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Hey you – Rochi se sentó en la fría
hierva junto a la lapida, acarició el frío mármol con el nombre de Lali y
suspiró. – ha pasado mucho ¿sabes?
“Pasó lo que pensé que nunca
pasaría. Me enamoré, me enamoré del
hombre más increíble, más a puesto, más inteligente y amoroso que jamás conocí.
¿Puedes creerlo? ¡Yo Rocío Igarzabal estoy jodidamente enamorada!. Te juro que
si pudieras verme no me creerías. Pero él es, él es lo que nunca quise hasta
que lo encontré. – Rochi se recostó en la hierba - ¿Recuerdas cuando llegabas
con esas bobadas del príncipe azul y yo no te creía?, pues sigo sin creerte
porque mi príncipe no es azul, si fuera azul sería un pitufo. Mi príncipe es de
carne y hueso, es un hombre real de increíble cabello rubio, rubio natural eh,
e increíbles ojos verdes esmeralda. ¿Me estás escuchando? ¡Estoy enamorada
Diablos!
El semblante de Rochi se ensombreció un poco.
“ - Por cierto, el imbécil de tu marido como
siempre no me deja ser feliz, aunque últimamente se ha moderado. Anda raro, no
sé qué le pasa. Tú no tendrás algo que ver ¿cierto?. Como sea. Tengo que
terminar con la fantochada de este matrimonio para poder estar junto a Gastón. Pero
me da miedo La. Tengo miedo de Pablo y lo que pueda hacer si decido dejarlo.
Huir no es una opción,
he huido toda mi vida y estoy harta de eso, debo cerrar este ciclo para poder
ser feliz de una vez por todas. Ser feliz por mí, por ti, por Gastón. Necesito
ser feliz Lali, por todo lo que nos arrebataron. Pero para eso debo dejar al
bastardo de tu ex marido y temo lo que pueda hacer. Todavía tiene las malditas
fotos, aunque, te cuento que mi Gastu es abogado y está… no sé qué está
haciendo pero va a ayudarme a separarme de Pablo. ¿Ves? Mi hombre si es un
hombre de trabajo. Es un cheto de ciudad, de esos de traje de etiqueta, pero es
lo de menos.
Espero que consiga
algo y me saque de aquí. Me lleve lejos para poder ser felices juntos, aunque
si te soy sincera, a veces lo veo tan difícil, con Pablo, con Daniela, un futuro
juntos se antoja tan lejano. Y ahora La…
Rochi se sentó y
acarició el nombre con cariño.
-
Ahora estoy tan asustada, no sabes
lo que te necesito. Yo… yo tengo un retraso y… Wacha, ¿Por qué no me lo
dijiste? ¿Cómo no fuiste capaz de decirme que estabas embarazada de Peter
estando casada con Pablo? Tuve que enterarme por Peter y él, él te ama, no ha
dejado de hacerlo. Esa me la debes, y te
juro que cuando nos reunamos de nuevo, en algún mundo, voy a patearte el
trasero por no habérmelo dicho. Pero ahora sí, a lo que vine.
Te decía que estoy asustada
porque… Porque tengo un atraso y… a mí nunca me vienen atrasos yo… yo estuve
con Gastón y fue el momento más feliz de mi vida. Pero estoy asustada, aunque
ser madre es la cosa más hermosa que me pueda pasar, no puedo estar embarazada
ahora que mi vida es tan incierta. Me hice la prueba pero… pero no la he
revisado porque… bien, soy una cobarde y te necesitaba. Espero que desde donde
sea que estés me ayudes ahora porque estoy cag*da de miedo. Esto lo vamos a
hacer juntas.”
Rocío se puso en pie y sacó la
pequeña prueba, la sostuvo en su mano y cerró los ojos.
-
Muy bien La, a la cuenta de tres…
1-2-3.
Rocío abrió los ojos y estudió
el objeto en sus manos.
-
Deberían encerrarte en un loquero
por hablar sola – se rió una voz a sus espaldas.
Rocío dio un brinco y se giró para mirar a
Gastón caminar sonriente hacia ella. Lo más rápido que pudo colocó la prueba a
su espalda pero fue un movimiento que él notó.
-
¿Qué escondes allí rubia hermosa?
Rocío retrocedió un paso.
-
Nada.
-
¿Nada? Eso no se ve como “nada”.
Antes de que Rocío pudiera
correr Gastón la alcanzó y le quitó el objeto de la mano con una sonrisa que se
borró en el momento que vio lo que era.
…
El
sonido de los golpes no cesaba y Peter corrió a la puerta entre bostezos y
tropezones. Miró el reloj sobre la meseta y se preguntó quién rayos tocaba su
puerta a esa hora.
-
Peter
por favor ábreme – la voz cantarina de Lali sonaba angustiada y Peter casi voló
hasta la puerta para abrirle.
La
pequeña y frágil figura de Lali estaba parada en el porche del joven con una
enorme capa encima que le cubría el rostro y todo su cuerpo. Al verla Peter
quiso estrecharla entre sus brazos pero se contuvo al recordar que ella era
ahora una mujer casada y se limitó a dejarla pasar.
-
¿te
encuentras bien?, Por favor siéntate, ¿te traigo algo de beber? – Lali lo miró
tras la capucha de su capa.
-
No
Peter no necesito nada de eso.
Él
la miró allí parada frente a él y la sintió un ángel perdido, hermoso y triste.
-
¿Qué
se te ofrece Lali? es la una de la madrugada tiene que ser algo urgente.
-
Lo
es – Lali se quitó la capucha de la cabeza y lo miró con sus hechizantes ojos
negros – te necesito hoy.
Peter
dio un paso hacia ella.
-
Lo
que necesites, lo que quieras, solo dime y te lo daré.
Lali
lo miró con ojos perdidos, con sueños rotos, con fantasías de mujer hechas
trizas.
-
Te
necesito a ti – caminó hasta él con la mirada vidriosa – necesito que me ames
como solo tú sabes hacerlo. Necesito que me enseñes lo que es amor.
Peter
la miró con terror y admiración en la mirada.
-
Lali
¿Que me estás pidiendo?, es de madrugada tu…
-
Te
pido que te olvides del mundo, olvídate de todo lo que te rodea y ámame.
-
Te
amo. – susurró él.
-
Entonces
tócame y demuéstralo.
Él
cerró los ojos.
-
Lali,
no sabes lo que me estás pidiendo, yo no puedo hacerte esto.
-
Peter
– Lali tomó su rostro entre sus manos y lo hizo mirarla – estoy aquí parada
frente a ti consiente y segura de lo que quiero pidiéndote que te la juegues.
-
Estás
casada. – susurró él.
Ella
cerró los ojos y sus pequeñas manos cayeron para convertirse en puños a sus
costados.
-
¿y
crees que no lo sé?
-
¿entonces
qué haces aquí?
Ella
lo miró con una llamarada de algo peligroso quemando en sus ojos.
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Esto
hago – y sin más lo beso.
Fue
el beso más dulce que Peter hubiera probado nunca. Cálido y fogoso. Fue la
clase de beso que te hace olvidarte de tu propio nombre. Fue la clase de beso
que grita perdición.
Él
no supo el momento, ni le importó, en que llegaron a su cuarto. Él no supo el
momento, ni le importó, en que sus manos arrancaron la ropa de la joven y ella
hizo lo mismo con la suya.
No
había principio, no había final entre esos dos cuerpo entrelazados.
Peter
besó cada centímetro del cuerpo de ella y sonrió al escucharla gemir de placer.
Amó la forma en que el hermoso y flexible cuerpo de ella se sintió bajo el
suyo. En un segundo su espalda chocó contra la cama y ella lo miró desde arriba
como una antigua diosa de la pasión con sus cabellos despeinados y sus labios
hinchados por sus besos. - Era glorioso – pensó al verla moverse sobre él.
Lali
lo miró como solo una mujer plena puede mirar y se unió a él como solo dos almas, atreves del cuerpo, pueden hacerlo.
El
tiempo y el espacio desaparecieron mientras ambos bailaban una danza tan
antigua como el tiempo y se profesaban amores distintos sin palabras.
Peter
y Lali esa noche se volvieron cómplices, amantes y almas gemelas en tiempos
equivocados.
Peter estrelló el vaso de brandi contra la
pared más cercana y miró de nuevo el maldito papel en su mano, llevaba más
tiempo del que pensaba allí sentado torturándose con recuerdos.
-
Maldita mujer – gritó para sí –
Maldita bruja que me prohibió amar a alguien más. – cayó al suelo de rodillas
junto a sus recuerdos y su botella de alcohol – Maldita seas.

que leeeendo la rubia embarazada! me encanto que a "compartirlo" con Lali y a descubrirlo ahi con ella, fue muy tierno!
ResponderEliminarMe dejas super intrigada siempre. Necesito saber si Rocio esta o no embarazada y ahora tengo que esperar màs tiempo :'(
ResponderEliminarMe encantaaa!!!! NO PUEDE ESTAR TAN BUENA ESTA NOVE POR DIOSSSS
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