No Te Tengo Miedo... capitulo 26

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Cada momento en que nos encontrábamos solos y juntos, era mágico, pero estar con nuestras amistades lo era aún más, como ahora, en mi casa.
—¡Te ganaré Agus! —Exclamó Gastón con el control del play.
—Oh claro que no perdedor. —Se defendió este.
Finalmente, todo había vuelto a la normalidad, o bueno, algo así, Agustin y yo somos más cercanos aún como si de mi hermano de sangre se tratase, con Nico llevamos una linda amistad de mejores amigos junto con los demás. Lali y Peter son novios, cosa que es escalofriante, cuando me lo dijeron, casi muero de paro cardíaco, nunca imaginé a mi hermanastro y a mi mejor amiga saliendo. Y bueno.. Gastón y yo, no vamos más allá de mejores amigos, es un gran chico y ya no tiene la fama de “chico malo”, ahora es normal, aunque eso nadie se lo cree ya que creemos que es “Un ser no identificado de un planeta desconocido”.

—¿Quieren algo de comer? —Ofrecí rodando por mi sofá.
—1 hamburguesa y 1 refrescos grande, por favor. —Pidió Vico.
Hace unos pocos días había superado lo de Lali, ya que el la quería con todo su corazón y de un día a otro, ella comenzó a salir con Peter. Pero luego lo rellenamos con ternura y milagrosamente, las penas se esfumaron.

—Iré por unas pizzas y..
—1 hamburguesa y 1..
—Refresco grandes, por favor. —Imité su voz masculina, pero salió algo tan extraño que ni si quiera sabía si ese acento era acento hamster.
—Euge ¿Me ayudas? —Pedí amable.
—Vete a la mierda, Rocio. Estoy en pleno juego. —Musitó con la mirada fija en el televisor.
—También te quiero. —Dije irónica.
—Yo voy —Se levantó Gastón.
—Pero el juego.. —Dije mientras él me arrastraba a la cocina.
—Estaba aburrido, de todas formas ganaría. —Reí.
—Ibas en último lugar. —Musité y al parecer, los chicos oyeron y rieron conmigo.
—Bien.. ¿En qué le puedo ayudar señorita? —Dijo el con “tono seductor” a lo que yo reí.
—Las bebidas —Sonreí— son dos extra grandes para ti y las demás normales son para nosotros.
—¿Es broma verdad? —Rió.
—No no. —Reí—.
—Ahora veo que realmente funcionan. —Sonrió, diablos no.. una simple sonrisa de Gastón, hacía que mi cuerpo actuara nervioso, ser mejores amigos es una cosa, que yo aún esté enamorada de él, es otra totalmente diferente e incómodo.
—Ehm.. ahm.. —Tartamudeé— S.. Sí. —Reí nerviosa— ¿Nos vamos? Tengo las.. — Tropecé, genial, cada vez mejor Rocio. Cerré los ojos con fuerza para sentir el impacto del suelo contra mi rostro, pero en ves de eso, sentí el tacto de sus extremidades en mi cintura.
—¿Estás bien?
—Sí, gracias. —Sonreí nerviosa, su respiración chocaba contra mi nariz, lo cual me colocó aún más nerviosa, claro, dejando de lado sus brillantes ojos verde en contacto con los míos.
—Ahm.. ¿Interrumpo algo? —Dijo una voz risueña tras de Gastón.
—¿Qué? —Dijo él confundido— N..No..
—Algo me dice que mientes. —Entrecerró los ojos y luego volvió a la normalidad— Demoran demasiado con la comida, luego comparten saliva. —Se burló Agustin.
—¡Agus!. —Elevé la voz sonrojada, a lo que ambos rieron— Son unos idiotas. —Tomé nuevamente las pizzas y me dirigí a la sala de estar donde se encontraban los demás— ¿Y Peter con Lali? —Cuestioné extrañada.
—En la habitación de Lanzani. —Confesó Euge mientras tomaba un trozo de pizza.
Nico iba a tomar el trozo más grande pero Vico con un pequeño golpe en su mano, hizo que Nico la retirara y Vico gustoso comió de ésta.
—Engordaras D'Alessandro.—Le advirtió Riera.
—Voy al gimnasio. —Sonrió triunfante.
—No quiero imaginarme lo que Lali y Peter hacen en su habitación. —Musité con una mueca de asco.
—Tienen sexo duro. —Rió Agustin saliendo de la cocina con los refrescos en mano.
—¡Cállate! —Ordené con más asco aún, no podía imaginarlos haciendo “eso”.
—Eres una exagerada —Sonrió— déjalos, se aman.
—Lo sé pero.. es extraño, aún no me adapto.

Tomé un trozo de pizza y me quedé observando como jugaban. Jamás comprendí eso de los videojuegos, una vez lo intenté y a los treinta segundos, muerta.
—Espera.. ¡Gané! ¡EN SU CARA BITCHESSS! —Agustin comenzó a bailar sobre mi sofá.
—Iré por algo a la habitación de Peter, ya saben, si mamá llega ustedes corren a mi habitación sin hacer sonido.
—Sí. —Contestaron al unisono.

Subí las escaleras y me dirigí a la habitación de Peter, necesitaba una de sus camisas para dormir ésta noche, mis pijamas estaban perdidos por quizá donde, las ayudantes en casa eran unas ladronas de vestimenta, pero no le dí importancia a nada de eso, jamás.
—Peter.. —Susurré dando tres pequeños golpes en la puerta, giré de la manilla y me adentré en su cuarto, cerrándola inmediatamente.
—¿Sí? —Cuestionó saliendo del cuarto de baño con solo, una toalla blanca bajo su torso y el cabello húmedo.
—¿Y Lali?
—¡Hola! —Saltó detrás de él, con una toalla del mismo color de Peter, rodeando su cuerpo como vestido.
—¿Qué diablos han hecho allí dentro? —Dije nerviosa, pero al mismo tiempo con gracia.
—Pues.. —Comenzó Peter.
—Cosas.. —Habló Lali con cierto tono pícaro en su forma de hablar.
—Dios, ¡Son unos asquerosos! —Reí— Peter, ¿Tienes una camisa extra?.. las criadas se han robado mis pijamas..
—Lamentablemente, solo tengo una.. para Lali, se supone que está contigo y que dormirá contigo, cuando la verdad es que, se quedará conmigo hasta mañana —Sonrió— y su atuendo está empapado..
—Oh vale. —Sonreí— Adiós.
—¡Adiós hermosa! —Gritó Lal cuando salí de su habitación, reí.

Dos habitaciones más allá se encontraba la mía, así que a paso lento me dirigí a ésta, tendría que dormir en ropa interior, no me quedaba de otra.
Prendí las luces y me encontré con la gran sorpresa de ver a Agustin con uno de mis braseares sobre sus pectorales, a Nico con una de mis bragas y a Gastón con Euge riendo como locos.

—¡Hey! —Exclamé— ¡Eso es mío!
—Hola, soy Rocio Igarzabal y debería estar en ropa interior más seguido. —Agus imitó mi voz.
—Eres un idiota —Reí— Nico quítate mi ropa interior. —Dije arrebatándole mi brasier a Agus.
—¡Pero si me queda perfecto! —Hizo voz gay a lo que todos reímos.
—¿Y Vico? —Cuestioné.
—Se ha ido antes de que tu madre llegase. —Dijo Gastón.
—Nunca cambia —Sonreí— ¿Vosotros pensáis quedaros aquí esta noche?.

Negaron con la cabeza.

—Pues, ¿Qué esperáis? ¡Tengo sueño, fuera de mi casa! —Exigí riendo.
—Es muy feo lo que haces Rochi. —Me regañó Euge con una sonrisa.
—Lo siento, un minuto más y caeré dormida sobre el suelo. —Reí— Bajen por la terraza, tiene una escalera a un lado.
—Claro, adiós Rochi. —Se despidió Nico con un beso en la mejilla, para luego, desaparecer por mi terraza.
—¡Bye! —Dijo Euge y copió la acción de Nico.
—Mañana nos vemos Rochi. —Besó mi mejilla, Agustin.
—Claro Agus. —Sonreí— Duerme bien.
—Igual tú. —Dijo para luego desaparecer por donde, los demás habían hecho.
Ahora era el turno de que Gastón se fuese, pero yo.. no quería eso.
—Adiós —Sonrió él y se dirigió a mi terraza.
—Gastón, espera.. —Dió la media vuelta— ¿Te.. te quedarías a dormir conmigo, por favor?.. —Me miró atónito y yo poseía un color carmín sobre mis mejillas.
—Ok —Dió la vuelta y tomó asiento en mi cama.
Copié su acción y me quedé mirando a un punto fijo, el suelo, recordando la primera vez que le hablé.

Flashback.

—¿Quién es él? —Cuestioné a Lali.
—Gastón Dalmau. No te le acerques, es un criminal.. es peligroso.
—Dalmau.. extraño apellido —Reí— ¿Él te lo ha confirmado?.
—No, pero todos los chicos del instituto lo saben.
—Son solo rumores. —Suspiré.
—No lo creo.
—Observa. —Articulé y me acerqué al chico con ondas en el cabello. Al verme, paró en seco y me lanzó una mirada amenazante— ¿Gastón Dalmau verdad? —Sonreí.
—¿Te importa? —Contestó frío.
—Oh vaya, vaya.. un chico malo. —Me acerqué a su rostro y logré sentir su furia— ¿Todos te temen verdad? —Reí— No me asustas, Dalmau.
—Eso lo veremos.
—Estúpido —Susurré para mis adentros— Claro.

Fin Flashback.

—Jamás pensé en enamorarme de tí, Gastón. —Sonreí— Creí que te odiaría por el resto de la eternidad.
—¿Q..Qué? —Me observó atónito.
—Te amo, Gastón Dalmau..
Me le acerqué lo suficiente como para que nuestros labios rozaran y él, con rapidez se me acercó aún más y me besó tiernamente, pero el pasar de los segundos volvió ese tierno beso en algo más apasionado..