decía la canción y Rocío casi pudo escuchar a Gastón, cantándole esas
palabras, mientras reanudaba la marcha del carro.
Tras 20 minutos manejando Rocío dio
la vuelta a la plaza desierta de camino a su casa, eran casi las 4 de la mañana
y no se veía siquiera un alma ocasional por las desiertas calles.
Se escuchó encenderse el motor de
un carro pero ella lo ignoró por completo y giró a la derecha por un atajo. Las
manos comenzaron a sudarle y la noche antes fresca ahora le pareció helada.
Rocío aceleró un poco mientras un escalofrío la recorría. Examinó frenética los
espejos retrovisores solo para descubrirse manejando sola.
-
Cálmate Rocío
estas paranoica nada pasa, nadie te persigue.
Al terminar de decir estas palabras,
como un rezo, un auto salió de un callejón a su izquierda y aceleró con fuerza
contra ella.
Rocío dio una sacudida y pisó el
acelerador a fondo.
La camioneta con vidrios ahumados
la persiguió un tramo antes de perderse en otra dirección.
Rochi respiró un segundo y miró en
todas direcciones esperando ver a su perseguidor de nuevo.
Un chirrido de neumáticos y el
choque por detrás hicieron que Rocío perdiera el control por un segundo y
patinara dando vueltas. Piso el freno con todas sus fuerzas y chocó su cabeza
contra el volante.
Las luces segadoras la hicieron ver
que su perseguidora estaba junto a ella. Un chirrido de neumáticos y el choque
lateral hicieron que Rocío perdiera el conocimiento. Todo se volvió negro.

hay no lo dejes ahiiiii esta nove me encanta !
ResponderEliminarno lo puedes dejar ahii!!!!!! me encanta espero que no le pase nada a rochiii pobresitaaa
ResponderEliminarOh no, muerooo!!! necesito saber màs y necesito mas de gas y rochi juntos
ResponderEliminarME ENCANTA!!! dioss no puede estar mas buenaa esta nove espero el proximoo QUIERO MUCHO MAS DE GAS Y ROCHI, QUIERO GASTOCHI!!!
ResponderEliminarDios! que passa a Rochi?
ResponderEliminar