lunes, 13 de octubre de 2014

No Te Tengo Miedo... capitulo 31

ESTA HISTORIA ESTA MUUY SERCA DE SU FIN...
Click en Leer Más

—¿Por qué no las envía ahora?.
—Porque nadie le obedecería, solo sus cobardes camaradas. —Comentó Nico.
—Si jamás hubieran ido a ese horrible lugar, esto no estaría ocurriendo. —Musité fría, continuaba enfadada con ellos, pero no por su, ahora, no falsa promesa, sabía la verdad sobre eso; si no, porque habían asistido a aquel pub.
—Pero, recuerda la causa.. —Habló Euge— fue por tí, queríamos olvidar como te alejaste de nosotros.. —Sentí una gran culpa, era verdad.
—Lo siento.. —Susurré arrepentida.
—¡Abrazo grupal! —Gritó Agus, haciendo que todos nos uniéramos en un lindo abrazo amistoso.

(...)

Llegué a mi hogar, a eso de las 14:43 PM, seguida de Gastón. Mamá había ido a algún lugar desconocido —Para mí— por asuntos de trabajo.
—Puedes observar televisión si quieres.. —Sugerí a él mientras yo seguía caminando hacia mi habitación.
—Espera.
Tomó mi mano y me atrajo hacia él, uniendo nuestros cuerpos, muy pegados; y luego nuestras bocas en un suave beso que luego se volvió fogoso..
—Te amo, ¿Lo sabías? —Habló entre besos.
Me guió a las escaleras, aún sin alejar nuestros labios y entramos hasta mi habitación, para luego, caer sobre la cama.

Gastón besaba con delicadeza y me acariciaba de la misma manera, como si de un cristal se tratase, los besos eran interrumpidos por pequeñas risitas de ambos.
—También te amo, y con todo mi corazón.. —Contesté tierna, mientras la vestimenta desaparecía de nuestros cuerpos.
—¿Estás segura de que quieres esto? —Preguntó sobre mis labios con la respiración agitada.
—No eh estado más segura de algo en mi vida. —Musité con una sonrisa coqueta, mientras que rodaba para dejarle a él bajo de mí.
—Serás mía, así nadie podrá acercarse a tí. —Sonrió a lo que yo reí y comencé a acariciar sus pectorales, hasta llegar centímetros más arriba de su zona baja, donde, al rosarla.. ocurrió algo que jamás podría ser capaz de olvidar.

—Te amo, te amo, te amo.. —Me dijo con la respiración entrecortada.
—Yo también.. te amo de aquí al infinito y más allá.. —Musité mientras dejaba rastro de un fugaz, pero tierno beso en sus labios.

(...)

Al día siguiente.

Abrí mis ojos y logré sentir el suave latido del corazón de Gastón, subí la mirada a sus hermosos ojos azules y aún permanecían cerrados desde el día anterior.
Intenté sentarme en la cama pero me fué imposible gracias al fuerte brazo de Gastón rodeando mi cintura. Con cuidado levanté su extremidad y la dejé a un lado, gruñó y ésta regresó a mi.

Suspiré con una sonrisa.

—Se que estás despierto. —Musité tierna.
—No te alejes de mi lado.. —Dijo volteando su cabeza hacia la izquierda, poseía aquella hermosa sonrisa que me volvía loca.
—Quiero darme un baño.
—¿Qué hora es? —Preguntó en un bostezo.
—No lo sé, no puedo moverme —Reí.
—Tienes razón —Rió mientras veía la hora en su teléfono celular— es temprano.. —Susurró— marcan las 15:13 PM.
—¡¿Para tí eso es temprano?! —Solté una carcajada— Hemos faltado por segunda vez al instituto y dormimos una eternidad. Debo darme un baño..
—Y alistarte más hermosa de lo que estás —Sonrió y le miré confundida.
—¿Qué? ¿Por qué?.
—Es una sorpresa, además el viaje será largo.
—¡¿Dónde iremos?! —Cuestioné como una pequeña de cinco años.
—Sor-pre-sa. —Separó en sílabas y besó mi frente— Vale, ve a asearte. —Sonrió.
—Cierra los ojos —Ordené— no quiero.. no quiero que me veas desnuda.. —Dije con un tono rojizo en mis mejillas.
—Pero si ya te eh visto completamente desnu..
—¡Que no! —Exclamé con una risita— Cierra los ojos Gastón.
—Vale, vale.. —Dijo con una sonrisa y los cerró.

Quitó su brazo de mi cintura y rápidamente me puse en pié, para luego, dirigirme al cuarto de baño.
—¿Puedo abrirlos ahora? —Gritó Gastón desde mi habitación.
—¡Sí! —Exclamé, para luego regular la temperatura del agua y adentrarme a la bañera.

(...)

—Ya estoy. —Avisé mientras bajaba las escaleras, Gastón se encontraba sentado sobre el sofá ojeando un libro— ¿Sabes?, me alegro que no seas el amargado y mal chico de antes —Musité una vez abajo, viró su mirada hacia mi persona y abrió sus ojos como platos, literalmente.
—Luces.. —Articuló parándose del sofá blanco— hermosa, me sorprende cuan hermosa puedes llegar a ser.
—¿Eso crees? —Reí nerviosa con las mejillas más que rojas— Gracias, aunque tu eres más perfecto que cualquier chico en el mundo. —Dije mientras me acercaba a él.
—Te quiero. —Musitó y me rodeó la cintura con ambos brazos.
—Yo más. —Besé fugazmente sus labios— ¿Nos vamos? —Sonreí.
—Claro, señorita. —Reímos y me guió hacia la puerta de entrada, donde me dejó salir antes.

Abrió la puerta de co-piloto de su vehículo y con una sonrisa, me adentré a este.
—¿Dónde iremos? —Cuestioné nuevamente.
—Sorpresa.
—¿Dónde?.
—Es una sorpresa. —Dijo una vez más.
—Vale.. —Me rendí, él ya se encontraba sobre el asiento piloto.

Saqué la radio de la guantera y la situé donde se debe, busqué un disco —donde antes se encontraba su radio— y me encontré con uno de Elton John, diablos, como amo su música, aunque jamás creí que a Gastón también le agradase él.
—¿Te gusta Elton John? —Cuestioné volteando mi cabeza a la izquierda.
—Sip. —Respondió tierno— ¿Y a tí?
—Me encanta. —Sonreí y adentré el CD dentro de la radio, automáticamente sonó “The Way You Look Tonight”.
—“And I can´t explain, but there´s something about the way you look tonight, takes my breath away”. —Cantó Gastón observándome con una sonrisa, su voz era hermosa, no debía desperdiciarla— Ésta canción va dedicada a tí.
—¿Bromeas? —Reí— soy horrible todo el tiempo, con cualquier atuendo.. luzco mal.. —Bajé la mirada.
—¡Rocio Igarzabal, es la mujer más hermosa de todo el planeta Tierra! —Gritó como enfermo mental por la ventana piloto.
—¡¿Qué diablos haces?! ¡Cállate! —Exclamé sonrojada— Pensarán que estás loco —Reí.
—¿Qué importa lo que ellos piensen? —Dijo con una sonrisa.
Típico de él, no le importa nada de lo que piensan o rumorean los demás a sus espaldas.
—A mi sí, siempre me ha importado lo que piensan ellos sobre mi persona. —Musité bajando la mirada, nuevamente.
—Ellos no saben de las cosas que hacemos, no saben acerca de todos los “Te amo” que nos decimos diario, y si lo supieran, estarían celosos. No saben sobre nuestra historia, todo lo ocurrido, todo lo que esperé para poder estar a tu lado. No saben lo especial y perfecta que eres, no saben sobre el cambio que le has hecho a mi corazón, a mi personalidad. Ellos pueden decir lo que quieran, no nos conocen, ¿Por qué juzgarnos?. —Dijo cuando el semáforo se tornaba color rojo, se detuvo.

Le miré atónita, jamás, nadie me había musitado aquellas tan bellas palabras. Gastón me hacía sentir perfecta, especial, algo que nunca nadie logró, ni si quiera Pablo. Simplemente me acerqué a él con necesidad, y le besé en los labios, expresando todas las emociones que tenía dentro, le amaba y mucho.

Él jamás fué como los demás chicos, siempre fué especial y único, atento y tierno. Todos los problemas ocurridos, quedaron en el pasado, hay que ver al futuro, que es lo que realmente importa.. y mi futuro.. era estar con él para siempre, por el resto de la humanidad..

1 comentario:

  1. seguilaaaa extrañaba la novela.. quiero saber la sorpresa de gas *-*

    ResponderEliminar