Felíz Día de los enamorados❤
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¿De mal en peor?
Rocio no se dio cuenta de que mientras caminaba por la calle casi oscura era seguida por una persona vestida de negro, e incluso llevaba gafas negras, y una cámara profesional, de esas que podían estar a más de 50 metros de distancia y tomaría una foto como si estuviera cerca de ella. Giró conforme la calle curvaba y en un par de minutos llegó a la casa de Gastón.
Sintió que sus manos temblaban mientras se debatía entre tocar el timbre y quedarse ahí a esperar que él le abriera o salir corriendo, salir corriendo le resultaba más atractivo. Sin darse cuenta su dedo estaba presionando el botón del timbre pero este en lugar de sonar como un timbre común emitió un sonido como si alguien estuviera levantando la bocina de un teléfono.
—Diga —dijo la voz de Gastón a través de una bocina que Rocio no había visto un segundo antes.
Ella presionó el segundo botón que era de color verde y habló.
—Gastón, soy Ro…
—¡Rocio! —exclamó el modelo y en cuestión de segundos la puerta fue abierta—. ¿Qué pasó? ¿Estás bien? —preguntó acelerado.
Ella asintió rápidamente pero sentía como si sus labios estuvieran sellados con algún buen pegamento y no le permitiera abrirlos. Ambos se quedaron en silencio viéndose por todo el rostro pero nunca a los ojos.
—Amm, yo… —empezó Rocio, lanzó un suspiro y se decidió a verlo a los ojos, los cuales ya la estaban esperando—. Mi novio quiere conocerte —dijo finalmente.
La mandíbula de Gastón se tensó tanto que pensó que se quedaría trabada de un momento a otro. Odiaba escuchar esa palabra saliendo de los labios de la única mujer que amaba en verdad. Sus manos se apretaron hasta formar puños y apartó la mirada de los ojos castaños de la chica.
—¿Por qué? —preguntó intentando esconder su enojo.
—Porque él nos vio hoy en la mañana —le respondió y su voz empezó a querer escaparse de su interior—… cuando nos besamos…
El modelo volteó a verla nuevamente y en el hermoso rostro de la muchacha se reflejaba una culpa que no comprendía.
—Rocio…
—También él fue quien estaba detrás de tu auto… él encontró mi bufanda amarilla en el mismo lugar en donde yo había caído al suelo… —su voz empezaba a quebrarse, no dudaba que en cualquier segundo rompería en llanto—… dijo que estaba bien pero… no… es así.
Y Gastón la atrajo a su cuerpo envolviéndola entre sus brazos fuertemente para demostrarle que estaba a salvo, que era protegida y que si quería llorar podía hacerlo.
—Todo está bien —intentó tranquilizarla sobándole la espalda en círculos con la palma de su mano. La besó en la parte superior de la cabeza—. Yo le explicaré todo…
—Quise besarte —dijo enterrando su cabeza en el pecho del modelo, no estaba llorando pero su cuerpo temblaba nerviosamente y su voz se escuchaba ronca y sin fuerza—. Quise hacerlo. Así que no tienes que explicarle nada.
—Pero…
—No sé porque quiere verte, exactamente, pero me dijo que te asegurara que no te iba a hacer nada —rió y sus manos sujetaban el delgado suéter que llevaba puesto Gastón en ese momento, su cabeza seguía apoyada en su pecho—. Nicolas es un buen chico… aunque un poco mayor —necesitaba advertirle que su novio era diferente de cómo pudiera imaginárselo—, tiene tatuajes en sus brazos y le gusta el box, las motocicletas y…
Gastón rió sin dejar de abrazarla.
—No tienes porque decirme como es él —pero sí le sorprendía la descripción que Rocio estaba haciendo de su novio ¿Tatuajes?
La sostuvo por los hombros con una mano y con la otra levantó su rostro para que pudieran verse a los ojos.
—Rocio, lo que dije esta mañana… —el cuerpo de la rubia de estremeció, ¿A caso le iba a decir que había sido una mentira y que no le quería? ¿Le importaba que no la quisiera?—. Te quiero, Rocio. No puedo sacarte de mi cabeza —suspiró levantando su mirada apenas unos segundos para volver a los ojos castaños que tanto quería—. Te necesito pero… pero sí tu no sientes nada por mí no te voy a seguir, dejaré de ir detrás de ti y así tu podrás estar con tu novio sin que temas de mí. Necesito que me digas en este momento que sientes por mí.
Rocio asintió y suspiró pesadamente, cerrando sus ojos y abriéndolos para conectar su mirada con la de Gastón.
—Aun me gustas —dijo rápidamente y el modelo dejó salir un suspiro de alivio—, pero...—esos malditos “peros” que tanto odiaba—. Quiero a Nicolas, en verdad lo quiero. Te juro que no quiero lastimarte, Gastón, pero creo que debes alejarte de mí.
—¿Quieres que me aleje de ti? —le preguntó uniendo sus frentes. ¡Dios! Ansiaba tanto poder probar sus labios nuevamente pero por respeto a ella se limitó a cerrar los ojos y contener el impulso.
—Yo… —balbuceó pero fue interrumpida por una voz linda y madura al mismo tiempo, una voz femenina.
—Gracias por prestarme tu cocina, Gastón—dijo Maria caminando hacia la puerta y cuando logró percibir que no estaba solo, sus ojos se agrandaron e intentó esconderse pero ambos chicos ya habían dirigido su mirada a ella.
Rocio vio a la alta rubia con cuerpo de súper modelo y rostro de diosa que llevaba sobre sus dos manos un recipiente de plástico transparente cubierto con papel aluminio. La muchacha la observó y una sonrisa perfecta se formó en su perfecto rostro.
—Hola, tú debes ser Rocio —dijo la rubia viendo directamente hacia ella—. Gastón habló mucho de ti —volteó hacia Gastón que negaba muy lentamente en dirección a Maria—. Bien, continúen que yo ya me iba, sólo ocupaba una estufa. Por cierto, soy Maria.
La rubia asintió mientras Maria se acercaba a ella con una sonrisa aun en su rostro.
—Rocio —soltó esta en un susurro casi inaudible.
—Un placer conocerte.
Y sin decir nada más salió por la puerta rápidamente, la mirada castaña de Rocio se regresó hacia Gastón.
—Ella es tu…
—¡No! —negó inmediatamente, no quería ni necesitaba mal entendidos—. Ella es Maria, mi ex novia de hace muchos, muchos años —le aclaró—, pero recién se mudó aquí y aun no consigue una cocina lo bastante buena como para cocinarse a ella misma. Por eso le presto la mía, pero te prometo que no es mi novia.
—No tienes porque hacerlo, eres libre de salir con quien quieras —y dicho esto se dio media vuelta para marcharse pero Gastón no se lo permitió, la tomó de un brazo y la hizo girar.
—Ella no es mi novia, sólo la perdoné y la invité a venir aquí. Rocio, sólo te quiero a ti —dijo casi en tono de suplica.
No tenía caso sentirse así, de la manera en que seguramente Gastón se sentía al saber que ella tenía novio, sin embargo sí que sentía celos. Era un estúpida, querer a dos chicos a la vez era una estupidez por parte de ella. ¿En donde había quedado su madurez?
—Nos vemos mañana a las 7 en el parque que está a una cuadra de la universidad —y se soltó de su agarre para marcharse.
***
Rocio llegó a su casa y subió las escaleras como si no quisiera ser vista, claro que no quería que vieran sus ojos rojos por el llanto, seguramente todos en su familia se preocuparían y armarían un escándalo hasta que les dijera la verdad de sus lágrimas. Por primera vez en el día las cosas sucedieron como ella quería, llegó a su habitación y se dejó caer sobre la cama, su rostro se hundió en la almohada y empezó a analizar todo su día, maldita confusión que se cargaba sobre los hombros.
¿Cómo era posible que en un solo día todo cambiara tan rápidamente?
Con ese pensamiento se quedó dormida sin siquiera cambiarse a su pijama.
***
A la mañana siguiente hacía un frió peor que el anterior, Rocio usaba un abrigo blanco que le llegaba hasta las rodillas y unas botas negras tan largas que eran cubiertas por el abrigo, como era costumbre suya usaba su bufanda amarilla que lucía fuera de lugar con su vestuario. Nicolas estaba a su lado con su brazo sobre los hombros de su chica, él parecía ser un poco menos friolento que la rubia ya que sólo llevaba un suéter café y unos pantalones de mezclilla, tan simples como él mismo.
Habían llegado antes de la hora acordada al parque pero estar dentro del auto de Nicolas le resultaba un poco incomodo a Rocio era esa la razón de que estuvieran fuera esperando la llegada del modelo.
—¿Tienes frio? —le preguntó.
—Un poco, pero estoy bien —le contestó recargando su cabeza en el hombro del rubio.
Le sonrió y levantó el rostro de su novia delicadamente para poder darle un suave beso, un beso que fue interrumpido al escuchar llegar un auto al lugar.
Ambos se apartaron y vieron un auto amarillo estacionarse junto al auto negro.
Como si un imán lo hubiese forzado a salir Gastón salió del auto rápidamente y caminó hasta el encuentro de Rocio y su novio.
—Hola —les saludó y se sintió en la necesidad de asentir con la cabeza.
—Mucho gusto —dijo Nicolas dejando de abrazar a Rocio para poder extenderle su mano al modelo frente a él—. Soy Nicolas Riera—Gastón lo saludó de mano manteniendo un apretón un poco más fuerte de lo normal.
—Gastón Dalmau—se presentó y soltaron sus manos, ambos sentían un ligero ardor en sus manos, la fuerza definitivamente no había sido normal.
—¿Y el Smith? —preguntó el rubio divertido.
—Es mi apellido artístico —le aclaró.
—Bien. Así que fuiste novio de Rocio ¿no? —le preguntó regresando su brazo a la rubia que no apartaba la vista de Gastón, su cabello seguía ligeramente húmedo lo que significaba que se le había hecho tarde o al menos que una nube hubiera estado derramando una tormenta sobre él antes de llegar al parque.
—No exactamente novio —le contestó y extrañamente lo hacía sentir incomodo, Nicolas no lucía aterrador ni nada pero su postura era otro asunto—. Sólo “Jugamos a ser novios”.
—Eso escuché —dijo viendo hacia Rocio, besó su frente y de nuevo volvió la vista a Gastón—. Pensé que podríamos ir a desayunar cerca de aquí y hablar…
La invitación de Nicolas fue interrumpida por el sonido de un celular timbrando fuertemente.
—Disculpen, es mío —dijo Gastón sacando su celular del bolsillo de su pantalón y viendo la pantalla, era Maria, se disculpó con una señal de mano y retrocedió un par de pasos para poder atender la llamada—. Maria est…
—No importa lo que estés haciendo, te enviaré una dirección a tu celular, es algo muy urgente —sonaba alterada y parecía estar conduciendo—. Dime dónde estás también si puedes habla con Rocio.
—Estoy en el parque cerca de la universidad y Rocio está aquí con su novio…
—Perfecto, estaré en un minuto, no se muevan, ninguno —le advirtió y colgó la llamada.
Gastón confundido volteó hacia la pareja y se encogió de hombros.
—¿Les molesta si una amiga viene con nosotros? —preguntó casi tímido—. Dijo que llegaría en un minuto.
Y no fue ni un minuto lo que tardó la rubia en llegar al parque y casi estacionar su auto rojo encima del auto de Gastón. Salió de un salto del auto y casi corrió hasta donde se encontraban los tres de pie esperándola.
—¿La viste? —dijo Maria apenas llegó a Gastón.
—¿Qué? —preguntó el modelo sin entender.
—¡Te envié una dirección para que la vieras! —dijo casi furiosa.
—Puedes saludar si quiera a los chicos —dijo Gastón sacando su celular nuevamente.
La rubia se giró hasta ver a Rocio que tenía una nerviosa sonrisa y hacia Nicolas que sus ojos azules la hicieron casi atragantarse con el aire frio del lugar.
—Buenos día Rocio y…
—Nicolas pero puedes decirme Nico —dijo extendiendo su mano hacia ella—. Ayer no nos presentamos.
—Sí, creo que estaba demasiado interesada en llegar a el edificio que fui un poco descortés —dijo sonriendo casi nerviosa y agradeció saber controlar sus expresiones porque si no ya se hubiera sonrojado de sentirse observaba por esos ojos. Eso creía pero la verdad era que sus mejillas ya se habían teñido de un ligero rubor rosa.
Rocio no entendió como es que se conocían pero no preguntó.
—¡Mierda! —gritó Gastón observando la pantalla de su celular y por ende todos voltearon a verlo.
—Sí, aunque yo no usé esa palabra —dijo Maria caminando a hacia el modelo—. Pero sí lo pensé.
—¿Pasa algo malo? —preguntó Rocio abriendo su boca por primera vez desde que había visto a Gastón.
—Sí —respondió Maria y de su enorme bolso violeta que había llevado colgando al hombro sacó un ipad que con solo sacudirlo hizo que la pantalla se encendiera dejando ver unas escenas que dejaron temblando a Rocio.
Había una secuencia de fotos en donde los protagonistas eran Gastón y Rocio, primero se veían los dos platicando en el estacionamiento de la universidad, en la siguiente foto Gastón estaba frente a ella acercando sus rostros, después salía la foto en donde ambos se estaban besando y Rocio ya lo estaba rodeando con sus brazos como si su vida dependiera de ello, en la otra foto Gastón besaba la frente de la rubia. Las siguientes fotos eran ya en la noche, estaba oscuro y ya no estaban en la universidad, estaban de pie en entrada de la casa de Gastón, ahí primero hablaban, después el modelo la abrazaba y después él sostenía tiernamente el rostro de Rocio en sus manos. Así terminaba la secuencia de fotos.
Maria suspiró y movió la pantalla para que vieran el artículo escrito debajo de estas fotos.
-Al parecer los rumores de que nuestro modelo, Gastón Smith, había vuelto a la ciudad eran verdaderos, ya que, como se observa en estas fotos fue visto por nuestros reporteros junto a una misteriosa chica castaña.
-Algunos dicen no conocer a esta chica pero nosotros creemos que es su antigua novia, aquella linda chica que lo acompañaba en la fiesta de sus padres ya casi tres años atrás y aunque todo ese tiempo estuvieron separados al parecer el amor entre estos chicos no terminó. Ustedes júzguenlo volviendo a ver la tercera foto en donde comparten un beso apasionado.
-Sería agradable ver como estos dos tortolos vuelven a estar juntos en una relación romántica.
El artículo terminaba con una foto de Rocio y Gastón juntos en la fiesta de bienvenida de los padres del modelo, ella vestía el hermoso vestido verde y él aquel traje de gala negro.
—Arreglaré este malentendido de inmediato —dijo Gastón estrujando su celular en sus manos.
—¿Cómo lo harás? —preguntó Maria guardando su ipad dentro del bolso.
—Diciendo la verdad —contestó.
—¿Cómo qué? ¿Diciendo que besaste a mi novia para comprobar si aun sentían algo? —dijo Nicolas—. ¿Eso no arruinará tu reputación?
—Me importa una mierda mi reputación, pero no voy a dejar que Rocio salga perjudicada de esto…
—Correcto —dijo Nicolas asintiendo. Debía admitirlo, ese modelo de cara bonita amaba realmente a Rocio.
—¿De mal en peor? —preguntó una vocecita familiar para todos menos para Maria.
Brenda apareció detrás del auto amarillo con su celular en la mano.
—¿Brenda? —preguntó Rocio viendo a su hermana.
—Perdona, te seguí, observé esta foto en la madrugada y cuando me desperté ya no te vi en la cama por eso vine a seguirte, aunque no me imaginé que tendrían reunión —dijo la rubia encogiéndose de hombros—. Sólo quería advertirles también que aquí hay dos tipos vestidos de negro con cámaras dispuestos a fotografiarlos, si es que no lo ha hecho ya.
Todos observaron alrededor pero estaba claro que no los verían a simple vista.
—Hay que irnos de aquí ahora —masculló Gastón.
—¡Voy contigo! —dijo Brenda corriendo hacia el modelo.
Ya todos en sus respectivos autos condujeron en círculos durante media hora intentando perder a los fotógrafos. Habían quedado de acuerdo en verse en el restaurante que estaba cerca de la casa de Gastón, ya que él conocía a los dueños y sería fácil hablar ahí sin ser interrumpidos.
Antes de bajar del auto Brenda le dijo a Gastón:
—Creo que ahora mi hermana y tú jugarán a ser más que novios —y salió del auto.

noo que bueno que estuvooo seguilaa porfa!!!
ResponderEliminaraayy me encanto el capitulo!! ya quiero que ro y gas vuelvan a estar juntos porfaaa!!! seguila! amo la nove!!
ResponderEliminarodio a nicolas, fin, bue seguia la resentida, nada me pone nerviosa rocio le pegaria te juro bue
ResponderEliminarMe encanto! Seguila! :D Muy buena! Hay Nicolas como te odio! -.- :3 ! A Rochi le gusta Gaston! Iieaa! *-* jajjajajjaja Espero el Próximo Cuanto antes! Porfa! Gracias por los cap.! ♥ :)
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