lunes, 1 de septiembre de 2014

No Te Tengo Miedo... capitulo 20


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Me alejé de él bruscamente, había entrado en razón. Había besado al Gastón Dalmau, el chico de quién Lali está enamorada. Me sentía horrible, traicioné a mi mejor amiga.
—Yo.. —Farfullé— ésto no debió haber ocurrido.. —Dije limpiando mis labios.
—¿Qué? —Musitó confundido.
—Acabo de traicionar a mi mejor amiga, lo siento.

Dicho eso, me largué a correr por el corredor. ¿Qué había hecho?, soy la peor persona que puede existir en éste planeta, y ahora, gracias a aquel beso.. estaba confundida, ¿Qué sentía realmente por Gastón? ¿Por qué le seguí el acto?.. ¡Demonios Rocio! ¡¿Qué ocurre contigo?!.

Oí como el toque de timbre hacía presente la hora de salida, me había saltado todas mis clases, no quería ver el rostro de nadie. Me levanté de la banca donde me encontraba y tomé mi bolso para dirigirme a casa.
Al llegar a mi destino, tiré mis cosas en la sala de estar y luego subí rápidamente las escaleras para echarme en la cama. Hoy era la fiesta de Christian, ¿Iré?, sí, no puedo fallarle a Euge, ella es mi compañera de fiestas.

Desperté, el reloj marcaba las 5:34 PM. ¿Cuándo me había dormido?, tomé el celular entre mis manos y vi que tenía dieciocho llamadas perdidas de Euge y cinco de Lali, catorce de un número desconocido.

—¿Hola? —Musité, primero llamaría a Euge.
—¡Rocio! ¡Estaba preocupada por tí! ¡Faltaste a todas las clases y luego como un alma errante te retiraste del instituto, y ahora, no respondes mis llamadas! —Gritó enfadada desde el otro lado.
—Lo siento. —Susurré recordando lo ocurrido— Hubo un.. inconveniente..
—¿Qué ocurrió? —Preguntó bajando su tono de voz, aunque, aún así, sonaba preocupado.
—Luego te cuento. —Llevé una de mis manos a mi cabello.
—Iré a tu casa ahora.
—¿Quién te invitó? —Cuestioné fingiendo estar ofendida.
—Yo creí que..
—Es broma. —Sonreí.
—Tengo el atuendo perfecto para tí ésta noche.
—¿Para mí? —Cuestioné confundida.
—Exacto, cortaré, debo llegar rápido a tu hogar, debemos estar listas.
—Claro. —Dije riendo— Adiós.
—Hasta luego. —Corté.

Siguiente llamada, Lali.
—Rocio te odio. —Musitó, su tono de voz sonaba preocupado.
—Lo siento.. —¿Por qué me disculpaba?, ni si quiera sabía el propósito de por qué me odiaba.
—¿Cómo se te ocurre largarte del Instituto sin aviso alguno? —Ahora no sonaba preocupada, Lali se encontraba enfadada.
—Lo siento. —Me disculpé nuevamente.
—La próxima vez no te olvides de avisar. —Me regañó.
—Claro. —Respondí.
Un silencio incómodo se hizo presente en nuestra conversación, últimamente yo y Lali nos encontrábamos muy distanciadas.
—¿Irás.. irás a la fiesta de Christian?.
—Sí, me alistaré junto con Euge en casa, ¿Vienes?
—Está bien, llegaré en veinte minutos, ¡Bye! —Se despidió.
—Vale, adiós. —Dije cortando la llamada.

Con el celular en mi derecha, me tiré a la cama de espaldas y llevé ambas manos a mi rostro, no me sentía muy bien, mi cabeza dolía y me encontraba débil. Ahora solo quedaba aquél número desconocido, ¿Quién me llamaría catorce veces?.

—¿Hola? —Saludé dudosa cuando atendieron la llamada.
—¿Por qué no atendías?. —Dijo fríamente desde el otro lado. Se trataba de él, Gastón había marcado a mi número catorce veces— ¿Rocio? —Preguntó al oír que no emitía palabra alguna, no podía hacerlo, algo me lo impedía— Iré a tu casa, ahora. —Dijo y cortó.
¡¿Qué?! ¡¿Está demente?!, él no podía venir ahora. Justamente no ahora que Lali y Euge vendrían.

De un momento a otro el timbre emitió aquel sonido tan característico que, por primera vez, me ponía nerviosa. Lentamente bajé las escaleras, ¿Qué diría Lali si encontrara a Gastón en mi hogar?.
Abrí la puerta con una lentitud impresionante, pero el ser del otro lado la empujó bruscamente y me acorraló contra el muro, dejando la puerta de entrada totalmente abierta.
—Ga.. Gastón.. —Farfullé evitando su mirada— Aléjate por favor.. —Supliqué posando mis manos sobre su pecho.
—Siento lo ocurrido. —Dijo con su mirada en otro lugar, sus extremidades se encontraban en la pared a mi alrededor— ¿Por qué no atendías mis llamadas? —Dijo, ésta vez, observándome a los ojos, sus brillantes luces me llevaban a otro mundo, el verde era mi nuevo color favorito.
—Dormía. —Contesté fría— ¿No puedo descansar? —Bufé.
—¿Por qué no volviste a clase? —Se acercó a mi.
—Yo.. yo no quería.. no quería.. —Farfullé.
—¿Rocio? —Oí la voz de Lali, oh no.
—¡Lali! —Dije alejándome de Gastón— ¿Cómo estás? —Sonreí fingidamente, se encontraba atónita, podía verlo en sus ojos. Giré a ver a Gastón y le fulminé con la mirada, maldición..
—¿Qué hace Gastón aquí? —Articuló con dificultad.
—Yo.. —Miré hacía otro lugar— él..
—Vine por mi ropa. —Finalizó.
—¿Acorralándola contra la pared? —Cuestionó.
— Tropecé.
—Iré.. iré por tu atuendo Dalmau. —Dije volviéndome a la escalera.
Subí con rapidez hacia mi habitación, al llegar, busqué entre mis cosas y allí estaba el atuendo de Gastón, lo tomé entre mis manos y me dirigí donde antes, el muy idiota se encontraba de pie sobre el marco de la puerta de mi recámara.
—¿Qué haces aquí? Debes bajar, Lali se enfadará conmigo. —Dije frustrada.
—¿Por qué se enfadaría?.
—Porque ella te quiere. —Por alguna razón aquello me hizo sentir una punzada en el pecho— y iré a la fiesta de Christian en dos horas, debo darme prisa. —Dije evadiéndole y comencé a bajar las escaleras. Lali se encontraba sobre el sofá junto con Euge, olvidé mencionar que ella también se encontraba allí.
Segundos después Gastón bajó y le hice entrega de su vestimenta obligandole a marcharse.
—Bien, ¡A alistarnos! —Exclamó Euge.
—Rocio.. —Me llamó Lali en un susurro.
—Dime. —Respondí con una sonrisa.
—¿Tú.. tú sientes algo por él?..
—¿Por Gastón?. —Dije confundida, mis manos habían comenzado a sudar, ¿Por qué?.
—Sí, y por favor sé sincera.
—Yo..

1 comentario:

  1. seguilaaa.. porfavor que esten juntos.. que ro le diga que si a lali que se la juegue plis

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