martes, 24 de septiembre de 2013

Una vida sin vivir capitulo 17

Capítulo 17
cuando me desperté por la mañana mi cabeza estaba palpitando. Gemí. En
verdad no necesitaba un dolor de cabeza encima de todo lo demás que iba a
ir mal hoy. Gaston todavía estaba dormido así que salí de la cama, intentando no
despertarlo. Me dirigí a mi baño para tomar una ducha. Aún estaba bajo la
regadera, intentando desesperadamente no llorar mientras pensaba en la nueva
familia de mí padre. ¿Qué en la tierra iba a decirle a este chico Johnny? Suspiré y
salí de la ducha, enrollándome con una toalla.
En silencio, intenté convencerme a mí misma que este chico Johnny probablemente
ni siquiera querría hablar conmigo hoy y que me estaba preocupando por nada. No
era culpa del chico que mi padre se casara con su madre y lo hicieran mudarse
aquí. Demonios, él probablemente necesitaría un amigo ahora mismo porque
acabaría de dejar todo y todos los que le importaban detrás.
Caminé hacia la cama, mirando a Gaston. Parecía tan tranquilo que casi no quería
despertarlo. Me senté en el borde de la cama y tomé su mano, sabiendo que
necesitábamos prepararnos para el colegio.
¿Gaston? susurré. Se despertó al instante, lo que no era inusual, a él
normalmente le costaba mucho levantarse.
Hola se sentó y me miró tristemente.
Sonreí de modo tranquilizador; estaba preocupado por mí, lo podía notar.
Hola contesté, entrando otra vez en la cama y acostándolo conmigo. Estoy
bien, deja de estresarte prometí, suavizando las líneas fruncidas de su frente.
Suspiro y sacudió su cabeza.
Estoy aquí si quieres hablar. ¿Lo sabes, verdad? preguntó, mirándome
intensamente.
Él era simplemente demasiado adorable algunas veces, de verdad no me lo
merecía.
Lo sé, Gaston, pero estoy bien. Solamente vamos a superarlo y ver lo que tiene que
decir este chico hoy sugerí, encogiéndome de hombros.
Inclinó su cabeza y besó cada pulgada de mi rostro, haciéndome reír, antes de que
se alejara hacia la ducha.
Cuando entramos en el aparcamiento del instituto una hora más tarde, Mery se
acercó saltando hacia un lado del coche con una sonrisa en su cara. Abrió mi
puerta.
¡Estoy oficialmente enamorada! me anunció, orgullosa.
Me reí.
De verdad. Vale felicidades contesté sarcásticamente, poniendo los ojos en
blanco.
Ella se rió.
Lo digo en serio. Hay un chico nuevo hoy, y él está ¡caliente! Abanicó su cara
dramáticamente.
Me quedé pasmada; apostaba que era él, mi nuevo hermanastro. Bueno eso era
perfecto, ahora Mery se iba a enamorar de él y estaría obligada a pasar el rato con
él.
Genial, simple y jodidamente genial.
¿Chico nuevo? pregunté tranquilamente. Gaston me acarició la espalda
gentilmente.
¡Oh, diablos sí! Deberías verlo, es delicioso, pero tú tienes a Gaston así que lo he
reservado dijo sonriendo y saltando a mí lado. Aún no sé su nombre, Caliente
, le queda bien sin embargo. Ella movió sus cejas hacia mí, y no pude
evitar reírme.
Nicolas envolvió su brazo alrededor de sus hombros.
Sabes, no estoy acostumbrado a que no me quieras, Mery. No estoy seguro si me
gusta este nuevo comportamiento le dijo, dándole su sonrisa coqueta.
Ella suspiró con aire soñador.
Siempre te querré Nicolas, es simplemente algo de carne fresca sobre la cual
babear. Creo que tendrás que trabajar más duro por mi atención a partir de ahora
bromeó, parpadeando hacia él mientras se encogía entre sus brazos. Él
realmente parecía muy sorprendido y un poco enfadado. Así que necesito
descubrir todo sobre él. ¿Me ayudaras? preguntó, deslizando su brazo por el
mío.
Demonios no.
Su nombre es Johnny le dije, encogiéndome de hombros e intentando ir por el
enfoque casual.
Ella se rió.
Sí que eres psíquica, ¿no? Acabas de llegar, ¿cómo sabes que se llama Johnny?
preguntó, sacudiendo su cabeza divertida.
Es mi hermanastro.
Ella paró de caminar y me miró sorprendida.
Estás bromeando jadeó con los ojos abiertos.
Sacudí mi cabeza.
Aparentemente, mi padre se volvió a casar, y su mujer ya tenía un hijo. Si es él a
quien has visto, entonces tiene diecisiete años y se llama Johnny dije,
encogiéndome como si pensara que no era gran cosa.
Ella gritó y entrelazó su brazo con el mío con entusiasmo.
¡Esto es asombroso! Me lo puedes presentar, tendré ventaja sobre las zorras.
Estaba sonriendo de oreja a oreja.
No lo conozco, no puedo presentártelo contesté tranquilamente. No quería
que ella se enamorara de él; quería mantener mi distancia con cualquier cosa
relacionada remotamente con mi padre.
Tú eres tan malditamente codiciosa, ¡Rocio! De verdad, el chico más caliente es
tu novio, el segundo más caliente tu hermano y el más cercano al tercer puesto ¿Tu
maldito hermanastro? gritó, mirándome con una mueca furiosa.
Estaba a punto de contestarle cuando Eugenia y tres de sus pequeños clones se
acercaron, todas mirando a Gaston hambrientamente. No pude evitar sonreír cuando
el brazo de Gaston se enrollo en mi cintura.
Hola Eugenia, ¿tienes mi dinero? dije sonriendo.
Ella se burló de mí.
Sí claro. Como si fuera posible, emo. Ella se giró hacia Gaston y le sonrió de
forma seductora, haciendo que su agarre fuera más fuerte sobre mi cintura. No
dormiste con ella, ¿verdad, cariño? ronroneó con confianza.
Escuché a Nicolas gemir detrás de mí.
¡No puedo escuchar esto! Me voy a mi casillero, Rochi. Si me necesitas llámame.
Tendré mi teléfono encendido dijo mientras se iba rápidamente.
Bueno, ¿cariño? preguntó Eugenia poniendo su mano sobre brazo de Gaston.
Él se rió y se encogió de hombro.
Un caballero nunca lo cuenta contestó besando un lado de mi cabeza.
Me reí.
Bueno eso no ayuda realmente con toda la cosa de reclamar mi dinero, chico
amante bromeé, poniendo mis ojos en blanco.
Él suspiro dramáticamente.
Bien. Eugenia le debes a Ángel cuatro mil dólares dijo, mirándome con amor.
Ella golpeó su pie contra el suelo y no pude evitar reír.
¿Cómo diablos has podido hacerme esto a mí? casi le estaba gritando a
Gaston. ¡Se suponía que tenías que estar conmigo! ¡No puedes acostarte con
alguna pequeña puta! La gente se estaba parando a mirar ahora que su cara se
volvía más y más roja. Quizás había olvidado respirar.
Eugenia, salimos un par de veces contestó Gaston, luciendo incómodo.
¡No me importa cuántas veces saliéramos! ¡Soy la capitana de las porristas! Se
supone que teníamos que estar juntos. No con alguna pequeña gritó ondeando su mano hacia mí con disgusto.
No puede evitar reírme, ¿pequeña fenómeno de pelo marrón y ojos grises? ¿De
dónde diablos salió eso?
Woow, Eugenia ten cuidado, tendremos una manada de perros si tu voz se eleva
más bromeé riéndome.
Ella se giró furiosa hacia mí.
¡Tú, tú me has robado mí novio! Yo era su novia secreta y tú dormiste con mi
chico escupió apuntándome acusatoriamente.
Mery estalló en risas detrás de mí. Oh no, ¡Ella no ha ido por ahí!
Me paré cerca de Eugenia, advirtiéndola.
Sí lo hice, y Dios fue bueno. Acepto efectivo o un cheque con garantía bancaria,
lo que sea más fácil para ti. Oh, y Eugenia, si vuelves a gritarme así otra vez te voy a
romper la cara ¿Me has entendido? gruñí, furiosa.
Ella se estremeció apartándose ligeramente; cogí el brazo de Gaston y lo arrastré
dentro del instituto, con Mery saltando detrás de mí, partiéndose el culo de la risa.
Debías haber abofeteado a esa perra. Amaría ver eso gorgoreó Mery
felizmente.
Candela y Agus se acercaron corriendo en ese momento.
¿Ganaste la apuesta? exclamó Candela con los ojos muy abiertos.
Woow ¡Las noticias viajan rápido en este colegio!
Gaston sonrió y me besó, pasando sus dedos por mi pelo.
Mejor me voy. Te daré algún tiempo para que cotillees sobre mí antes de clase
dijo, sonriendo hacia mí coquetamente. Te quiero, Ángel. Me besó otra vez
gentilmente, antes de alejarse rápidamente en dirección a su casillero.
Me quedé ahí, contándole a mis amigo sobre como habíamos estado saliendo en
secreto, y sí había ganado la apuesta. Tenía mis dudas de si iba a cobrar mí dinero,
sin embargo. Mery abrió su gran boca para contarles que el Caliente chico nuevo
era mi hermanastro. Y estuve secretamente agradecida cuando la campana sonó
así podía escaparme a clase. No quería seguir hablando sobre Johnny. Todavía no
había conocido al chico y ya era una gran parte de mí vida.
Hice mí camino hasta la clase de inglés, y tomé mi sitio normal, al lado de Mery.
Unos minutos después él entró. Supe que era él sin ni siquiera mirarlo, lo podía
decir por la forma en la que Mery agarró mi brazo demasiado fuerte. Levanté la
mirada y lo vi. Él, era totalmente caliente; podía ver de lo que ella estaba hablando.
Él no era tan alto como Gaston o tan musculoso. De hecho, era un poco desgarbado,
pero aprobaba totalmente. Usaba unos vaqueros desgastados y una camiseta
negra con una sudadera negra encima. Tenía los ojos marrones, su pelo castaño
era más largo que el de Gaston, estaba desecho y un poco revuelto. Parecía un poco
tímido, con los hombros encorvados como si estuviera nervioso. Definitivamente
podía ver el atractivo que tenía y también como cada chica de la clase lo estaba
mirando con lujuria. Me reí; pobre chico no sabía lo que le esperaba. Una vez
Eugenia pusiera sus garras en él estaría acabado.
Mery me dio un codazo para que la mirara. Vocalizo la palabra caliente y se
abanicó el rostro, asintiendo con entusiasmo y me hizo reír más fuerte. El chico
realmente estaba en algunos problemas.
Clase, este es el nuevo estudiante. Johnnydijo la Sra. Stewart, sonriendo
hacia él cálidamente. Se giró hacia la clase y sonrió incómodo.
¡Te lo dije! Verdaderamente caliente susurró Mery.
Claro que era caliente, pero no tenía nada que hacer con mi Gaston.
Es lindo confirmé, asintiendo de acuerdo.
Johnny, dinos algo sobre ti sugirió la Sra. Stewart.
Él se movió incómodo sobre sus pies, mirando nervioso a la clase.
Er. Bueno, me acabo de mudar con mi madre y mi padrastro. Y
tengo un hermano pequeño. ¿Y me gusta patinar? dijo, haciendo que sonara
más como una pregunta.
Vale, estoy segura de que serás muy feliz aquí. ¿Qué te parece si te emparejo con
alguien de mi clase así te puede mostrar tu próxima clase? ofreció la Sra. Stewart.
Gruñí. No había forma de que ella me eligiera, esa era la clase de cosas que
pasaban en las historias cursis. Me hundí en mi silla, mirando mi libro, rezando por
un escape.
¿Eugenia te ofreces voluntaria? preguntó la Sra. Stewart. Levanté mi cabeza y di
un suspiro de alivio. Mery maldijo bajo su respiración y bajo su cabeza, obviamente
quería ser voluntaria, también.
Johnny hizo su camino a través de clase para sentarse cerca de Eugenia, quien
estaba ocupada desabrochando otro botón de su ya camisa de zorra. Él sonrió
hacia mí cuando pasó al lado de mi escritorio.
Hola, Rocio dijo tranquilamente.
Hola, Johnny contesté un poco sorprendida.
¿Cómo demonios sabia mi nombre? Lo observé sentando al lado de Eugenia, ella
inmediatamente empezó a flirtear con él, mientras solo estaba asintiendo
cortésmente, pareciendo incómodo.
Mery me miró con los ojos abiertos.
Pensé que no lo conocías susurró, frunciéndome el ceño, mirándome un poco
confusa.
Sacudí mi cabeza.
No lo hago, ¿cómo demonios sabía quién era yo? Nunca lo había visto antes
contesté.
La profesora se aclaró la garganta.
Bien entonces, si lo tenemos todo claro. ¿Por qué no empezamos con la lección?
preguntó sarcásticamente. tome mi libro y me hundí furtivamente en mi asiento,
intentando no mirar en su dirección.
Tan pronto como sonó la campana salté de mi silla y prácticamente corrí hacia la
puerta, sin querer otra oportunidad para encontrármelo. Rezaba en silencio una y
otra vez sobre mí cabeza que él no estuviera en otra de mis clases. Gracias a Dios,
el resto de la mañana pasó sin más encuentros con mi nuevo hermanastro.
La gente estaba hablando mucho conmigo hoy, preguntándome si Gaston y yo
éramos pareja, querían saber cuánto tiempo habíamos estado juntos. Bla, bla, bla,
era lo mismo una y otra vez y yo ya estaba aburrida.
Hola Ángel ronroneó Gaston, cogiéndome por detrás cuando estaba parada en
la cola del almuerzo con Mery y Agus.
Hola sonreí, sintiéndome instantáneamente feliz, ahora que él estaba cerca de
mí.
¿Cómo va tu día? preguntó, besándome el cuello, haciendo que me
estremeciera.
Suspiré.
Bueno, he estado respondiendo las mismas preguntas una y otra vez. Es tan
malo que estoy pensando en tatuarme a través de la frente Sí, estoy saliendo con
Gaston. Sí, gané la apuesta. Sí, él es un buen novio. No, mi hermano no enloqueció.
Así no tendré que repetirme todo el tiempo bromeé encogiéndome de hombros.
Él rió y me sujetó más fuerte. A parte de la repetición, tuve clase con mi
hermanastro. Él me conocía, oh sí, y va ahora mismo con esa zorra de Eugenia, quien
por cierto, luce como si me quisiera matar. Así que mí día no está yendo muy bien,
novio dije, asintiendo discretamente hacia Johnny.
¿Él sabía quién eras? Gaston preguntó, girándome ligeramente así me escondería
de la vista de Johnny.
Sí. Él me saludó cuando pasó por mi lado contesté, frunciendo, aun no
entendía como me reconoció.
Gaston se rió y me miró como si hubiera dicho algo estúpido.
Él probablemente no sabía quién eras, Ángel, seguramente pensó que eras
caliente. No lo puedo culpar ronroneó, sonriendo mientras su mano se movía
hacia mi trasero.
Puse mis ojos en blanco.
Gaston él pasó a mi lado y dijo hola, Rocio así que creo que sabía quién era
contesté sarcásticamente.
Él frunció y miró sobre su hombro antes de reírse con maldad.
Él no se ve muy cómodo con Eugenia.
Bueno, ¿quién demonios se encuentra cómodo cerca de Eugenia? Oh, sí, tú no te
veías muy estresado cuando ibas con ella a todas partes me burlé, sonriendo
hacia él.
Él levantó su nariz, fingiendo un temblor.
No me recuerdes mi estilo de vida antes de ti, Ángel. Voy a tener pesadillas
dijo con una mueca de horror, haciéndome reír.
tome un par de sándwiches y bebidas. Gaston insistió en pagar y llevar la bandeja
como siempre. Me dirigí hacia su mesa y me senté a su lado. Nicolas ya estaba allí con
alguno de los miembros del equipo, mis amigos se sentaron, también, tomando los
últimos asientos. Desgarré la envoltura de mi sándwich y estaba a punto de
morderlo cuando una sombra cayó sobre mí.
Hola dijo Johnny sonriendo, estaba ligeramente ruborizado.
Tragué, sintiendo que mi estómago se hundía un poco.
Er hola.
¿Te importa si me siento contigo? me preguntó mirándome de manera
esperanzadora.
Vi a Nicolas tensarse desde la esquina de mi ojo. Miré alrededor de la mesa completa.
Um. me callé, mordiéndome el labio.
No importa, no te preocupes. Sólo pensé que debería presentarme. Se encogió
de hombros, ruborizándose con más fuerza, cambiando de un pie a otro
incómodamente.
Mery me pateó por debajo de la mesa.
¡Ay! ¿Por qué demonios fue eso? pregunté, frotándome la pierna. Me miró
ferozmente. Sabía exactamente por qué era, tenía que pedirle que se sentara con
nosotros por ella o no escucharía el final de esto esta tarde. ¡Oh Dios, mátame
ahora!. Está bien, Johnny. Agarra una silla, puedes sentarte en el extremo de aquí
sugerí, moviendo mi bandeja para que él pudiera poner su plato y su bebida.
Él sonrió y se relajó.
Gracias, Rocio dijo, sonriendo agradecidamente mientras se alejaba para
agarrar una silla a un par de mesas de distancia.
Volteé hacia Mery, frunciendo el ceño.
¡Eso dolió endemoniadamente, Mery! En serio, ¡no es tan ardiente! le dije en un
susurro gritado.
Sí lo es. Asintió con entusiasmo, riendo y terminé riendo con ella. Maldita chica
cachonda.
Johnny se sentó en el extremo de la mesa.
Así que, esto es raro, ¿eh? afirmó, sonriendo tímidamente.
Reí incómodamente.
Vaya, eso es un eufemismo y medio. Si piensas que es raro, prueba con
desconcertante y embarazoso bromeé, haciéndolo reír.
No soy tan malo se quejó, fingiendo dolor.
Decidí simplemente salir de ahí y preguntar lo que me había estado molestando
toda la mañana.
¿Cómo sabes quién soy? pregunté en voz baja.
Él sonrió.
Joaquín me mostró una foto tuya. Sin embargo no he visto una de tu hermano,
así que no tengo idea de quién es explicó, encogiéndose de hombros.
¿Mi papá tenía una foto mía? En realidad no estaba muy segura de cómo sentirme
al respecto. ¿Por qué demonios tendría una foto mía, y no una de Nicolas? Ni siquiera
quería pensar demasiado en esa pregunta en caso de que se me ocurriera una
respuesta que no me gustara.
Apunté a Nicolas.
Él está justo ahí. Nicolas, Johnny. Johnny, Nicolas dije, ondeando una mano entre
ellos en presentación.
Eh, ¿cómo te va? gruñó Nicolas, su rostro era severo y para nada amigable.
Johnny se retorció un poco en su asiento Nicolas podía ser bastante intimidante si
quería serlo.
Sí, bien gracias. Es bueno conocerte respondió nerviosamente.
Mery me pateó de nuevo bajo la mesa en el lugar exacto de la vez anterior,
haciéndome contraerme de dolor. La miré ferozmente en advertencia; ella
obviamente quería que la presentara también.
Johnny, estos son mis amigos, Agus, Candela y Mery. Este es mi novio, Gaston
afirmé, presentando a cada uno de los que estaban en nuestro extremo de la mesa.
Johnny sonrió cálidamente.
Oigan, lo siento, soy malo con los nombres. Probablemente los olvide en media
hora admitió, haciendo una mueca ligeramente.
Mery encendió su modo coqueteo, lanzando su cabello sobre el hombro, sonriendo
seductoramente.
Yo también soy mala con los nombres. Tenemos algo en común ronroneó,
examinándolo lentamente. Él se echó a reír, luciendo incómodo. No parecía que
estuviese acostumbrado en absoluto a la atención de las féminas.
Entonces, ¿a qué escuela ibas antes de esta? pregunté, tratando de ayudarlo
un poco.
Me sonrió agradecidamente.
En realidad iba a una escuela para chicosrespondió, encogiéndose
de hombros. OK, eso explica el sonrojo y el estar incómodo. Casi podía ver el
cerebro de Mery funcionando con la idea de enseñarle nuevos trucos y entrenarlo.
No pude evitarlo pero sentí lástima por el pobre chico.
¿Una escuela para chicos? Bueno eso no es divertido. Mery sonrió, comiendo
una papa frita, obviamente tratando de lucir sexy.
Gaston estalló en carcajadas a mi lado.
Mery, deja al pobre chico en paz, es su primer día se burló.
Nicolas miró a Mery con una expresión ligeramente molesta en su rostro. De repente
me di cuenta de lo que estaba sucediendo. ¡Nicolas estaba totalmente flechado por
Mery!
Vi eso, Nicolas declaré, sonriéndole con complicidad. Él se estremeció y trató de
parecer inocente. Sip, ¡totalmente celoso!. Entonces, ¿qué clases tienes esta
tarde? pregunté, volteando de nuevo hacia Johnny, tratando de mantener la
conversación.
Me sentía un poco mal por él; obviamente estaba como pez fuera del agua aquí.
Sacó su horario y me lo tendió. Le di un vistazo y casi me ahogo con mi sándwich
tenía todas y cada una de las clases de la tarde conmigo
Tengo las mismas dije en voz baja, tendiéndoselo de vuelta. Gaston frotó su
mano en mi pierna tiernamente y me incliné hacia él en busca de apoyo. Johnny
parecía un buen chico pero no lo quería cerca de mí todo el tiempo.
Probablemente podría lidiar con la conversación ocasional, pero ¿y si iba a casa y
mi padre le preguntaba por mí? Él sabría demasiadas cosas sobre mí para mi gusto.
¿Sí? ¡Impresionante! ¿Crees que podrías enseñarme el camino y esas cosas?
preguntó esperanzadamente. Asentí lentamente, no podía decir exactamente no.
Eugenia se acercó pavoneándose; ahora sólo tenía dos botones abrochados en su
camisa.
Hola, Johnny. ¿Quieres venir y sentarte conmigo? preguntó, enroscando su
cabello alrededor de un dedo.
Eugenia, te faltan unos cuantos botones ahí, cariño dije inocentemente.
Me miró ferozmente.
Se supone que luce así, fenómeno Emo espetó repugnantemente.
En realidad, sí creo que tienes razón. Vi que esa camisa la usaba exactamente así
una prostituta en una esquina ayer por la noche respondí, sonriendo
amablemente.
¿Pasas el rato en las esquinas de las calles? preguntó ella, sonriendo,
obviamente pensando que había ganado.
Cuando me encuentro con tu mamá lo hago. Me encogí de hombros.
Gaston y Johnny estallaron en carcajadas.
Perra murmuró ella mientras salía echando pestes. Mery y Candela chocaron los
cinco en alto, soltando risitas tontas como chicas locas bajo los efectos de las
drogas.
Eres graciosa dijo Johnny, sonriéndome.
Sí, creo que tal vez sólo arruiné tus posibilidades de que tengas sexo hoy. Sin embargo
te dará otra oportunidad mañana así que no te preocupes me burlé mientras
empezaba a comer de nuevo.
Él volteó la nariz hacia arriba.
Ella ha estado volviéndome loco toda la mañana; está quejándose sobre una
chica que le robó a su novio. ¿Qué clase de sujeto saldría con alguien como ella de
todos modos? Debe ser total idiota se burló, encogiéndose de hombros.
La mesa entera, excepto por Gaston, se echó a reír.
Er, ese idiota sería yo. Pero nosotros no estábamos saliendo declaró Gaston,
sacudiendo la cabeza.
Johnny se sonrojó como loco.
Oh lo siento murmuró, encogiéndose ligeramente de dolor.
Envolví el brazo alrededor de Gaston.
No te preocupes, chico amante, tu gusto ha mejorado desde entonces dije en
un arrullo, halándolo más cerca de mí.
Ángel, mi gusto siempre ha sido el mismo. La fruta prohibida. Se inclinó
rápidamente, mordiendo mi cuello, haciéndome reír tontamente. Nicolas se aclaró la
garganta y Gaston se alejó con un suspiro y puso los ojos en blanco.
Dejé que Mery hablara con Johnny por el resto del almuerzo, añadiendo preguntas
o respuestas ocasionales cuando necesitaba hacerlo. En realidad era un chico
agradable. Habría sido más sencillo si fuese un cretino, entonces de esa forma yo
habría sido capaz de apartarlo y no sentirme como un pedazo de mierda después.
Le mostré sus clases y se sentaba junto a mí cuando podía. Cuando el timbre sonó
para el final del día suspiré de alivio.
¿Entonces te diriges directamente a casa? preguntó Johnny, sonriendo,
mientras caminábamos hacia mi casillero.
Sacudí la cabeza.
No. Tengo que esperar que Nicolas y Gaston terminen su práctica.
Sí, ¿qué juega Nicolas? preguntó curiosamente.
Hockey sobre hielo.
Genial. Sabes, podría darte un aventón si quieres ofreció. Mi mamá y
joaquin me compraron un auto impresionante por mi cumpleaños añadió,
sonriendo de oreja a oreja. Sentí mi corazón hundirse ante el sonido de su nombre
de nuevo, la forma en que lo usaba en una conversación casual me asustaba a
muerte.
Um, gracias por la oferta, pero los voy a esperar. Por lo general es Gaston el que
viene después porque Nicolas se va a trabajar dije rápidamente.
¿Dónde trabaja Nicolas? preguntó, apoyándose contra los casilleros.
En el gimnasio Benny. Metí los libros en mi bolso con demasiada fuerza
doblando todas las páginas, porque me estaba poniendo incómoda.
Parece que no le caigo bien a Nicolas murmuró Johnny, luciendo un poco triste.
Sonreí tranquilizadoramente.
No te conoce. Es sólo que esto es raro para nosotros, eso es todo. No hemos
visto a nuestro padre en tres años, entonces de repente se aparece aquí y ¡bang!,
tenemos otro hermano y un hermanastro. A Nicolas no le gusta el cambio expliqué,
tratando de rodear el problema un poco.
Él asintió, luciendo pensativo.
Sí, supongo que es difícil. Entonces, ¿crees que podría esperar contigo hasta que
su práctica termine y nosotros podamos llegar a conocernos el uno al otro un poco
más? Quiero decir, no quiero que esto siga siendo incómodo para ninguno de
nosotros, estoy aquí ahora así que creo que tenemos que hacerlo lo mejor posible
preguntó, mirándome esperanzadoramente.
¡Sagrados cubos de mierda! No sabía qué decir, así que no dije nada, asentí y cerré
mi casillero.
¿Quieres que nos sentemos afuera en el frente? Por lo general me siento bajo el
árbol y espero dije mientras salíamos del edificio.
Suena bien acordó, siguiéndome con una pequeña sonrisa.
Caminé hacia el gran roble donde usualmente me sentaba y hacía mi tarea y me
senté apoyándome contra éste. Él se dejó caer frente a mí, agarrando un par de
hojas de hierba, jugando con ellas nerviosamente. Había una pequeña margarita al
lado de mi pie, así que la recogí y la metí en la parte trasera de mi cola de caballo
porque me recordaba a la que Gaston había recogido para mí antes de la práctica de
baile después de esa primera noche en que nos besamos.
Estaba tan incómoda que me retorcía en el lugar, tratando de pensar en algo que
decir.
Así que, tu hermano menor, Matt Bueno, supongo que ahora también es mi
hermano, de todas formas lo que iba a decir es, ¿cómo es él? pregunté
curiosamente.
Él sonrió.
Es lindo. Es un dolor en el trasero, especialmente cuando llora en la noche, pero
es lindo. Tengo una foto si quieres verla ofreció, sacando su billetera y
tendiéndomela.
Sonreí e impacientemente la abrí, queriendo ver al pequeño bebé. Mi aliento
quedó atrapado en mi garganta cuando vi la foto, no era sólo el bebé, era una foto
familiar. Miré a mi padre; él estaba sonriendo orgullosamente con un brazo
alrededor de su nueva esposa y el otro alrededor de Johnny quien estaba
sosteniendo a un niñito rubio. Mi padre parecía más viejo, su cabello había
cambiado y se había vuelto un poco más grisáceo, pero sus ojos eran lo que más
me llamó la atención. Recordaba esos ojos siendo duros y fríos y siempre furiosos,
pero estaba diferente aquí, sonriente y cálido, lucía amable y bondadoso.
Lindo, ¿eh? dijo Johnny.
Aparté mis ojos de mi padre y miré al pequeño bebé; era lindo, regordete, cabello
rubio, ojos marrones y una gran sonrisa. Miré a la señora en la fotografía; ella tenía
cabello marrón y ojos grises igual que mi mamá y yo. Se veía agradable.
¿Esta es tu mamá? pregunté, señalándola.
Él sonrió y asintió.
Sí. Su nombre es Ruby dijo, recuperando su billetera cuando terminé.
No podría sacar de mi cabeza la imagen de mi padre sonriendo. ¿Él había
cambiado? Inspeccioné a Johnny, parecía feliz, sin raspones o cortes, ni cojera
delatora ni mueca de dolor ni nada.
Así que, ¿te la llevas bien con él? pregunté con curiosidad, observando su
rostro por su reacción.
¿Con Matt? Sí él está bien. Será mejor cuando sea más grande y pueda hacer
más cosas respondió, encogiéndose de hombros.
Tragué.
No, me refiero a mi padre aclaré, tratando de no retroceder ante la idea de él.
Johnny se encogió de hombros y asintió, pero no dijo nada. Debe ser difícil tener
a un tipo viniendo después de años de ser sólo tú y tu mamá declaré, tratando
de empujar por una respuesta.
¿Mi padre estaba lastimándolo a él también, o tal vez al bebé, o a su mamá?
Inmediatamente estuve agradecida de que no hubiera otra chica viviendo con él. El
abuso físico era malo; Nicolas se llevó la peor parte de eso, pero el abuso sexual, eso
dejaba cicatrices mentales que sabía que todavía no habían terminado. Los
recuerdos de esos domingos destellaron en mi mente y me mordí el interior de la
mejilla para evitar llorar.
Él asintió y miró al suelo.
Fue un poco difícil, pero ellos han estado juntos por más de dos años ahora, así
que… —Su voz se desvaneció, y se encogió de hombros. Abrí la boca para empujar
el asunto más allá pero él me interrumpió. Así que, ¿por cuánto tiempo han
estado juntos Gaston y tú? preguntó, arrancando un poco más de hierba y
rodándola en sus manos para hacer una bola.
Sonreí ante el pensamiento de Gaston.
Una semana y media.
Él es amigo de tu hermano, ¿cierto? preguntó.
Sí. Lo he conocido desde que tenía cuatro años confirmé, amando hablar de
Gaston. Incluso estaba extrañándolo en realidad. Me quedé acostumbrada a verlo
todo el día el fin de semana así que era difícil volver a verlo sólo durante el
almuerzo. Así que, cuéntame más acerca de ti sugerí, acostándome sobre mi
vientre y apoyando mi cabeza en mis manos, mirándolo.
Él se acostó también y habló sobre su vida, lo que le gustaba y lo que no. Era un
patinador aficionado y entraba en competiciones y otras cosas los fines de semana,
hacía acrobacias y piruetas. Extrañaba a sus amigos. Nunca ha tenido una novia. Su
comida favorita era el pollo al curry. Acababa de comenzar a decirle la mía cuando
divisé a Gaston trotando hacia mí a través del estacionamiento, tan apuesto que era
casi doloroso mirarlo. Me puse de pie de un salto y sonreí cuando él envolvió sus
brazos alrededor de mí, levantándome y estrellando sus labios contra los míos. Le
devolví el beso hambrientamente.
Él se apartó después de unos segundos.
Necesito tener algo de tiempo a solas contigo susurró mientras me besaba de
nuevo, más tierno esta vez.
Sonreí.
¿Qué, justo ahora? ¿No puedes esperar hasta que lleguemos a casa? bromeé.
Él sacudió la cabeza.
No, pero puedo esperar hasta el estacionamiento en la parte de atrás del
gimnasio después de que dejemos a Nicolas sugirió, sonriendo perversamente.
En tus sueños, Gaston dije, riendo y poniendo los ojos en blanco.
Probablemente acordó mientras me bajaba, sosteniéndome cerca de su lado,
riendo ante mi expresión horrorizada. Johnny se empujó hacia arriba y estaba allí
parado torpemente. Gracias por cuidar de mi chica por mí dijo Gaston, sonriendo
amigablemente.
Sí, no hay problema murmuró nerviosamente Johnny, silviaeando su zasilviao
contra la hierba. Nicolas caminó hacia nosotros, mirando entre Johnny y yo con una
expresión confundida. Bueno, supongo que los veré mañana chicos. Gracias por
dejarme pasar el tiempo contigo, Rocio dijo Johnny, sonriendo.
Sí, fue divertido. Oye, vamos a ver ese auto tuyo antes de que te vayas sugerí,
asintiendo hacia atrás al estacionamiento. Él sonrió orgullosamente.
¿Qué auto tienes? preguntó Nicolas curiosamente y comenzamos a caminar.
Sabía que eso atraparía el interés de Nicolas. Sonreí y tiré de Gaston un poco hacia atrás,
dejando que Nicolas y Johnny fueran al frente, dándoles un pequeño momento. Nicolas
necesitaba ver por sí mismo que Johnny estaba bien antes de que dejara de
fruncirle el ceño. Para el momento en que los alcanzamos, Nicolas estaba sentado
detrás del volante de un BMW Z4 azul medianoche, frotando sus manos por el
tablero cariñosamente.
Oh mierda, este es un bonito auto ronroneó Gaston, deslizando la mano por el
techo con los ojos ensanchados. Agarró mi mano y me acercó a él. Cuando sea
un jugador de hockey multimillonario, te compraré uno de estos declaró,
enredando su mano en mi cabello, mirándome a los ojos y haciéndome sentir
ligeramente ingrávida.
Me presioné contra él y mordí ligeramente su barbilla.
Prefiero tener un Ferrari bromeé.
Él suspiró dramáticamente.
Vaya, OK, espero firmar con un buen equipo si vas a ser así de exigente
respondió, mientras me besaba, haciéndome anhelar que deslizara sus manos por
mi cuerpo.
Después de otros diez minutos de babear sobre el auto de Johnny finalmente
salimos y fuimos a dejar a Nicolas en el trabajo. Salté al asiento delantero y sostuve la
mano de Gaston durante todo el camino a casa, emocionada por un momento de
intimidad. No es que fuese a ser fácil con mi mamá en casa durante la semana,
pero estoy segura de que nos las arreglaremos. Incluso sólo abrazarse en el sofá

sonaba como el cielo justo ahora.

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