viernes, 29 de agosto de 2014

No Te Tengo Miedo... Capitulo 19


Click en Leer Más


Corrí entre la multitud, mis ojos derramaban lágrimas rebeldes y aún no sabía el “por qué”. Llegué al jardín trasero de la preparatoria, para ser específica, a un árbol verdaderamente hermoso, sus hojas verdosas brillaban a la luz del sol. 

Rendida, caí al suelo con mi espalda unida a aquel árbol, continuaba llorando y ocultaba mis ojos con mi extremidad izquierda —Brazo—.
—¡Rocio! —Oí a lo lejos— ¡Sé que estás aquí! —Una vez más volvió a gritar; reconocía su voz, Eugenia. Su paso acelerado me dio a entender que ya sabía donde me encontraba.
—¿Qué ha ocurrido antes? —Cuestionó una vez a mi lado.
—No lo sé.. —Sollozé.
—Te has ido dejando a todos confundidos, como rocas.
—¿Por qué esos imbéciles no se ocupan de sus asuntos y sí de alguien ajeno?, no tenían nada que presenciar. —Eugenia rió levemente, mientras que yo, no le encontraba la gracia.
—Fue una escena bastante extraña en realidad. —Hizo una pausa—Candela Vetrano, la pe*rra más pe*rra de las pe*rras —Reí para mis adentros— haya.. besado a Gastón “Chico Malo” Dalmau, supongo que quería recuperar a su ex novio. —Me quedé congelada, ¿A qué se refería Eugenia con que Candela quería recuperar a su Ex novio?.
—¿Re.. Recuperar a su ex novio? —Farfullé entre lágrimas.
—Oh Rochi.. —Me rodeó con sus brazos— olvidaba que fuiste trasladada hace poco tiempo.. —Sequé mis lágrimas con delicadeza— Gastón y Candela fueron novios dos años.

Y esa fue la gota que derramó el vaso. Ahora lo comprendía todo, las palabras de Candela antes de besar los rosados labios de Gastón “Sé que aún me amas Gastón”, “Veamos si es verdad”. Mi pecho dolía, mis globos oculares se encontraban rojos e hinchados, me sentía horrible.

—¿Quieres ir al cuarto de baño de la preparatoria para arreglar tu apariencia? —Sonrió comprensiva— luces horrorosa.
—También te quiero. —Dije sarcástica— está bien.. —Sollozé con una curva en mis labios.

Euge ayudó a que me levantara, con tranquilidad nos dirigimos al cuarto de baño —Evitando miradas— y al entrar me espanté con mi propio reflejo, si no fuera porque sé quien soy, me confundiría con un zombie.
Lavé mi rostro y fui a mi casillero mientras Euge retocaba su maquillaje. Retiraba mis libros de texto cuando su voz lo interrumpió todo, aquella voz que no quería si quiera oír..
—Yo.. disculpa. —Musitó.
—¿Qué?. —Volteé— No tienes por qué disculparte Gastón. —Sonreí sínicamente.
—Escúchame. —Se oía más como una orden que una petición.
—No. —Dije en seco— Ahora lo siento pero debo ir a mi clase; permiso. —Musité evadiéndolo pero el muy idiota se interpuso en mi camino— ¿Disculpa? —Hacía un gran esfuerzo por no derramar lágrimas nuevamente, hablar fue igual de difícil que hacer un ejercicio matemático.
—Lamento lo que ocurrió hace unos minutos. —Comenzó— No quería eso y.. —Lo interrumpí nuevamente.
—Gastón. Basta. —Contesté fría— Tú eres de esas personas que no se disculpan con nadie y hacen las cosas que quieren todo el tiempo.
—¡¿Podrías dejarme hablar?! —Elevó la voz, se estaba enfadando.
—¡No quiero oírte! ¡¿Qué parte de eso no comprendes?! ¡No tienes que disculparte por nada, vete con Candela, me importa un mísero champiñón! —Fruncí el ceño— Llegaré tarde a mi clase, adiós. —Volteé rápidamente, Gastón me hacía enfurecer fácilmente.

Estaba diez minutos retrasada, el profesor de Español siempre ha sido injusto conmigo, es más, creo que me odia. Toqué temerosa la puerta e inmediatamente el viejo abrió.
—Señorita Igarzabal. —Bajó sus lentes— Usted siempre tarde. —“Que lo atropeye un camión y que luego estalle un avión sobre su rostro viejo estúpido, nadie lo quiere”. Pensé
—Lo siento. —Me disculpé.
—Adelante y necesitaré su carpeta.
—Sí.. —Dije furiosa. Genial, dos faltas en un día, continuas.
Me dirigí al “Asiento del profesor” y deposité mi carpeta allí, dí media vuelta y divisé a Peter por el fondo del aula, ya no era sorpresa verle en mis clases y ahora me alegraba estar con él, comenzaba a quererlo como un “Hermano mayor”. Avancé hasta llegar a su lado y tiré mis libros de golpe —Llamando la atención de toda la clase, menos del profesor, era un estúpido sordo— y tomé asiento de mala gana.
—Esto de llegar tarde se te está haciendo costumbre. —Susurró Peter a mi oído.
—Todo por Dalmau. —Dije furiosa, me había retrasado por su culpa, ¡Estúpido!.

La clase fue aburrida como siempre, tres llamados de atención y ahora voy camino a dirección, el profesor Sanders me había encontrado durmiendo plácidamente, diablos.. como le odiaba.
Mientras avanzaba por el corredor encontré a Gastón de espaldas, hoy definitivamente no era mi día. Intenté pasar desapercibida por su lado pero desafortunadamente me vio, tomó de mi muñeca y me atrajo a su cuerpo.
—¿Me dejarás hablar ahora? —Dijo con la mirada baja.
—Debo.. —Me interrumpió.
—No. Tú no debes nada, solo ésto.
Tomó mi mentón con su derecha y rodeó mi cintura con su extremidad izquierda, sabía mi debilidad, sus ojos.
—Candela fue mi novia dos años, cuando era reconocido en cualquier lugar. Me engañó con otro chico y no sentí nada cuando lo hizo, es más, me fui de inmediato para darles el gusto. Desde aquel momento, supe que jamás la amé.. y ahora, gracias a tí que “cambié”, según muchos dicen, y vuelvo a ser “reconocido”, supongo que quiere usarme nuevamente. Pero ella no me importa en lo más mínimo —Susurró.
—Yo..
—Porque estoy interesado en alguien más.
Lentamente comenzó a acercarse a mi rostro y yo al de él, su respiración estaba agitada, podía sentirla chocar contra mí y provocaba una sensación cómoda en mi ser. Hasta que ocurrió, finalmente. Gastón unió nuestros labios en un suave beso, se amoldaron a la perfección, parecía que ambos labios estaban hechos para ser besados por el otro.. desearía que esto.. jamás terminara..

2 comentarios:

  1. seguila ame el capitulo por fin beso.. ya quiero que esten juntos.. seguilaaaaaaa *-*

    ResponderEliminar
  2. hay por fin beso porfa subi mas seguido dale

    ResponderEliminar